10.000 EVACUADOS, UTE TRABAJA PARA RESTABLECER
SERVICIOS
A los 10.864 evacuados al mediodía del miércoles 9,
se suma la información de 12.602 clientes de UTE afectados por cortes de
energía, comprendidos en las ciudades de Treinta y Tres, Mercedes, Fray
Bentos, Dolores, Trinidad, Paso de los Toros y Sarandí del Yí.
UTE comunicó que se restableció el servicio a 11.482
clientes. De los 1.120 servicios pendientes de reconexión, no todos
están ubicados en zonas inundadas, existen suministros sin servicio de
energía eléctrica por problemas de red que es imposible solucionar
debido a arroyos y caminos por los cuales no se puede transitar.
Una vez que los ciudadanos evacuados puedan retornar
a sus hogares, UTE, a través de su Gerencia Comercial realizará
inspecciones de las instalaciones para verificar el estado de las mismas
y corroborar que no exista riesgo al momento de restablecer el servicio
de energía eléctrica.
4.388 evacuados en Durazno
El Comité Departamental de Emergencias de Durazno
informó que, a las 8.45 horas de hoy miércoles,
se registro oficialmente la cantidad de 4.388 evacuados y una
cifra indeterminada de ciudadanos evacuados por sus propios medios, lo
que permite suponer que el número total de afectados,
alcanzaría los 6.000.
A última hora de ayer -martes 8- la altura del río Yi
señalaba la marca de los 12,60 metros sobre su nivel normal. La marea se
mantiene estable y con pequeñas variaciones al alza.
La Dirección Nacional de Hidrografía ha enviado
técnicos que monitorean el aforo del Río Yí. En el día de hoy trabajan
un ingeniero y un arquitecto de dicha dependencia, los cuales junto a la
ingeniera hidráulica Soledad Pérez de la Intendencia de Durazno,
realizarán un relevamiento de la cota de creciente mediante el sistema
GPS a los efectos de establecer una nueva marca de los planos de la
capital departamental.
Se ha conformado un grupo de trabajo que coordina la
distribución de agua potable mediante recorridos asignados a camiones
cisterna de gran porte.
También se han cubierto las necesidades de los
establecimientos que elaboran alimentos para los evacuados, es decir
escuelas, centros CAIF, cárcel departamental y hospital público, con un
recorrido de abastecimiento de agua potable exclusivo para ellos.
Se destaca el aporte de la Fuerza Aérea, que dispuso
de una de las autobombas del aeropuerto para cubrir la zona de Santa
Bernardita y zonas adyacentes. El regimiento de Caballería tomó a su
cargo la distribución de agua en las zonas que se extienden al
Este de
la calle Maciel. UTE también colaboró contratando un camión cisterna
para su uso y lo ha puesto a disposición de los vecinos del lugar.
En todas las áreas afectadas, por lo demás, se
realizan intensos y permanente servicios de patrulla, a cargo de la
Policía, para evitar saqueos de domicilios temporalmente inhabitados por
sus moradores.
Recomendaciones para el retorno
El Director General de la Salud, Jorge Basso, señaló
que la situación sanitaria de la población evacuada es completamente
normal y controlada en forma permanente por los equipos de salud que
trabajan en los Comités Departamentales de Emergencia.
Asimismo, advirtió a la población que extreme los
cuidados sanitarios cuando retorne a sus hogares para evitar el riesgo
de enfermedades transmisibles de importancia sanitaria, como fiebre
tifoidea, hepatitis A, leptospirosis, diarreas y afecciones a la piel.
Además recomendó medidas preventivas como evitar
nadar o permanecer en agua estancada o barro, controlar la población de
roedores, limpieza y desinfección con hipoclorito de sodio de áreas
físicas domiciliarias, la utilización de agua potable y, en caso de no
tenerla, hervirla o tratarla con hipoclorito para el lavado de manos e
higiene personal. También aconsejó la vigilancia sanitaria de alimentos,
almacenaje y destino adecuado de la basura, remoción y destino adecuado
de excretas humanas y animales, desinfección de locales de crianza de
animales, drenajes de agua libre, entre otras medidas como el lavado de
frutas y verduras crudas con hipoclorito y lavar
la ropa que haya tenido
contacto con materias fecales o agua estancada.
Cómo combatir la leptospirosis y la hepatitis
Debido a la situación epidemiológica de nuestro país
y a su especial gravedad potencial se llama la atención de los
ciudadanos en torno a la leptospirosis y a la hepatitis A.
La leptospirosis es una zoonosis endémica,
reemergente, de distribución universal, con presentación ocasionalmente
epidémica, dependiendo de factores exógenos como el clima,
fundamentalmente intensas lluvias, la constitución del suelo y la
exposición del hombre al contacto directo con los reservorios naturales.
Reservorio y fuente de infección: los animales
domésticos y silvestres infectados son los reservorios de mayor
jerarquía en la leptospirosis rural, mientras que la rata lo es en la
leptospirosis urbana.
Modo de transmisión: las leptospiras son transmitidas
de animal a animal y del animal al hombre. La forma mas frecuente de
transmisión al hombre consiste en la exposición a orina, sangre, tejidos
u órganos de animales infectados o indirectamente, a través del contacto
con agua, suelo húmedo o vegetación contaminados con orina de animales
infectados, como ocurre al nadar o por inmersión accidental u
ocupacional.
La puerta de entrada es la piel excoriada, la piel
íntegra pero que ha permanecido inmersa en agua por tiempo prolongado y
las mucosas orofaríngea, nasal, ocular o genital.
Periodo de incubación: promedialmente 10 días, con un
rango de 1 a 3 semanas.
Manifestaciones clínicas: la forma de presentación
clínica mas frecuente es: fiebre de comienzo repentino, cefaleas,
escalofríos, mialgias intensas sobre todo en pantorrillas y muslos. Entre las formas de
presentación clínica grave, se debe tener en cuenta las alveolitis
hemorrágicas, recientemente diagnosticadas que pueden ser diagnostico
diferencial de neumonías.
Las medidas preventivas deben comprender acciones
permanentes de educación en salud a la población alertando sobre: las
formas de transmisión, manifestaciones clínicas, consulta precoz y
medidas de control.
La hepatitis A es una enfermedad infecciosa provocada
por un virus.
El comienzo de la enfermedad es generalmente
repentino. En el período prodrómico, denominado también anictérico, se
instalan síntomas inespecíficos como astenia, malestar general y
febrícula, coincidentes con la viremia, anorexia, náuseas, molestias
abdominales seguidas en pocos días de ictericia, la que puede no estar
presente en la niñez. Al entrar en el período ictérico, se mantienen los
síntomas anteriores y se agregan otros elementos caracterizados por
ictericia cutáneo-mucosa, hepatomegalia, prurito difuso, coluria y/o acolia.
Su evolución varía desde formas leves de 1 a 2
semanas de duración a formas prolongadas o graves en raras ocasiones.
En términos generales la gravedad aumenta con la
edad, pero lo más frecuente es el restablecimiento completo sin secuelas
ni recurrencias, con una tasa de letalidad baja según la literatura
(0,1-0,3 %)
Agente: El virus de la hepatitis A es uno de los
virus de la familia Picornaviridae, que incluye los enterovirus y los
rinovirus. HVA es un virus RNA muy resistente y puede sobrevivir
desecado varios meses.
Transmisión: El modo habitual es de persona a persona
por vía fecal-oral es decir a través de las manos y/o alimentos
contaminados con materias fecales. Las personas con una Hepatitis A
aguda son más contagiosas dos semanas antes de la aparición de los
síntomas a una semana después del comienzo.
Reservorio: Es el hombre (en raras ocasiones otros
primates).
Incubación: De 15 a 50 días; promedio 28 a 30 días.
Los brotes por fuente común se originan por lo
regular por el consumo de agua ó alimentos contaminados por
manipuladores infectados, incluidos los comestibles crudos o que fueron
manipulados después de su cocción. En el caso de las inundaciones el
desborde de los pozos negros contamina el ambiente en general y
incluidas las verduras y hortalizas rastreras, lo cual constituye un
aumento del riesgo.
- Medidas preventivas y de control generales:
1. Evitar nadar o permanecer en el agua estancada o
barro.
2. Si se debe necesariamente permanecer en ellas
deben utilizarse medidas de protección personal como botas, guantes de
goma y ropa adecuada.
3. Control de la población de roedores con medidas de
desratización fundamentalmente en el domicilio y peridomicilio.
4. Limpieza y desinfección con hipoclorito de sodio
de áreas físicas domiciliarias.
5. Utilización de agua potable. En caso de no tener
acceso a ella, hervirla o tratarla con hipoclorito de sodio (ver
recomendaciones de tratamiento del agua al final).
6. Lavado de manos e higiene personal con agua
potable.
7. Vigilancia sanitaria de los alimentos, descartando
los que estuvieron en contacto con agua potencialmente contaminada.
8. Almacenaje y destino adecuado de la basura,
principal fuente del alimento y abrigo de los roedores.
9. Higiene, remoción y destino adecuado de excretas
humanas y animales.
10. Desinfección permanente de los caniles o locales
de crianza de animales.
11. Empleo de técnicas de drenaje de aguas libres
supuestamente contaminadas.
Si no se dispone de agua potable, trátela:
Para beber o lavarse los dientes:
Una gota de solución de hipoclorito de sodio, por
litro de agua, dejando actuar durante treinta minutos.
Para la higiene personal y el lavado de frutas y
verduras que se consumen crudas:
Una cucharadita de 5cc. (tamaño té) de solución de
hipoclorito de sodio por litro de agua, dejando actuar durante treinta
minutos.
Para lavar la ropa que haya tenido contacto con
materias fecales o aguas estancadas:
Cuatro cucharadas soperas de solución de hipoclorito
de sodio por litro de agua.
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