Un grupo de niños de la Escuela 88, de contexto crítico en el Barrio Malvasio de Salto, visitó la sede del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y fue recibido, en el marco de una simpática instancia, por el Ministro Víctor Rossi.

“¡Hooolaaa..! ¡Uuuh! ¡Pero cuántos son!”, exclamó sonriente, distendido, espontáneo, el Ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, mientras recibía fraternalmente en el centro de su amplio despacho del 8º piso del edificio de su Secretaría de Estado a los niños y niñas de la Escuela 88 de Salto.

“¿Cuándo llegaron?”, preguntó enseguida el jerarca, y el coro no se hizo esperar, pese al cansancio de haber viajado toda la noche desde la capital salteña y haber arribado a Montevideo en las primeras horas de la mañana: “¡Hoooooyyy!”.

Precisamente, una de las notas gratas y hasta singulares de la visita de los alumnos de la escuela de contexto crítico, que atiende 2 asentamientos y se encuentra enclavada en el corazón del Barrio Malvasio, surgió cuando el Ministro les preguntó a los niños qué habían hecho, a dónde habían ido desde el momento de su llegada, y Verónica –de tan sólo 5 años- se adelantó con su vocecita a la del resto del grupo para casi gritar: “¡a la escuela a aprontar la cama!”

Es que la delegación escolar, que viajó a cargo del maestro José Gerez y con la compañía de varios padres, permanecerá en la capital durante 3 días, pernoctando en el local de un centro educacional de enseñanza primaria montevideano.

Antes de la despedida, que fue emotiva y simpática, porque Víctor Rossi recibió una artesanía de regalo de los niños y, por su parte, no sólo ordenó que el personal del ministerio convidara a los alegres visitantes con alfajores sino que bajó a darles personalmente su adiós hasta la puerta de calle, los ojos sorprendidos de los “salteñitos” no dieron abasto para apreciar lo que surgió ante su vista como consecuencia de una iniciativa del propio Secretario de Estado: los invitó a subir a la terraza del último piso del edificio, desde donde el panorama de la Ciudad Vieja, el puerto y gran parte de a ciudad era realmente extraordinario.

Al fin y al cabo, lo único casi protocolar que rodeó la visita de la Escuela 88 de Salto a la sede del Ministerio de Transporte y Obras Públicas fue la breve docencia que hizo Rossi cuando les dijo a los niños que “este Ministerio es el que hace los puentes, las escuelas y las carreteras”; porque el resto de la recorrida estuvo salpicada de situaciones candorosas, espontáneas, como cuando al Ministro se le ocurrió preguntar “bueno... y díganme, allá en la escuela, qué les hace falta?”, y varios niños le contestaron “es muy gris”, lo que hizo el Secretario de Estado ordenara de inmediato a uno de sus asesores que tomara nota de la pintura de otro color que los niños, en medio de su ingenua sinceridad, consideraron que era lo que más estaban precisando.

No en balde, al despedirlos, Rossi les agradeció la visita, diciéndoles con una sonrisa amplia surcándole la cara: “hoy es un día que tenemos tantos líos, que esto ha sido un premio; ¡muchas gracias!”