FMI ELOGIÓ CREDIBILIDAD DEL GOBIERNO Y SUS LOGROS ECONÓMICOS

Uruguay presenta una economía con indicadores superiores a los que ostentaba antes de la crisis financiera del 2002, dijo el Vicepresidente del FMI, Murilo Portugal, quien destacó los logros de la actual Administración en especial, la reducción del desempleo, la pobreza y la vulnerabilidad del sistema financiero.

El Jerarca visitante, agregó que la tasa de crecimiento de la economía uruguaya en los últimos 3 años fue del 7%, síntoma claro de la seriedad y sustentación y expansión que el Uruguay muestra al mundo.

Este escenario favorable de la economía uruguaya, dijo Portugal, se debe a las políticas fiscales y monetarias implementadas por el Gobierno, así como por el conjunto de reformas estructurales que están en curso.

Agregó que la tasa de crecimiento que ostenta el país es, sustentable por la expansión de la inversión y no solo por efecto del consumo, ya que en el Uruguay se verifica un notorio aumento de la inversión extranjera que alcanzó en el último año el 7% del PBI.

Afirmó que el crecimiento de la economía uruguaya, acompaña al crecimiento de la economía mundial. En ese marco el vicepresidente del FMI, aconsejó al país, continuar con el manejo prudente de la política fiscal que lleva adelante la administración Vázquez.

En su encuentro con el Presidente de la República, el Jefe de Estado uruguayo, puso al tanto al visitante, sobre los contenidos de la Reforma del Estado que está en curso y su orientación, según revelo Portugal. El alto Jerarca del FMI, añadió que todo Estado dedica un 30 o un 40% del PBI a los servicios públicos por cual es necesario que los servicios que ofrece el Estado a la sociedad, estén insertos en un marco creciente de eficiencia y calidad

En cuanto a las lecciones que esta crisis le dejó al mundo, el Vicepresidente del FMI, dijo que la crisis bancaria y financiera que padeció el Uruguay en 2002, dejó como lección a la comunidad internacional, en primer lugar, que en períodos de bonanza, es necesario vigilar atentamente los riesgos y la vulnerabilidad de la economía, en segundo término, resaltó la necesidad de que cada Gobierno tome como propias las políticas macroeconómicas que deben tener un diseño seguro y estable, que implique transitar por el mejor camino posible, lo que no sucedió en Uruguay en 2002, en tercer término, esta crisis puso sobre aviso a los organismos internacionales, los cuales aprendieron que es necesario tener flexibilidad para apoyar a los países que presentan ciclos recesivos cíclicos, para ayudar con rapidez y evitar una debacle.