A partir de la cero hora del 12 de julio, ANCAP aumentarán las tarifas de los combustibles en un promedio del 3,8%, debido a un aumento de casi 10 dólares por barril de crudo comprado. Para ello, se determinó el precio del dólar en 23,75 pesos de acuerdo con las proyecciones realizadas por el Gobierno.

El Presidente de ANCAP, Daniel Martínez, señaló que el aumento para el Ente será de un 4,2% en los precios de compra que, de acuerdo al comportamiento diferente de los impuestos para cada combustible, se traduce en un promedio del 3,8% de aumento en los precios al público.

Agregó que en el caso del supergas, se aplicó el aumento y al mismo tiempo se le descontó un peso, tal como el Gobierno se comprometió efectuar hasta el mes de setiembre.

Martínez explicó que este ajuste se debe a que los proveedores de petróleo crudo, cambiaron la referencia y dejaron de comprar crudo WTI para comprar crudo BRENT, que en los últimos meses superó el precio del WTI. En esta coyuntura, ANCAP debe pagar el barril de crudo casi 10 dólares por encima de lo que se venía comprando como valor de referencia.

A su vez, el Ente enfrenta una crisis a causa de los sobrecostos, por tener que importar y no poder refinar combustible durante más de dos meses. Esto configura una situación de déficit que supera los 40 millones de dólares, que se viene arrastrando y que puede provocar un nuevo ajuste en pocas semanas.

Martínez aclaró que el Directorio -en acuerdo con el Gobierno- decidió ajustar las tarifas escalonadamente, por lo que por el momento, el aumento sólo será del 3,8%, apostando a que se dé una normalización en los precios del crudo internacionalmente y que tienda a la baja.

En otro orden, el Presidente de ANCAP señaló que de acuerdo con una encuesta realizada en Montevideo, durante los días más duros de la crisis de supergas, el 3% de los uruguayos que solicitaron abastecimiento no pudieron conseguirlo por la falta de éste en el mercado.

Actualmente, se entrega a las empresas distribuidoras más de 1.200 metros cúbicos de gas por día, lo cual significa el doble de lo que se proporcionaba en julio de 2006.

El jerarca sostuvo que el problema de abastecimiento responde a la falta de infraestructura de las empresas privadas que, si bien tienen garrafas, no cuentan con suficientes medios de transporte para abastecer la demanda.