CEPAL PROPONE REVISIÓN DE DISEÑOS DE POLÍTICAS
PÚBLICAS QUE DEBILITAN LAS FAMILIAS
Desde 1990 a la fecha, las familias latinoamericanas
han experimentando importantes cambios estructurales. Estas
transformaciones, junto a los cambios en el mercado laboral y la
transición demográfica y epidemiológica, han sido los elementos
centrales que han orientado a la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) para proponer a sus gobiernos y Estados asociados un
nuevo pacto social.
Esta propuesta, dada a conocer en el estudio La
protección social de cara al futuro: Acceso, financiamiento y
solidaridad durante el Trigésimo primer período de sesiones de la CEPAL
(Montevideo, Uruguay, marzo 2006), es ahora reforzada en el capítulo
sobre Políticas públicas y transformaciones de la estructura familiar
del Panorama social de América Latina 2006, divulgado esta semana.
Su principal objetivo es el cumplimiento pleno a los
derechos sociales, en el marco de una solidaridad integral que combine
mecanismos contributivos y no contributivos.
De acuerdo con el informe de la CEPAL, las
autoridades gubernamentales ya han reconocido las transformaciones de
las familias, el aumento de su heterogeneidad, atribuible al crecimiento
de las familias monoparentales, especialmente de las encabezadas por
mujeres y de las uniones libres.
Asimismo, se ha reducido el modelo nuclear
tradicional, y las funciones desarrolladas en las familias y en los
hogares se han modificado en virtud de la participación mayoritaria de
las mujeres en el mercado laboral y de las transformaciones culturales
producto de la modernidad.
Según las cifras disponibles, en las áreas urbanas de
la región el 19% de los hogares y familias están encabezados por
mujeres. En tanto, un 11,4% de las familias nucleares son monoparentales
y éstas son mayoritariamente de jefatura femenina.
Hasta ahora, las políticas públicas diseñadas con la
visión de un Estado de Bienestar centrado en la sociedad del trabajo,
asumían una familia biparental estable y con roles establecidos para un
jefe de hogar proveedor y una cónyuge dependiente y protegida. Sin
embargo, el Panorama social 2006 señala que la baja cobertura de las
políticas diseñadas bajo esa lógica y la falta de protección para las
familias y sus integrantes requiere hoy examinar con mayor profundidad
las transformaciones familiares y las
políticas y programas orientados a mejorar su
bienestar.
Estas modificaciones, ligadas a cambios demográficos,
culturales y económicos, responden también a la falta de atención que
han recibido las familias en el diseño de las políticas públicas y
demanda de un cambio de enfoque que garantice el bienestar de las
personas. En particular, la CEPAL subraya que es preciso ocuparse por la
economía del cuidado mediante el apoyo a las familias para asegurar la
protección de los niños, los
adultos mayores que no se valen por sí mismos y los
discapacitados.
Asimismo, del examen de las políticas y programas
orientados a las familias se desprende que no existe actualmente en la
región una concepción integral de la familia, un diagnóstico actualizado
de las necesidades de sus integrantes, ni una red de servicios que
garantice una adecuada protección social.
El Panorama social 2006 destaca, sin embargo, que
existen en la región algunos programas de gran cobertura orientados a
las familias, principalmente los de transferencias condicionadas de
ingresos, cuya coordinación no se encuentra en instancias que
corresponden a instituciones a cargo de los temas de familia.
Por su parte, las autoridades confirman que entre los
principales problemas de financiamiento de las políticas orientadas a
las familias se encuentran los montos reducidos, la falta de compromiso
institucional con los programas, y la ausencia de articulación y
coordinación entre ellos. |