PRIMERA REUNIÓN DEL GRUPO DE TRABAJO
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SIN HAMBRE
En América Latina y el Caribe hay 53
millones de personas subnutridas, número que constituye el 10% de la
población total; en los últimos años la subnutrición se redujo en 6,6
millones de personas, pasando del 13% al 10%, cifra que supone un
progreso que todavía está lejos de la tasa de reducción esperada, por lo
cual se organizó el Grupo de Trabajo ALCSH, con el objetivo de abogar
por la seguridad alimentaria.
Este 27 y 28 de noviembre se celebra en la ciudad de
Guatemala la primera reunión del grupo de trabajo iniciativa Regional
América Latina y el Caribe Sin Hambre (ALCSH), según lo informado por la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO).
El grupo está compuesto por Argentina, Bolivia,
Brasil, Colombia, Guatemala, Haití, México, Panamá, Paraguay y Perú,
además de miembros del Grupo de Latinoamérica y el Caribe (GRULAC), que
representan a toda la Región.
Este lunes 27, a las 11:00 se realizó la inauguración
oficial del cónclave presidida por el Presidente de la República de
Guatemala, Oscar Berger, en el Hotel Marrito de la ciudad de Guatemala.
Para la segunda jornada, que se efectuará mañana,
está confirmada la presencia del Vicepresidente de Guatemala, Eduardo
Stein.
La Oficina Regional de la FAO para América Latina y
el Caribe organiza esta reunión en coordinación con la Secretaría
Alimentaria y Nutricional de la Presidencia (SESAN) de la República de
Guatemala.
Para esta ocasión ambas instituciones están
representadas por sus máximos responsables: el Representante Regional,
José Graciano da Silva, y el Secretario de la SESAN, Andrés Botrán.
Además participan en el evento los Ministerios de
Agricultura, Ganadería y Alimentación; y de Relaciones Exteriores de
Guatemala; las agencias de Naciones Unidas (PNUD, PMA, OPS y FIDA); la
Unión Europea, los programas regionales (IICA, INCAP, PESACAM, RUTA y
SISCA); y la Embajada de España, junto a su Agencia de Cooperación
Internacional (AECI).
Según la FAO, esta iniciativa tiene antecedentes en
los datos que confirman que en América Latina y el Caribe hay 53
millones de personas subnutridas, -aproximadamente el 10% de la
población total-, con un 19% de los niños menores de 5 años con
desnutrición crónica.
Entre los años 1990 y 1992 y en el período 2000-2002,
la subnutrición se redujo en 6,6 millones de personas -pasando del 13%
al 10%-, cifra que supone un progreso que todavía está lejos de la tasa
de reducción esperada.
El hambre se atribuye mayoritariamente a la falta de
acceso a los alimentos y no tanto a la disponibilidad de los mismos,
puesto que la región es la mayor productora de alimentos del mundo,
aunque países como Haití, Guatemala y la República Dominicana
experimentan problemáticas particulares.
Debido a la desequilibrada distribución de los
ingresos y al desigual acceso a los recursos como el dinero, la tierra y
el trabajo, los sectores más pobres de la sociedad no consiguen generar
suficientes ingresos para cubrir la canasta básica y mínima.
Esta situación es agravada por la presencia de
desastres naturales como huracanes, inundaciones y sequías, y la falta
de redes de protección social adecuadas.
Los especialistas aseguran que la seguridad
alimentaria para todos los habitantes de la región, se conseguirá a
través de programas de larga duración, anclados en marcos
institucionales y legales, y apoyados por gobernantes, políticos, medios
de comunicación y la sociedad civil en su conjunto.
Este año, a principios de noviembre, los Jefes de
Estado y de Gobierno, reunidos en la XVI Cumbre de la Comunidad
Iberoamericana de Naciones, en Montevideo, Uruguay, refrendaron su apoyo
total a esta iniciativa.
Los objetivos y temas a tratar en la reunión del
grupo de trabajo son: abogar porque la iniciativa América Latina y el
Caribe sin Hambre se posicione de manera prioritaria en las agencias
políticas nacionales y regionales; además de promover la implementación
del Derecho a la Alimentación a nivel nacional y el desarrollo de las
Alianzas Nacionales contra el hambre.
En ese marco, el Grupo de Trabajo considera
sustancial establecer y formular campañas complementarias con otras
iniciativas en curso; también monitorear el progreso alcanzado en los
indicadores de hambre y desnutrición a nivel de la región; y establecer
sinergias y coordinaciones con los procesos de otras Agencias de
Naciones Unidas. |