HABLANDO DE CAMBIOS…
La presentación realizada por el Sr.
Ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori en la Comisión de
Presupuesto integrada por Hacienda de la Cámara de Diputados, el pasado
1º de junio, sintetiza de manera notable la visión y la comprobación
irrefutable de los números sobre el desempeño de la economía uruguaya y
su impacto en la vida cotidiana de la gente.
El principal
desafío que tiene el Gobierno es, como dijo el sr. Ministro, “lograr el
mejor equilibrio, a la luz del interés nacional, entre la
responsabilidad fiscal y la atención de demandas sociales que fueron
postergadas por mucho tiempo”.
De ahí que en un marco de crecimiento de la economía en todos los
terrenos, preservando la coherencia y la consistencia entre el programa
financiero y la evolución del gasto público, lo que resta de 2007, y los
próximos 2008 y 2009 serán tiempos en los que casi todo el gasto público
incluido en la rendición de cuentas 2006, tiene como destino el
fortalecimiento del gasto público social.
De la lectura del
texto del acta de esa comisión parlamentaria, surge con toda claridad
que los últimos tres años de trabajo hicieron posible una serie de
cambios notables en el funcionamiento de la economía y en las
prioridades a la hora de asignar los recursos del Estado.
La palabra del ministro deja meridianamente claro que la Rendición de
Cuentas 2006 reafirma los compromisos asumidos por el Gobierno al poner
en primer lugar a la educación, siguiendo con la implementación del Plan
de Equidad, la reforma de la Salud y mejorando la recuperación de
salarios y pasividades y la racionalización de los recursos destinados
al sector productivo, lo que supone atender las necesidades sociales sin
abandonar el principio de la responsabilidad fiscal.
Claro que no es
suficiente, claro que hay mucho para hacer, si bien, tomando otra vez
palabras del ministro Astori, en Uruguay hoy exportar es un buen
negocio, y las ventas de bienes y servicios al exterior superan los U$S
6.000 millones, hace falta mucha más exportación y mucha más inversión.
El Uruguay puede y debe hacerlo; por el bien de la gente.
A continuación va
la transcripción, tomada de la versión taquigráfica de la citada
comisión, cuya versión completa ud. puede leer en el sitio:
www.parlamento.gub.uy.
Pasen y lean.
SEÑOR MINISTRO DE
ECONOMÍA Y FINANZAS.- Vamos a hacer una presentación general del
proyecto de Rendición de Cuentas 2006, que hemos planteado sobre la base
de seis capítulos. En primer lugar se incluyen los resultados económicos
durante el transcurso de los primeros dos años de Gobierno que han
traído, como consecuencia, una mejora en las condiciones de vida de los
uruguayos.
Luego vamos a
encarar un análisis de la situación fiscal del país. En seguida
pasaremos revista a los incrementos de créditos presupuestales ya
incorporados en el Presupuesto quinquenal aprobado en diciembre de 2005.
Abordaremos de inmediato los recursos adicionales previstos para 2008 en
este proyecto de ley y, finalmente, comprobaremos la consistencia que
existe entre el programa financiero de Gobierno y la evolución del gasto
que, como ustedes recordarán, desde que presentamos el Presupuesto en el
año 2005, hemos incorporado como un requisito de la programación
presupuestal; esto es, que exista coherencia, consistencia, entre el
programa financiero y la evolución del gasto público.
¿Por qué hacemos un planteo de este tipo, dividido en
estos capítulos? Porque entendemos que no se puede plantear ni
comprender cabalmente una proyección presupuestal sin tener una buena
consideración de la situación económica del país. No son independientes
las dos cosas y no se puede hacer cualquier propuesta presupuestal con
cualquier situación económica. La propuesta presupuestal tiene que
partir de un análisis de la situación económica concebida en su conjunto
porque un divorcio entre ambas puede traer consecuencias negativas para
el país.
Entonces, partir del conocimiento de la situación
económica es un requisito muy importante.
En un régimen presupuestal como el uruguayo, no se
pueden proyectar ajustes presupuestales anuales sin tener en cuenta el
marco general que el Presupuesto quinquenal nos da. Si no tenemos en
cuenta el marco general que el Presupuesto quinquenal nos da, realmente
estamos convirtiendo un régimen de Presupuesto quinquenal en un régimen
de presupuestos anuales, que no es el espíritu de las normas
presupuestales en vigencia en Uruguay.
Con estas dos precisiones previas vamos a analizar,
en primer lugar, la situación económica del país y en particular la
evolución de la economía durante los años 2005-2006 y también lo que va
del año 2007.
Aquí estamos comenzando a ver que la economía creció
fuertemente en el bienio 2005-2006 y que este crecimiento se mantuvo
-esto es excepcional- por tercer año consecutivo por encima del promedio
del de América Latina.
En la gráfica que estamos viendo, en color verde y a
la derecha, están las cifras de crecimiento proyectado para 2007-2008
que, como después vamos a ver, incluyen una corrección al alza de las
metas originalmente formuladas.
Lo importante es que el crecimiento es
excepcionalmente alto y, como ya habíamos señalado, se ubica por tercer
año consecutivo por encima del crecimiento promedio de América Latina.
Ya hemos superado el nivel máximo previo a la crisis, como indica la
evolución que estamos viendo aquí y, al mismo tiempo, tomamos nota de
que todos los componentes de la demanda -el consumo, la inversión bruta
interna, las exportaciones- aportaron al crecimiento en el año 2006.
En cuanto a la inversión, la contribución ha sido
excepcional: 32% de crecimiento. El consumo está creciendo 8,6% por
encima del producto, y las exportaciones también están creciendo
levemente por encima del producto. Estos son promedios de año contra
año: 7,6% en términos reales. Pero toda la demanda se moviliza en esta
dinámica positiva y especialmente cobra importancia el ritmo de
evolución de la inversión bruta interna, que también es excepcional en
la historia del Uruguay.
La inversión, precisamente, continúa creciendo,
alcanzando un máximo histórico desde que se registran las cuentas
nacionales con base 1983. Allí tenemos el total de la inversión bruta
interna, desagregada, según tengamos la participación del sector privado
o del público, alcanzando una tasa de inversión bruta interna que
también es la más alta que recuerdo desde que se llevan cuentas
nacionales: 16%. Como podemos apreciar, en primer lugar, participa con
un papel protagónico importante el sector privado, pero también se
registra un incremento, tanto en 2005 como en 2006, de la inversión
pública.
La inversión en maquinaria y equipo, que es el
corazón de la inversión bruta interna, el componente con mayor capacidad
de reproducción ha sido precisamente el principal factor de expansión de
la inversión. Aquí tenemos la formación bruta de capital en maquinaria y
equipos y en construcción, porque son los dos componentes de la
inversión bruta interna fija, en porcentajes del producto, con una
franca evolución creciente desde fines de 2002-2003 en adelante.
La industria manufacturera continúa mostrando un
marcado dinamismo en los primeros meses de 2007. Venimos con una fuerza
muy grande de crecimiento en la industria; como pueden ver, estos son
los crecimientos trimestrales, excluyendo la refinería de ANCAP; este es
un dato importante para tener una imagen apropiada de la evolución de la
industria, eliminando factores distorsionantes de mucho peso. El índice
de volumen físico de 2002 es la base, y podemos señalar que en los
primeros cuatro meses de 2007 la industria manufacturera creció
aproximadamente 13% respecto del mismo período del año pasado. Esto
significa que el dinamismo que ilustra esta gráfica se mantiene con
mucha fuerza en los primeros meses de este año.
Las exportaciones también siguen marcando récords
históricos. Aquí el crecimiento de los primeros cuatros meses de 2007
fue todavía más grande que el de la industria. El crecimiento de los
cuatro primeros meses de este año respecto de igual período del año
pasado es del 17% en bienes y en servicios - lo destaco. El año pasado
Uruguay alcanzó casi US$ 6.000:000.000 de exportación, con unos US$
4.300:000.000 de bienes y más de US$ 1.300:000.000 en servicios. También
en este caso comprobamos que hay un dinamismo muy importante, que se
mantiene durante el transcurso de este año.
En ese marco, como ya adelanté, se han corregido al
alza las proyecciones de crecimiento para este año y el próximo. En esta
gráfica, precisamente, figuran los datos de 2006, en primer lugar, y las
proyecciones para 2007, 2008 y 2009 del producto bruto interno, que es
el total de las categorías que estamos analizando, que son el consumo,
las exportaciones, las importaciones, la formación bruta de capital
fijo. El producto bruto interno no es otra cosa que la agregación del
consumo privado y público, y también del saldo neto de la cuenta
comercial del país y la formación bruta de capital fijo más la variación
de existencias. Aquí simplemente estamos poniendo el acento en las
variables principales que componen el producto.
Se podrá advertir que ya estamos con metas de
crecimiento de más de 5% para 2007; habíamos arrancado con una meta de
4,6%. Y para 2008 tenemos una meta de 3,8%; habíamos arrancado con una
meta de 3%. Vamos a seguir trabajando con estas metas, sin perjuicio de
las correcciones que haya que incluir después como consecuencia del
monitoreo que continuamente hacemos de la marcha de las variables
económicas del país.
Las expectativas del sector privado son también más
auspiciosas. Acabo de compartir con ustedes las expectativas del
Gobierno, pero las del sector privado también son buenas. Acá figura la
Encuesta Selectiva de Expectativas Económicas-mediana; mediana quiere
decir que son las respuestas más frecuentes de las que hemos recibido
estadísticamente. La simple observación de las gráficas nos permite
comprobar que el sector privado tiene expectativas positivas para los
próximos años.
La cuenta corriente de la balanza de pagos, ¿qué
resume? Las operaciones del país con el exterior, tanto en materia
exportadora como importadora, como en los términos de la retribución de
los factores productivos, intereses, ganancias del capital. En ese
sentido, nos muestra una franca tendencia hacia el equilibrio, situación
que nos permite superar los largos años de déficit que peligrosamente
tenía el país, y se muestra en la gráfica con una superficie verde que
aparece por debajo del eje. Hacia 2006 también tenemos una pequeña
inclinación hacia abajo del saldo de la cuenta corriente, que está
fundamentalmente explicado por la incorporación del capital necesario
para la instalación de la empresa Botnia, que es muy voluminoso y que ha
generado importaciones de bienes muy importantes. En esto de las
relaciones con el exterior, Uruguay siempre alcanza otro nivel
excepcional en la evolución de las variables económicas; me estoy
refiriendo a los flujos de inversión del exterior que como están muy
influidos por la instalación de Botnia, los hemos separado, según
incluya o no esa inversión. De todas maneras, con Botnia la inversión
del exterior se ha duplicado por dos años consecutivos, alcanzando 7%
del producto bruto interno, cifra que para Uruguay es, a todas luces,
desconocida en su historia. El máximo histórico que Uruguay alcanzó en
largos períodos de tiempo de captación de inversión del exterior llegó
al 1% del producto; hoy estamos en 7% del producto. Si excluimos a
Botnia, que en la gráfica figura en color amarillo, dorado, percibiremos
también que la inversión sin Botnia, que es la que está en la base,
tiene una evolución francamente positiva, por la sencilla razón de que
Uruguay, por suerte, está recibiendo fuertes flujos de inversión del
exterior en todos los sectores de la economía, al menos en los sectores
que lucen con ventajas competitivas: la agroindustria, la minería, los
transportes, las comunicaciones, los servicios portuarios, la tecnología
de la información y ahora también inversiones relativas a la
biotecnología.
La fuerte captación de inversión extranjera directa
ha implicado un cambio sustancial, casi un cambio de estructura si
logramos mantenerla, en la balanza de pagos del país, reduciendo
sensiblemente la vulnerabilidad externa. ¿Cuál es la gran diferencia del
pasado respecto de este presente y, ojalá, del futuro? En el pasado
teníamos déficit de cuenta corriente, como ya vimos, financiado con
aumento de deuda. Ahora, fundamentalmente, tenemos un déficit de cuenta
corriente que está financiado con inversión directa, esto es, con
entrada de capitales no especulativos, no financieros, sino directamente
vinculados con la capacidad de acumulación reproductiva que tiene el
país. Ese es el gran cambio. Y ese es el desafío en cuanto a las
relaciones con el exterior: mantener vivo este cambio de estructura que
al país le va a hacer muy bien.
Hemos recuperado los niveles de activos de reserva, y
en particular lo hemos hecho luego del pago de nuestra deuda al Fondo
Monetario Internacional. Quiero separar dos cosas. Por un lado, la
evolución francamente creciente de las reservas que arrancaría -según la
gráfica que estamos viendo- en marzo de 2003. A partir de ese momento el
país empieza a recuperar su nivel de reservas internacionales, proceso
de recuperación que hasta hoy no ha parado, llegando a alrededor de US$
3.500:000.000 de reserva. Quiero que veamos especialmente la última
parte de esta representación, hacia la derecha, donde hay una flechita
que marca el pago al Fondo Monetario Internacional; la cancelación de la
deuda. Y fíjense que después de la cancelación de la deuda el país sigue
recuperando reservas hasta llegar al nivel que tiene hoy, ubicado
aproximadamente -como decía antes- en US$ 3.500:000.000.
El tipo de cambio real, como ustedes saben, es un
indicador que es necesario tener en cuenta cuando se conversa acerca de
temas de competitividad de la producción nacional. Advierto una vez más
que no es el único factor determinante de la competitividad; hay otros
más estructurales, más profundos, más durables, como la capacidad de
innovar, la capacidad de renovar el profesionalismo empresarial, la
capacidad de tener relaciones laborales modernas. Todo esto influye
mucho en la competitividad. Como muchas veces se habla del tipo de
cambio, digamos que el tipo de cambio nominal no es el indicador a tener
en cuenta, sino el tipo de cambio real, y aquí en un período de casi
treinta años se observa la evolución del tipo de cambio real, con
profundas caídas y también con algunos picos por encima de la base. En
todo caso, nos interesa destacar que, a nuestro juicio el tipo de cambio
real mantiene una buena correspondencia, con adecuados niveles de
competitividad del país, está muy cerca del equilibrio -para decirlo en
términos más o menos precisos- y, por supuesto, muy por encima -como lo
indica la gráfica- de los niveles previos a la crisis de 2002. Hoy
tenemos un tipo de cambio real mucho más favorable -digámoslo así- a la
competitividad que el que teníamos antes de la crisis de 2002. A
nosotros nos parece que no en balde las exportaciones del país tienen la
evolución que hemos visto. Es decir, para Uruguay sigue siendo un muy
buen negocio exportar y hacerlo a los niveles de expansión con que se
está registrando.
Este es un complemento de la gráfica anterior; la
inflación en dólares que no es lo mismo que el tipo de cambio real, sino
simplemente un indicador diferente que nos permite completar una visión
como la que nos da la gráfica que acabamos de ver. Ustedes pueden
advertir aquí que la inflación en dólares en Uruguay -esto es los
últimos doce meses cerrados en marzo de 2007; el último dato que podemos
tener al respecto- está muy alineada con la que existe en el mundo. A la
izquierda tenemos la inflación en dólares global, a escala universal,
podríamos decir así. Luego sigue la extrarregional, luego tenemos a
Argentina y Brasil. La inflación en dólares de Uruguay está
internacionalmente alineada, es un poco inferior a la que existe en
Argentina y algo superior a la que existe en Brasil. En los últimos
meses se han advertido presiones inflacionarias que son motivo de
preocupación del Gobierno. Aquí tenemos años móviles finalizados en cada
uno de los meses indicados en el eje horizontal, con el pico que tuvimos
como consecuencia de la crisis severa de 2002 y luego la evolución hasta
marzo de 2007. Se puede ver que en los primeros meses de 2007 hay un
empuje al alza, que todos conocemos y hemos visto. Adelanto que la
inflación uruguaya está bajo control, pero tiene que ser motivo de
preocupación. Una cosa es estar bajo control y otra decir que nos
despreocupamos y no miramos ningún indicador al respecto. Hay que
mirarlos todos los días y tomar las medidas necesarias como para tenerla
bajo control; esas medidas son monetarias y son fiscales. Además, en
este año en el que ha habido presiones inflacionarias circunstanciales,
también cito el impacto que la reforma tributaria va a tener con una
consecuencia de reducción de precios y de tarifas públicas. Esto ya lo
hemos conversado en otras ocasiones, y si desean podemos volver a
hacerlo.
Precisamente, esta lámina refiere a la reforma
tributaria y nos indica dos cosas. Primero, un escenario teórico de
traslado a precios. Ese escenario teórico supone que todo lo que está
contenido en la ley del nuevo sistema tributario se cumple en un 100%.
Nosotros hemos calculado que el índice de precios al consumo actual y el
índice de precios al consumo con la reforma en vigencia supone un
descenso de 1,34% en el índice general de precios; 0,57% por la baja del
IVA de los bienes de primera necesidad de 14% a 10%; 0,42% por la baja
del IVA de 23% a 22%, que es la tasa básica; 0,35% es el efecto de la
baja del COFIS y la suba del IVA en algunos ítemes. Todo ello sumado nos
permite calcular -repito: es el supuesto de que el 100% de lo que está
contenido en la reforma se cumple- una reducción de 1,34% del índice
general de precios.
Luego tomamos un escenario base del Ministerio de
Economía y Finanzas, que supone que el efecto va a ser la mitad del
teórico, porque habrá otros factores en juego que obstaculizarán un
traslado pleno a los precios de lo que contiene el nuevo sistema
tributario. Entonces, preferimos suponer que el efecto va a ser el 50%
del teórico. Es un supuesto; ojalá nos dé más del 50% del teórico. A
esto se adiciona además el impacto sobre el índice de precios al consumo
de la baja de tarifas por reducción de aportes patronales que ya
comenzamos a adelantar, como ustedes saben, a partir de hoy, 1º de
junio.
Yo quería mostrarles esto porque también juega en
cuanto a los procesos de control de la inflación en el país, junto a las
medidas monetarias que ya se han puesto en práctica, y a las medidas
fiscales, de las cuales esta Rendición de Cuentas es un ejemplo.
Ahora vamos al segundo punto. Esta situación
económica se ha traducido claramente, a nuestro juicio, en una mejora de
las condiciones de vida de los uruguayos. En primer lugar, por una
mejora notoria en el campo laboral. Ustedes saben muy bien que los
problemas de cantidad y calidad del empleo constituyeron durante los
años duros la principal polea de trasmisión de pobreza y marginalidad en
el país. Por eso este Gobierno ha puesto mucho el acento en la inversión
y en la creación de más y mejor empleo. Precisamente, lo que estamos
viendo ahora, en amarillo, es un aumento de la tasa de empleo en el país
y, en rojo, una caída de la tasa de desempleo, lográndose niveles muy
importantes desde el punto de vista histórico. Aquí estamos analizando
básicamente los últimos once años y ustedes verán que estamos en el
máximo de tasa de empleo en el período y en el mínimo de tasa de
desempleo. La creación de puestos de trabajo es el mejor indicador en
materia laboral, porque en las buenas épocas la tasa de desempleo está
muy influida por la euforia que se crea y que lleva a la gente a salir a
buscar más trabajo.Y eso influye en el cálculo de la tasa de desempleo.
A veces estamos con muy buenas tasas de empleo y, sin embargo, a la tasa
de desempleo le cuesta caer, porque cada vez hay más oferta de trabajo.
Lo contrario ocurre en las épocas malas, donde la ausencia de empleo
tiene un efecto deprimente sobre la oferta de trabajo. Hay gente que
deja de buscar empleo; hay gente que se va del país y eso hace que baje
la tasa de desempleo, pero es la peor manera de disminuir el desempleo
en el país: por disminución de la oferta. Por eso siempre el mejor
indicador es la tasa de empleo y Uruguay está con una muy buena tasa de
empleo, lo que en la gráfica que se está exhibiendo se observa en color
amarillo.
En este momento estamos observando una gráfica sobre
el empleo privado. Se trata de una gráfica muy densa pero, en todo caso,
intenta trasmitir que aumentó, prácticamente, en todos los grupos
definidos en los Consejos de Salarios. Esta es la tasa de empleo, la
creación de empleo, con aumentos espectaculares de más del 80%, como los
del complejo forestal, o del 33% en la industria química farmacéutica,
de combustibles y anexos, o con incrementos del 18% en la construcción -
estamos hablando siempre de aumentos en la creación de puestos de
trabajo-, 13% en el comercio, etcétera. Conviene aclarar que se trata
del siguiente período: primer trimestre de 2007 contra primer trimestre
de 2006.
El empleo creció en todo tipo de empresas, inclusive
en las de menor tamaño. En empresas de hasta nueve personas, el empleo
creció en más de 2% y, naturalmente, los mayores crecimientos se dan en
las firmas de mayor capacidad, por ejemplo, en las empresas de más de
cincuenta personas. Pero -esto es importante-, también se advierten
mejoras en la calidad del empleo. En este sentido, permítaseme destacar
el crecimiento de los asalariados privados. Esto está queriendo decir
que hay mayor formalidad en el país: más empleo y, además, más empleo
formal. Hay un indicador que complementamos con el primero: la caída de
los trabajadores por cuenta propia sin local que es, quizás, el mayor
indicador de informalidad que se pueda pedir. Concretamente, los
trabajadores por cuenta propia sin local cayeron un 30%, siempre
comparando el primer trimestre de 2007 con el primer trimestre de 2006.
Asimismo, hay un crecimiento del 28% en los trabajadores por cuenta
propia con local, lo que es un indicador de formalidad.
Precisamente, la informalidad continuó disminuyendo
en 2006; este es el porcentaje de empleados y obreros del sector privado
que declara no estar registrado en el Banco de Previsión Social. En este
sentido, la gráfica indica que cada vez menos trabajadores declaran no
estar cotizando al Banco de Previsión Social. Se trata de una caída
importante, de ocho puntos en dos años, pasando del 36% al 28%. La
reducción de la informalidad fue generalizada, destacándose el agro, la
construcción y el servicio doméstico. Esto involucra a todos los
sectores de la economía, pero destacamos a esos tres porque tienen una
evolución importante. Además, lo del agro es llamativo, porque por
razones de naturaleza de ese sector, siempre fue muy difícil tener un
importante porcentaje de empleo formal.
El ingreso real de los hogares mostró una fuerte
expansión en 2006. En la gráfica que estamos proyectando se pueden
advertir los decrecimientos de los años duros y los crecimientos a
partir de la recuperación del país en 2004. En 2006, el ingreso real de
los hogares llegó a 13% en localidades de cinco mil habitantes y más.
Esta es la variación real del ingreso medio de los hogares del Uruguay.
Luego, en los últimos dos años, los beneficiarios de
asignaciones familiares llegaron a casi cincuenta mil personas, de las
cuales un 60% corresponde a hogares de menores recursos. En diciembre de
2006 hay un total de más de 47.500 asignaciones familiares en cuanto al
incremento que estamos señalando. Los hogares de menores recursos son
los que menos participan de este aumento; en concreto, son 28.500, y el
resto son 19.000.
Quiero señalar que este indicador es importante por
algo en especial que todos conocemos: el desgraciadamente alto
componente de pobreza infantil que hay en Uruguay. Después vamos a
analizar los indicadores de pobreza, pero cuando los medimos respecto a
la población infantil, aumentan en forma notable. Por eso el apoyo a
este sector, que ahora va a aumentar como consecuencia de la puesta en
práctica del Plan de Equidad, es especialmente importante para construir
mejores condiciones de equidad social en el país.
Precisamente vamos a eso: a la reducción del
porcentaje de población en situación de pobreza e indigencia. Adviértase
que, en términos generales, el Instituto Nacional de Estadística y la
CEPAL - que tienen metodologías distintas- coinciden en exhibir una
reducción de cuatro puntos en la pobreza. Quiere decir que Uruguay tiene
aproximadamente 120.000 pobres menos hoy que hace dos años y algo y la
indigencia se ha reducido casi a la mitad.
De manera que nuestro país tiene al menos cuarenta y
cinco mil indigentes menos hoy que hace dos años. De todas maneras,
estos porcentajes de pobreza e indigencia se ven notablemente aumentados
cuando los medimos respecto a la población infantil, de cero a cinco o
seis años. Por ejemplo, según nuestro Instituto, hoy tenemos un 25% de
pobreza, pero en el sector infantil llega a 46% o 47%; por eso hay que
focalizar nuestras políticas en el terreno social, cada vez más hacia la
población de menor edad.
Sobre estas bases, analicemos ahora la situación
fiscal del país propiamente dicha para pasar luego a las propuestas
presupuestales. No se pueden entender bien estas propuestas si no
partimos, ya no solo de la economía en su conjunto, sino de la situación
fiscal en particular.
Cuando el año pasado nos reunimos aquí mismo, en esta
Sala, para discutir un tema similar, estaban en marcha procesos que
determinaron que los ingresos del sector público se vieran afectados
como consecuencia de la crisis energética. Aquí tenemos, en primer
lugar, los ingresos del sector público no financiero, precisamente,
denotando ese impacto negativo de la crisis energética. Por un lado,
están las mejoras de recaudación en las agencias de administración
tributaria y, por otro, las consecuencias de ese impacto negativo en la
participación de empresas públicas y en particular de la UTE, porque
hubo un sobrecosto energético notable. En la parte inferior izquierda de
la gráfica que estamos observando figura el total de empresas públicas,
que es negativo y a la derecha se explica a qué se debe. Se debe a la
UTE, básicamente, al sobrecosto energético tremendo que se debió pagar y
que llegó a más de US$ 240:000.000. Esto afectó la situación fiscal del
año pasado y le exigió al país un esfuerzo importante para que, de todas
maneras, se cumplieran las metas fiscales. El manejo prudente del gasto
público, sin descuidar los compromisos asumidos en materia de
recuperación salarial y de pasividades - desde ya adelantemos que el
gran desafío es articular la responsabilidad y la prudencia fiscales con
la atención de demandas postergadas durante mucho tiempo- nos permite
tener esta evolución del gasto primario del sector público no
financiero, como porcentaje del producto bruto interno. En la gráfica se
puede observar en rojo el gasto primario corriente y en verde el gasto
primario total; por supuesto que hay una evolución muy cuidadosa.Esto es
un porcentaje sobre el producto, y ni qué hablar que manteniendo niveles
inferiores a los que el país tenía a comienzos de los años 2000,
situación fiscal grave, que no fue ajena a la explosión de la de la
crisis de 2002, con déficit consolidados globales de aproximadamente 4%.
Estas eran las cifras corrientes a principios de los años 2000.
Hoy tenemos un gasto público, con relación al
producto, muy inferior y tenemos que hacer el esfuerzo por mantenernos
dentro de ese nivel. Esto es lo que permitió cumplir con las metas
fiscales previstas en el programa financiero a pesar del impacto
negativo del sobrecosto energético. En la gráfica podemos ver en rojo el
resultado primario antes del pago de intereses y en verde el resultado
global. Vemos cifras de un resultado primario coherente con nuestro
programa y, al mismo tiempo, una tendencia notoria al equilibrio fiscal
que tiene que seguir siendo una meta de los uruguayos y, a mediano plazo
y a medida que vayamos pudiendo, una aproximación a una situación fiscal
que nos permita -como muchas veces lo hemos dicho acá- tener un ahorro
capaz de prever situaciones difíciles en el futuro. Esto es lo que
muchas veces hemos llamado política contracíclica a la cual, en un país
como Uruguay, solo podemos aproximarnos con mucha lentitud; pero el
primer paso es lograr el equilibrio fiscal. Ojalá que cuando estemos
terminando este período de Gobierno tengamos equilibrio fiscal
consolidado global. Este año vamos a tener 0,4% de déficit fiscal y hay
que seguir avanzando hacia el equilibrio para después, en un futuro
ojalá cercano, empezar a hablar de ahorros fiscales netos para preparar
al país.
El salario real de los funcionarios del Gobierno
Central creció un 10,6% en el bienio 2005-2006. En la gráfica se puede
ver claramente despegada del resto una barra de color verde que
significa la acumulación de incremento salarial público 2005-2006, que
era, por supuesto, una decisión en línea con las metas que acordamos al
respecto, que suponían la recuperación de lo perdido durante la crisis
en el transcurso de este período de Gobierno. En el año 2007 se estaría
cumpliendo el 90% de esa meta, es decir el 90% de recuperación de la
pérdida salarial durante la crisis, como lo está indicando esta gráfica.
Me animo a anticipar que en el año 2008 vamos a llegar al 100% y, por lo
tanto, vamos a cumplir la meta fijada para todo el período de Gobierno
un año antes.
El aumento salarial otorgado por este Gobierno en
tres años de gestión es el mayor desde el retorno a la democracia. Se
puede observar, desde 1985 en adelante, la variación por período de
Gobierno en base a índices promedio anuales. El incremento salarial
decidido e implementado en el bienio comprendido entre 2005 y 2007 es el
mayor desde que el país retornó a la democracia.
Las transferencias a los Gobiernos Departamentales es
otro desafío fiscal importante. Se han incrementado de manera
sustantiva. Estos son los pagos a las Intendencias por el
artículo 214 de la Constitución y el Fondo de Desarrollo del
Interior en millones de dólares. Sin contar los suplementos que vamos
-ojalá- a aprobar como consecuencia de este proyecto de Rendición de
Cuentas, estamos volcando a las Intendencias US$ 190:000.000 al año, y
lo que es más importante: los estamos pagando, no los quedamos debiendo.
Los pagamos en tiempo y forma de modo que los gobernantes municipales
puedan hacer sus programas y sobre la base de esos recursos, cumplir con
las necesidades de los departamentos. Si algo necesitan los Gobiernos
Departamentales, entre otras cosas, además de recursos, es que se les
pague lo que se les debe en tiempo y forma y que esos recursos lleguen
con seguridad a las arcas de cada Gobierno Municipal.
Estamos achicando deuda flotante del Estado. Cuando
la deuda flotante es alta siempre hace que el Estado compre mal, pague
caro y, en muchos casos, se deteriore la calidad del producto que se
adquiere. Achicar la deuda en la medida que se vaya pudiendo -como lo
registra claramente esta gráfica, que muestra que desde diciembre de
2003 se empezó a achicar la deuda flotante del Estado; la tendencia ha
continuado y la vamos a seguir-, trae para el Estado mejores condiciones
de adquisición. Si ello lo complementamos con un buen régimen de compras
-en lo que estamos trabajando con la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto-, seguramente vamos a ahorrar mucho dinero de todos los
uruguayos.
La inversión del Gobierno Central aumentó
significativamente. Lo que se aprecia en la gráfica son millones de
dólares corrientes: lo que está en verde corresponde al Ministerio de
Transporte y Obras Públicas, en rojo al Ministerio de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en celeste al Ministerio de
Educación y Cultura y el resto está comprendido en la franja amarilla
que está en la parte superior de la barra.
Hay una clara tendencia al aumento de la inversión
pública del Gobierno Central porque hay volúmenes crecientes de
inversión pública en las empresas públicas y en ámbitos de no
contabilización presupuestal, como ya lo hemos visto en otras ocasiones
al presentar la propuesta presupuestal del Gobierno.
Quiero recordar solamente en palabras algunas
inversiones: la interconexión eléctrica de UTE con Brasil; la apertura
del ferrocarril a la asociación con privados que está en pleno proceso;
la sexta línea de bombeo de OSE. Por supuesto son todas cifras que no
están en la gráfica que acabo de mostrar, que corresponde solo al
Gobierno Central. Otra inversión es la vial, que se está realizando en
el marco de la Corporación Vial, Ministerio de Transporte y Obras
Públicas, Corporación Nacional para el Desarrollo, que no aparece en los
números presupuestales, pero es inversión pública y está poniendo en
juego un volumen de recursos muy importante.
Para entrar en la materia presupuestal propiamente
dicha, además de la situación económica del país y, en particular, la
situación fiscal, tenemos que recordar lo que ya está dispuesto para el
año que viene por la Ley de Presupuesto. La Ley de Presupuesto es una
ley quinquenal, es el marco general en el cual tenemos que considerar
nuestra propuesta presupuestaria para este año porque no tendría ningún
sentido pasar directamente a incluir las modificaciones sin tener en
cuenta la base, y la base nos dice lo siguiente. Los aumentos previstos
en la Ley de Presupuesto y en la Rendición de Cuentas 2005 -esta es la
del año pasado- ya implicaban una significativa mejora en las áreas
prioritarias. ¿Cuáles son esas áreas? Educación, salud, seguridad
pública e infraestructura.
En la gráfica pueden observar los incrementos de
créditos 2009 versus 2004 en millones de dólares corrientes,
destacándose enormemente la Administración Nacional de Enseñanza
Pública, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio del Interior, el
Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el INAU y la Universidad de
la República, que responden a las prioridades que se trazaron ya en el
año 2005 como consecuencia de la presentación de la Ley de Presupuesto.
Esta es la distribución de los recursos adicionales que prevé la Ley de
Presupuesto 2009 versus 2004. En la gráfica pueden apreciar el amplio
dominio de la Administración Nacional de Enseñanza Pública con 36% de
ese incremento, luego se puede ver, por ejemplo, el Ministerio de Salud
Pública con 12%, la Universidad de la República con 8%, el Ministerio
del Interior con 11%, el INAU con 4%, el Poder Judicial con 4% y el
resto, que son todos los demás Incisos, con 25%. Pero acá también vemos
claramente establecidas las prioridades.
El Plan de Emergencia -que está finalizando este año-
fue concebido como un programa transitorio que termina en 2007.
Estas son las cifras de ejecución y de créditos
presupuestales, en dólares, del Ministerio de Desarrollo Social.
Precisamente, ustedes ven la declinación que tiene el Plan de Emergencia
hasta que desaparece. En 2007 se incluye una estimación del refuerzo
necesario para la transición hacia el Plan de Equidad. En palabras
simples, esto significa que no vamos a terminar el Plan de Emergencia en
un mes del segundo semestre, vamos a llevarlo hasta fin de año y a
partir del próximo año comenzamos con el llamado Plan de Equidad. Por
eso hicimos una transición entre uno y otro de modo de poner el límite
en el fin del año 2007.
Los recursos que se liberan en 2008 por la
finalización del Plan de Emergencia son absorbidos prácticamente en la
misma cantidad por la Educación Pública. Esta es la gráfica que nos
permite comprobar eso. A la izquierda figura la caída del Plan de
Emergencia, US$ 88:000.000 básicamente. Lo primero que figura a la
derecha es el aumento de la Educación Pública; solamente incluye
Administración Nacional de Educación Pública y Universidad de la
República. Se trata de más de US$ 100:000.000, que es lo que está
aumentando el presupuesto de la Educación Pública en estas dos
instituciones. Nosotros creemos que también hay educación pública en
otras instituciones, pero no voy a entrar en esta discusión ahora; lo
que corresponde decir es que solamente ANEP y la Universidad estarán
aumentando su presupuesto en más de US$ 100:000.000 para el año 2008.
Sin embargo, también debo decir que en 2007 aumenta en US$ 100:000.000
su presupuesto, con lo cual, si sumamos los dos años, el incremento de
la Educación Pública es US$ 200:000.000: US$ 100:000.000 en 2007 y US$
100:000.000 en 2008.
También podemos ver cómo aumentan los recursos
presupuestales de los demás Incisos. Figuran incrementos de los
Ministerios de Salud Pública, de Defensa Nacional, del Interior, de
Transporte y Obras Públicas, del Instituto de la Niñez y la Adolescencia
y del resto. De cualquier manera, la gran protagonista de lo que se
había previsto en el Presupuesto para 2008 es la educación, sin lugar a
discusión alguna. Se podrá discutir si esta cifra debería ser mayor o
menor, pero de que es la gran protagonista no hay ninguna duda, como lo
están viendo aquí.
Vamos a ver ahora los recursos adicionales para 2008,
el espacio fiscal que propone este proyecto de ley de Rendición de
Cuentas. Veremos los criterios para la elaboración de esta Rendición de
Cuentas desde el punto de vista fiscal, habida cuenta -valga la
redundancia- de lo que apreciamos hasta ahora. En primer lugar -no nos
cansaremos nunca de decirlo-, está la responsabilidad fiscal. Este país
tiene que ser responsable cuando proyecta su gasto público. Tiene que
haber consistencia entre el programa financiero y el Presupuesto; lo
vamos a ver al cerrar esta exposición. Asimismo, tiene que haber un
manejo prudente del gasto público. Tiene que haber una reducción del
endeudamiento del Estado uruguayo. Son tres criterios de responsabilidad
fiscal. Tiene que haber consistencia macroeconómica. No se pueden hacer
proyecciones presupuestales sin que esto resulte coherente, ya no solo
con el programa financiero, sino también con la evolución de la
inversión, con la inserción internacional del país, con todo el manejo
de la política macroeconómica. Tiene que haber transparencia en la
generación y utilización de los recursos públicos. El país tiene que
saber -como lo hemos dicho muchas veces- en forma creciente a qué dedica
los recursos de toda la sociedad y quienes reciben estos recursos tienen
que rendir cuentas por ello; tienen que mostrar en qué los usaron y qué
resultados obtuvieron porque es toda la sociedad uruguaya la que está
volcando recursos para esas actividades.
Además, debemos tener una clara prioridad de los
gastos sociales, articulándola con la responsabilidad fiscal. Si yo
tuviera que expresar, como Ministro de Economía, cuál es el principal
desafío que actualmente tiene nuestra Cartera en el Uruguay, no
vacilaría en decir: lograr el mejor equilibrio, a la luz del interés
nacional, entre la responsabilidad fiscal y la atención de necesidades
que nadie puede discutir porque son necesidades absolutamente legítimas.
El gran desafío es equilibrar las dos cosas y hay que ir poco a poco,
para decirlo en términos claros, hay que ir con prudencia, avanzando
gradualmente. Por eso la Rendición de Cuentas es uno de los principales
instrumentos de la política fiscal. Las medidas que se definen en el
área presupuestal terminan afectando el funcionamiento de la economía y
las condiciones de vida de los uruguayos. La Rendición de Cuentas debe
contribuir, por un lado, a la estabilidad económica y al crecimiento. En
cuanto a la estabilidad, me refiero a la de los precios, por ejemplo.
Hoy decíamos que además de las medidas monetarias es fundamental
trabajar con la herramienta fiscal para mantener la inflación bajo
control. Eso es estabilidad y crecimiento y, desde luego, debe
contribuir a la estabilidad social, sin la cual el desarrollo sostenido
no existe. El desarrollo sostenido exige crecimiento, estabilidad fiscal
y financiera así como externa, pero también -fundamental e,
imprescindiblemente- estabilidad social.
Por eso, desde el primer punto de vista, el
mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos y la reducción de la
vulnerabilidad fiscal y financiera son condiciones fundamentales. Y
desde el segundo punto de vista, financiar las necesidades del plan de
Gobierno y atender gradualmente las demandas sociales, también son
requisitos imprescindibles.
La lógica presupuestal de este Gobierno puede ser
planteada en estas tres reflexiones. En primer lugar, la Ley de
Presupuesto, con su aumento de créditos 2006-2009, consistente con los
recursos proyectados en función del escenario macroeconómico previsto en
ese momento, constituye la base de nuestro análisis. Por eso, antes de
la Rendición de Cuentas de este año, quisimos recordar lo relativo al
Presupuesto.
El manejo financiero 2005-2007 supone que se han
respetado estrictamente todos los créditos presupuestales, asegurando el
financiamiento de los créditos aprobados. Si me perdonan, quiero
detenerme un minuto más acá. Es importante tener un buen Presupuesto que
equilibre todos estos conceptos, pero tan importante como eso es cumplir
con ese Presupuesto, que los créditos que este Parlamento aprueba se
cumplan y que así como las Intendencias reciben US$ 190:000.000 al año
puntualmente, todos los componentes de la Administración Pública reciban
y tengan sus créditos presupuestales cuando los necesitan. Y este
Gobierno se propone cumplir con el Presupuesto aprobado. Apunta a lograr
el mejor Presupuesto posible, pero además a cumplirlo, no topearlo, no
distorsionarlo por la vía de diversos mecanismos entre los cuales está
la desestabilización, a la que el país recurrió lamentablemente en
muchas ocasiones para vaciar de contenido un Presupuesto votado por el
Parlamento. Nosotros tenemos que evitar eso. Reitero que tenemos que
aprobar el mejor Presupuesto posible para el Parlamento, teniendo en
cuenta la propuesta del Poder Ejecutivo, pero tenemos que cumplirlo y
hacer que no haya ni distorsión ni vaciamiento alguno respecto de lo que
se votó.
Y a medida que se generan recursos adicionales, en
cada etapa de ajuste presupuestal anual, estos se van incorporando para
fortalecer las áreas prioritarias del Gobierno. El Gobierno va viendo
cómo marcha la economía y cómo está la situación fiscal y decide
proponer al Parlamento, cómo podemos mejorar lo relativo a las demandas
que existen y que existirán por mucho tiempo. Todavía estamos lejos de
lograr situaciones que están lejos de ser las ideales en cuanto a las
demandas, en salud, en educación, en vivienda y en seguridad pública.
Entonces, en función de la marcha de la economía y de estos criterios
vamos viendo en cada ajuste anual cómo nos podemos acercar a la
satisfacción de esas demandas que nadie discute porque son absolutamente
legítimas.
En esta Rendición de Cuentas se abre un espacio
fiscal adicional, que es el resultado de cuatro factores. Estos son los
factores genuinos que nos permiten compatibilizar la responsabilidad
fiscal con la atención de nuevas demandas sociales.
En primer lugar, crecimos por encima de lo previsto.
Ese es el principal recurso genuino al que podemos apelar.
En segundo término, tenemos metas más exigentes -que,
dicho sea de paso, se cumplen- de reducción de niveles de evasión e
informalismo. Esta no es una hipótesis irresponsable, sino que está
avalada en la evolución permanentemente creciente del combate a la
evasión, de la eficiencia de la recaudación y de la reducción del
informalismo. Por lo tanto, a nuestro juicio es una hipótesis de recibo.
Podemos establecer metas más exigentes, y es lo que estamos haciendo.
En tercer lugar, luego de un proceso de recuperación
importantísimo que se verifica en tres indicadores -recuperación de
depósitos, caída de la morosidad y recuperación patrimonial- vamos a
utilizar, en común acuerdo con las dos instituciones mencionadas, Banco
de la República y Banco de Seguros del Estado, una proporción cuidadosa
de las utilidades que estas instituciones deben remitir al accionista,
que somos todos nosotros, para financiar gasto público en su área de
gasto no permanente. Estos ingresos son eventuales y no pueden financiar
gasto permanente debido a que se originaría un descalce o un
desequilibrio que podría traer consecuencias negativas para el país. En
el gasto público uruguayo hay un gran componente de gasto permanente,
que es lo que lo hace rígido, pero también hay gastos no permanentes.
Por lo tanto, podemos vincular o enchufar una cosa con la otra en la
utilización prudente de ingresos eventuales como este. No sé si el año
próximo estos Bancos van a tener el mismo monto de utilidades que
tuvieron el año pasado -ojalá los tenga, o más, porque eso es bueno para
el Estado y para las finanzas públicas-, pero no podemos comprometer
ingresos con un grado de contingencia importante para financiar gastos
permanentes. Por eso hay que manejar esto con mucho cuidado.
En cuarto término, hay algo que es una buena noticia
para el país. Los criterios de administración de la deuda pública nos
han traído un considerable ahorro de intereses, lo que nos permite
cumplir la misma meta fiscal reduciendo, también moderadamente, el
superávit primario. Teníamos previsto un superávit primario del 4% pero,
dada la caída que ha tenido el pago de intereses de la deuda pública
como consecuencia de la administración que hemos hecho, podemos reducir
el primario moderadamente sin afectar el resultado fiscal global.
Cuando un país -déjenme que diga esto, ya que
últimamente estamos muy acostumbrados a discutir estos temas, inclusive
en el Parlamento- está muy exigido por su deuda importa más el superávit
primario que el resultado global. Cuando un país aligera
convenientemente sus compromisos de la deuda, que es donde se encuentra
hoy el Uruguay, importa mucho más el resultado global que el primario.
Vamos a tener que acostumbrarnos a hablar no tanto de resultado
primario, sino de resultado final para llegar al equilibrio fiscal,
porque la carga de intereses ya no es del peso que el país tenía antes.
Ahora es mucho menor -ya lo vamos a ver en cifras- y, por lo tanto, nos
habilita a tener esencialmente en cuenta el resultado global y no el
primario.
El crecimiento por encima de lo previsto es el primer
factor de financiamiento genuino del espacio fiscal adicional. En la
primera fila ustedes tienen las cifras que estaban en el Presupuesto
Quinquenal. El crecimiento previsto era del 4% en 2006, del 3,5% en
2007, del 3% en 2008 y del 3% en 2009. Esto es lo que presentamos en el
Presupuesto hace más de dos años. Luego tienen las cifras de la
Rendición de Cuentas del año 2005. Ahí ya teníamos metas un poco más
ambiciosas, sobre todo para 2006 y 2007. Después aparecen las cifras del
Comité de Coordinación Macroeconómica -Banco Central y Ministerio de
Economía y Finanzas-, que es la aplicación en la práctica de lo que
estamos proponiendo en la nueva Carta Orgánica del Banco Central pero
que ya funciona, porque nos reunimos con ese organismo a discutir estos
temas. Las cifras de crecimiento son del 6,8% para 2006 y del 4,5% para
2007, siempre con correcciones al alza. Finalmente, lo que estamos
presentando hoy es producto de una nueva corrección al alza para 2007 y
2008. Obviamente, en 2006 se creció por encima de todas las metas,
incluida la del Comité de Coordinación Macroeconómica de diciembre de
2006. Ese año el crecimiento fue del 7%. Luego tenemos las correcciones
para 2007 y 2008 que proponemos en este proyecto de ley de Rendición de
Cuentas. Esto nos aporta US$ 50:000.000 para financiar el espacio fiscal
adicional. Me refiero al crecimiento del año 2006.
En cuanto a las metas más exigentes de reducción de
evasión respecto a lo previsto en la Ley de Presupuesto y a las metas de
mejora de la eficiencia recaudatoria de la Dirección General Impositiva
en porcentajes del Producto Bruto Interno tenemos lo siguiente. La
primera línea es lo que estaba en la Ley de Presupuesto. La segunda
línea es lo que está en el requerimiento adicional de la Rendición de
Cuentas del año 2006. La tercera línea son las metas ajustadas al alza,
que nos permitirán tener un aporte adicional de US$ 30:000.000.
El tercer factor es la remisión de utilidades de la
banca pública, concretamente del Banco de la República y del Banco de
Seguros del Estado. Ustedes tienen a la izquierda los fundamentos
conceptuales, la política de remisión de utilidades de los bancos
públicos a su accionista que, en definitiva, somos todos los que
integramos el Estado uruguayo. El mantenimiento de niveles patrimoniales
elevados de ambas instituciones no compromete en absoluto el nivel
patrimonial, como se podrán imaginar. Se respetan las normas
prudenciales del Banco Central del Uruguay que, por cierto, son muy
exigentes.
Finalmente, se prevé retirar menos del 50% de las
utilidades generadas en el Ejercicio 2007. En el Ejercicio 2006, el
Banco de la República generó US$ 116:000.000 y el Banco de Seguros del
Estado US$ 15:000.000. Se muestran los indicadores de solvencia, el
patrimonio y la responsabilidad patrimonial neta sobre la
responsabilidad patrimonial mínima. Se llega a casi dos veces ese
cociente. En este momento el patrimonio del Banco de Seguros del Estado
está ubicado en US$ 139:000.000.
Pasamos al mantenimiento de la meta de resultado
global con menor superávit primario. Como decía, la caída de intereses
nos permite tener menores exigencias de primario para mantener el mismo
resultado fiscal global. La primera línea es lo que contenía la Ley de
Presupuesto y la segunda línea es lo que se propone en el proyecto de
Rendición de Cuentas 2006, pasando el primario de 4% a 3,8%, rebajando
una décima de punto en el resultado global, que pasaría de 0,5% de
déficit a 0,4%.Estos recursos nos permiten disponer de US$ 45:000.000
más para financiar el espacio fiscal adicional.
Este es un resumen de los cuatro factores adicionales
de financiamiento, que totalizan US$ 185:000.000. Precisamente por eso
estamos abriendo un espacio fiscal adicional de US$ 185:000.000 que,
unidos a los US$ 100:000.000 ya previstos por disposiciones legales
anteriores -Presupuesto y Rendición de Cuentas 2005-, totalizan una
ampliación del gasto público para 2008 de aproximadamente US$
285:000.000.
¿Cuáles son los destinos de los US$ 185:000.000, es
decir, de los adicionales en esta Rendición de Cuentas? En primer lugar,
dos destinos que los señores Representantes están discutiendo en el
Parlamento y que nosotros tenemos la obligación de financiar. Por un
lado, el ingreso de funcionarios de la Administración Central al Fondo
Nacional de Salud, lo cual totaliza alrededor de US$ 20:000.000. Por
otro lado, el ingreso de los hijos menores de 18 años y del resto de los
funcionarios públicos al Sistema Nacional de Salud, lo que insume un
costo fiscal de US$ 52:000.000. Entonces, en estos destinos tenemos
comprometidos US$ 72:000.000 de los US$ 185:000.000.
Luego, como destino importante adicional de los
recursos que estamos agregando, tenemos US$ 70:000.000 para el Plan de
Equidad, cuyo funcionamiento coordinará el Ministerio de Desarrollo
Social a partir del año que viene.
Los componentes de estos US$ 70:000.000 son cinco.
Por un lado, está la modificación del régimen de asignaciones
familiares, que va a mejorar la evolución de la curva de crecimiento de
las asignaciones familiares que veíamos hoy. Por otro lado, tenemos la
asistencia a la vejez en peores condiciones de pobreza. También están el
Programa de Trabajo Protegido, el apoyo alimentario con tarjeta
alimentaria -muy vinculado con la experiencia que a se hizo en el plan
de Emergencia-, y el Programa de Integración e Inclusión Social y
Atención a la Discapacidad. Las cifras son las siguientes: US$
40:000.000 para asignaciones familiares -es el destino más importante-,
US$ 2:000.000 para asistencia a la vejez, US$ 6:000.000 para el Programa
de Trabajo Protegido, US$ 16:000.000 para el apoyo alimentario con
tarjeta alimentaria y US$ 6:000.000 para el Programa de Integración e
Inclusión Social y Atención a la Discapacidad.
Algunos recursos se canalizan a través de otros
Incisos; por eso hablaba de coordinación por parte del Ministerio de
Desarrollo Social. Por ejemplo, los US$ 6:000.000 del Programa de
Trabajo Protegido se canalizan a través del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social.
(Interrupción del economista Lorenzo)
——Perdón; cometí un error. Se trata de otros US$
6:000.000 que se agregan a los anteriores y que no están incluidos en
los US$ 70:000.000; disculpen mi equivocación.
Se trata de dos programas de trabajo: uno es el de
Trabajo Protegido, que está en la lista inicial y, otro, se canaliza a
través del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en el proyecto
Uruguay Productivo-Fomento al Empleo Formal, financiado con cargo a lo
dispuesto en el artículo 120 de la
Ley Nº 18.046.
Luego están los recursos canalizados a través de ANEP,
que tienen que figurar en su presupuesto. Me refiero a los proyectos de
inclusión educativa y social -allí están el programa de Maestros
Comunitarios y el de Aulas Comunitarias-, por US$ 8:000.000, que se
agregan -por eso les decía que cometí un error anteriormente- a los US$
70:000.000, totalizando un monto de US$ 84:000.000, con destino a la
equidad, que se contabiliza, y aparece asignado en el programa
presupuestal de otros Incisos.
También tenemos otros gastos prioritarios por US$
43:000.000, para llegar a los US$ 185:000.000 que propone esta Rendición
de Cuentas. Hay una larga lista de asignaciones que incluye una
modernización tecnológica para el Ministerio del Interior; el Plan
Ceibal, que es el plan de computadoras para los niños; el Programa de
Apoyo a la Cohesión Social y Territorial en el marco de la Oficina de
Planeamiento y Presupuesto; la primera etapa de apoyo a las Intendencias
para el alumbrado público -a esto debemos agregar los US$ 190:000.000
que hoy planteé como apoyo a las Intendencias-; la modernización de las
aduanas -el año pasado les anuncié que este sería el año de reformas en
este sentido y estamos completando su formulación en los plazos
previstos-; la dedicación exclusiva de los inspectores de trabajo del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; el programa de fortalecimiento
del Instituto Nacional de Estadísticas; el programa que se localizará en
el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular -esto significa un avance
tecnológico formidable para el país y, junto con el Instituto Pasteur,
coloca a Uruguay en los primeros niveles del mundo en la investigación
en esta materia-; el convenio de asistencia técnica con el Banco
Mundial, que pone en marcha programas en los ámbitos de la Oficina de
Planeamiento y Presupuesto, el Banco de Previsión Social, el Banco
Central y el Ministerio de Economía y Finanzas; el Ministerio de
Ganadería, Agricultura y Pesca con programas complementarios a otros que
vamos a detallar enseguida; la Agencia de Gobierno Electrónico, en el
marco de la Presidencia de la República, y otros destinos de menor
importancia. Todos estos destinos totalizan US$ 43:000.000, encuadrados
en las prioridades presupuestales que se trazó el país a partir de 2005.
Quiero mostrarles a ustedes la evolución que tienen
algunos destinos presupuestales, incluyendo estos recursos adicionales.
Entre 2004 y 2009, la Administración Nacional de la
Enseñanza Pública aumentaría su presupuesto en dólares un 126%. Reitero:
126% de incremento presupuestal en dólares en cinco años; es decir que
está más que duplicándose. Fíjense ustedes la distribución de este
incremento: en la base están las inversiones, luego los gastos de
funcionamiento y, después, los salarios, que tienen una evolución
francamente creciente. Aclaro que no dije "suficiente"; dije
"francamente creciente".
La Universidad de la República tendrá una evolución
muy similar a la anterior. Aquí el aumento es de 122% en dólares, y
también muestra un aumento en inversiones, en gastos de funcionamiento y
en salarios.
Luego tenemos los créditos presupuestales para el
Instituto de la Niñez y la Adolescencia, cuyo incremento en dólares es
de 115%, que se distribuye de la siguiente manera: una pequeñísima parte
para inversiones, una parte más importante para gastos de funcionamiento
y el resto para incremento de retribuciones.
El incremento en el Ministerio de Salud Pública de
2009 respecto a 2004 será de 103%, o sea que se produce más que una
duplicación. En todos los ejemplos que estoy enumerando se supera la
duplicación de los créditos presupuestales en moneda extranjera, con la
misma división de destino del gasto.
En el Ministerio del Interior el incremento es de
103% -o sea que también se produce más que una duplicación-, y se divide
de la forma en que ustedes pueden observar.
En el caso del Ministerio de Transporte y Obras
Públicas el incremento es de 69%, cuyo mayor componente, obviamente, son
las inversiones. Pero aquí lo que hay que tener en cuenta es que gran
parte de la inversión pública se canaliza por fuera del Ministerio de
Transporte y Obras Públicas. Son las empresas públicas e inversiones del
propio Ministerio de Transporte y Obras Públicas que se canalizan vía la
Corporación Vial del Uruguay y no aparecen en el Presupuesto por las
características de las normas en vigencia, pero de las cuales damos
cuenta en el material que ustedes tienen, donde están estimados los
montos de inversión al respecto.
Aquí tenemos una evolución de los créditos
presupuestales del Ministerio de Desarrollo Social. Esta es la ejecución
de los créditos presupuestales, incorporando los aumentos previstos en
la Rendición de Cuentas. En el 2007 se incluye una estimación de
refuerzo necesario para la transición del Plan de Equidad hasta su
desvanecimiento total.
En 2008 y 2009 se está mostrando, por un lado, el
incremento previsto en la Rendición de Cuentas para el Plan de Equidad,
que es lo que está encerrado en esa llave y, por otro, los créditos
presupuestales normales del Ministerio. Recuerden que hay una importante
fracción de los créditos destinados al Plan de Equidad que no están acá
porque no pueden figurar en este Inciso.
En resumen, este es un estado de origen y destino de
los fondos adicionales previstos para 2008; arriba están las fuentes
-que ya hemos discutido-, los cuatro factores y, abajo, están los
destinos. En definitiva, los grandes protagonistas son la salud y el
Plan de Equidad, que absorbe una parte muy importante de los recursos
adicionales. Les recuerdo que el Presupuesto ya había previsto un enorme
volumen de recursos para la educación pública que no aparecen aquí
porque no forman parte del espacio adicional, pero que ya están en el
Presupuesto aprobado por el Parlamento.
En esta Rendición de Cuentas entonces se incorporará
financiamiento para un conjunto de programas vinculados al desarrollo
productivo, entre ellos un fondo para proyectos de renconversión de
empresas, recursos adicionales para la Agencia Nacional de la Innovación
e incentivos fiscales a la contratación de mano de obra. Dichos gastos
no tienen impactos sobre el resultado global, dado que se financian con
los ahorros de la revisión que el Ministerio anunció hace pocos días
acerca de la devolución de impuestos indirectos. Se trata de un volumen
de recursos que no se va a otorgar al sector productivo por la vía de la
devolución de impuestos, sino por la vía de otros programas. Estamos
ajustando la devolución de impuestos para que sea devolución de
impuestos. Luego, ponemos en práctica una serie de programas adicionales
en apoyo al sector productivo siguiendo el criterio de la transparencia.
Tenemos que saber qué estamos dando al sector productivo. No podemos
decir que estamos devolviendo impuestos cuando no estamos devolviendo
impuestos. Si estamos subsidiando, tenemos que saber qué estamos
subsidiando, cuánto destinamos, para quién y para hacer qué, y le
tenemos que pedir al beneficiario que rinda cuentas de los recursos que
le damos. Por eso, en primer lugar, tenemos US$ 27:000.000 que provienen
de esta readecuación de la devolución de impuestos y que, como se dice
allí, supone la reducción del monto de certificados de devolución de
impuestos indirectos, que es el resultado neto de ajuste de tasas y
acortamiento de plazos. Porque una parte de la medida anunciada es
acortar los plazos de la devolución de impuestos, lo cual obviamente a
las empresas les conviene. El destino de estos US$ 27:000.000, en primer
lugar, es la implantación del Sistema de Información y Registro Animal,
la trazabilidad. El objetivo de este programa es tener la trazabilidad
del ciento por ciento de los terneros nacidos en este país. Uruguay será
el primer país de América Latina en tener este sistema y el sexto en el
mundo, lo cual va a potenciar enormemente la producción y el comercio
exterior de la carne uruguaya.
Vamos a fortalecer la Agencia Nacional de
Investigación e Innovación que depende del Gabinete de la Innovación en
US$ 8:000.000. El programa de incentivo a la contratación de
desocupados, que es para estimular la recontratación de desocupados de
larga duración, va a recibir un estímulo de US$ 6:000.000. Ese es el
programa que está en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que,
como dijimos hoy, se adiciona a los recursos previstos en el Plan de
Equidad.
También, hay programas de apoyo al complejo textil
vestimenta, que también anunciamos oportunamente hace algunas semanas,
para responder a la situación difícil que vive la industria de la
vestimenta. Como siempre decimos, estos estímulos tienen que ser
transitorios, focalizados, transparentes, exigir contrapartidas de parte
de quien los recibe y, naturalmente, tener un control de su desempeño.
Nosotros habíamos previsto una reducción de US$
45:000.000 como consecuencia del ajuste de la devolución de impuestos.
Acabo de dar cuenta -vuelvo a la lámina anterior- del uso de US$
27:000.000, y quedan US$ 18:000.000, que pensamos diseñarlos también en
estímulos al sector productivo conjuntamente con las Cámaras
empresariales del país. Esto es que los empresarios también participen
en el diseño del destino de estos estímulos.
Otros aspectos a ser tenidos en cuenta para 2008 son
los siguientes. Estamos trabajando con una meta prevista de aumento real
de pasividades y salarios públicos en promedios anuales de 4,5%. Estos
son promedios anuales de salarios y pasividades reales.
Estamos trabajando en un incremento de las
transferencias a los gobiernos departamentales por el artículo 479 de la
Ley de Presupuesto por US$ 10:000.000.
Estamos trabajando con proyectos de inversión a cargo
del Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR, que se contabiliza
afuera del Presupuesto, sin impacto en el programa financiero, por unos
US$ 30:000.000. Como ustedes saben el Fondo de Convergencia Estructural
se alimenta fundamentalmente de los aportes de Brasil y Argentina y, en
menor medida, de los de Paraguay y Uruguay.
Las inversiones en infraestructura por fuera del
Presupuesto nacional, que les mencionaba hoy, tienen volúmenes muy
importantes. US$ 160:000.000 en tres años es la interconexión eléctrica
de la UTE con Brasil. US$ 100:000.000, entre dos y tres años, son las
vías férreas para transporte en AFE. US$ 50:000.000, entre dos y tres
años es la sexta línea de bombeo de OSE. US$ 150:000.000, en cinco años,
es el saneamiento de la Ciudad de la Costa. Las obras portuarias, en el
marco de la Administración Nacional de Puertos, son entre US$
150:000.000 y US$ 160:000.000 anuales. En cuanto a la Corporación Vial
del Uruguay, infraestructura vial, la suma es de US$ 145:000.000 en este
año y en el próximo. Esta es una inversión pública muy importante que no
aparece en la Rendición de Cuentas.
Finalmente, decimos que la consistencia del programa
financiero con la evolución del gasto es un requisito muy importante
para un manejo prudencial de las cuentas públicas. El programa
financiero consistente con esta Rendición de Cuentas mantiene el
criterio de responsabilidad fiscal. Tenemos incluidos a la derecha los
años 2008 y 2009.Esas son nuestras metas fiscales con esta Rendición de
Cuentas.Esto es ir progresivamente hacia el equilibrio fiscal
consolidado con esas cifras de superávit primario que ven allí y que
gracias a la caída de la carga de intereses de la deuda también nos
permite suavizar la evolución del primario.
El gasto primario del sector público, y en particular
el corriente, muestran un incremento muy moderado en el quinquenio.
Ahora estamos incluyendo el 2008 y el 2009 en la gráfica que veíamos al
principio, que terminaba en 2006. Esto es en proporción del producto
bruto interno y se mantiene un gasto primario, un gasto primario
corriente y un gasto total dentro de límites prudenciales evidentes que
están muy por debajo de los desequilibrios de principios del año 2000.
Prácticamente todo el incremento del gasto incluido en esta propuesta
tiene como destino fortalecer el gasto público social. Prácticamente
toda la expansión del gasto va hacia fines sociales.
(Ocupa la Presidencia el señor Representante Brenta)
——Me estoy refiriendo al gasto que está en la
Rendición de Cuentas; fuera de la Rendición hay gastos en inversiones
muy importantes y obviamente tendrán repercusiones sociales.
La barra roja es sin la Rendición de Cuentas 2006 y
la verde es con la Rendición de Cuentas 2006. Adviertan que a la
izquierda está el resultado total sin Rendición de Cuentas y con
Rendición de Cuentas. Sin Rendición de Cuentas hay un decrecimiento del
gasto y con Rendición de Cuentas hay un aumento. Adviertan hacia dónde
va el aumento, que son las barras del medio: prácticamente todo al gasto
público social. Como es natural, el resto, que no es social, decae, para
que el social absorba casi la totalidad de la expansión del gasto.
Dentro del gasto público social los recursos se dirigen -como habrán
visto-, principalmente, al Plan de Equidad y a la reforma de la salud y
se reflejan en el Banco de Previsión Social. Tenemos un complemento del
Plan de Equidad a ejecutar por el Ministerio de Desarrollo Social. En
materia de educación, el Plan Ceibal, la Agencia de la Innovación, el
Programa de Asentamientos, el Programa de Incentivos al Empleo, que son
los que están encerrados con la llave en las barras de la izquierda. En
la parte derecha de esta gráfica figuran las barras que representan las
asignaciones familiares y la reforma de la salud. Estos son los
principales destinos de la expansión del gasto. Recuerdo que lo relativo
a la educación está reflejado en el Presupuesto.
La composición del gasto del Gobierno -esto tenemos
que celebrarlo como uruguayos- tiene un cambio sustantivo: por un lado,
aumenta el gasto social de un 40% a un 49% del total. Pero fíjense lo
que ocurre con los intereses de la deuda pública: también se reducen
prácticamente en nueve puntos. Los intereses en 2004 representaban el
34% del gasto; hoy están representando el 25% del gasto. Quiere decir
que los nueve puntos de crecimiento del gasto social se corresponden con
nueve puntos de decrecimiento de los intereses de la deuda pública. Ese
es un muy buen cambio para el país.
La estructura del gasto en seguridad social también
tendría un cambio importante, aumentando la participación del gasto
destinado a niños y jóvenes, donde se focalizan -como ya señalé- los
principales niveles de pobreza en el país. Esto es bien interesante
verlo. Las pasividades están cayendo del 73% al 65% y los gastos que van
hacia niños y jóvenes, incluyendo las asignaciones familiares y seguro
de enfermedad -que en gran medida van a los niños, porque la etapa que
estamos incluyendo ahora en la reforma de la salud es la de los niños y
adolescentes menores de dieciocho años-, están creciendo. Es decir, cae
el gasto social dedicado a la población de mayor edad y se aumenta el
gasto social dedicado a la población de menor edad, lo cual es un cambio
positivo para el país, porque tenemos que focalizar cada vez más el
esfuerzo fiscal hacia niños y adolescentes.
En síntesis, esta propuesta de la Rendición de
Cuentas reafirma los compromisos asumidos por este Gobierno, en primer
lugar para la educación. La educación está recibiendo por la vía del
Presupuesto y Rendiciones de Cuentas anteriores un formidable incremento
de recursos que superan el 100%, llegando al 120%. Los recursos ya
asignados en la Ley de Presupuesto fueron de $ 100:000.000. Se adicionan
recursos para el Plan Ceibal; me imagino que todos coincidiremos en
computar en el destino educación, porque eso es educación. Los créditos
presupuestales vigentes a la fecha más que duplican el Presupuesto. Si
los ingresos del Gobierno volvieran a crecer por encima de lo previsto
en 2008, los recursos a la educación tendrían un incremento adicional en
2009, de acuerdo con el literal A) del artículo 476 de la
Ley de Presupuesto, que establece que si se crece más de lo previsto
hay que asignar una proporción a los presupuestos de la educación
pública. El artículo 477 de la
Ley de Presupuesto, faculta al Poder Ejecutivo -ustedes lo
recordarán- a reducir las inversiones del resto de los Incisos en 6,5%
para alcanzar el 4,5% hacia el final del período en el producto bruto
interno para la educación. Esperemos no tener que recurrir a este
expediente porque no es bueno reducir los presupuestos de los otros
Incisos y mucho menos los que están destinados a inversión.
El Plan de Equidad, la reforma de la salud, la
recuperación de salarios y pasividades y la racionalización de los
recursos destinados al sector productivo suponen atender las necesidades
sociales sin abandonar el principio de responsabilidad fiscal. |