AUMENTÓ 50 MIL EL NÚMERO DE VIVIENDAS OCUPADAS EN EL
PAÍS
La edición 2006 de la Encuesta Nacional de Hogares
Ampliada tiene una cobertura mayor que la anterior Encuesta Continua de
Hogares, comprendiendo las zonas rurales y a las poblaciones con menos
de 5.000 habitantes. Entre 1996 y 2004 las viviendas ocupadas crecieron
un 5,4%.
Carlos Casacuberta, miembro del Departamento de
Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, señaló que a partir del
censo 2004 hubo un recuento de viviendas en todo el país, la Encuesta de
Hogares actualiza y permite obtener datos adicionales de los que brinda
el Censo, como la ubicación territorial de las viviendas, en particular
donde hay nuevos lugares de urbanización.
Entre los censos de Población y Vivienda de 1996 y
2004 se detecta un incremento en 50.000 viviendas ocupadas (5,4%).
Esta encuesta mostró que el 61% de los hogares habita
su vivienda en condición de propietario, el número de personas que
arrienda su vivienda es del 15%, mientras que el 23% restante responde a
situaciones diversas, como quien ocupa una vivienda cedida por un
familiar o aquellos ocupantes en relación de trabajo.
Entre los hogares arrendatarios de su vivienda, sólo
el 72% tiene un contrato escrito, mientras que el resto lo tiene de
palabra. Entre los hogares propietarios, se constata que un 75% en todo
el país accedió a la vivienda con recursos propios, herencias o regalos.
Para quienes accedieron a vivienda propia a través de
programas públicos, el BHU explica el 70% de los casos en todo el país y
el 87% en Montevideo. En las últimas dos décadas se observa mayor
presencia de los demás programas públicos, en particular MVOTMA, SIAV,
MEVIR, RAVE, Intendencias Municipales.
Asimismo, la encuesta reflejó la información de los
asentamientos irregulares, el 4% de los hogares en todo el país y el 7%
en Montevideo habita un asentamiento irregular.
Una característica de los hogares en asentamientos es
el alto número de integrantes del hogar y de menos de 14 años (4 y 1,4
en promedio), comparados con lo que se observa en los hogares no
ubicados en asentamientos (3 y 0,6 en promedio).
Casacuberta señaló que existe un problema en el
acceso a la vivienda por parte de los hogares jóvenes, a medida que
avanza el tiempo obtienen mejores ingresos logrando comprar una
propiedad. En tal sentido, el informe revela que actualmente, a pesar
que cada vez alquilan menos, para las generaciones más jóvenes se
retrasa la posibilidad de comprar una propiedad.
Respecto a las viviendas desocupadas, en el año 1996
el 2% de las viviendas estaba ofrecida en alquiler o venta, mientras que
en 2004 esa proporción crece a más del 4%. Existe un grupo de viviendas
que preocupa, aquellas que sin estar ocupadas están vacías pero no se
ofrecen en el mercado. Cascuberta dijo que sería interesante estudiar
qué determina el hecho que estas viviendas estén vacías.
En relación al tipo de vivienda, la encuesta muestra
que en todo el país un 75% de las viviendas son casas y los apartamentos
tienen un escaso peso en el interior urbano alcanzando el 10%, en
comparación con Montevideo que llega al 42%.
Sobre los servicios públicos que disponen las
viviendas, se observó que en el área urbana existe una cobertura
prácticamente universal de red eléctrica y agua corriente, siendo el
saneamiento menos frecuente en el interior urbano con un 45% en relación
a Montevideo con un 84%.
A partir de esta información, el Director Nacional de
Vivienda, Gonzalo Altamirano, señaló que las autoridades podrán estudiar
los diferentes fenómenos de acceso a la vivienda por parte de los
distintos grupos sociales, en particular los jóvenes y sectores de bajos
ingresos. Para ello, deberán elaborar políticas que tengan en cuenta los
problemas de acceso a la vivienda. En tal sentido, Altamirano dijo que
el Ministerio de Vivienda planteó estrategias relacionadas a definir la
política de vivienda como una política social, teniendo en cuenta los
recursos, el financiamiento, el sistema público de producción y la
elaboración de nuevos programas que faciliten el acceso a la vivienda.
En relación a los datos que el informe refleja sobre
el alquiler, Altamirano enfatizó que el Estado tiene que desarrollar una
política de alquileres diferente, a través del desarrollo de fondos de
garantías, políticas de subsidios y préstamos para la refacción de
viviendas que son parte del stock libre. |