CANCELACIÓN TOTAL DE DEUDA Y DE CONVENIO VIGENTE CON
EL FMI
U$S 1.080 millones de deuda cancela el Gobierno al FMI, permitiendo una importante reducción de la deuda pública y la caída de la condicionalidad que hoy tiene Uruguay
respecto a este organismo, "lo cual amplía los márgenes de
tratamiento de nuestras decisiones que desde el punto de vista
programático nunca estuvieron en cuestión", dijo Astori.
Este miércoles, el Ministro de Economía y Finanzas,
Danilo Astori, anunció la cancelación total de deuda con el Fondo
Monetario Internacional; la cancelación del Programa vigente; y el
mantenimiento de una relación de intercambio con el organismo
internacional.
El Secretario de Estado estuvo acompañado por el
Subsecretario Mario Bergara, el Jefe de nuestra Asesoría Macroeconómica,
Fernando Lorenzo, el Director de nuestra Oficina de Administración de
Deuda, Carlos Sténeri, y también por David Volge, nuestro representante
en el Fondo Monetario Internacional.
La deuda que el Uruguay tiene pendiente es de
aproximadamente 1.080 millones de dólares, la cual se cancelará en las
próximas semanas, dijo el Ministro.
El objetivo principal es reducir la deuda
condicionada que mantiene el país con los organismos multilaterales y
esta cancelación con el Fondo Monetario Internacional es fruto de los
resultados que "hemos venido obteniendo de las operaciones de
administración de la deuda pública que hemos venido realizando".
Esta decisión siempre estuvo anunciada por el
Gobierno para este período de gestión y hoy estamos adelantando la
decisión con respecto a las previsiones iniciales.
El Ministro aseguró sentirse satisfecho, con
confianza y convicción respecto a que nuestro país con los criterios y
resultados de la política económica actual y sin la condicionalidad del
Fondo Monetario Internacional pueda afrontar nuevos desafíos en el
contexto internacional.
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL MINISTRO DE ECONOMIA
Y FINANZAS, DANILO ASTORI
MINISTRO ASTORI. Muy buenas tardes. Naturalmente
comienzo por agradecerles a todos su presencia aquí. Estoy acompañado
por el Subsecretario Mario Bergara, el Jefe de nuestra Asesoría
Macroeconómica, Fernando Lorenzo, el Director de nuestra Oficina de
Administración de Deuda, Carlos Sténeri, y también por David Volge,
nuestro representante en el Fondo Monetario Internacional.
Precisamente queremos compartir con ustedes la
iniciación de una nueva etapa en las relaciones del Uruguay con el Fondo
Monetario Internacional, que tiene tres características que deseamos
destacar especialmente.
En primer lugar, la cancelación total de nuestra
deuda con el organismo.
En segundo lugar, la cancelación del programa
vigente, que es el que habíamos acordado en abril del año pasado por un
período de tres años -que se extendía hasta 2008.
Y en tercer lugar, el mantenimiento de aquí en
delante de una relación de intercambio, de opiniones y reflexiones que
seguramente serán de beneficio, no sólo para el país sino también para
la Institución.
Me refiero brevemente a cada una de estas tres
características.
En primer lugar, la deuda que el Uruguay tiene
pendiente con el Fondo es de casi unos 1.080 millones de dólares, que al
cancelarse en las próximas semanas –los detalles, la instrumentación, se
verá oportunamente-, permitirán una importante reducción de la deuda
pública bruta del Uruguay, y también, obviamente, en este caso, de la
deuda publica neta.
Continuando en la relación del proceso que significa
seguir reduciendo el cociente entre deuda y producto, seguir abaratando
la deuda, también. Y naturalmente, disminuir, en este caso
sustancialmente, la deuda condicionada que mantiene el país con los
organismos multilaterales.
Quiero vincular este comentario con los resultados
que hemos venido obteniendo de las operaciones de administración de la
deuda pública que hemos venido realizando.
Y en particular, del último proceso de
reperfilamiento que ustedes conocen en sus características y que trajo
como consecuencia una acumulación de recursos financieros que hoy hacen
aconsejable –desde el punto de vista financiero, precisamente- adelantar
esta decisión.
Digo adelantar porque ustedes también saben que esta
decisión siempre estuvo anunciada por el Gobierno para ser concretada
durante el período de Gobierno. Hoy la estamos realmente adelantando
respecto a las previsiones iniciales. Y esto tiene mucho que ver con los
resultados de las operaciones de administración de la deuda. Que agregan
a la característica política de esta decisión, que para nosotros es muy
importante, una conveniencia financiera indiscutible, porque nosotros
estamos obviamente beneficiándonos de ahorro de recursos financieros al
adelantar este pago de nuestra deuda pendiente con el Fondo.
Quiero mencionar en particular la segunda de las
características adelantadas, que es la cancelación del Programa, porque
la cancelación del Programa tiene un significado esencial, que es la
caída de la condicionalidad que hoy Uruguay tiene respecto al Fondo
Monetario Internacional. Lo cual conlleva, como es absolutamente lógico,
un incremento, una ampliación de los márgenes de tratamiento de nuestras
decisiones que desde el punto de vista programático nunca estuvo en
cuestión. Porque yo quiero recordar que lo que está en vigencia no es el
Programa del Fondo Monetario Internacional, sino el Programa del
Gobierno uruguayo apoyado por el Fondo Monetario Internacional, lo cual
es muy distinto a lo anterior, pero que sin embargo siempre arroja sobre
el desarrollo de las acciones algunas exigencias que a veces se
convierten en restricciones.
Vuelvo a repetir, no desde el punto de vista del
contenido programático, sino desde el punto de vista de los instrumentos
y las herramientas para su ejecución.
Entonces sentimos que el país va a operar a partir de
ahora en el cumplimiento del mismo Programa, con una ductilidad, una
versatilidad, una facilidad de movimientos, mayor a la que existe cuando
se tienen condicionalidades importantes. Y por eso hemos puesto el
acento –a diferencia de otros países que también cancelaron deuda con el
Fondo, otros países de la América Latina- que lo nuestro también va a
significar la cancelación del Programa, y no sólo de la deuda.
Ahora bien, dicho esto es muy importante destacar la
tercera característica. Nosotros no estamos rompiendo con el Fondo
Monetario Internacional. Estamos cancelando un Programa y la
condicionalidad esta cayendo, además de cancelar la deuda. Pero queremos
mantener una relación cordial y amistosa con una institución de la que
Uruguay es fundador y miembro, y seguirá siendo miembro de esta
institución internacional. Con la cual se pueden tener acuerdos,
discrepancias. Nosotros tenemos, por supuesto, de ambas cosas con ellos,
pero nos sentimos miembros y sobre todo reconocemos y tenemos muy fresco
en nuestra memoria el esfuerzo que hizo el Fondo para ayudar al país a
salir de la crisis de 2002. Aspecto que no se debe olvidar, sobre todo
porque el Uruguay vivió momentos muy difíciles que pudieron haber tenido
consecuencias mucho peores si no se hubiera contado con ese apoyo.
Por lo tanto, hoy queremos tener una salida amistosa,
cordial, muy prolija, de este Programa. Al punto tal que ya hemos
comenzado a conversar con la Misión del Fondo que hoy esta aquí, y con
la cual conjuntamente tendremos un encuentro con ustedes, si ustedes lo
permiten, el próximo viernes, a propósito de la necesidad de no eliminar
la próxima revisión de diciembre, de hacerla.
Será la última revisión que hagamos con el Fondo, e
incluso suscribir una Carta Intención que aluda al recorrido de caminos
conceptuales, sin cifras, sin exigencias como las que se acostumbra a
poner en estas cartas intención, pero sí marcando la necesidad de que
Uruguay ahora tiene el gran desafío de recorrer con prolijidad los
senderos de la política económica sin la condicionalidad del Fondo. Ese
es el desafío que ahora Uruguay tendrá que encarar en esta nueva etapa.
Y nos sentimos con mucha fortaleza y convicción para
hacerlo, porque tenemos un buen equipo de trabajo aquí en Uruguay, y
naturalmente también una muy buena representación en el Fondo, que dicho
sea de paso ha jugado un papel muy destacable durante este período de
Gobierno.
A los anteriores no me voy a referir, me refiero a la
representación que David ha hecho de los intereses del Uruguay durante
nuestra gestión, con la que estamos absolutamente satisfechos. Y por eso
yo quise que él estuviera aquí hoy acompañándonos en esta mesa.
Entonces, vamos a hacer una salida muy ordenada, como
la que debe hacer Uruguay. Una salida ordenada propia de lo que ha sido
su conducta, además, en el terreno internacional, que, repito, tendrá
esa última revisión, tendrá una última Carta Intención que ya irá
marcando el desafío que encarará el país. Mantener los criterios y los
resultados de esta política económica sin la condicionalidad del Fondo.
Es precisamente el camino que yo quería anunciarles y
que para nosotros, obviamente tiene mucha importancia. Naturalmente
ahora, todos nosotros estamos a las órdenes para las preguntas que
deseen formular. |