Uruguay y Brasil dieron operatividad al convenio en torno al trabajo en la frontera, apuntando a los derechos de niños y adolescentes que muchas veces no son cubiertos, por lo que se instrumenta proteger sus derechos mediante el acceso a los servicios e identidad de ambos lados, aunque sean de una u otra nacionalidad, destacó Víctor Giorgi.

En la clausura de la VIII Conferencia sobre Infancia y Adolescencia, el Presidente del INAU anunció que se planteó a los representantes de Chile -sede de la próxima Cumbre- que elaboren un proyecto para estudiar la posibilidad de que la Secretaría Iberoamericana genere un espacio específico dentro de su orbita dedicado a la infancia.

Respecto a las conclusiones arribadas durante los dos días de conferencia, Giorgi manifestó que el diagnóstico de los efectos de la migración en la infancia y la adolescencia se vinculan fundamentalmente a las desigualdades de la distribución de la riqueza y de las oportunidades a nivel mundial.

A su vez, resaltó que se analizaron las responsabilidades de los estados -tanto de los países expulsores de población como los de tránsito y los países receptores- mostrando una especial preocupación por la vulnerabilidad de los derechos de niños, niñas y adolescentes en los lugares de tránsito y recepción, haciendo énfasis en los niños que migran sin un referente adulto. En ese sentido, se destacaron las problemáticas del tráfico y trata de niños con finalidad de explotación sexual comercial y no comercial.

Para ello, expresó la necesidad de que los Jefes de Estado instruyan a los organismos internacionales a realizar el seguimiento de los acuerdos alcanzados, a la vez que señaló la importancia de articular con otros estados no pertenecientes a la comunidad iberoamericana, pero si receptores de emigración latinoamericana, para que instrumenten medidas similares.

Por otra parte, agregó que se planteó la preocupación de la Comunidad Iberoamericana sobre la no ratificación de la Convención de los Derechos del Niño por parte de los Estados Unidos -gran receptor de emigrantes latinoamericanos- y que implica que no se encuentra dentro del marco jurídico internacional para la protección de derechos del niño, niña y adolescentes.

Además, Giorgi señaló dos grandes problemas que son necesarios combatir: por un lado, la ausencia de oportunidades y de protección de derechos en los países de origen de los migrantes, que provocan no solo situaciones expulsivas, sino que la población que sale de esos países lo hacen en condiciones de vulnerabilidad, con bajos niveles educativos, mala cobertura de salud y que llegan en situaciones de fragilidad a los países receptores; y por otra parte, la responsabilidad de los estados -por los cuales transitan estos seres humanos, o que los reciben- de evitar las situaciones de discriminación y xenofobia.