La Ministra del Interior, Daisy Tourné, participó el pasado viernes 27 de abril, de una reunión ampliada de la Comisión de Seguridad en el Deporte. En la oportunidad, la Ministra expresó su voluntad de que "el fútbol vuelva a ser el espectáculo familiar que era", y reiteró la necesidad del esfuerzo conjunto sumado a las funciones propias del Ministerio del Interior de "ofrecer la seguridad necesaria para evitar o combatir los brotes de violencia".

"Debe entenderse necesariamente que el fútbol es un deporte. Importante, de gran atractivo para la población, pero nada más que eso. No va en sus resultados el destino del país, ni se trata de cuestiones de vida o muerte", aseguró la Ministra del Interior, Daisy Tourné, en la reunión de la Comisión de Seguridad en el Deporte, a la cual fueron convocados periodistas deportivos de todos los medios para participar en un encuentro de trabajo. "El Ministerio del Interior, a través de la Comisión de Seguridad en el Deporte intentará ofrecer la seguridad necesaria para evitar o combatir los brotes de violencia", pero "las entidades involucradas y la sociedad en su conjunto, deben coadyuvar a que todo marche dentro de los carriles de la normalidad", expresó.

Intervención de la Ministra del Interior, Daisy Tourné, en la reunión de la Comisión de Seguridad en el Deporte

MINISTRA DEL INTERIOR: El presente mensaje es el primero que puedo dirigirles dado el escaso lapso en el que me desempeño en estas tareas. Por eso es una satisfacción encontrarlos y recibirlos en esta casa. Saben ustedes que el fútbol no es un deporte que me sea ajeno, y todos deben saber que mis preferencias van por el lado de Wanderers, aunque no tengo oportunidad de seguirlo en estos últimos tiempos.

En los últimos años se han venido dando una serie de sucesos de violencia en el fútbol que han llegado a concluir con una muerte que, por cierto, no es la primera.

Pero estos episodios de violencia no deben continuar.

El Ministerio del Interior, a través de la Comisión de Seguridad en el Deporte intentará ofrecer la seguridad necesaria para evitar o combatir los brotes de violencia.

Ello se halla dentro de sus funciones. Pero esta tarea no es única o propia del Ministerio. Si bien como organismo estatal tiene esta competencia, las entidades involucradas y la sociedad en su conjunto, deben coadyuvar a que todo marche dentro de los carriles de la normalidad.

Es imperioso, para llegar a esa situación que se colabore desde todos los niveles: ya sea desde el punto de vista dirigencial, eliminando la posibilidad de que barras bravas ingresen gratuitamente a los estadios, o sus entradas sean abonadas desde los clubes, si es que esto ocurre. Debe entenderse necesariamente que el fútbol es un deporte. Importante, de gran atractivo para la población, pero nada más que eso. No va en sus resultados el destino del país, ni se trata de cuestiones de vida o muerte.

También debe entenderse que los resultados de los partidos se definen dentro de la cancha, donde los futboleros suelen decir que se trata de once contra once. No es un pleito de hinchadas; no es más "macho" o menos "macho" por los golpes que se propinen los hinchas fuera de la cancha; nada se asegura con tener personas dispuestas a llegar a este tipo de situaciones y; si eso ocurre, tengan la seguridad que con eso no se ganan los partidos. Solo importa cuantas veces entra la pelota en el arco durante lo 90 minutos. Y a la salida del fútbol, deben cuidarse especialmente de peleas absurdas porque allí, ya somos todos del mismo cuadro: somos todos uruguayos, ya no hay enseñas ni camisetas que nos separen. Por tanto se debe respetar el deseo del otro de elegir otro equipo por el cual simpatizar; se deben respetar los bienes materiales porque romper un auto o los vidrios de un comercio no cambiarán ningún resultado futbolístico.

Lo otro sí puede tener consecuencias que se pagan en vidas humanas; familias destrozadas, heridas que no se curan, y todo ¿para qué? Nadie lo sabe muy bien. Sobrevienen las investigaciones, los procesamientos y hasta la pérdida de puntos para el equipo de sus amores. Es decir que el violento, se torna en enemigo acérrimo de los intereses de su propio equipo.

Y también deberán colaborar los clubes en individualizar a los culpables de lo que ocurra porque no se trata de ser "buchones" como he sentido que se ha dicho, se trata de querer el deporte y el espectáculo deportivo, pensar en las familias que viven de él. Y para eso debe desterrarse al violento, al que ingiere bebidas alcohólicas antes de un juego de fútbol o consume sustancias indebidas. Al fútbol hay que concurrir sobrio para poder disfrutar del espectáculo.

Pero también tienen que colaborar los jugadores y los árbitros, llevando el espectáculo con dignidad y decoro sin que sea necesario terminar en una batalla campal -como ha sucedido- que pueda traer consecuencias si las tribunas reaccionan, tornando esa actitud en claramente irresponsable.

A ello deben colaborar los periodistas aplicando el sano y objetivo juicio a sus comentarios, indicando que estas consideraciones que se efectúan son, precisamente, las correctas. Periodistas que solamente van a trabajar como tales, y deben ser respetados en el cumplimiento de su labor, y protegidos para que la realicen. Porque, ciertamente, no serán las consideraciones que haga cualquier periodista en el ejercicio de su trabajo las que determinarán que un equipo pierda o gane.

Y finalmente, los policías que trabajan en las custodias deberán mantener su actuación dentro de las normas, para asegurar el desarrollo normal de los espectáculos deportivos y poder así, cumplir con las órdenes que se le imparten y las tareas que deben llevar a cabo. El funcionario policial debe predicar con el ejemplo.

En suma, el Ministerio del Interior quiere hoy dejar en claro cuales son sus deseos. Y el deseo prioritario que tiene este Ministerio es que el fútbol vuelva a ser el espectáculo familiar que era para todos los integrantes de la misma.

Porque también la mujer y nuestros niños, debe poder volver pacíficamente y sin preocupaciones a los estadios.

Muchas gracias.