URUGUAY ES UN PAÍS CON ACTIVOS QUE PROMUEVEN LA
INVERSIÓN
La Encuesta Selectiva de Expectativas Económicas,
presentada en el Foro Empresarial sobre Inversión en Uruguay, reveló que
más del 50% de los empresarios nacionales tienen una buena opinión en
cuanto al funcionamiento de los Consejos de Salarios y que muestran una
nueva realidad laboral que tiene el país, destacó el Ministro Danilo
Astori.
Asimismo, sostuvo que los resultados son auspiciosos
debido a que hay una gran proporción de empresarios con buenas
expectativas y con decisión de invertir en el país, los que a su vez
ponen énfasis en los aspectos de innovación y tecnología.
En ese sentido, afirmó que el país cuenta con bajos y
controlados niveles de inflación, con un tipo de cambio nominal estable
sin riesgos de alteraciones traumáticas y buenos niveles de
competitividad medidos a través de cambio real efectivo. Lo cual
"muestra que esos niveles de competitividad están muy por encima de los
que tenía el Uruguay antes de la crisis que sufrió el país en los
primeros años de la década", dijo.
A su vez, manifestó que hay una evolución descendente
del riesgo país que se sitúa en 190 puntos básicos y que es el registro
histórico más bajo del Uruguay, comparable a los años en que el país
tenía grado de inversión, y que motiva recalificaciones al alza de todas
las firmas consultoras.
Agregó que esto se logró en el marco de la mayor
operación de reperfilamiento de la deuda pública que realiza el país en
su historia.
Danilo Astori expresó que la contribución de la
política macroeconómica sobre este marco se puede sintetizar en la
reducción de la vulnerabilidad fiscal y financiera; reducción de
vulnerabilidad externa y reducción de la vulnerabilidad social.
Explicó que desde el punto de vista fiscal, el
Gobierno tiene que mantener un alto superávit primario y al mismo tiempo
una reducción progresiva del déficit fiscal consolidado. Agregó que el
superávit se orienta hacia 4% del PBI y que en este año se ubica en 3,7%
debido al acuerdo realizado con el Fondo Monetario Internacional.
En ese sentido, dijo que las medidas se orientan en
el marco de un objetivo de reducción de la relación entre deuda y
producto, con la meta de alcanzar el 60% de esa relación para el 2009.
La sustitución de la deuda cara por deuda barata
-realizada a través del adelanto de los pagos a los Organismos
Multilaterales- permitieron ahorrar 40 millones de dólares en intereses.
De esa suma, 28 millones financiaron el incremento del gasto en la
Rendición de Cuentas que acaba de sancionarse en el Poder Legislativo.
En otro orden, señaló que es necesario ampliar el
margen de maniobra del Uruguay en sus decisiones de política económica,
lo cual debe ser acompañado por la creciente colocación de valores,
bonos emitidos en moneda nacional reajustable, y que permite al país
desdolarizar la deuda pública.
Afirmó que hay una gran demanda por la emisión de
estos bonos, específicamente el bono con vencimiento en el año 2018 en
moneda local reajustable, -que forma parte de la operación que se
realiza en Washington y que culmina mañana- el cual tuvo una
sobredemanda duplicando las intenciones de colocación del país. "Esto es
una demostración de confianza en el Uruguay, en su sistema financiero y
en el manejo macroeconómico que se está haciendo", aclaró.
Además, manifestó que se está practicando una
política muy prudente en materia de gasto público, el cual se financia
con recursos genuinos que el país generó gracias a un crecimiento mayor
al previsto, a una mayor recaudación tributaria a la esperada tanto por
parte de la DGI como de la Aduana, a la venta del Nuevo Banco Comercial,
y al ahorro en el pago de intereses de la deuda pública.
Explicó que en la última Rendición de Cuentas, se
destinó un volumen importante de recursos para incrementar la inversión
pública, con prioridad presupuestal a las inversiones en infraestructura
y educación, que son aspectos destacados en la encuesta presentada.
Por otra parte, Astori dijo que el destino de las
inversiones en infraestructura -muy importantes para promover la
inversión privada- son el mejoramiento vial, el desarrollo de la fibra
óptica para ANTEL, vías férreas para el transporte como consecuencia del
aumento del complejo industrial forestal, y el dragado del Puerto de
Montevideo posibilitando el desarrollo del país. Afirmó que las mismas
implicarán una inversión de 50 millones de dólares y los proyectos que
se canalizarán a través de la Corporación Vial totalizan otros 40
millones de dólares.
Por otra parte, sostuvo que la producción y
exportación de servicios y logística seguramente superará los 5.000
millones de dólares; donde alrededor de 1.500 millones van a ser
exportaciones de servicios, y de esa cifra, el 30% son exportaciones de
servicios logísticos, para lo cual señaló que la mejora del Puerto es
fundamental.
Como desafío, destacó la necesidad de mantener una
estructura diversificada de las exportaciones, logrando equilibrios más
sólidos y resistentes. Sostuvo que Uruguay es un país en el que conviene
invertir porque hay activos muy importantes como el respeto a la Ley de
los Contratos, la seguridad pública -que es la mejor de la región-, la
capacitación del capital humano y la localización del país, sumado a un
escenario macroeconómico estable, reglas de juego claras, un Gobierno
comprometido con su mantenimiento y negocios que ofrecen condiciones muy
buenas de rentabilidad.
"Las cifras nos están dando la razón porque la
evolución de la inversión es positiva, tanto la inversión nacional
privada y pública, como la inversión del exterior que está registrando
niveles de crecimiento que nunca había tenido el Uruguay en los últimos
años", agregó.
La inversión extranjera directa se ubica en sus
niveles máximos históricos; en 2005 ésta se duplicó, y para este año se
espera una evolución similar.
Por otra parte, Astori aclaró que este Gobierno tuvo
que enfrentar problemas arraigados en el Uruguay desde hace mucho
tiempo, por lo que no es sencillo lograr una rápida transformación. En
ese sentido, sostuvo que el bajo nivel de inversiones no es un fenómeno
coyuntural y corresponde a la inestabilidad macroeconómica y financiera,
los bajos niveles de inversión en infraestructura y educación, un
mercado interno reducido, el clima de negocios inadecuado, reformas
estructurales postergadas y al escaso desarrollo del mercado de
capitales. Los cuales son puntos importantes para reflexionar a la hora
de tomar medidas para llegar a los niveles de inversión que la sociedad
requiere.
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