EL HOSPITAL VILARDEBÓ TRABAJA EN SU TRANSFORMACIÓN
INTEGRAL
El Hospital Vilardebó atraviesa un proceso de
cambios para mejorar la calidad en el servicio, en relación a la atención
de los pacientes, racionalizando gastos, lo que permitió ahorro en
medicamentos, una mejor alimentación de los internados y la realización
de obras edilicias. Esta Administración tiene como horizonte, eliminar
el temor a la patología psiquiátrica.
El Vilardebó, es un centro de tratamiento
para pacientes agudos de tercer nivel que debería ser de corta estadía.
No obstante, los internos están un tiempo resolviendo las situaciones
críticas y luego retornan al seno de sus familias para seguir recibiendo
su tratamiento de manera ambulatoria, explicó su Director Lizardo Valdéz.
La Institución cuenta con algo más de 300 pacientes,
número que siempre es variable, con internos que en su mayoría son
hombres y jóvenes ya que la enfermedad más común -cerca del 45%- es la
esquizofrenia la cual se presenta en pacientes de corta edad.
El promedio global de tiempo de internación ronda los
55 días, pero la cifra aparece distorsionada por los pacientes que hace
años permanecen internados en la Institución, muchas veces porque su
situación social o familiar impide el alta. Pero en términos generales,
la cifra de pacientes agudos es muy similar a la que recibe el sistema
mutual.
Las principales patologías que se atienden en el
Vilardebó: son, esquizofrenia y los trastornos vinculados a la
personalidad, delirios entre otras patologías de desorden psíquico;
trastornos del humor, depresiones, bipolaridad y otro tipo de debilidad
mental y por los efectos producidos por el consumo de drogas.
Tanto el trastorno de personalidad como el consumo de
sustancias tóxicas, desvían a los individuos hacia otras patologías que
agravan su situación personal y que clínicamente se denomina "comorbilidad".
En el Vilardebó trabajan cerca de 600 funcionarios,
de los cuales, más de 50 son médicos psiquiatras y otros médicos
generales, que cumplen turnos de seis horas rotativos. En la actualidad
las autoridades, procuran generar una mayor cobertura en los turnos para
dotar de más eficiencia el funcionamiento de 24 horas, con el cual
trabaja este Hospital.
En los últimos tiempos, se verificó un incremento en
las consultas y el rendimiento del personal médico y no médico que
permitió que a pesar del aumento de los casos, el Hospital funcione sin
consecuencias críticas, dijo su Director.
El 42% de la población del centro hospitalario son
pacientes derivados por la Justicia, con casos y situaciones muy
diversas, donde un capítulo especial lo conforman los pacientes
declarados inimputables. En estos casos, los internos son autores de
diferentes tipos de delitos, por los cuales permanecen en el Centro
hasta que el Juez así lo disponga.
Otro grupo está integrado por pacientes que son
derivados desde distintos centros penitenciarios debido a que
protagonizaron algún episodio de descompensación psiquiátrica y
pacientes que por orden judicial son también destinados al Vilardebó,
pero cuya alta hospitalaria la define cualquiera de las partes (la
Justicia o el equipo médico del Centro).
Para mejorar esta instancia, hubo reuniones entre las
autoridades del Hospital el Poder Judicial, la Suprema Corte de Justicia
y el Ministerio del Interior, donde se lograron avances significativos
para agilitar y mejorar el vínculo con la Dirección de Cárceles.
Paralelamente se trabaja con la Asociación de
Magistrados en la realización de jornadas conjuntas para pensar
colectivamente -jueces, abogados y médicos- cuáles son las mejores
situaciones para coordinar estas instancias que son de por sí difíciles
y complejas no sólo para los estamentos intervinientes en la resolución
de situaciones especificas, que por su naturaleza son un problema para
el conjunto de la sociedad.
Esta Administración maneja el presupuesto asignado de
la manera más eficiente, razón por lo cual, el ahorro permite mejoras
sustanciales en beneficio de los usuarios, sin afectar en nada la
calidad en la prestación de sus servicios.
Entre el conjunto de cambios introducidos, se destaca
el bienestar de los pacientes, por lo que se apuntó a mejorar la calidad
de alimentación de los internos como primer paso. Para ello, la dietista
comenzó a participar activamente en las licitaciones, logrando un buen
control de los productos que integran la ingesta de los pacientes, lo
que permitió que con el mismo dinero los internos pasaran a ingerir de
120 a 250 gramos de carne por porción sin aumentar la erogación.
También se modificó el horario en las comidas ya que
en el Vilardebó se cenaba muy temprano, lo que derivaba en que los
pacientes se despertaran a la mitad de la noche; además se instaló un
comedor de carácter mixto, se mejoró el servicio de limpieza y se
instalaron teléfonos en todas las salas.
En la administración de los medicamentos, se aplicó
un control denominado "dosis unitaria" para asegurar que al interno le
llegue la medicación que el médico indicó, evitando errores. Este
proceso se cumple con nuevas reglas en la propia farmacia, fraccionando
el medicamento que es debidamente identificado para su suministro.
Con esta metodología se logró un ahorro del 53%
en inyectables, que comparado con los últimos dos meses previos a la
puesta en marcha de este nuevo protocolo, reveló el éxito que implicó
poner en práctica la dosis unitaria. Mientras tanto, en la entrega de la
medicación oral el ahorro fue del 28%.
Esta reserva permitió además, la adquisición de otros
medicamentos, para la atención integral del paciente. Hoy se cuenta con
inhaladores y complementos dietéticos que no se podían suministrar en
otros tiempos.
Valdez, explicó que en el Hospital se realizaban muy
pocos análisis; la mayoría se enviaban fuera lo que implicaba un gasto
considerable de dinero, tiempo y recursos humanos. Esta situación
también fue corregida sin afectar la calidad en la atención médica.
Actualmente, se triplicó el número de análisis
realizados en el propio laboratorio del Hospital que pasó de 600 a 2.100
y aumentó la variante: antes se hacían tres o cuatro rutinas, ahora se
efectúan desde controles lipídicos, a determinación de drogas y estudios
de efectividad de algunos medicamentos.
En otro orden, Valdéz explicó que dentro de las
instalaciones existe una huerta orgánica que fue remodelada, donde los
pacientes trabajan con la colaboración y tutela de una ONG y un
laboratorio privado.
En los últimos meses, el Hospital recibió distintas
donaciones, en mobiliario, tecnología y ropa de abrigo, que se suman a
las licitaciones a través de las cuales se cubren las necesidades que
requiere el Vilardebó.
Actualmente comenzó la remodelación del centro diurno
y la cocina, la cual requería mejoras inmediatas, al tiempo que durante
2006, el MIDES aportó mano de obra para la recuperación de muchas salas
del Centro Hospitalario.
Finalizadas las obras en el centro diurno, se
comenzará a construir la nueva emergencia, apuntando a un sector donde
se pueda tener a los pacientes en observación durante 48 a 72 horas,
tiempo en el que muchas situaciones se pueden resolver sin necesidad de
internación.
Por otra parte, la semana próxima comienzan a
trabajar dos docentes de Educación Física, procurando la rehabilitación
y evitando el exceso de ocio, siempre improductivo para estos pacientes.
Dentro del propio Hospital, funciona un centro de
rehabilitación, en el que se trabaja con los internos y en muchas
oportunidades, cuando se está cerca del egreso, los pacientes se acercan
al Patronato de Psicópatas u otras instituciones donde continúan con sus
actividades para efectivizar su inserción a la sociedad.
Son tiempos distintos, la reinserción laboral es algo
que debería plantearse en la interfase entre el egreso del Hospital y la
llegada a la sociedad, aseguró Valdéz.
La Dirección trabaja para que la sociedad pierda el
temor a la patología psiquiátrica, es decir desmitificar este tema,
porque con ello se logrará reinsertar realmente a los pacientes en la
sociedad.
La mejora de la calidad de vida de los pacientes
durante su estadía en el Centro es otro de los objetivos de la actual
Administración, que está en etapa de ajuste de procedimientos. En este
sentido se trabaja en el establecimiento de protocolos de atención, que
conduzcan a una mayor eficiencia, para poder en definitiva disminuir el
tiempo de internación de los pacientes y el número de camas, ya que
muchos casos se podrían resolver con atención ambulatoria. |