Al día de hoy existen 19 pacientes que aguardan los resultados de los análisis realizados, cuyas muestras de sangre fueron enviadas al exterior. Además, Jorge Basso, anunció acciones y medidas preventivas para Semana de Turismo, que incluyen aerolizaciones locales, control de ovitrampas y cartelería explicativa para los turistas que ingresan al país.

En tal sentido, el Director Nacional de Salud, hizo referencia a la política de fronteras, cuyos puntos serán controlados para asegurar que las ovitrampas se encuentren colocadas, que no existan criaderos en los lugares de frontera, y si fuera necesario, se realizará un procedimiento local de aerolización.

Salud Pública, entregó un instructivo al Ministerio de Transporte en el cual explica la necesidad de fumigar ómnibus, aviones y barcos en las terminales, cuando no haya pasajeros dentro.

Asimismo, colocarán cartelería en las fronteras que indique a las turistas que ingresan al país, que si poseen alguno de los síntomas relacionados al dengue, consulten al médico para descartar la incubación de la enfermedad.

Durante la reunión con los Directores Departamentales de Salud, se evaluaron las acciones llevadas a cabo en la lucha contra el dengue en los distintos puntos del país, junto a los Comités Departamentales. Insistieron en la importancia que estas acciones continúen, especialmente en lo referente a la eliminación de criaderos.

Analizaron con expertos y técnicos de las facultades de Ciencias y Agronomía e incluso especialistas de Canadá, la estrategia básica en las campañas para eliminar el mosquito Aedes Aegypti, el que es imposible erradicar totalmente de un país, ya que puede permanecer vivo durante el invierno. Por este motivo, las acciones deben tener una continuidad a lo largo del tiempo.

Además, se planteó el tema de la transmisión transovárica, cuando un mosquito infectado puede transmitir la infección a los huevos. Basso, destacó que todos estos elementos son los que demuestran lo complejo que resulta la eliminación total del mosquito y lo importante que es reducir al máximo su presencia, como única estrategia válida para combatir el dengue.

El Director de Salud, señaló que durante la reunión, también se discutieron los mitos arraigados respecto a las ventajas de las grandes fumigaciones. En tal sentido, dijo que se comprobó que las mismas no han dado resultado en ninguna parte del mundo, acarreando más problemas que beneficios por la resistencia a los insecticidas y por la afección al medio ambiente.

También dijo que técnicos de la Facultad de Ciencias y Agronomía trabajan en experiencias a través de la siembra de moluscos llamados copépodos que comen larvas en los lugares donde no se puede eliminar el agua.

Además, se trabaja en los cultivos en células de mosquitos o en mosquitos adultos, a los que se les inyecta la sustancia y se ve si al tiempo reacciona y aparece el virus. Esta es una manera de buscar formas de potenciar la muestra, que puede tener poca carga viral y entonces se la coloca en un medio donde pueda desarrollarse y así diagnosticarla.

Por su parte, José Campione, asesor médico de la Agencia de Salud Pública de Canadá, explicó su experiencia en el trabajo contra el dengue en Centroamérica. Hizo referencia a lo complejo que es para países que no han tenido dengue, poder identificar los primeros casos. El diagnóstico es muy difícil a partir de la confirmación de casos individuales, ya que la presencia del virus en la sangre es muy fugaz y muchas veces entre que aparecen los síntomas en el organismo, se realiza el examen a la persona y se tiene el resultado ya transcurrió el tiempo de manifestación de la enfermedad.

Más allá de la tecnología, los primeros casos no son de fácil diagnóstico y la seguridad se alcanza una vez que hay entre 20 y 100 pacientes con dengue, lo que significa que ya existe un brote de epidemia.

De igual manera, el Ministerio de Salud Pública pretende continuar con el monitoreo clínico y epidemiológico, realizar alertas sanitarias cuando corresponda y esperar la seroconversión que tiene que ver con el margen de 15 a 20 días que se demora en tener el diagnóstico definitivo, para evitar un brote de epidemia en nuestro país.