DÍA MUNDIAL DE LA CIENCIA PARA LA PAZ Y EL
DESARROLLO
Este viernes 10, se celebrará el Día Mundial de la
Ciencia para la Paz y el Desarrollo. Una oportunidad propicia para
destacar la manera en que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a
reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de
vida de todos.
También hay que tomar conciencia de los obstáculos
que impiden a muchos países aprovechar plenamente los beneficios que
aporta la ciencia. Este año se debería hacer hincapié en el problema
concreto del fortalecimiento de la capacidad científica de los países en
desarrollo como instrumento esencial para lograr un desarrollo
sostenible fundado en el conocimiento.
Ningún país que aspire al progreso social y económico
puede permitirse carecer de una capacidad independiente científica y
tecnológica. En los últimos dos decenios se ha comprobado que una
capacidad humana e institucional insuficiente en el campo de la ciencia
es uno de los factores recurrentes que impide a los países en desarrollo
conseguir los objetivos nacionales e internacionales.
La reducción de la pobreza, la sostenibilidad
ambiental, el mejor acceso al agua potable y a los servicios de
saneamiento, la reducción de la mortalidad infantil y el mejoramiento de
la salud materna son otros tantos grandes objetivos internacionales de
desarrollo cuya consecución depende en gran parte de la capacidad de
investigación y desarrollo (I y D) científico de los países.
Ahora bien, para crear una capacidad científica es
menester un planteamiento diversificado. Un sistema educativo que
funcione correctamente y propicie la integración es un requisito previo
imprescindible para todas las formas de desarrollo científico basado en
la ciencia y el conocimiento.
También reviste importancia reforzar los vínculos
existentes entre las instituciones educativas y los poderes públicos, la
industria y el sector privado para favorecer las innovaciones y velar
porque sus frutos se difundan ampliamente. De igual manera, las
relaciones de colaboración en los planos subregional, regional e
internacional son decisivos para abrir el acceso a la formación y la
adquisición de competencias y crear una respuesta aunada ante los
problemas compartidos del desarrollo.
También se debe abordar el problema de la retención
de los científicos expertos. Efectivamente, uno de los principales
factores que socava la capacidad científica de los países en desarrollo
es el éxodo de competencias científicas hacia el mundo desarrollado.
Este fenómeno es elocuente y los científicos y técnicos de América
Latina y el Caribe, África y Asia que se trasladan por trabajo a
laboratorios e instituciones de investigación de Europa o los Estados
Unidos de América es muy alto.
Más de dos millones de personas procedentes de los
países en desarrollo estudian en instituciones de enseñanza superior de
países industrializados y un tercio de los especialistas en
Investigación y Desarrollo de esas mismas regiones reside y trabaja en
países de la OCDE, lo cual constituye una pérdida enorme para el
desarrollo de sus países de origen.
La UNESCO actúa propiciando el desarrollo endógeno,
que apunta a reducir la brecha científica entre el mundo en desarrollo y
el resto del mundo y a combatir así la migración de los especialistas.
Redes de centros, cátedras, investigadores,
actividades constituyen también un marco firme para la cooperación
Sur-Sur, lo cual contribuirá a crear una masa crítica de científicos
formados para resolver los problemas del desarrollo específicos de la
región.
Recordando la Declaración de Buenos Aires, el 30 de
mayo de este año, con motivo de la Primera Reunión de Ministros y Altas
Autoridades en Ciencia y Tecnología del MERCOSUR y Estados Asociados:
"Los países del MERCOSUR se encuentran comprometidos, en forma solidaria
con el conjunto de los países de América Latina y el Caribe, en la
definición e implementación de estrategias para superar la pobreza y
sentar las bases de un proceso de desarrollo sostenible, cuyos
beneficios se distribuyen equitativamente".
"El logro del objetivo antedicho implica la necesidad
de acceder en forma plena a la sociedad del conocimiento, desarrollando
para ello capacidades creativas e innovadoras de todos los actores
relevantes en la sociedad y en la actividad económica, apuntando así a
que el conocimiento científico y tecnológico sea utilizado
apropiadamente como recurso para acceder a mejores soluciones sociales y
desarrollar una producción con mayor valor agregado."
"Que el acceso a una educación de alta calidad es la
condición necesaria para que sean fructíferas las estrategias destinadas
a dotar a la sociedad de recursos humanos altamente calificados,
particularmente científicos y tecnológicos con una formación de
excelencia".
"Que se hace necesario, para ello, desarrollar una
visión común que integre necesidades, objetivos y capacidades para
instalar sólidamente a la ciencia, la tecnología y la innovación no sólo
como instrumentos del mejoramiento de cada país en particular, sino como
uno de los ejes estratégicos de la construcción del bloque regional. La
experiencia de otras regiones del mundo que han avanzado en este sentido
resalta la posibilidad y los beneficios de un camino propio para
lograrlo. No intentarlo sería privar a nuestras sociedades de ser
partícipes plenos de los inmensos beneficios que ofrece el ser actores
activos en la nueva era de la economía del conocimiento."
En este Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el
Desarrollo, la UNESCO insta a intensificar la acción a nivel nacional,
subregional, regional y mundial con el fin de ayudar a los países en
desarrollo a aumentar las capacidades que necesitan para participar
plenamente en el progreso de la ciencia. |