19/12/06


URUGUAY ES EL 6º EXPORTADOR MUNDIAL DE ARROZ
En el mundo se producen 420 millones de toneladas de arroz, pero solamente se comercian 25 millones, de esa cifra Uruguay participa con casi 1.000.000 toneladas, número que representa aproximadamente el 4% del comercio mundial. Esta situación le otorga a nuestro país el sexto lugar de exportador a nivel mundial de este cereal en forma elaborada.

La exportación de arroz está ubicada entre el tercer y el quinto lugar en el ranking de las ventas de nuestro país, dato poco conocido, expresó el Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Tabaré Aguerre.

En los últimos siete u ocho años en nuestro territorio se sembraron entre 150.000 y 200.000 hectáreas de arroz. En este período debido al déficit de agua en las represas de la región de la zona norte, en los departamentos de Artigas, Salto, Tacuarembó y Rivera hubo una intención de siembra de 180.000 hectáreas que se redujo a 145.000.

Uruguay es el único país del planeta que se enfrenta al desafío de tener que exportar el 95% del arroz que produce porque solamente un 5% se consume internamente, dentro de esa cifra se encuentra el porcentaje destinado a semilla para la siguiente zafra, situación que da cuenta que el consumo en nuestro país es muy bajo.

Los números del arroz revelan que se producen 6.700 kilos de arroz por hectárea en un promedio de 180.000, lo que genera 1.300.000 toneladas por año.

Nuestro país depende a nivel internacional de los precios que se ofrecen en los mercados externos. En los últimos años se superó la cifra de U$S 200 millones de exportación con la plantación del 1% del territorio nacional (180.000 hectáreas en 186.000 kilómetros cuadrados).

La presencia de Comisiones delegadas o sedes de la Asociación de Cultivadores de Arroz, que nuclea a más del 96% de los productores a nivel nacional en Artigas, Bella Unión, Cebollatí, Río Branco, Tacuarembó, Melo y Treinta y Tres obedece a que en esos lugares se planta este producto con más intensidad.

El arroz uruguayo está localizado prácticamente en toda la frontera con Brasil desde el Chuy hasta Bella Unión por dos razones: por la disponibilidad de agua en la zona de la Cuenca de la Laguna Merín, y por un factor cultural.

El cultivo de arroz ingresó al país desde el Brasil –numerosas familias productoras de este grano son originarias de allí- y desde hace muchos años es nuestro principal mercado, dijo Aguerre.

Las plantaciones de arroz se comportan como un cultivo de verano porque se siembra entre los meses de setiembre y noviembre y la cosecha se efectúa entre febrero y fines de abril realizándose el 100% bajo riego de inundación en forma artificial.

En la fase agrícola del cultivo de arroz se estima que hay una persona que se emplea en forma permanente durante todo el año por cada 65 o 70 hectáreas. También se genera un caudal importante de empleos indirectos y zafrales, además de todos los servicios anexos que tienen que ver con los fletes, con las metalúrgicas, con los talleres mecánicos y con la venta de maquinarias, entre otros.

El volumen de arroz proveniente de chacras supera 1.350.000 toneladas. En este país no hay ninguna otra actividad agrícola que movilice un volumen tan importante en materia de fletes.

En niveles de productividad, nuestro país ostenta uno de los promedios más altos del mundo. El año pasado se superó la productividad de los Estados Unidos que es actualmente el primer exportador mundial de arroz de grano largo y nuestro principal competidor.

Este año el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Semillas del Uruguay emitieron un comunicado donde hacían constar que nunca se sembró arroz genéticamente modificado en el territorio nacional, ni a nivel comercial ni a nivel experimental.

Como existe una fuerte competencia por los mercados, trascendió en una publicación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que en Uruguay había cultivadores de arroz transgénicos y automáticamente comenzaron a llegar los planteos desde el exterior. Por esa razón la Asociación de Cultivadores de Arroz y la gremial de molinos arroceros le solicitaron al Gobierno Nacional que respondiera de la forma más clara y enfática posible que en el Uruguay nunca habían existido ni estaban autorizados actualmente productos trasngénicos en arroz.

Al respecto el Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz precisó que cuando se habla de "organismos genéticamente modificados" se está haciendo hincapié en seres vivos -en este caso vegetales- a los que se les incorpora un gen de características diferentes a lo que la evolución natural de las especies determinó.

Normalmente las compañías tradicionales de agroquímicos están incorporando en algunos cultivos comerciales genes que tienen resistencia a la aplicación de algún herbicida de manera tal que ese producto mataría todas las malezas del cultivo, exceptuando al gen transgénico que tiene resistencia a algunos insectos.

Toda la investigación comercial en materia de arroz difundió en los últimos años que este cultivo apuntaba a la incorporación de un gen con resistencia al herbicida glifosato o glufosinato de sodio.

Esta situación se perfila a resolver un problema de enmalezamiento que se denomina arroz rojo que está presente en todas las zonas de larga tradición arrocera de Estados Unidos, Tejas y California , todo el sur de Río Grande del Sur y algunas otras regiones de otros países con amplia trayectoria en el cultivo de este cereal.

En el Uruguay existen desde hace mucho tiempo un esquema de certificación de semillas que consiste en la selección visual y manual de la calidad de las simientes.

Esta situación permite mantener un muy buen estándar de calidad en las semillas que utilizamos y prácticamente todo el territorio nacional está libre de esta maleza que se llama "arroz rojo", dijo Aguerre.

Hecho este análisis, la Asociación de Cultivadores de Arroz desde hace muchos años viene resistiéndose -a nivel político y a nivel comercial- a la incorporación en el Uruguay de materiales transgénicos.

Aguerre subrayó que esa situación es así por dos razones: "en primer lugar porque no los necesitamos desde el punto de vista técnico, no necesitamos incorporar una tecnología que nos aumentaría los costos y la dependencia tecnológica de ofertas externas al sector, cuando tenemos solucionado el problema simplemente con selección varietal".

En ese marco precisó que hace muchos años que la Asociación de Cultivadores de Arroz viene anunciando que en el mundo existen mercados que se muestran resistentes a materiales con organismos genéticamente modificados; el Uruguay podía aprovechar esta ventaja de mantenerse aislado de los transgénicos desde el punto de vista comercial, dijo.

Estados Unidos es nuestro principal competidor en el mercado de arroz de grano largo -manifestó Aguerre- con altos niveles de subsidio, razón por la cual Uruguay analizó y evaluó la posibilidad de hacer un planteo ante la Organización Mundial de Comercio en contra de los subsidios al producto.

En Estados Unidos surgieron contaminaciones no permitidas con variedades transgénicas, lo que generó que Uruguay -que no podía competir con su arroz subsidiado- pudiera ingresar a otros mercados internacionales como Japón, Corea y la Comunidad Económica Europea que exigen certificados de libre de transgénicos, situación que nuestro país mantiene.

A partir de esa circunstancia, Uruguay comenzó a vender en forma importante en el mercado de Europa a muy buenos precios y retomó una plaza que había perdido hace muchos años por la competencia de arroces subsidiados.

La estrategia definida por el sector arrocero de diferenciarse técnicamente y en lo político de sus competidores a través de la calidad de su producto, se vio gratificada por el éxito en los últimos años en las ventas en mercados internacionales, aseguró Aguerre.

Entre los tipos de arroz que se comercian en el mundo destaca la variedad de grano largo –que se planta en nuestro territorio- conocida en el área comercial como calidad americana o tipo 1. También, están presentes los arroces de grano medio -que no se plantan prácticamente en nuestro país-, además de los arroces asiáticos o de grano corto, y los especiales aromáticos o glutinosos.

En el mercado mundial circulan de 24 a 27 millones de toneladas de arroz; de esas cantidades de 12 a 14 millones son de grano largo y de esa cifra nuestro país exporta un 1.000.000 y Estados Unidos –nuestro principal competidor en base a una economía subsidiada- 3.500.000.

El agua que se utiliza con fines de riego en nuestro territorio en el cultivo de arroz proviene en un 50% de embalses artificiales o represas construidas con esa finalidad, y el otro 50% del área sembrada se irriga con agua proveniente de ríos, arroyos o lagunas.

La producción de arroz del MERCOSUR se ubica en el orden de los 14 millones y medio de toneladas y el consumo de los países integrantes de ese mercado se ubica en 13 millones y medio de toneladas. En ese contexto Uruguay asume aproximadamente el 10% de la producción del MERCOSUR.

Brasil es el principal importador de arroz de la región y se abastece en primer lugar de sus socios del MERCOSUR, y en algunas ocasiones recibe arroces asiáticos -sobre todo de Tailandia- y además compra a Estados Unidos.

Uruguay exporta arroz con distintos grados de elaboración: desde el simple descascarado que permite un producto que se conoce como arroz integral o arroz marrón -que es el arroz al que todavía no se le sacó el afrechillo- y con distintos grados de elaboración vende arroz pulido o brillado, destacó Tabaré Aguerre.

Con la plantación de arroz se generan en nuestro país múltiples puestos de trabajo en forma directa e indirecta a través de la necesidad de brindar servicios conexos como el transporte; además de puestos de trabajo en las industrias que se dedican al brillado o al pulido del arroz.

Las industrias arroceras están ubicadas en los departamentos de: Rocha, Treinta y Tres, Cerro Largo, Rivera y Tacuarembó que son las zonas fuertemente productoras.

El Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz manifestó que si bien el departamento de Artigas cuenta solamente con molinos respecto a las industrias arroceras que tienen otras comunas, ahora su producción industrial se vio vitalizada con la renovada actividad del complejo sucroalcoholero que le brinda un componente industrial importante a su población.

Respecto a nuestros principales destinos de exportación, Aguerre expresó que hace 20 años el principal mercado era Europa, luego comenzó a cobrar fuerza Brasil que se convirtió en nuestro principal mercado.

Desde el año 1985 y hasta el 2003 Brasil compró entre el 70 y el 90% de nuestra producción de arroz. Recientemente debido a que Brasil cuenta con niveles de producción más altos y a que nuestro país enfrenta sistemáticas dificultades de acceso al mercado brasileño con bloqueos en la frontera y demás, Uruguay se vio obligado a disminuir su dependencia del país norteño.

En ese contexto, nuestro país profundizó su iniciativa de acceder a otros mercados, los cuales siempre existieron pero se mantenían en reserva en forma estrategia como el caso de: Irán, Perú, Centroamérica y Europa. En 2006 se vendió más a otros sitios que a Brasil.

En su momento, el Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Hugo Manini Ríos, en su discurso en la inauguración oficial de la Cosecha de Arroz 2006, destacó el apoyo del Gobierno Nacional y reclamó defender la competitividad del sector arrocero en el contexto del Uruguay Productivo, así como el trabajo nacional.

El actual Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Tabaré Aguerre, precisó que en la inauguración de su cosecha el sector arrocero reclamó varias cosas. Por un lado, el sector arrocero ha venido soportando la competencia desleal de los arroces subsidiados que terminan siendo la causa por la que muchas veces los productores uruguayos no logran cubrir sus costos y generan endeudamiento, y en ocasiones desaparezcan de la escena productiva.

En ese sentido, el sector arrocero uruguayo efectúo los máximos esfuerzos para aumentar la productividad y lo logró ya que hay pocos rubros de la economía nacional donde se generen más productos que en Estados Unidos, siendo este país un fuerte exportador de arroz, precisó.

"En materia de productividad siempre hay algo para hacer, pero el sector arrocero realizó las inversiones en tecnología y equipamiento como para estar a la altura de los mejores productores del mundo", añadió Aguerre.

Igualmente señaló que recientemente los aumentos de precios en el petróleo afectaron en forma significativa nuestra economía, en la medida que el cultivo de arroz demanda en promedio 200 litros de gasoil por hectárea, y hoy día se concibe a la actividad agrícola como la labor que más cantidad de gasoil ocupa.

En ese sentido, todos los anuncios de posibles instrumentos para viabilizar una reducción en el precio de los combustibles es bienvenida. En ese marco, los reclamos del sector arrocero durante un año y medio fueron sistemáticos, y es bien conocida la propuesta gubernamental del Gasoil Productivo "y nos consta que en ese tema se está trabajando por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, pero aún no se arribó a una solución", dijo.

Solicitar al Gobierno defender nuestra competitividad tiene que ver -entre otras cosas- con el reclamo de mantener abierto nuestro acceso al mercado brasileño sin trabas arancelarias que buscan impedir el acceso de un producto competitivo como el arroz uruguayo.

Para enfrentar los problemas de financiamiento que se obtuvieron en la zafra 2004-2005 se instrumentó por parte del Gobierno Nacional la segunda fase del Fondo Arrocero que consiste en un adelanto de 12 millones de dólares que se distribuyó entre los productores de arroz y que se pagará con una retención del 5% sobre las exportaciones que se realizarán una vez que se termine de pagar el Fondo Arrocero I.

Tanto el Fondo Arrocero I como el Fondo Arrocero II son instrumentos financieros que contaron con el apoyo, la participación y la instrumentación del Poder Ejecutivo, pero no significan una transferencia de recursos de la sociedad o del Estado al sector arrocero, son adelantos que se descuentan mediante una Ley que retiene el 5% en el momento en que se realiza la exportación.

Los integrantes de la Asociación esperan contar con la presencia del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en la inauguración de la cosecha de arroz el próximo año y también en la apertura de las obras de electrificación en el departamento de Artigas que se concretara tras la firma de un convenio entre la mencionada Asociación, DIPRODE y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

En el sector arrocero funciona la Comisión Sectorial del Arroz –ámbito institucional que permite articular una cadena de producción- que está integrada por los trabajadores del sector, los privados representados por las industrias, los productores de arroz, el Banco de la República Oriental del Uruguay, y todos los Ministerios del Gobierno vinculados a la actividad arrocera (Ganadería, Agricultura y Pesca, Economía y Finanzas, Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente), y es presidida por la OPP.

Esta Comisión funciona una vez al mes con la Presidencia de Carlos Viera, Director de OPP, y se ha constituido en un ámbito de trabajo donde todos los actores vinculados al arroz pueden opinar, comentar y efectuar sus respectivas apreciaciones.

El Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz destacó que el fortalecimiento y la jerarquización de esta Comisión es producto de la rápida gestión del Presidente de la República que consintió el pedido que realizara oportunamente el sector.

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