VÁZQUEZ INAUGURÓ EL INSTITUTO PASTEUR DE MONTEVIDEO
La integración regional también supone integrar,
entre otros factores, inteligencia, capacidades, información,
conocimientos, saber científico y -estrechamente vinculado a ellos-
integrar libertad, democracia, bienestar, derechos y responsabilidades
ciudadanas dijo Vázquez en la inauguración del Instituto Pasteur de
Montevideo.
El Presidente sostuvo que esta
filial ubicada en Montevideo, tiene también enormes desafíos en el
contexto de una región que después de tantos años de vivir a espaldas de
sí misma, ahora se integra; y como “las
regiones no se construyen integrando sólo mercados e infraestructura”,
es en esa perspectiva que el Instituto Pasteur tiene mucho para hacer
desde Montevideo y hacia la región, y puede contar con el Uruguay para
hacerlo. “Somos una nación, estamos en una región y actuamos en
consecuencia”, aseguró.
Destacó la intervención del
profesor Guillermo Dighiero señalando, respecto a su persona, que, “el
Instituto Pasteur en Montevideo es consecuencia de la cooperación entre
las comunidades científicas de Francia y Uruguay y usted ha jugado un
papel extremadamente importante en esa situación”, dijo.
Por su parte, la Directora
Brigitte Girardin se congratuló por “encontrarme con ustedes en
Montevideo” con motivo de la inauguración del Instituto Pasteur, que
constituye “una realización especialmente ejemplar de las aspiración
política de la ayuda para el desarrollo decidida por Francia”.
La Directora Girardin agradeció al
Presidente de la República, “en nombre del Presidente Chirac” su
presencia en el acto y destacó que “todos sabemos que es un oncólogo de
fama internacional, que cumplió parte de su formación en Francia”.
También consideró que la
inauguración “puede ser considerada una respuesta equilibrada” al
problema mundial de la emigración de las élites, porque, “parece romper
la aparente contradicción de que el Norte tiene los mejores cerebros y
el Sur lucha para que no se le vayan”. “ El Instituto, agregó, estimula
el intercambio entre los equipos científicos, que se viene realizando en
forma intensa y fluida desde el siglo XIX”.
Enumeró ejemplos de esos vínculos,
pero remarcó que, “más allá de ellos, esta realidad no hubiera sido
posible sin una triple y feliz conjunción: la voluntad del Instituto
Pasteur de París, la voluntad de Uruguay para diversificar su potencial
productivo y voluntad de Francia de cooperar con un país que es su amigo
desde siempre, y más aún después de la crisis de 2002”.
Dijo también que el Instituto
estará abierto al Mercosur y a la región en general.
El Director Ejecutivo, Guillermo
Dighiero, expresó que el Instituto Pasteur tiene como vocación principal
el desarrollo de la ciencia fundamental y aplicada en el dominio de la
biomedicina y la biotecnología. Para alcanzar este objetivo, se ha
previsto la creación de plataformas tecnológicas de alta tecnología que
deberán procurar una herramienta imprescindible para que la comunidad
industrial uruguaya realice sus proyectos científicos. También se
intenta la atracción de jóvenes científicos del exterior como forma de
aumentar la masa crítica de investigadores que necesita el país en áreas
estratégicas. Se prevé la creación de una enseñanza de alto nivel para
jóvenes científicos, así como también el desarrollo de las
biotecnologías.
“El Instituto se propone apoyar a
empresarios nacionales y regionales y a constituirse en imán capaz de
atraer inversiones de industrias extranjeras” expresó Digiero.
Cabe destacar que previo a la inauguración oficial y
con la presencia del Presidente del Consejo del Instituto Pasteur de
Montevideo, Ricardo Ehrlich y de la Ministra Delegada de Cooperación
Desarrollo y Francofonía, Brigitte Girardin, se firmaron tres convenios.
El primero entre el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente
Estable, representado por el Ministro de Educación, Jorge Brovetto y
Omar Macadar, y el Instituto Pasteur de Montevideo representado por su
Director Ejecutivo, Guillermo Dighiero; el segundo convenio fue entre el
Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, representado por el
Ministro José Mujica y el Instituto Pasteur de Montevideo; y el tercero,
de orden tripartito, se firmó entre el representante del CNRS, Michel
van der Rest, el Institut Pasteur de France representado por la
Directora de Asuntos Internacionales, Michelle Boccoz y el Instituto
Pasteur de Montevideo.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA
REPUBLICA, TABARE VAZQUEZ, EN LA INAUGURACION OFICIAL DEL INSTITUTO
PASTEUR DE MONTEVIDEO
PRESIDENTE VAZQUEZ: Muy buenos
días para todos ustedes. Señora Ministra de Cooperación de Francia,
madame Brigittte Girardin, señor director del Instituto Pasteur de
Montevideo, profesor Guillermo Dighiero, señor ex presidente de la
República, doctor Jorge Batlle. Me alegra enormemente que usted esté
presente, y creo que es de justicia decir y establecer que fue el gran
puntal de este país para llevar adelante este hermoso emprendimiento.
Muchas gracias.
Señoras y señores Ministros de
Estado, señor Intendente Municipal de Montevideo, señor Rector de la
Universidad de la República, señor Embajador de Francia en el Uruguay;
señor Embajador de Uruguay en Francia, autoridades nacionales,
académicas y diplomáticas, señoras y señores invitados, amigas y amigos.
En el momento en que Uruguay se
lanza en las profundidades del siglo XXI en lo que respecta a la
investigación científica -y utiliza como puerta otros institutos y este
Instituto Pasteur que hoy se inaugura, poniendo en avanzada y de punta
la investigación científica con los más modernos métodos. Son métodos
que exploran y buscan explicar lo que es el milagro de la vida.
Quizás lo mejor para simbolizar
este fenómeno que a todos nos abarca, como es la vida, sea el símbolo de
ese pequeño picaflor que sin saber lo que está pasando desde una y otra
cerca está mirando como si entendiera y es quizás una de las más bellas
manifestaciones que la vida nos puede dar. Gracias por la vida.
Amigas y amigos, nadie está
obligado a ser médico y Presidente de la República. Al contrario, es una
pesada carga. Por ahí me critica el doctor Batlle, que ejerzo la
medicina y la presidencia, pero, bueno, son dos debilidades que me
llenan el espíritu.
Por lo tanto, yo no me lamento ni
de los avatares de mi profesión ni de los problemas y sinsabores que a
veces hay en el desempeño de la tarea de gobierno que la ciudadanía,
hoy, ha confiado en esta persona y otras veces a otros estimados y
queridos ciudadanos uruguayos.
Pero permítanme decirles: ojalá en
mí calendario de médico y Presidente de la República hubiera más días
como los de hoy. Ojalá en mi agenda de actividades hubieran más actos
como este que estamos realizando, porque lo que estoy viviendo en este
instante es sencillamente hermoso y conmovedor. En estas circunstancias,
generalmente es difícil expresarse con palabras y además de difícil
puede ser innecesario. Por eso yo quiero decirles sencillamente gracias,
gracias por invitarme a compartir este momento con ustedes, gracias por
la hospitalidad con que me han recibido, gracias por darme el honor de
ocupar esta tribuna y muchas gracias, sí, muchas gracias por lo que han
hecho, por lo que están haciendo y por lo que harán.
Amigas y amigos no estamos
inaugurando un milagro. Creo que los milagros como tales no existen y si
existieran, difícilmente serían inaugurar.
El Instituto Pasteur de
Montevideo, es el resultado de muchas gente que soñó con él y que
trabajó para hacerlo realidad. Es difícil y hasta puede ser injusto
mencionar en una persona a todos quienes tuvieron ese sueño y trabajaron
para hacerlo realidad, pero de cualquier manera voy a intentarlo.
Esa persona es usted, profesor
Guillermo Dighiero. El Instituto Pasteur en Montevideo es consecuencia
de la cooperación entre las comunidades científicas de Francia y Uruguay
y usted ha jugado un papel extremadamente importante en esa situación. Y
también, asumiendo el riesgo de cometer otra injusticia, permítanme
personalizar esa cooperación en usted, la señora Directora General del
Instituto Pasteur y en particular a usted, señora Ministra. Y por decir
quién de este país, sin duda, al señor Intendente Municipal de
Montevideo –y doctor, también- Ricardo Ehrlich.
Este emprendimiento es producto de
acuerdos oportunamente establecidos entre los gobiernos de ambos países.
Mencioné sin duda al rol que jugó el doctor Jorge Batlle en este
emprendimiento, del propio Instituto Pasteur y además de nuestra
Universidad de la República. Son acuerdos de los cuales seguramente
podemos dar cuentas todos los aquí presentes, pero que yo refiero,
además, digo nuevamente en la persona de la Ministra de cooperación de
Francia madame Brigitte Girardin. Se ha recorrido un largo camino para
llegar hasta aquí. No fue fácil, pero fue posible y aunque surjan nuevas
dificultades -siempre surgen nuevas dificultades- no hay que detenerse.
Hay que seguir marchando. Por eso este acto si bien no es el principio
de la historia, marca el inicio de una nueva etapa en la misma.
El Instituto Pasteur, ya instalado
en Montevideo, ahora tiene entre otros desafíos el de liberar proyectos
de investigación en genómica, proteónica y biología estructural. En
cierta forma ya lo está haciendo. El proyecto de creación de genómica
funcional es sin duda una muestra de eso. Para ese proyecto se ha
establecido un acuerdo tripartito entre esta institución, el Instituto
Nacional de Investigaciones Agropecuarias y el Laboratorio Tecnológico
del Uruguay.
Para nuestro país, para el Uruguay
con crecimiento económico, desarrollo productivo y justicia social que
nos convoca e impulsa, es fundamental contar, como ahora contamos, con
los recursos institucionales, materiales y humanos que le permitan el
acceso a este tipo de tecnología y su aplicación, tanto en la medicina
como en la industria agrícola y ganadera. Pero sin perjuicio de ello,
por estar ubicada en Montevideo esta filial del Instituto Pasteur, tiene
también enormes desafíos en el contexto de una región que después de
tantos años de vivir a espaldas de sí misma ahora integrarse.
No es necesario, por cierto, que
les diga que esa búsqueda es un proceso complejo y azaroso, cuyos
resultados a menudo no se ven o se ven negativamente, pero son sin duda
de esperar a mediano y largo plazo. Me refiero entonces a los buenos
resultados porque los otros, si se manifiestan de inmediato, más valdría
olvidarnos de lo que estamos diciendo.
Pero sí permítanme decirles que
las regiones no se construyen integrando sólo mercados e
infraestructura. Los mercados y la infraestructura son importantes por
cierto, pero no son suficientes. La integración regional también supone
integrar, entre otros factores, inteligencia, capacidades, información,
conocimientos, saber científico y -estrechamente vinculado a ellos-
integrar libertad, democracia, bienestar, derechos y responsabilidades
ciudadanas. En fin: integrar dignidad humana.
Porque la integración no es un fin
en sí mismo. La integración debe ser una herramienta para que la gente
viva mejor. Y es en esa perspectiva que el Instituto Pasteur tiene mucho
para hacer desde Montevideo y hacia la región, y puede contar con el
Uruguay para hacerlo. Somos una nación, estamos en una región y actuamos
en consecuencia.
Amigas y amigos, André Lwoff,
integrante junto a Francois Jacob y Jacques Moneau, del equipo de
investigadores del Instituto Pasteur que en 1965 fue distinguido con el
Premio Nóbel de Medicina, cerró su discurso al recibir esa distinción
citando la frase final de la lectura que ocho años antes había hecho en
ese mismo recinto Albert Camus cuando le fue entregado el premio Nóbel
de Literatura. “Sólo me resta decirles gracias desde el fondo de mi
corazón y expresarles públicamente, como muestra de personal gratitud,
la misma y vieja promesa de lealtad que cada verdadero artista se hace a
sí mismo, silenciosamente, todos los días”, había expresado Camus.
Lwoff retomó aquella frase
convencido de que también quienes trabajan en las ciencias de la vida,
se prometen lealtad silenciosamente todos los días. Y es verdad: más
aún, no solamente los artistas y los científicos tienen tal actitud.
Muchos otros en la amplísima gama de actividades humanas también la
asumen. Por eso, como colega de muchos de ustedes, como persona que no
es ajena al quehacer del Instituto Pasteur y como Presidente de la
República Oriental del Uruguay, no encuentro mejor forma de retribuir
este hermoso momento que ofreciéndoles mi convicción y voluntad en el
cumplimiento de esa misma y vieja promesa que todos compartimos. Muchas
gracias.
PALABRAS DEL MINISTRO DE
EDUCACION Y CULTURA, JORGE BROVETTO
MINISTRO BROVETTO: Representa un
inmenso, un inmenso honor cerrar esta instancia, porque hoy es un día,
un día de fiesta para los uruguayos. Y no sé si ese regocijo de la
fiesta, lo digo como Ministro de Educación y Cultura, responsable del
área de la Ciencia y la Tecnología o como partícipe que fui y que quizás
algún día pueda seguir siendo de la Comunidad Científica Uruguaya. Hay
muchísimas raíces serias detrás de todo esto. Está el Instituto Clemente
Estable con sus ochenta años; está toda la Comunidad Científica Uruguaya
que fundamentalmente es la Universidad de la República, pero que no solo
en ella fue creando, con viento en contra, con marea en contra, una
Comunidad Científica que hoy es capaz de hablar de tú a tú con el
Instituto Pasteur de Francia, una de las Instituciones más destacada del
mundo, en la ciencia y puede llegar a acuerdos específicos con CNRS
quizás una de las instituciones más importante en la ciencia mundial.
Pero quiero destacar fundamentalmente lo que dijo, lo que acaba de decir
en esta instancia el representante del CNRS porque ha puesto con una
visión mundial uno de los puntos fundamentales en el mundo que se
globaliza, es imposible en un mundo globalizado mantenernos con el
rezago científico y tecnológico algunas regiones del mundo con respecto
a otras. He escuchado con emoción las profundas palabras del
representante del CNRS cuando dice “bienvenidos sea que Francia y en
todo caso Europa, vea porcentualmente disminuida su participación en la
ciencia mundial, porque eso quiere decir que en el resto del mundo se
está tomando conciencia de lo que el conocimiento representa”. Es un día
de fiesta para Uruguay, porque esta Administración ha decidido que una
de sus prioridades es, como lo señalaba recientemente el Ministro de
Ganadería, una de sus prioridades es el desarrollo científico en todos
sus aspectos: desde la ciencia más básica; desde tener el orgullo de que
en este país tengamos científicos que trabajan en los aspectos más
teóricos de la ciencia básica, hasta el compromiso compartido de todos,
porque ese conocimiento se transforme en bienestar para los uruguayos
que vaya si lo necesitan.
Por todo ello puedo decir
solamente y sé que en esto interpreto la mentalidad del Gobierno
uruguayo, hoy no sólo -como decía Macadar– estamos festejando sino que
estamos abriendo una nueva etapa de responsabilidades. Hoy comienza
también en este país un compromiso, de su Comunidad Científica; de su
Gobierno y de todos los gobiernos aliados y amigos, como lo es hoy el
Gobierno francés, una etapa de recuperación del camino perdido.
Muchas, muchísimas gracias al
Gobierno francés; muchas gracias al CNRS; muchísimas gracias al
Instituto Pasteur. Muchas gracias.
PALABRAS DEL MINISTRO DE
GANADERÌA AGRICULTURA Y PESCA, JOSÉ MUJICA
MINISTRO MUJICA: Muchas gracias. El reconocimiento
primero a quienes representan a Francia en su tradición cultural y
científica, a nuestro Guillermo, que ha trabajado dentro, a la comunidad
científica uruguaya que ha tenido que tejer y tejer, no es fácil sacar
un proyecto de estos en nuestras latitudes, cuánto cuesta convencer y
romper la quietud en nuestro burocratismo. Es mucho lo que está en
juego, la humanidad ha entrado en el siglo de la biología, no pudo ser
antes porque el instrumental acompañante del conjunto de las ciencias
era demasiado débil para escudriñar siquiera en parte los misterios de
la vida.
Es prácticamente un mundo inagotable, no hay país, no
hay ni un científico arriba de la tierra que pueda comprender y atrapar
el inagotable costo de la vida, estamos perdiendo tal vez 60.000, 80.000
formas de vida anualmente. Claro que las que tienen que ver con la vida
humana, las que tienen que ver con este mundo ahogado al cual
pertenecemos son las que más nos conmueven, pero la base de nuestra
pirámide está en crisis, si habrá cosas, si habrá misterios, por eso
todavía no estamos maduros porque una ceremonia de este tipo tendría que
hacerse en el Estadio Centenario, y tendría que ser la forma de
comunicación superior con nuestras masas, pero todavía somos pueblos
analfabetos y frívolos. Acá no hay un problema de la Academia hay un
problema del porvenir de nuestros nietos, si queremos salir del franco
subdesarrollo que está metido en nuestros baleros. Yo los felicito a los
Quijotes contemporáneos que tratan de arar en nuestra torta de realidad,
pero hay que entender que la gente común y corriente tiene que entender
que en estas cosas a la larga se juega su suerte porque sólo con el
aliento de Sancho se pueden multiplicar estas cosas. Muchas gracias a
todos los que creen, esta debe ser la nueva religión del mundo que va a
venir. Gracias.
PALABRAS DEL INTENDENTE DE
MONTEVIDEO EN SU CALIDAD DE PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL
INSTITUTO PASTEUR DE MONTEVIDEO RICARDO EHRLICH
INTENDENTE EHRLICH: Buenos días.
Buenos días a todos. Estoy aquí entonces, en mi calidad de Presidente
del Consejo de Administración del Instituto Pasteur de Montevideo y es
en ese carácter, entonces, que los saludo a todas y a todos los
presentes.
Queridos Ministros de Ganadería y
Agricultura y de Educación y Cultura, señora Ministra de Cooperación,
Desarrollo y Francofonía de la República Francesa, señor Director del
Departamento de Ciencia de la Vida de CNRS del Centro Nacional de
Investigaciones Científicas de Francia, Directora de los Centros
Internacionales del Instituto Pasteur, queridos colegas, directores de
los Institutos Clemente Estable y del Instituto Pasteur de Montevideo,
estimados presentes todos, entre los presentes hay muchas numerosas
personas de nacionalidades de lugares muy diferentes que han acompañado
este proyecto desde hace mucho tiempo, tenemos colegas de formaciones de
Institutos de Investigación prestigiosos de la región con los cuáles
estamos trabajando hace ya muchos años, muchos funcionarios responsables
de distintos instituciones francesas que han trabajado, que trabajan en
cooperación científica en la región con autoridades nacionales, nuestro
Embajador en Francia y muchos amigos que han estado soñando y trabajando
para este proyecto.
Voy a ser muy breve, decir unas
pocas palabras en relación a lo que representa en esta jornada que
estamos viviendo, en breves instantes va a tener lugar la inauguración
formal del Instituto Pasteur de Montevideo y ahí en ese momento,
entonces, vamos a escuchar las palabras que tienen que ver con el propio
Instituto y su vocación y como se llegó a su creación, pero en este
momento, en esta pequeña ceremonia que precede la inauguración del
Instituto me quiero referir a lo que acabamos de compartir, que es la
firma de tres convenios que tienen una significación particular.
Creo que a través de estos tres
convenios que son de la mayor importancia para este Instituto lo que
vemos es un poco un resumen de lo que ha sido el esfuerzo por crear una
plataforma científico, tecnológica al servicio del país en el Uruguay,
desde el final de la dictadura hasta el día de hoy. Creo que esto es lo
que acabamos de compartir y lo que vamos a compartir en pocos minutos
más, el momento de la inauguración, de alguna manera tenemos que verlo
en ese enorme esfuerzo que se está haciendo en Uruguay para desarrollar
la ciencia-tecnología al servicio del país.
En ese esfuerzo han participado,
de ese esfuerzo numerosas personas, instituciones nacionales, pero
también ese esfuerzo se pudo realizar y fueron cristalizando distintas
acciones gracias a apoyos muy diversos. En primer lugar ha sido
fundamental el vínculo con las distintas instituciones científicas,
tecnológicas de la región. Por otra parte ha sido también importante la
cooperación científica internacional, cooperación centrada sobre base de
equidad, conceptos solidarios donde numerosos países han jugado un rol
importante, sin ninguna duda Francia ha sido un factor importante.
Los tres convenios que firmamos,
entonces, hay algunos componentes de distintas naturaleza vinculados a
eso. El convenio con el Instituto Clemente Estable yo creo que afirma la
vocación del Instituto Pasteur de estar abierto a la comunidad
científica pero sigue en la tradición en ese esfuerzo importante que se
ha hecho en Uruguay por tener una estructura científica abierta, por
sumar esfuerzos desde todos los rincones y en todos los rincones del
quehacer científico y tecnológico en el país.
El convenio con el Ministerio de
Ganadería y Agricultura yo creo que es testigo, es un testimonio más de
la importancia de que la ciencia, entre ciencia y sociedad; ciencia y
desarrollo haya un fuerte estrecho puente, yo creo que ese convenio de
alguna manera es símbolo de ese esfuerzo que estamos realizando,
entonces, como comunidad, como país. Y la firma de convenio con el
Centro Nacional de Investigaciones Científicas el CNRS Francés, yo creo
que tiene una significación muy importante. Por un lado, por lo que
representa el CNRS, por su prestigio, por lo que implica la presencia de
este Centro al lado del Instituto Pasteur de Uruguay, pero también
porque reafirma ese lazo fuerte que yo creo que precede el esfuerzo que
se realizó en estos últimos veinte años y que tiene que ver con ese
vínculo cultural, solidario, que en nuestro países mantienen desde ya
muy largo tiempo. Por lo cual creo que la firma de estos tres convenios
no puede ser un mejor marco, un mejor anticipo para lo que vamos a
compartir en breves instantes en la inauguración de este Instituto y de
alguna manera marca lo que es la vocación de este Instituto y marca
también que la creación de este Instituto es un jalón más en un largo
esfuerzo en el que han participado y siguen participando numerosas
Instituciones y personas y que si esto ha sido posible, es también
gracias a ese enorme camino que ha sido recorrido por la comunidad
científica, por la comunidad académica y comunidad tecnológica de
nuestro país.
Muchas gracias, entonces, a todos
ustedes. |