"Este relevo no supone cambios fundamentales, ya que el Ejército seguirá evolucionando en pos de alcanzar los objetivos fijados por el Mando Superior, en el ámbito de la Defensa Nacional, desarrollando procesos de modernización de acuerdo a los requerimientos operacionales y sociales", dijo Rosales al asumir como Jefe del Ejército, con la presencia del Presidente Vázquez.

Participaron además: la Ministra de Defensa Nacional, Azucena Berrutti, junto a varios Ministros más, Intendentes, Parlamentarios, así como Autoridades Nacionales y Militares.

El Teniente General, Jorge W. Rosales, destacó en su discurso que "las especiales circunstancias que contextualizan esta toma de mando, inhiben a mi espíritu, algunas justificadas emociones que naturalmente acompañarían a la convicción de la enorme responsabilidad que asumo a partir de este momento".

En ese contexto expresó un "muchas gracias mi Teniente General Carlos Díaz" e incluyó en su agradecimiento a quienes lo precedieron en el cargo.

De igual manera expresó su reconocimiento al Mando Superior de las Fuerzas Armadas, por haber depositado la confianza en su persona para desempeñar este cargo, "que representa la máxima responsabilidad que un profesional militar puede alcanzar", señaló Rosales, quien destacó que este relevo no supone cambios fundamentales, y se comprometió a su mayor esfuerzo intelectual y físico para que el Ejército continúe evolucionando en pos de alcanzar los objetivos fijados por el Mando Superior, en el ámbito de la Defensa Nacional.

El proceso de gestión no se modificará –dijo- y las actividades que se venían desarrollando tampoco, particularmente las atinentes al proceso de modernización iniciado, que tomó como base los requerimientos operacionales, justificables desde el punto de vista económico, sustentables en términos presupuestales y capaces de satisfacer las necesidades de la sociedad, indicó.

Además, precisó la renovación en su gestión de diferentes roles como el de servir a la Patria y al Ejército Nacional mediante las más profundas convicciones desde 1811 como el desinterés personal; amor al servicio; la disciplina; la subordinación como parte constitutiva de la disciplina que asegura la cadena de mando y la orgánica funcionalidad, escalón por escalón.

Rosales señaló que "nuestra Institución, aunque imperfecta, dista mucho de la mediocridad. Nos sentimos poseedores de un enorme potencial, de una gran vocación de servicio, espíritu de cuerpo y un enorme orgullo por ser los responsables de la ejecución de los actos militares que demande la gran tarea de la Defensa Nacional de nuestro querido Uruguay".

Como uruguayos que somos amamos la paz, la que por mandato legal y opción profesional somos sus fervientes custodios, dijo Rosales.

También expresó que además del Continente Antártico, son 24 países lo que hoy cuentan con un entorno de 2.500 militares uruguayos prestando servicios.

Respecto a los grandes problemas que cotidianamente se suceden dijo que "sería una enorme satisfacción para este Comandante, lograr como mínimo, que se observaran éstos, con otra visión, con otro espíritu, que nos diera alternativas de acceder a otras vías de entendimiento como único camino de tornar realidad aquella profunda concepción Artiguista de que entre todos fuéramos capaces de convivir como una "gran familia de hermanos".

Posteriormente, en conferencia de prensa el nuevo Comandante en Jefe, destacó la importancia fundamental del diálogo con los medios de comunicación para que no se sucedan conflictos comunicacionales que se transformen en institucionales.

Señaló que una de sus primeras gestiones es tratar de que en el Comando del Ejército se pueda crear un servicio de comunicación social y acrecentar, así, la capacidad de poder llegar a diferentes públicos con vías de comunicación abierta.

"No tuve la oportunidad de hablar, todavía, con mis Superiores respecto al tema derechos humanos", subrayó, y en un tiempo estaré en capacidad y con autorización para comentar con el público y a través de la prensa sobre la temática.