VOLUNTAD NACIONAL DE RECONSTRUIR LA EDUCACIÓN
"Aunque expreso la posición del Gobierno y de la
inmensa mayoría de los uruguayos, rechazo la idea de una educación para
pobres y otra educación para ricos porque una cosa es ser diferentes y
otra es ser desiguales", dijo el Presidente Vázquez, en la inauguración
del Congreso Nacional de Educación con la participación de delegados de
todo el país.
En el acto realizado en el Palacio Peñarol "Cr.
Gastón Güelfi", hicieron uso de la palabra –además del Presidente de la
República-: el Ministro de Educación y Cultura, Jorge Brovetto; el
Rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena; el Director
Nacional de Educación, Luis Yarzábal, y el Maestro Miguel Soler en
representación de la Comisión Organizadora del Debate Educativo (CODE).
Vázquez dijo que este Congreso Nacional de Educación
tiene antecedentes que responden a una propuesta que "hicimos cuando
pretendíamos ser Gobierno y ya en el mismo asumimos como un compromiso".
En ese sentido dijo que este Congreso tiene cimientos
que son las 713 asambleas territoriales realizadas en todo el país, en
el marco del Debate Educativo, durante los años 2005 y 2006, reuniones
en las cuales miles de uruguayos preguntaron, opinaron y propusieron sus
ideas. También participaron 157 organizaciones en 32 encuentros
sectoriales, las que presentaron aportes sobre educación física,
educación ambiental, educación en derechos humanos y en igualdad de
género, formación docente, educación privada, educación policial y
militar, promoción de la lectura, entre otras.
La educación es la fuente básica de las competencias
y capacidades que requieren las personas para formarse como individuos,
para prepararse profesionalmente, para insertarse en la sociedad, dijo
el Presidente. "Es una opción estratégica en el desarrollo de la
sociedad del conocimiento y es un derecho fundamental y universal que
los poderes públicos deben garantizar", precisó.
El Primer Mandatario destacó tres razones por las
cuales adjudica importancia a este Congreso Nacional de Educación: la
temática que lo convoca hace a la sustancia del Uruguay como proyecto
nacional; está animado por una voluntad de cambios para mejorar el
sistema educativo, y es profundamente democrático y participativo.
Por su parte, el Ministro de Educación y Cultura,
Jorge Brovetto, manifestó que este proceso de Debate Educativo con
amplia participación ciudadana es un hecho histórico para el destino de
nuestro país y también porque la educación es un área integral básica
para el desarrollo de las personas.
Brovetto subrayó que rechazan los modelos
mercantilistas lanzados internacionalmente, y en ese marco expresó que
no están de acuerdo con la educación actual; son necesarias
transformaciones profundas para poder seguir adelante.
Los niveles de exigencia deben estar acordes a lo
tiempos actuales y se deben impulsar transformaciones para lograr "un
sistema educativo justo e inteligente para todos los uruguayos".
El Maestro Miguel Soler, representante de la Comisión
Organizadora del Debate Educativo (CODE), dijo que es fundamental que
los problemas sociales tomen estado público y se discutan para permitir
elaborar propuestas como en este Debate.
Aseguró que llegaron representantes de los cuatro
puntos cardinales y desde el Uruguay profundo que totalizan más de 1.500
congresistas. Soler dijo -en nombre de la CODE- que "todos hemos
trabajado con ahínco y buena fe".
Es necesaria una nueva forma institucional para la
educación porque es fundamental "no fragmentar la experiencia de
crecer", y aclaró que "no queremos educar solamente para el éxito
individual".
En ese marco, Soler indicó que la educación es un
instrumento orientador, una brújula y por lo tanto debe ser adecuada a
los tiempos que viven todos los uruguayos hoy.
El Rector de la Universidad de la República, Rodrigo
Arocena, resaltó la importancia de una educación para toda la vida y la
generalización de la enseñanza avanzada con miras al desarrollo de un
país productivo.
Para ello, es fundamental la incorporación de nuevas
prácticas colectivas que deben vincular a diversos actores sociales para
luchar contra el subdesarrollo, dijo.
"El conocimiento cuanto más se usa, más se
incrementa, porque esa situación genera una dinámica" y la Universidad
de la República tiene mucho para aportar, para cambiar, para aprender,
para estar a la altura de las circunstancias y articular con otros
organismos, agregó.
"En el Uruguay todos podemos seguir aprendiendo
siempre", y es fundamental avanzar en calidad educativa y en formación
docente y articular nuestros saberes en un gran proyecto nacional, dijo
Arocena.
El Director General de Educación, Luis Yarzábal,
indicó que este Debate y el Congreso Nacional de Educación son un paso
decisivo en el proceso que hoy atravesamos y en el cual se produjeron
más 700 actas, más de 400 documentos, los cuales fueron recibidos por la
CODE.
Yarzábal expresó que realizó dos giras por el
interior del país y que esas instancias de diálogo fueron de valor
fermental para la educación porque denunciaron sobre todo las
insuficiencias del sistema, además del aporte de ideas innovadoras con
el afán de corregir situaciones insatisfactorias; se visualizaron
proyectos de cara a un mañana mejor.
"2006 perdurará como el año en que nos empeñamos en
articular juntos un antes y un después en la historia de la educación
nacional", dijo Yarzábal.
En ese sentido, señaló que las acciones de
participación y apertura a todas las opiniones, constituyen un cambio
que responde a la voluntad política del Gobierno actual de involucrar a
la ciudadanía en la construcción del futuro del Uruguay.
Todas las acciones del Debate Educativo, así como el
Congreso, son resultado de importantes esfuerzos de un millar de
personas distribuidas en todo el país que invirtieron muchas horas de
trabajo en la realización de una intensa tarea.
"En la ANEP vemos con profundo respeto la experiencia
de democracia participativa que todos hemos vivido a través de la
constitución de las CODES y de la integración de grupos y mesas de
trabajo relevantes", dijo Yarzábal.
"Un Informe al Congreso Nacional de Educación" era el
documento entregado a los participantes del Congreso en el cual se
sintetizan más de 400 aportes documentales provenientes de entidades
públicas, privadas, organizaciones, colectivos y personas interesadas en
la temática.
En su recopilación colaboraron las Comisiones
Organizadoras del Debate Educativo a nivel departamental y zonal y de
esta forma culminó una secuencia de trabajo que tuvo como objetivo poner
a disposición de la opinión pública las principales ideas a trabajar por
los congresistas.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ
VÁZQUEZ EN OCASIÓN DE ABRIR EL CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN
PRESIDENTE VÁZQUEZ: Queridas uruguayas, queridos
uruguayos, estimadas amigas y estimados amigos, autoridades nacionales y
representantes del amplio arco de instituciones vinculadas a la
actividad educativa. Como Presidente de la República, como profesional
formado del sistema educativo de este país, como ex docente
universitario, y sobre todo como ciudadano uruguayo, les agradezco
haberme invitado al acto de apertura de este Congreso Nacional de
Educación. Les agradezco también la generosidad con que me han recibido.
Invitación y generosidad que quiero corresponder con
una intervención breve. No solo porque soy el último orador y quienes me
han precedido han hecho excelentes exposiciones, si no también porque
etimológicamente el vocablo "Congreso" viene de una voz latina que
refiere a "reunirse y caminar juntos", lo cual poco tiene que ver con
estar sentados escuchando discursos.
Amigas y amigos, este Congreso tiene antecedentes
concretos. Responde a una propuesta que hicimos cuando aspirábamos a ser
Gobierno y que ya en el Gobierno asumimos como un compromiso. Creo que
es bueno resaltarlo pues la memoria y la coherencia nunca están de más.
También es bueno resaltar que este Congreso aparte de
antecedentes, tiene cimientos. Esos cimientos son las 713 asambleas
territoriales realizadas en todo el país, en el marco del Debate
Educativo que abarcó varios meses del presente y del anterior año.
Asambleas en las cuales miles de uruguayos
preguntaron, opinaron y propusieron, y en cuya representación están aquí
muchos de ustedes.
Cimientos son también las 157 organizaciones que
participaron en 32 encuentros sectoriales y presentaron numerosos e
interesantes aportes sobre temas tales como: educación física, educación
ambiental, educación en derechos humanos y en igualdad de género,
formación docente, educación privada, educación policial y militar,
promoción de la lectura, etcétera.
Se trata de instituciones vinculadas de una forma u
otra a la actividad educativa, también representadas en este Congreso,
desde el Consejo de Rectores del Sistema Universitario al PIT-CNT,
pasando por las Asamblea Técnico Docentes, los gremios estudiantiles,
asociaciones de profesionales, organizaciones no gubernamentales,
etcétera.
Cimiento es también –maestro Soler- la Comisión
Organizadora del Debate Educativo y la labor por ella realizada.
A todos quienes la integraron sin excepción alguna y
por encima de circunstancias y matices, nuestro profundo reconocimiento.
Pero justo es decirlo, además de antecedentes y
cimientos, este Congreso tiene un horizonte. Ese horizonte es el Uruguay
que queremos y que podemos construir, no es una línea en lontananza, es
un objetivo necesario y alcanzable democrática y progresivamente.
Amigas y amigos, ustedes lo saben: la educación es
mucho más que un asunto de programas, matrículas y escolaridad; la
educación es la fuente básica de las competencias y capacidades que
requieren las personas para: 1- Formarse como individuos; 2- Para
prepararse profesionalmente; 3- Para insertarse en la sociedad.
La educación es una opción estratégica en el
desarrollo de la sociedad. Siempre lo ha sido, pero lo es muy
marcadamente en estos tiempos de sociedad del conocimiento en una
globalización tan riesgosa como auspiciosa.
Y en estrecha relación con lo anterior, la educación
es un derecho fundamental y universal que los poderes públicos deben
garantizar.
Su extensión a todos los ciudadanos en condiciones de
calidad es el fundamento más sólido para el desarrollo económico y
social y el funcionamiento de la sociedad.
Por lo tanto, la educación en el Uruguay del Siglo
XXI aparte de ser para todos, también tiene que ser igualmente buena
para todos los uruguayos.
Aunque expreso la posición del Gobierno, y de la
inmensa mayoría de los uruguayos, permítanme decirlo en primera persona
del singular, así como me resisto a categorizar la cultura en: "para
pobres" y "para ricos", también rechazo la idea de una "educación para
pobres" y otra "educación para ricos"; porque una cosa es ser diferentes
y otra es ser desiguales.
Y permítanme agregar que debemos garantizar, al mismo
tiempo, la igualdad de oportunidades para acceder a la educación y al
mayor grado de calidad en la misma, porque sin igualdad no hay calidad y
sin calidad no puede hacerse efectiva la igualdad.
Ustedes saben, también, que a nuestra gente, a
nuestro querido pueblo hay que protegerlo. Hay que proteger a la gente
de la enfermedad, del delito y del desamparo, por cierto. Pero también
hay que protegerla de la incertidumbre que provoca el no tener
oportunidades de integrarse social y productivamente en un proyecto de
país que signifique mejorar su vida y la de sus semejantes.
En tal sentido, el sistema educativo es un componente
fundamental del sistema de protección social; más que por los diplomas
que expide, por lo que enseña a hacer y, fundamentalmente, por lo que
enseña a ser.
El bienestar, como el desarrollo o la democracia, en
tanto régimen de Gobierno y estado de la sociedad, no se decretan, son
construcciones ciudadanas, porque son los ciudadanos -ustedes, nosotros,
todos- los que hacen, los que hacemos, la sociedad; a la sociedad no la
hacen los consumidores, ni la audiencia, ni la grey, ni la teleaudiencia,
ni las masas. Un país y una Nación la hacen sus ciudadanos. Y en eso
estamos.
Amigas y amigos, si se me preguntaran tres razones
por las cuales adjudico importancia fundamental a este Congreso Nacional
de Educación, respondería lo siguiente:
1- Porque la temática que lo convoca hace a la
sustancia del Uruguay como proyecto nacional;
2- Porque está animado por una voluntad de cambios
para mejorar el sistema educativo del país;
3- Porque es profundamente democrático y
participativo.
Y agregaría que por estas tres grandes razones,
confío en que de este Congreso Nacional de Educación, saldrán insumos
que serán de enorme utilidad para las Autoridades de la Enseñanza, para
el Gobierno Nacional y el Parlamento Nacional a la hora de decidir,
diseñar e instrumentar esa opción estratégica que es la Educación.
Así, entre todos, con la paz de las palabras y la
democracia como lengua materna, iremos completando la construcción de
esa casa común que es el Uruguay, porque de eso se trata, y en eso
estamos.
Ya que por lo que dije al principio de esta
intervención, aquí entre ustedes no me siento ni extraño ni ajeno,
quiero confesarles algo. Yo soy Presidente de la República por la misma
razón que soy médico. Es una razón que observé en las pequeñas grandes
cosas que hacen a la vida de la gente humilde, como fueron mis padres, y
que respiré en el aire de nuestra muy humilde casa en el barrio de La
Teja.
Es una razón que aprendí en la vieja escuela
Yugoeslavia Nº 104, de 2º grado allá en Carlos María Ramírez y Humboldt,
y que aprendí en el viejo y querido liceo Nº 11 del Cerro. Esa razón es
que la gente tiene que vivir dignamente y que para ello tiene que vivir
mejor. Así de sencillo.
Alguien podrá opinar que como razón es poco
ideológica, escasamente política, científicamente rudimentaria,
etcétera. Está en todo su derecho a hacerlo, puede ser, es discutible.
Pero ahora asumiendo que como razón es más emotiva
que ideológica y política, la vida también es emoción. Y ésta, la que
estamos viviendo hoy aquí, entre todos nosotros, es una hermosa emoción
que hoy particularmente quien habla deseaba compartir con todos ustedes.
Muchas gracias y buen trabajo. |