La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, resaltó que la visita del Presidente Tabaré Vázquez a su país, es una señal potente y crucial para el momento que vive la región, lo cual denota la voluntad de ambos países en el trabajo conjunto para la búsqueda de consensos y caminos de integración.

En la reunión que mantuvieron los dos jerarcas, en el Palacio Presidencial de la Moneda de Chile, se analizaron la agenda bilateral y los diversos temas regionales y globales que son de interés común para Uruguay y Chile.

Bachelet sostuvo que existe un alto nivel de concordancia y miradas compartidas entre ambos países, además de la gran amistad y sintonía entre los Gobiernos, se refirió al desarrollo de sociedades más influyentes, menos desiguales pero vigorosamente más desarrolladas desde el punto de vista económico, donde el crecimiento se realice con equidad y justicia social, lema que rige tanto para Uruguay como para Chile.

La Jefa de Estado, destacó que se alcanzaron nueve acuerdos bilaterales con un plazo máximo de ejecución de tres meses, entre los cuales se destacan el establecimiento de la Comisión de Comercio de Inversión Bilateral Chile-Uruguay y la constitución del Consejo Asesor Empresarial chileno-uruguayo.

Bachelet dijo que ya existen avances en esta materia, pero que aún persisten áreas potenciales no exploradas entre ambos países, las cuales serán analizadas y procesadas a partir de estos acuerdos de complementación.

Bachelet señaló que existe un espacio común para el crecimiento y el intercambio de bienes y servicios para la inversión y un mejor aprovechamiento de oportunidades en el futuro cercano.

Chile y Uruguay son aliados estratégicos, potenciales y complementarios que pueden trabajar conjuntamente para el desarrollo de ambas naciones.

Asimismo se alcanzaron acuerdos de cooperación en materia de modernización de la Justicia, de fomento productivo y promoción de exportaciones; áreas donde se comparten desafíos comunes y donde se pueden compartir experiencias que enriquecerán la gestión pública de Uruguay y de Chile.

La Primer Mandataria chilena, sostuvo que tanto Uruguay como Chile cuentan con la vocación común de contribuir a crear un orden estable y justo en momentos que se viven transformaciones del sistema internacional. En ese sentido, ambos Gobiernos abogan por una reforma de Naciones Unidas que incluya una ampliación del Consejo de Seguridad para hacerlo más democrático.

Se ratificó el compromiso con la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití, donde Chile y Uruguay contribuyen con importante número de contingentes.

Señaló la necesidad de mejorar la interconectividad entre Uruguay y Chile para avanzar hacia una integración física y energética a nivel regional, que sea efectiva y no solamente retórica. En tal sentido, se compartió la apreciación que la inserción económica global de Uruguay y Chile es plenamente compatible con la pertenencia latinoamericana.

Los jerarcas ratificaron el compromiso con la democracia, los derechos humanos, la justicia social y los esfuerzos tendientes a tener una región con paz y estable, los cuales son base fundamental para un desarrollo sostenido y el bienestar de los pueblos.

PRESIDENTA BACHELET: Estimado y querido presidente del Uruguay y colega, Tabaré Vázquez, estimados Ministros del Uruguay que nos acompañan con toda la delegación uruguaya, estimados Ministros del Estado de Chile, empresarios de Uruguay y Chile, directores de organismos públicos y privados de ambos países, amigos y amigas, buenas tardes.

Primero que nada, yo quisiera darle una muy calida bienvenida al Presidente Vázquez a Chile, a este Palacio de la Moneda que tanto simboliza para chilenos y uruguayos.

Yo quiero que sepa Presidente que su visita es muy importante para nosotros. Crucial diría yo, en esta hora latinoamericana, en la que necesitamos reconstruir consensos regionales y caminos de integración.

En ese contexto sucede su visita que es una señal muy potente porque señala una voluntad suya y nuestra de trabajar juntos –muy cerca- uruguayos y chilenos en la búsqueda de caminos que nos demanda el momento de nuestra región.

Es por eso que en esta tarde hemos tenido un diálogo muy fructífero con el Presidente de la República del Uruguay; hemos pasado revista al conjunto de la agenda bilateral, así como a diversos temas regionales y globales que son de interés para ambos países.

Y el amplio nivel de concordancia y miradas compartidas que se ratificaron nuevamente en este diálogo demuestra el nivel de amistad y sintonía que existe entre nuestros Gobiernos y nuestros pueblos.

Amistad que, además se basa, en una historia común pero también amistad que se basa en desafíos actuales. Y me refiero al desarrollo de sociedades más influyentes, menos desiguales pero económicamente vigorosas.

Crecimiento con equidad, y en ese sentido un lema común Uruguay y Chile en estos momentos. Y en este marco en esta visita hemos alcanzado varios acuerdos bilaterales que van a contribuir a intensificar las relaciones existentes en distintos planos y quedarán en producirse en mediano plazo.

Hemos fijado un plazo concreto para fijar metas específicas tres meses máximo porque queremos que nuestra gente vea los resultados concretos de nuestro encuentro; en una intensificación de vínculos que nos van a poner en un estadio bilateral superior en la que ha sido la amistad y la cercanía histórica con el querido pueblo uruguayo, y le va a permitir a los pueblos uruguayo y chileno recibir lo importante de actos como este.

Entre aquellos acuerdos específicos acordados en esta oportunidad me gustaría destacar entre otros: el establecimiento de la Comisión de Comercio Bilateral, el Uruguay y la constitución del Consejo Asesor Empresarial chileno-uruguayo. Yo creo que este, si bien hemos tenido un intercambio de comercio bilateral importante y quiero decirles que la Comisión queremos que sea de comercio e inversión bilateral, no solo nos quedemos en el terreno del comercio.

Hemos tenido avances pero estamos seguros que existen áreas potenciales no exploradas entre ambos países y por eso estamos optimistas porque creemos que existe espacio para el crecimiento del intercambio, para la inversión y para un mejor aprovechamiento de oportunidades en un futuro cercano.

Como hemos estado hablando nosotros vemos a Chile y a Uruguay como aliados estratégicos, potenciales, complementarios que podemos trabajar juntos para bien de nuestras ambas naciones.

En el ámbito de la Defensa, con el objetivo de darle mayor fluidez al diálogo político-estratégico, y fortalecer los vínculos entre nuestros Ministerios de Defensa y la Fuerzas Armadas de ambos países.

Los acuerdos de cooperación en materia de la justicia, temas de mujer, de fomento productivo, de promoción de exportaciones, materia de inversión extranjera. En fin, muchas áreas donde compartimos desafíos comunes y donde podemos compartir experiencias que enriquecerán la gestión pública de ambos países.

Nuestro diálogo no se limitó solo a puntos bilaterales. Uruguay y Chile tienen una vocación común para contribuir en la medida de nuestras capacidades a crear un orden más estable y justo en estos momentos de grandes transformaciones del sistema internacional.

En ese sentido, Uruguay y Chile abogamos por una reforma de Naciones Unidas que incluya una ampliación del Consejo de Seguridad para hacerlo más democrático, representativo y eficaz.

También hemos ratificado el compromiso con la misión de Naciones Unidas en Haití, donde Chile y Uruguay contribuyen a un importante contingente de militares y sin duda las Misiones de Paz del Uruguay tienen una extraordinaria trayectoria hace muchos años, en un área que a nosotros nos interesa compartir.

Valoramos también la iniciativa de lucha contra el hambre y la pobreza donde junto a Brasil, Francia y España estos dos países y lo ha tenido en un rol importante y esperamos –tal como lo conversáramos en el grupo de Río- América Latina aumenta la participación en la búsqueda de mecanismos innovadores de financiamiento para alcanzar los objetivos del milenio y derrotar la pobreza.

También hemos estado oficiando una pronta y exitosa conclusión de la Ronda de Doha, que permita una efectiva liberalización del comercio, especialmente del caso de los productos agrícolas.

Y por cierto hemos hablado mucho de la región; con el Presidente Tabaré hemos reafirmado nuestra vocación y condición latinoamericana y nuestro compromiso con la integración regional, con el fortalecimiento del mecanismo de concertación política, pueblos latinoamericanos y caribeños, sudamericanos en virtud del MERCOSUR y también sectorial.

También hemos hablado sobre la urgencia de mejorar nuestra interconectividad para avanzar hacia una integración física y energética respectiva y no solamente retórica a nivel regional.

En ese sentido, hemos compartido la decisión de que nuestra inserción económica y global es plenamente compatible con nuestra pertenencia y vocación latinoamericana, pues desde aquí desde donde nos proyectamos al mundo.

En otras palabras que la integración puede ser abierta al mundo.

Y por último, y no menos importante. Hemos ratificado nuestro compromiso con la democracia, hemos respetado los derechos humanos y las libertades fundamentales, la justicia social y los esfuerzos tendientes a tener una región de paz. Esta vida estable que son obviamente bases fundamentales para un desarrollo sostenido y el bienestar de nuestros pueblos.

Bienvenido Presidente Tabaré y muchas gracias.