DINAMA SIGUE MONITOREANDO CALIDAD DEL AGUA DEL RÍO URUGUAY

Ante la preocupación expresada por algunos actores de la sociedad uruguaya sobre la información necesaria previa al inicio del funcionamiento de la planta de procesamiento de celulosa de Botnia, la Dirección Nacional de Medio Ambiente explica cuál ha sido el proceso seguido hasta ahora. Libró, al efecto, el comunicado que subsigue.

La calidad del agua del río Uruguay ha sido controlada, históricamente, por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), organismo binacional integrado por representantes de los gobiernos de Uruguay y Argentina.

La CARU, instituida en el Estatuto del río Uruguay, suscrito por ambos gobiernos en el año 1975, diseñó y puso en funcionamiento el “Programa de Calidad de Aguas y Control de la Contaminación del río Uruguay (PROCON)” en 1987.

En marzo de 2004, los entonces cancilleres Didier Opertti y Rafael Bielsa firman el acuerdo para instrumentar el Plan de Monitoreo de la calidad ambiental del río Uruguay en el área de las plantas de celulosa (PROCEL), control que se continuó fluidamente hasta comienzos de 2006.

En febrero de 2006, días antes del inicio de una nueva campaña rutinaria de toma de muestras del río, las agencias argentinas que intervenían en el control comunican que no participarán en la campaña.

El gobierno uruguayo asumió, de cualquier manera, que era clave mantener actualizada la línea de base del río Uruguay, razón por la cual resolvió continuar los monitoreos aunque fuera unilateralmente (y a costo exclusivo de nuestro país).

La única modificación que se hizo al programa fue en los puntos de muestreo: al no participar Argentina, el monitoreo quedó restringido a las aguas jurisdiccionales nacionales.

El plan detallado de control de la gestión ambiental de Botnia –tanto antes de que comience a funcionar como en la etapa operativa—, está definido desde marzo de 2006 y publicado en el sitio web de la Dinama (la última actualización del Plan es de mayo de 2007).

También se ha dado difusión masiva a todas las campañas de control que las autoridades ambientales uruguayas han realizado en solitario, desde hace un año (http://www.presidencia.gub.uy/_Web/noticias/2006/08/2006081704.htm).

La preocupación por falta de información de línea de base –es decir, el estado ambiental del río previo al funcionamiento de Botnia— es, por tanto, injustificada. Existe información histórica de veinte años, que Uruguay sigue actualizando ininterrumpidamente.