El representante del Instituto Mexicano de Transportes, Roberto Aguerrebere Salido, expuso que su país requiere una inversión de 5 mil millones de dólares anuales para mantener el sistema vial existente y atender a su modernización. Para eso, la Secretaría de Transporte de México diseñó tres modelos de capitales mixtos para fomentar la eficiencia.

Aguerrebere, comentó que México atraviesa por una reestructura del modelo de concesiones públicas, que consiste en la implementación de tres modelos distintos de participación del sector privado en las inversiones viales. Señaló que estos cambios son necesarios para alcanzar los recursos que el sistema de infraestructura mexicano reclama.

Aguerrebere, explicó que el diseño actual de políticas se discrimina en tres modelos: el "Nuevo Esquema de Concesiones", el "Proyecto de Prestaciones de Servicios" y "Aprovechamiento de Activos". Los objetivos de estos modelos son, adelantar el desarrollo vial, incrementar los montos de inversión del sector privado, elevar la calidad del servicio y fomentar la eficiencia y productividad.

Además, el nuevo diseño de políticas viales, busca una mejor administración de los riesgos en las inversiones de proyectos carreteros. Con esto, la Secretaria de Transporte soluciona problemas de gestión de proyectos realizados anteriormente.

El "Nuevo Esquema de Concesiones" apoya emprendimientos con un capital inicial proporcionado por el Estado, con el máximo plazo legal disponible, que en México es de 30 años, con 2 mil millones de dólares en concesiones que ya estàn en marcha, subrayó Aguerrebere.

El "Contrato de Prestación de Servicios" establece una asociación entre el Estado y el particular, con un plazo fijo en la concesión del servicio, para gestionar una carretera construida por la empresa privada, a cambio de pagos trimestrales, fruto del estudio del uso y administración de la obra ejecutada. Se prevén inversiones en el orden de los 1600 millones de dólares para ejecutar con este diseño.

El tercer modelo, se concentra en reactivar las autopistas de altas especificaciones, a través de la concesión a privados de las arterias de comunicación que necesitan acelerar su mantenimiento. Se concede el uso de carreteras con más de diez años de operación continua, donde el sector privado se compromete a mantener y construir mejores tramos, a cambio de la explotación de las mismas. Con este modelo, se ejecutarán 1400 millones de dólares.