En la segunda sesión de trabajo del “Encuentro de Ministros de Transportes e Infraestructuras de Iberoamérica”, personalidades del sector presentaron experiencias destacadas a partir de emprendimientos con participación pública y privada que se desarrollaron Uruguay y en Ecuador. En América Latina existen más de 100 procesos de concesión de obra con participación mixta.

El Director de la Corporación Nacional para el Desarrollo, Álvaro García, explicó la experiencia de Uruguay en el desarrollo de la infraestructura. La Corporación fue creada en 1985 como persona jurídica de derecho público no estatal. Esto significa que su capital, en la actualidad, es 100% estatal, pero tiene la posibilidad legal de tener participación privada en un 40%.

El cometido de la CND, en su origen, era fomentar el desarrollo productivo y asistir a empresas en dificultades, pero leyes posteriores la autorizaron para la concesión de obras en rutas nacionales y la explotación de vías férreas. Para esta fase operativa se constituyó, en fecha reciente, la Corporación Vial del Uruguay, a la que fue adjudicada la construcción de 1.500 kilómetros de carreteras, 13 puestos de peaje y varios puentes. La concreción de los 1.500 kilómetros de carreteras, significa el 50% de la red primaria nacional y el 100% del corredor turístico principal.

Los dos ingresos que tiene la Corporación Vial son el flujo de tránsito en Uruguay –por medio de los peajes- pero como no es suficiente para cubrir el total de las obras, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas la auxilia con un subsidio.

La Corporación Vial del Uruguay firma contratos con empresas constructoras y otros proveedores de bienes y servicios. Esta modalidad permite una contratación competitiva, siguiendo los pasos de las licitaciones públicas pero utilizando –dentro de marcos de transparencia- la agilidad que brinda el derecho privado.

García dijo que la Corporación Vial fue una experiencia que se inició en la pasada administración y se reforzó porque se entendió un instrumento muy válido para tener financiamiento del sector privado.

En este sentido la experiencia en infraestructura vial se trasladó para la potenciación de la infraestructura ferroviaria.

Mediante la Ley del Presupuesto Nacional se autorizó a la CND, modernizar y construir vías férreas para el transporte de producción forestal.

En una primera etapa se proyecta la construcción de 1.000 kilómetros de vías férreas en cuatro tramos.

Además la CND tiene el rol de facilitar obras públicas. García citó el ejemplo del acondicionamiento de la nueva sede de la Presidencia de la República y el proyecto de Interconexión eléctrica Uruguay – Brasil.

Por otra parte el Director del Aeropuerto Internacional de Carrasco, Aram Chouldjian, explicó cómo Puertas del Sol ejecuta la maximización de las prestaciones del aeropuerto.

Chouldjian destacó los beneficios de la conjunción de la actividad pública y privada, “lo cual posibilita mejorar la calidad de los servicios”, bajando los costos del Estado y generando el mayor nivel de financiación privada.

Señaló las actividades que realiza la empresa de administrar, operar, remodelar la terminal y desarrollar comercialmente el aeropuerto.

Chouldjian destacó el valor de Uruguay como país de entrada natural al Mercosur. Estas características, agregó, permiten posicionar a nuestro país como el “hub” de la región.

Tomando la experiencia de la línea aérea Ryan Air en Europa -específicamente en Bélgica- llamó a trasladarla a Pluna. “El objetivo es unir esfuerzos en los planes estratégicos, para acrecentar nuestra participación en la industria aeronáutica”, comentó.

En esta sesión, además, se presentó el proyecto declarado de interés nacional en Ecuador para el Puerto de Transferencia de Manta.

El consultor internacional Antonio Marinetto describió la iniciativa que, según sus palabras, perfilará al puerto de Manta como eje hacia el Amazonas y el resto de América, utilizando su ubicación de privilegio geopolítico respecto de los países asiáticos.  Actualmente el puerto es netamente pesquero.

La inversión es de 623 millones de dólares y las obras, que se realizarán en 30 años, generarán 2.800 puestos de trabajo. Estarán a cargo de la empresa Hutchinson Port Holdings, de Hong Kong, que ganó en enero la licitación correspondiente.