14/12/06


AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CRECERÁN ECONÓMICAMENTE UN 5% EN 2006
Para América Latina y el Caribe 2006 ha sido nuevamente un buen año en materia de crecimiento económico. Se espera que el PBI de la región crezca un 5,3% en este período, lo que implica un aumento de 3,8% por habitante. Se trata del cuarto año consecutivo de alza, y el tercero por sobre el 4%, luego de haber crecido entre 1980 y 2002 a una tasa promedio de 2,2% anual.

Sin embargo, mantiene un crecimiento inferior a otras regiones en vías de desarrollo.

Para 2007 se espera una ligera desaceleración del crecimiento y se proyecta un aumento del PBI regional del orden de 4,7%, lo que permitiría que el Producto por habitante acumulara un alza cercana al 15% en el período 2003-2007 (2,8% por año).

Así lo sostiene la CEPAL en su informe-balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2006, dado a conocer por el Secretario Ejecutivo de esta Comisión Regional de las Naciones Unidas, José Luis Machinea.

Según el informe, el entorno internacional favorable permitió que la región en su conjunto tuviera un aumento de 8,4% del volumen de sus exportaciones, a lo que se sumó una mejoría en los precios de los principales productos de exportación que se tradujo en un alza de más de 7% en los términos de intercambio con respecto al año anterior.

En este año el crecimiento del ingreso nacional de los países de la región superó al del PBI en casi dos puntos porcentuales, alcanzando un 7,2%, gracias a los ingresos generados por la mejora de los términos de intercambio y al incremento de las remesas recibidas del exterior. A esto se sumaron otros factores, como la creciente confianza de los inversionistas y consumidores, tasas de interés reales relativamente bajas, aumento en el gasto público, incremento de la masa salarial debido a la expansión del empleo y una moderada recuperación de los salarios reales, los que incidieron en la generación de una mayor demanda interna, la cual creció un 7,0%, transformándose en uno de los motores del crecimiento.

Por su parte, el gasto público aumentó debido a mayores inversiones en la infraestructura física y social. Sin embargo, gracias al incremento aún mayor de los ingresos fiscales se mantiene el escenario de un creciente superávit primario de los gobiernos centrales (de 1,7% a 2,1% del PIB en promedio) y un decreciente déficit global (de 1,1% a 0,3% del PIB).

La mayoría de los países registró un descenso de la inflación, que bajó de un 6,1% (promedio ponderado) en 2005 a un 4,8% en 2006.

Muchos gobiernos tuvieron que enfrentar presiones revaluatorias a causa de la masiva entrada de divisas generada por las mejores exportaciones o las remesas, y adoptaron medidas para limitar este impacto. De todas formas, en general las monedas nacionales sufrieron una apreciación moderada (3,5% en promedio).

En materia de empleo, el Balance preliminar 2006 de la CEPAL señala que el crecimiento económico estimuló la generación de puestos de trabajo en la región.

La tasa de desempleo abierto continuó su descenso iniciado en 2004, aunque de manera más pausada (caída de 0,4 puntos porcentuales), para situarse en el 8,7%. En tanto, los salarios reales también se beneficiaron de la mayor demanda laboral y crecieron cerca de 3%, en promedio.

Por otra parte, el valor de las exportaciones e importaciones de bienes de la región aumentó en 21% y 20%, respectivamente. Asimismo, el superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos creció de 1,5% del PBI en 2005 a 1,8% en 2006.

"Otro rasgo distintivo del período de crecimiento que atraviesa América Latina es que está acompañado de una significativa reducción de su vulnerabilidad frente a la eventualidad de shocks externos", dice la CEPAL en su informe. Esto gracias a la adopción de tipos de cambio flotantes en varios países, junto a la reducción del peso de la deuda externa y a un incremento de sus reservas internacionales.

Perspectivas para 2007

Para el próximo año la CEPAL prevé que el contexto internacional continuará siendo positivo para la región, aunque menos favorable que el de 2006, dado que se espera una desaceleración del crecimiento mundial, que se situaría en torno al 3%.

El mantenimiento del crecimiento del PBI regional durante 2007 se sustenta en la existencia de un entorno macroeconómico interno sano y en el impacto que tendrá sobre la demanda interna este mismo proceso contínuo de expansión. Esto es un hecho muy auspicioso, ya que en el pasado la región siempre sufrió de un elevado grado de volatilidad macroeconómica que conspiró contra la inversión, con lo que los países vieron afectada su capacidad de alcanzar un crecimiento sostenido.

Sin embargo, hay aspectos que aún requieren atención, advierte el informe. En especial, es necesario contar con mecanismos que sostengan la competitividad externa de la región, mediante un mayor crecimiento de la productividad. Así mismo es un imperativo institucionalizar aquellos instrumentos que los países han desarrollado para garantizar el equilibrio de las cuentas públicas y la estabilidad frente a las fluctuaciones de los ciclos económicos.

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