LIBERADOS: BAJA REINCIDENCIA
CONFIRMA LABOR DEL PATRONATO
La aplicación de penas alternativas y la apuesta a
la reinserción laboral, son los pilares de la política del Patronato
Nacional de Encarcelados y Liberados que ha alcanzado resultados
excelentes en cuanto al retorno a la sociedad y los casos de
reincidencia que en los últimos ocho años no superaron el 18%.
El Patronato -creado en 1934- tiene como cometido
contribuir a la readaptación social de quienes han delinquido,
procesados o penados, que sufrieran prisión preventiva y cumplieran
penas privativas de libertad o se encontraran en régimen de libertad
vigilada.
Es –como su nombre lo dice- de encarcelados y
liberados, pero debido a las limitantes presupuestales y de recursos
humanos, la organización históricamente trabaja mucho más con los
liberados que con los encarcelados.
La tarea se enfoca a las personas que salen en
libertad, a quienes aún permanecen recluidos y a las familias de ambos.
Su Directora, Insp. Mayor María Cristina Gil, explicó
que hace más de dos años que trabajan intensamente con las Juntas
Asesoras de todos los establecimientos de reclusión del país, aportando
para la remisión de pena por trabajo y estudio, con mucho éxito.
El Patronato está integrado por una comisión
honoraria de siete miembros con un Presidente, Vicepresidente,
Secretario, Tesorero y tres Vocales. Desde el punto de vista
funcional-administrativo tiene una Dirección y un personal técnico y
administrativo.
El personal técnico está integrado por: asistentes
sociales, psicólogos, abogados y procuradores. Trabaja además un equipo
administrativo que viabiliza todo lo que los técnicos pretenden armar.
Esta institución trabaja con todas las organizaciones
del medio que tengan que ver con la población objetivo, llámese centros
de Salud Pública y todas las ONGs que tienen que ver con infancia,
violencia doméstica e inserción laboral.
Se atienden allí todas las áreas de la vida de
quienes son su población objetivo. Para concretarlo, se instrumentan
programas de inserción laboral con una bolsa de trabajo y un taller de
capacitación. También, un albergue para mujeres y niños en situación de
calle, un taller de capacitación y producción en costura y un programa
de apoyo a la mejora de la vivienda.
El Patronato cuenta con una proveeduría donde se
procura tener los artículos de primera necesidad, que son entregados en
forma subvencionada porque se apuesta a la promoción de las personas y
no al asistencialismo.
En ese orden, la organización trabaja estrechamente
con el INDA para la entrega de canastas de emergencia, solo para casos
extremos.
En lo atinente a salud se realizan las derivaciones
necesarias, orientando a la gente en las medidas mínimas para el cuidado
de la salud de toda la familia.
El Patronato cuenta con un programa de penas
alternativas a las de prisión. Se trabaja en él desde 1994, siendo
pioneros en el tema.
A lo largo de estos años se ha ido ampliando el
programa. Se aprobó la Ley de Penas Alternativas y por consiguiente
aumentó la población que atienden, con resultados realmente
prometedores.
En el cumplimiento de tareas comunitarias tienen
convenios con todos los centros de salud del país, con una cantidad muy
importante de centros de enseñanza, museos y distintos organismos donde
la gente que es procesada sin prisión debe cumplir tareas comunitarias y
así reembolsarle de alguna manera a la sociedad por todo el daño
causado, indicó Gil.
Este emprendimiento ha dado muy buenos resultados.
Las cifras de reincidencia no son comparables con las del sistema
tradicional de reclusión carcelaria.
En ocho años de medición, el año con más
reincidencias alcanzó apenas el 18%.
Luego de la Ley de Humanización del Sistema
Carcelario mejoraron sensiblemente las cifras de reinserción laboral, a
raíz de la aplicación del artículo 14 que obliga a las empresas que
licitan con el Estado, a tomar un 5% de su personal de menor
calificación de la bolsa de trabajo del Patronato.
Ahora la iniciativa comenzó a tomar forma; costó
mucho hacer entender a las empresas y Organismos del Estado que debían
poner su parte, aseguró la Directora de la organización, quien se mostró
más que satisfecha porque en los últimos dos meses se concretaron más de
30 puestos de trabajo.
Gil argumentó que contratar personal de la bolsa de
trabajo del Patronato es muy ventajoso ya que si bien es gente que pasó
por una situación de reclusión, está recurriendo a un organismo para que
lo ayude a salir adelante. Es decir que estas personas están respaldadas
desde el punto de vista social, psicológico y jurídico.
La Directora del Patronato aclaró que los únicos
liberados que ingresan a la organización contra su voluntad son los
liberados por la Ley de Humanización o los procesados con penas
alternativas. El resto de la población viene por iniciativa propia.
Una vez que se integran a la dinámica del organismo
comienzan a efectuar las evaluaciones. No todos los que llegan al
Patronato ingresan a la bolsa de trabajo, ya que se procura brindarles
cierta contención para que no tengan un nuevo fracaso, para que no se
vean defraudados nuevamente producto de su propia incapacidad para
encarar un emprendimiento laboral.
El Patronato de Encarcelados y Liberados trabaja en
conjunto con la Junta Nacional de Drogas, realizando un trabajo dentro
de los establecimientos que recién se está iniciando. En la medida que
se logre trabajar con la gente en el tema drogas durante su reclusión,
mejor será su egreso y por ende su reinserción en la sociedad.
Consultada por el estado de las cárceles, Gil
entiende que se encuentran en “emergencia humanitaria”. Se atraviesa una
situación muy grave lo cual es preocupante.
Una vez que se aprobó la Ley de Humanización y el
Reglamento de la Remisión de Pena por Trabajo y Estudio, el Patronato
junto a la Dirección de Cárceles creó una comisión de apoyo a la
educación en cárceles. Esta comisión sigue trabajando intensamente
apuntando a la educación y capacitación. Gracias a ello, por primera vez
en la historia del país hay maestros en todas las cárceles. Por primera
vez hay en el COMCAR 10 aulas funcionando.
Se están dando pasos, pero la superpoblación hace muy
difícil todo, aseguró María Cristina Gil. |