A los 120 días de la Tarjeta PANES -que ofrece un monto recargable mensual para comprar alimentos y artículos para el hogar- el Ministerio de Desarrollo Social realizó la primera evaluación positiva de la misma y destacó la primer meta cumplida: cubrir el 70% de las familias beneficiarias del Plan Nacional de Emergencia Social.

Asimismo, la Ministra Marina Arismendi destacó que la tarjeta es una herramienta de autonomía de la familia, la cual es la que decide qué artículos comprar y dónde comprarlos, ayudando al usuario "a salir de la exclusión social".

Al respecto, resaltó el esfuerzo interinstitucional del MIDES que junto al Banco República Oriental del Uruguay, la Administración Nacional de Correos, ANTEL y la Red de Comercios Solidarios, hacen posible la mejor eficiencia de esta herramienta del PANES.

Por otra parte, Arismendi destacó que los usuarios mostraron ser responsables al comprar, preocupándose por obtener alimentos no perecederos, así como también artículos de higiene.

La Ministra expresó que esta tarjeta "tiene perspectivas", en el sentido que una vez culminado el Plan de Emergencia podría formar parte del Plan de Equidad.

Por su parte, el Coordinador del Plan de Emergencia Sanitaria del MIDES, Gerardo Lorber, señaló que la primer meta era que la tarjeta llegara a cubrir el 70% de las 70.000 familias beneficiarias del PANES, correspondiendo el otro 30% a familias no ubicadas, sin comercios en la zona o con varias informalidades.

De todas formas, expresó que esta meta fue ampliamente lograda puesto que la tarjeta llegó a más del 90%, beneficiando a más de 65.000 familias en las cuales están involucradas 275.000 personas.

El Ministerio de Desarrollo Social destina un promedio mensual de aproximadamente 39 millones de pesos uruguayos, los que son dirigidos a las diferentes cajas de ahorro en el BROU.

A su vez, la Red de Comercios Solidarios asciende a 600 puntos de venta, de los cuales el 95% cuenta con tecnología que permite a través de la trazabilidad obtener en tiempo real la información de cada tarjeta, el monto, los artículos comprados, el local, etcétera. Esto busca, además, ser un control de la transparencia y la información de cada una de las familias que pertenecen al Plan.

MINISTRA ARISMENDI: Muchas gracias por estar presentes. Para nosotros este día de hoy es un día muy especial, del cual estamos teniendo por suerte muchos días especiales dentro del trabajo del Ministerio. Pero en este caso es una herramienta del Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social que fue muy discutida, que realmente teníamos mucho interés que existiera; que nos hicimos muchos problemas, hoy mismo hacíamos un balance sobre una serie de cosas y para nosotros era una herramienta de autonomía.

Desde el mismo momento en que para nosotros el Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social es un plan que empieza y que termina, que termina en la primavera de 2007; es un plan que nos dio como tarea la obligación, y la tarea que disfrutamos haciéndola realmente, de sacar de la exclusión, de dar herramientas para salir de la exclusión a aquellos que hoy están en las peores circunstancias; aquellos que aún hoy se encuentran en la situación de exclusión social; aquellos que son muchos más que los que pensábamos y están mucho peor de lo que creíamos.

Y que para nosotros cuando discutíamos dentro del Plan Alimentario, o del Plan de Atención Nutricional, cómo lo íbamos a resolver; si lo íbamos a resolver con una canasta, si lo vamos a resolver con un ticket, si lo íbamos a resolver con dinero. Pensábamos que la tarjeta era una herramienta en la cual, aún no estamos hablando de enormes cantidades que hagan que la gente pueda hacer unas compras exóticas, pero que si tienen que elegir entre fideos y arroz, entre arroz y harina de maíz, entre harina de maíz y la leche fluida y no en polvo, no sea la Ministra de Desarrollo Social o el director de tal o cual repartición el que resuelva, sino que sea la familia, el hogar, que resuelva qué es lo que va a comprar.

A esto además nosotros planteamos la necesidad de que esto abarcara los útiles de higiene, porque en las canastas o en las posibilidades que se dan en general los útiles de higiene nunca estuvieron contemplados.

Y, por otro lado, discutimos mucho y al final mayoritariamente se resolvió, por otras razones que sería largo de discutir pero que es un tema bien interesante, nosotros queríamos que la titular fuera la mujer; que en el hogar la titular de la tarjeta fuera la mujer.

Por una serie de debates que tuvimos en su momento, por una serie de consideraciones acerca de los problemas que a la interna del hogar podría generar una decisión de este tipo, optamos que por quien es titular del Plan de Emergencia es por lo tanto también el titular para los instrumentos , ya sea Ingreso Ciudadano como la Tarjeta.

La Tarjeta, yo no voy a contar la larga historia de la Tarjeta, fue un embarazo de nueve meses. No era sencillo combinar la urgencia de un Plan de Atención Nacional a la Emergencia social –con todo respeto y cariño lo digo, y con todo reconocimiento por el trabajo que significa- con lo que un Banco hace. No era fácil. No era fácil entender por qué para nosotros la opción era la Tarjeta y no el ticket. Y por qué, a su vez, la posibilidad que nos daba de acercamiento, de seguimiento, que ahora seguramente el doctor Lorbeer que es el padre de esta criatura también va a enumerar, pero que nosotros podemos decir al día de hoy con toda tranquilidad de espíritu, porque lo podemos demostrar, que, contrario a esa concepción cultural, a esa cultura que nosotros damos contracultura como me enseñó acá la querida amiga Selva Braselli, en algún momento que yo me desesperaba y decía "¿por qué no nos entienden?", y ella me decía que en realidad no es un problema de comprensión, es un problema de que estamos yendo a contracultura. Y ese ir a contracultura hoy tiene una respuesta: la gente compra bien.

¿Qué quiere decir que compra bien? Que en el número uno de esas compras están los alimentos perecederos; que en el número uno de esas compras está lo que el hogar precisa. Y que no es verdad –como siempre sostuvimos, pero hoy lo podemos demostrar- no es verdad que la gente normalmente lo que hace es tirar el dinero comprando vino, droga, celulares, como algunos se quejan de que compran celulares cuando toda la sociedad les está diciendo que compren celulares y que tengan celulares.

Por lo tanto, es una demostración que nos resultó muy grata para nosotros, pero que además es una forma de demostrar que hay concepciones. Es cierto que puede haber grupos aislados, gente –como pasa das las capas sociales- que se comporte mal pero eso es así en todos los sectores de la sociedad. El grueso, la mayoría, podemos demostrar que no es verdad.

En tercer lugar, lo que nosotros queríamos hacer es que esta tarea fue una tarea que compartimos de manera interinstitucional; de la manera con que queremos gobernar, de la manera con que nos planteamos gobernar y que estamos haciendo todos los esfuerzos, con otras instituciones del Estado y también privadas, que ahora vamos a decir, pero con otras instituciones del Estado que hemos trabajado juntos, hemos colaborado juntos para hacer realidad este instrumento.

Así es que, como decíamos, con el Banco República finalmente y lo celebramos en su momento cuando firmamos el Convenio y dijimos "Tenemos Tarjeta", se hace todo el proceso de licitación, el llamado a empresas, etcétera; y el funcionamiento hoy, naturalmente, de la carga que significa del prepago de la Tarjeta.

Al Correo Nacional, con el que tenemos una infinidad de tareas en común; Correo Nacional al cual apostamos desde el primer día, donde el cartero llegó a la puerta de la casa o a la cortina de la casa, o a la lata debajo de la cual viven, a llevarle el papelito donde decía que podía pasar por la oficina del Correo de su zona a firmar el contrato y donde además ahí se les entregaba el listado de comercios adheridos hasta ese momento en esa zona.

Por eso, ese trabajo además en un trabajo especial en donde nosotros le solicitamos al Correo, que tiene como norma los correos del mundo, es que seguimos aprendiendo porque vamos aprendiendo de las otras instituciones, que cuando no se encuentra al destinatario se apoya en la sociedad para que la sociedad colabore.

Nosotros pedimos expresamente que en el caso nuestro, en el Plan de Emergencia, no fuera así porque eso nos permitía un nuevo chequeo, nos permitía el retorno de la carta, el retorno de el papel o el retorno del sobre con el Carné de Salud o el retorno de la comunicación, nos permite saber donde no aparece la dirección o donde se mudaron o donde el hogar por alguna razón la familia no se encuentra mas en ese lugar.

O sea, es un trabajo social el que el Correo realiza también colaborando, haciendo lo que sabe hacer y que lo hace muy bien y a su vez colaborando, fortaleciendo el Programa desde el ángulo no solo de la tarjeta como decíamos pero en particular estamos hablando de la tarjeta.

Y de la misma manera con ANTEL, porque luego para que ese comercio tenga conexión, para que ese comercio tenga línea, para que ese comercio pueda las famosas maquinitas que tantas preguntas despiertan, tuvimos ahí el apoyo invalorable de ANTEL y que con el cual también estamos realizando estos intercambios.

Y la empresa, como decimos nosotros, la empresa, o sea, la posibilidad, alguien ,una empresa que creyó que valía la pena apostar a una cosa de este tipo, cosa que no muchos creían, no muchos creían interesante desde el punto de vista de los negocios, desde el punto de vista económico-financiero de ganancia para una empresa, no fue sencillo y Gerardo podría contar toda una historia que no la va a contar, pero podría contar toda una historia de lo que costó explicar que realmente valía la pena y que se creyera en esta propuesta, porque esta propuesta tenía retorno y tenía resultados.

En ese sentido, entonces, nosotros agradecemos a todos los que han participado. Pensamos que la tarjeta tiene perspectivas, que no es solo una herramienta para la que estamos usando ahora, sino que terminado el Plan de Emergencia la tarjeta que demostró ser válida puede ser también una herramienta más de lo que nuestro Presidente dio en llamar el Plan de Equidad. Muchas Gracias.