El Presidente Vázquez agradeció profundamente el trabajo realizado por todos quienes colaboraron en la preparación de la XVI Cumbre Iberoamericana, y expresó, además, su orgullo por la actitud de la ciudadanía que colaboró para que quienes llegaban al país se sintieran como en su casa, y percibieran "el viento cálido de calma y serenidad" que nos caracteriza.

TABARE VÁZQUEZ: A mi me corresponde simplemente como Presidente del país anfitrión agradecer, en mi nombre, en nombre del Gobierno uruguayo pero por sobre todo lo que más importa, en nombre de la enorme mayoría de los uruguayos, múltiples acontecimientos:

En primer lugar, la concurrencia de todas las Delegaciones de los países hermanos de Iberoamérica que han llegado a este país. Numerosísimas Delegaciones integradas no sólo por actores políticos sino también técnicos, funcionarios que han puesto lo mejor de cada uno de ellos para que esta Cumbre fuera lo que realmente fue y ustedes han visto.

Quiero agradecer profundamente el trabajo realizado por el señor Secretario General de Iberoamérica, nuestro compatriota el contador Enrique Iglesias, que no sólo en estos días de la Cumbre sino en todo el tiempo previo de preparación que lleva ya más de un año desde Salamanca a Montevideo, ha trabajado exhaustivamente y con una enorme capacidad, pero sobre todas estas cosas con un gran cariño por lo que está haciendo para que la XVI Cumbre fuera un éxito, como ha sido. En él quiero agradecer a todos los colaboradores que ha tenido, que han sido muchos, y que han puesto también lo mejor de cada uno de ellos.

Poco se ha dicho en nuestro país sobre uno de los aspectos que quiero destacar hoy, y es el del trabajo de cientos y cientos y cientos de uruguayos que han aportado desde distintas tareas para que la Cumbre llegara a su culminación de manera exitosa como lo ha hecho en el día de hoy.

Desde los más jóvenes becarios que honorariamente han trabajado a lo largo de la preparación de esta Cumbre sobre todo en el último mes, mes y medio, hasta los funcionarios de los distintos Ministerios, fundamentalmente del Ministerio de Relaciones Exteriores que todos -sin excepción- han puesto el máximo esfuerzo, su mayor capacidad y su cariño, no por un Gobierno sino por su país para lograr el objetivo que buscábamos.

Desde quienes han trabajado, obreros que han trabajado instalando cables, haciendo mamparas, trasladándolas, conduciendo los vehículos, a los agentes policiales que han trabajado en el tema de seguridad, a nuestras Fuerzas Armadas que también lo han hecho con una gran entrega, una gran dedicación, y con una gran eficacia, hasta los periodistas uruguayos que han cubierto con su trabajo serio esta preparación de la Cumbre hasta el día de hoy.

Y sobre todo el agradecimiento al pueblo uruguayo, a todo el pueblo uruguayo, a quienes nos visitan le tenemos que decir que nos sentimos tremendamente orgullosos de ser partícipes de esta ciudadanía uruguaya, de este querido pueblo uruguayos que como ustedes han visto y como nos han dicho muchos integrantes de las distintas delegaciones que han estado presentes, se llevan el mejor de los recuerdos, ese viento cálido de calma, de tranquilidad, de serenidad que la sociedad uruguaya ha dado en todo momento en la realización de esta Cumbre, y que no hace más que confirmar lo que el pueblo uruguayo es: solidario, fraterno, y lo que el pueblo uruguayo quiere.

A los uruguayos nos gusta mucho, enormemente que nos visiten, pero mucho más nos gusta que vuelvan a visitar quienes aquí han estado. Y existe el compromiso cierto de que nos van a volver a visitar, porque han encontrado -olvídense del Gobierno y de Presidente- han encontrado en el pueblo uruguayo esa manifestación de fraternidad, de alegría por recibirlos, de un pueblo que es maduro, que es responsable y que es serio.

A esa enorme mayoría del pueblo uruguayo permítanme todos ustedes quienes nos visitan como Presidente del mismo agradecerle enormemente por lo que han hecho por esta Cumbre.

Es todo lo que tengo que decir. Muchas gracias a todos ustedes.