02/08/07


GOBIERNO BRINDA CONFIANZA PARA LA APERTURA DE NEGOCIOS
Existe un crecimiento de la inversión, la producción y el empleo que tiene una tasa de ocupación como no se conocía desde hace muchos años en el país, dijo Vázquez, asegurando que si no hay trabajo, no hay mercado ni comercio y que para generar fuentes laborales se necesitan inversiones y construir confianza para negociar en el mercado internacional.

Asimismo, dijo que son necesarias políticas activas de integración regional y de inserción internacional, "el aislamiento es la negación del progreso, nada lo justifica", dijo el Mandatario.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en la ceremonia de aniversario de los 140 años de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay expresó que el Gobierno asume responsabilidades y tiene señas de identidad bien definidas con un proyecto de país con crecimiento económico y equidad social, un país con libertad para todos y justicia para cada uno.

En ese sentido, dijo que se trabaja en la construcción de un país dinámico en materia comercial interna y externa, moderno y maduro en materia de servicios que son básicos en la estrategia de construcción de una nación productiva.

El Primer Mandatario subrayó que se trabaja sobre bases sólidas, y como ejemplo citó, en primer término, el impulso de una política fiscal y monetaria consistente que se desarrolla sobre bases de sustentabilidad en las cuentas. Asimismo, dijo que existe un manejo prudente de ingresos y gastos públicos, una adecuada administración de la deuda pública, así como una política monetaria basada en objetivos de inflación y transparencia en la utilización de recursos.

En ese contexto, expresó que las relaciones laborales deben ser equilibradas y con reglas claras para todos, lo cual requiere un buen entorno para el diálogo entre el Gobierno, los trabajadores y las Cámaras empresariales que se deben traducir en acuerdos que se cumplan y que los desacuerdos se deben administrar porque estamos en un sistema democrático.

De esta manera, expresó que es necesario un Estado ágil, eficiente, eficaz, transparente y con sensibilidad social, el cual conduzca al desarrollo.

El mercado requiere de reglas claras y consistentes para lograr crecer y distribuir al mismo tiempo, aseguró.

También, se refirió a la necesidad de contar con una mejor sociedad para el bienestar de cada uno porque las personas no son simples consumidores, clientes, contribuyentes, votantes o audiencia, son mucho más que eso, son seres humanos.

Además, destacó la implementación del Plan de Emergencia, el Plan de Equidad, el Plan Ceibal, el Sistema Nacional Integrado de Salud, el Boleto Subsidiado para estudiantes de distintos ciclos, la construcción de 6.000 viviendas por parte de distintos programas y planes del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente; la implementación de la educación física obligatoria en todas las escuelas públicas incluidas las rurales, la creación de los Centros MEC de cultura, recreación y alfabetización digital gratuita en diferentes zonas del país.

Vázquez anunció que a fines de este mes se realizarán acciones concretas con respecto a la implementación de la Reforma del Estado en cuanto a Gobierno Electrónico, simplificación de distintos trámites, entre otros.

Debemos insertarnos en el mundo con principios y pragmatismo sabiendo que no es una tarea fácil, pero tampoco imposible, situación que se experimentó en recientes misiones oficiales a otros países a las cuales la Cámara Nacional de Comercio aportó experiencia e inteligencia, aseguró el Mandatario.

El Gobierno tiene competencias y obligaciones intransferibles pero el que comercia no es el Estado sino el sector privado.

Vázquez, dijo que el Gobierno puede y debe ofrecer una macroeconomía sana, abrir mercados internacionales, facilitar negocios, establecer regulaciones para favorecer la competencia y estimular el comercio para una realidad con desafíos y competitividades.

El Presidente, indicó que los días 16 y 17 de agosto visitará en Misión Oficial a Ecuador e invitó a los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay a acompañarlo y explorar nuevos mercados.

En ese momento, el 52% de la industria farmacéutica nacional exporta a Ecuador sus productos, la industria láctea, vitivinícola, software, logística portuaria y en mejoramiento genético ganadero.

También, invitó a la organización a concurrir en Misión Oficial a los viajes que realizará este año como Presidente Pro Tempore del MERCOSUR a Bruselas, Portugal, España, entre otros.

En ese marco, subrayó que hay que integrarse y subrayó que debe haber más y mejor MERCOSUR y más y mejor más allá del MERCOSUR.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, también analizó temas de coincidencia y algunos puntos necesarios de estudio por parte del Gobierno Nacional, los Gobiernos departamentales y la actividad privada.

En su alocución, el Presidente ante autoridades nacionales, departamentales, delegaciones de comercio de Argentina y Chile e integrantes de la Cámara Nacional de Comercio felicitó a la institución por su defensa, promoción y asesoramiento del sector privado empresarial de todo el país.

En sus expresiones, el Mandatario reflexionó sobre la historia nacional de nuestro país diciendo que el comercio es una actividad que se desarrolla ante de que el país se llamará República Oriental del Uruguay.

En ese sentido, citó ejemplos que hicieron referencia a tratados comerciales con Inglaterra y Estados Unidos, reglamentos sobre recaudaciones en los puertos, así como restricciones comerciales detonantes de conflictos nacionales y en ese contexto, señaló que la historia se repite.

Por su parte, el Presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, Julio Lacarte Muró, elogió la apertura mundial a las exportaciones nacionales, y subrayó el apoyo a la iniciativa del Gobierno de firmar un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos porque siempre se demostró que el comercio exterior es la clave del desarrollo económico.

En ese sentido, lamentó que los socios del MERCOSUR no respondan a los justos reclamos de nuestro país en cuanto a la aplicación de una política comercial más libre que facilitaría el acceso a los mercados mundiales.

Asimismo, Lacarte Muró expresó que es urgente armonizar los recursos para la promoción comercial, elemento fundamental para la inserción exterior del país.

También, dijo que la competitividad del país es baja porque estamos en el número 73 en el índice mundial, situación para la que comprometió la más absoluta cooperación de su organización.

Aseguró, que la Cámara siguió atentamente el proceso de racionalización de la deuda externa ajustando picos de intereses y armotizaciones en el tiempo, además, explicó que su organización apoya las medidas tendientes a dar creciente cohesión a las políticas económicas e industriales.

En ese marco, agregó que la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay visualiza con preocupación el aumento del gasto público y la carga tributaria, pero comparte plenamente las medidas gubernamentales que contribuyeron a la atención de situaciones sociales precarias que son parte de la integración en una democracia solidaria.

De esta manera, manifestó que la Reforma Tributaria recogió planteos de su institución relacionadas con la eliminación de determinadas inequidades, acciones que ya se gestionaron.

En cuanto a la Reforma del Estado, indicó que se esperan acciones más positivas en torno a la eliminación de una burocracia excesiva y en ocasiones ineficiente, lo cual permitirá reducir la presión fiscal y lograr el crecimiento del empleo, resorte fundamental del país competitivo.

La Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay fue fundada el 17 de enero de 1867 y sus principios como el respeto a la Constitución, la defensa del Estado de Derecho y de la democracia, la libertad de comercio, velar por la economía nacional en su conjunto y el no sacrificar los principios a los intereses menores, son valores sociales que se mantienen a través del tiempo.

 

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, TABARÉ VÁZQUEZ, EN LA CEREMONIA DE ANIVERSARIO DE LOS 140 AÑOS DE LA CÁMARA NACIONAL DE COMERCIO Y SERVICIOS DEL URUGUAY

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Muy buenas noches para todos ustedes, el gusto de estar aquí compartiendo este tiempo. Señor Presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, Embajador Don Julio Lacarte Muró, directivos y socios de esta Institución, señores vicepresidentes, autoridades nacionales y departamentales, señoras y señores invitados, amigas y amigos. Les puedo asegurar que ni yo sabía lo que iba a decir tan sustanciosamente el Presidente de la Cámara de Comercio, Don Julio Lacarte Muró y él tampoco sabe lo que yo voy a decir a partir de este momento. Más allá de eso, aún no habiendo coordinado nuestros discursos, cuando él hablaba me hizo recordar cuando en Semana de Turismo o Criolla o Semana Santa, los payadores se ponen frente a frente -sin querer decir que somos payadores por cierto- yo diría los juglares criollos, y espontáneamente sintonizan su pensamiento y su idea buscando analizar algunos temas. Así es, porque ustedes van a comprobar a lo largo de mi breve exposición algunos puntos de coincidencia y algunos puntos necesarios de estudio por parte de todos nosotros. Cuando digo todos nosotros digo el Gobierno Nacional, los Gobiernos departamentales pero también la actividad privada.

Es cierto que veinte años no es nada, quizás es cierto, pero también es discutible, pero que 140 años es bastante no admite ningún tipo de discusión. 140 años en un país relativamente joven como el nuestro es mucho tiempo, por eso y sin mayor preámbulo, felicitaciones a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay por sus 140 años de existencia y desempeño en defensa, promoción y asesoramiento del sector privado empresarial de todo el país. Felicitaciones a ustedes en este aniversario y en ustedes a muchos más que pese a no estar aquí están comprendidos en este festejo. Gracias, muchas gracias, por invitarme a participar en su celebración. Gracias también por brindarme la oportunidad de compartir con ustedes este momento y algunas reflexiones que dado el carácter de esta actividad prometo exponer muy brevemente.

Señoras y señores, amigas y amigos, todos lo sabemos, el comercio no es cosa de fenicios solamente, también es cosa de uruguayos, lo es desde antes de llamarnos –si usted me permite tomar pie de su primera parte del discurso, señor Presidente- lo es antes de llamarnos República Oriental del Uruguay y para ello basta recordar –por citar apenas cinco ejemplos que los hemos tomado del libro del profesor Washington Reyes Abadie, titulado "Artigas y el Federalismo en el Río de la Plata", Ediciones de la Banda Oriental de 1996- esos cinco ejemplos que quiero mencionar y que complementan lo que el Presidente de la Cámara mencionara son:

  1. Que las restricciones comerciales impuestas por la Corona Española fueron uno de los detonantes del estallido revolucionario de 1810 en el Río de la Plata.

  2. Que el artículo 14 de las Instrucciones emanadas del Congreso de Abril de 1813 para los Diputados de la Banda Oriental, en la Asamblea Constituyente de Buenos Aires, establecía que –textual- "ninguna tasa o derecho se imponga sobre artículos exportados de una Provincia a otra y que ninguna preferencia se de por cualquier regulación de comercio o renta a los puertos de una Provincia sobre los de otra ni los barcos destinados de esta Provincia a otra serán obligados a entrar, anclar o pagar derecho en otras.

  3. El Tribunal del Consulado de Comercio que funciona en la órbita del Cabildo de Montevideo desde mediados de 1815. Esta es la historia de nuestro país. La organización y funcionamiento de este instituto no estuvo libre de dificultades, tensiones y contradicciones, pero aún así marcó un avance en materia de regulación del comercio interior y exterior de la Provincia Oriental en el marco de la Liga Federal que impulsaba nuestro Prócer Artigas.

  4. El Reglamento Provisional para la recaudación de los derechos en los puertos de las Provincias Confederadas, firmado por José Artigas el 9 de setiembre de 1815, apenas un día antes de suscribir el Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados. La proximidad cronológica entre estos reglamentos no es casual y ambos constituyen ejes estructurantes del proyecto artiguista.

  5. Las gestiones que el Jefe de los Orientales realizó a mediados de 1817 para establecer tratados –como usted lo mencionó señor Presidente- Tratados de Comercio con Inglaterra y Estados Unidos. Aquí una primera divergencia, yo no soy historiador, pero lo que he consultado dice que pese a que Artigas asumió personalmente las negociaciones, las mismas no prosperaron. En el caso de Inglaterra, fueron bloqueadas por el entonces todopoderoso Ministro de Relaciones Exteriores británico, Lord Castlereagh y en el caso estadounidense se suspendieron tras una indignada protesta del Directorio porteño encabezado por Juan Martín de Pueyrredón ante el Presidente James Monroe. Así son las cosas, la historia a veces se repite, si no ex Presidente y querido amigo Doctor Luis Alberto Lacalle.

Lo que sucedió después es historia conocida, en el caso de la Cámara de Comercio fundada en 1867 es historia vivida. Parece que nacer un 17 de enero no es mala cosa. Aunque parezca contradictorio, lo cierto es que no hay historia sin presente y sin futuro. Presente y futuro que no están predeterminados, ni son propiedad de nadie, sino que son responsabilidad de todos y es así que -señor Presidente- entre todos debemos construir.

El Gobierno, por cierto, asume sus responsabilidades en este tema y ante los planteos que hiciera el señor Presidente Don Lacarte Muró.

Este Gobierno tiene señas de identidad bien definidas, podrán compartirse o no, ese es otro tema, pero las tiene y no las oculta ni las disimula. Es un proyecto de país con crecimiento económico y equidad social. Un país con libertad para todos y justicia para cada uno. Un país dinámico en materia comercial, tanto en lo que refiere al comercio interno como al externo, porque lejos de ser incompatible ambos son necesarios.

Un país maduro y moderno a la vez en materia de servicios, lo digo porque esta situación es y se denomina desde hace algunos años Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay.

Es bueno que así sea, pues los servicios tienen importancia creciente en la producción y las exportaciones, además de ser básicos en la estrategia de desarrollo productivo y calificado que impulsamos. Decirlo por cierto es simple, concretarlo no lo es tanto y requiere bases instrumentales sólidas y sobre las cuales también estamos trabajando y a los efectos permítanme citar algunas: En primer lugar, política fiscal y monetaria consistentes, sobre bases de sustentabilidad de las cuentas públicas; manejo prudente de ingresos y gastos públicos; adecuada administración de la deuda pública; política monetaria basada en objetivos de inflación y transparencia en la utilización de recursos fiscales.

Segundo, crecimiento de la inversión, la producción y el empleo. Habíamos prometido en la campaña electoral que en este período de Gobierno la tasa de desempleo iba a ser de un dígito. El próximo 1º de setiembre se va a cumplir la primera mitad de este Gobierno y estamos -como usted muy bien dijo, señor Lacarte Muró- en un 10% de desocupación. Vamos a cumplir con el compromiso asumido en la campaña electoral.

Crecimiento, entonces, de la inversión, la producción y el empleo, hay una tasa de ocupación como no se conocía desde hace muchos años en el país. Puede parecer un tanto elemental, pero lo cierto es que si no hay trabajo, no hay mercado y si no hay mercado, no hay comercio. Para generar trabajo necesitamos inversión y para que haya inversión se necesita confianza. Y el país -no el Gobierno, el país- están ganando confianza día a día en el contexto internacional. Pero la confianza no se decreta, se construye día a día. Hay que construirla con especial cuidado pues, de lo contrario, puede derrumbarse en un segundo.

Tercero, relaciones laborales equilibradas y con reglas claras para todos, lo cual requiere no sólo un buen entorno para el diálogo entre el Gobierno, los trabajadores y las Cámaras empresariales, sino también que el diálogo tenga resultados concretos. Es decir, que se traduzca en acuerdos y que los acuerdos -que no son ni Actas de Rendición ni cartas a Papá Noel- se cumplan. Y si no es posible llegar a acuerdos, administremos los desacuerdos, porque eso es la democracia.

En cuarto lugar, mejor Estado. ¿Qué duda cabe? Porque la economía por sí sola sin un Estado ágil, eficiente, eficaz, transparente y con sensibilidad social no conduce al desarrollo. Y además, mejor mercado, porque una cosa es el mercado y otra el ‘vale todo’. El mercado también requiere reglas de juego claras, estables y consistentes. Si nuestro desafío es crecer y distribuir al mismo tiempo, no perdamos de vista que se crece de la mano del mercado pero se distribuye de la mano del Estado.

Quinto, una mejor sociedad en términos de bienestar de cada uno y convivencia de todos, porque la sociedad -ustedes lo saben muy bien- no es un mercado. Porque las personas no son simples consumidores, clientes, contribuyentes, votantes o audiencia, son mucho más que eso y, por supuesto, son mucho más que personas: somos seres humanos. Recuerdo que ‘persona’ viene del latín, de personare y esta palabra identificaba la máscara que usaban los actores griegos para manifestar distintos estados de ánimo y para magnificar la potencia de su voz. Somos humanos, no somos personas.

El mercado lo constituyen los consumidores y, entre ellos, no hay dos iguales pero a la sociedad la constituyen los ciudadanos; ciudadanos que tenemos que ser iguales ante la Ley pero, sobre todo, tenemos que ser iguales ante la vida. De ahí, entonces y dada la difícil situación de tantos compatriotas, de tantas personas sustancialmente semejantes, a quienes aquí estamos, de los Planes que se lleva adelante: el de Emergencia y se pasa al de Equidad, del Plan Ceibal, del Sistema Nacional Integrado de Salud, del boleto subsidiado para estudiantes de distintos ciclos, de las alrededor de 6.000 viviendas que se están construyendo en distintos Programas y Planes del Ministerio de Vivienda, la educación física obligatoria en todas las escuelas públicas –incluidas las rurales-, de los Centros MEC, cultura, recreación, alfabetización digital gratuitas, por ejemplo, en Cerro Colorado, los pagos del doctor Lacalle, de Guichón, de Quebracho y otros más que estaremos anunciando próximamente. Y muy próximamente, quizás a fines de este mes, estemos anunciando algunas acciones concretas sobre la Reforma del Estado y su gestión. Estamos hablando del Gobierno electrónico, estamos hablando de la simplificación de muchos trámites, en fin, ustedes lo verán a fin de este mes, tal cual usted lo solicitaba, señor Presidente. Porque está muy bien que firmemos acuerdos externos, pero también hay que firmar y cumplir los acuerdos internos que son, al fin y al cabo, los que hacen posibles aquellos.

En sexto lugar, políticas activas más que declarativas de integración regional e inserción internacional. El aislamiento es la negación del progreso. Nada lo justifica. Hay que integrarse sin complejo de superioridad o de inferioridad, pero sin visiones idílicas o fatalistas. Más y mejor MERCOSUR y más y mejor, mas allá del MERCOSUR.

Tenemos que fortalecernos como la región que somos e insertarnos en el mundo de hoy y de mañana con principios y pragmatismo, sabiendo que no es una tarea fácil pero que tampoco es imposible. En cierta forma lo hemos experimentado en las recientes misiones oficiales a Chile que usted mencionaba, Emiratos Árabes, Dubai, Qatar, en las cuales justo es decirlo –y lo digo con gran satisfacción- usted señor Embajador, Don Julio Lacarte Muró, ha aportado inteligencia, compromiso, experiencia y por qué no juventud, porque la edad es lo de menos.

Señoras y señores, amigas y amigos, los puntos anteriormente enunciados más otros igualmente importantes pero que hemos omitido para no extender esta exposición, constituyen un contexto favorable al comercio, un contexto respecto al cual –reitero- el Gobierno tiene competencias y obligaciones intransferibles. Pero quien comercia no es el Estado, quien comercia es el sector privado. El Gobierno puede y debe ofrecer una macroeconomía sana, abrir mercados internacionales, facilitar negocios, establecer regulaciones para favorecer la competencia y estimular el comercio, pero quienes hacen negocios son ustedes. No lo digo para eludir responsabilidades, lo digo porque –y ustedes lo saben- es una realidad, una realidad con desafíos y también con oportunidades.

El desafío de la competitividad, el núcleo de la competitividad está en la propia empresa, está en el núcleo de la empresa. El desafío de la calidad, no podemos hacer todo, pero lo que hagamos lo tenemos que hacer con calidad. El desafío del dinamismo tecnológico, el desafío de la innovación genuina, el desafío de emprender y de ser eficiente en el emprendimiento y la oportunidad de hacer buenos negocios. ¿Por qué no?

¿Acaso todos los negocios son inexorablemente turbios, quién no pretende mejorar su situación económica personal?

Pero además, la oportunidad que también implica una responsabilidad y un privilegio de participar en esa construcción colectiva que es el Uruguay como Nación.

Por cierto que hay muchas instancias y modalidades para hacerlo y entre ellas una muy próxima y además concreta.

La Misión Oficial que los días 16 y 17 de agosto realizaremos a la hermana República de Ecuador, invitado por su Presidente, el economista, Rafael Correa.

Es una Misión importante, no solo por las relaciones bilaterales entre ambos países y el contexto regional e internacional, en que las mismas se desarrollan, sino también por las posibilidades de expandir y profundizar la cooperación y el comercio entre Ecuador y Uruguay.

Creemos que existe y vamos a explorar un amplio horizonte de posibilidades comerciales para Uruguay, en sectores tales como las industrias farmacéuticas.

Actualmente el 52% de las exportaciones de Uruguay a Ecuador son de esta industria, la industria farmacéutica, láctea, vitivinícola y de software, la logística portuaria, el mejoramiento genético ganadero, etcétera.

Existen asimismo, posibilidades de cooperación en materia de turismo, energía y acceso al agua potable. Recuerdo que ya OSE, ha colocado tres unidades potabilizadoras de agua en Ecuador.

Contamos con ustedes para esta y otras misiones similares que esta en fase prepararatoria, Europa en el próximo mes se setiembre, estaremos en Bruselas, estaremos en Portugal, como representantes, como Presidente Pro Tempore del MERCOSUR para hablar con el Presidente Pro Tempore de la Unión Europea, en Lisboa.

Y estaremos en España, y posteriormente a mediados de noviembre estaremos visitando los países del nordeste asiático, y por cierto nos sentiríamos muy honrados con la compañía de ustedes en esta salida al mundo para buscar nuevas oportunidades.

Amigas y amigos en los aniversarios es inexorable pensar en quienes nos precedieron, usted lo dijo, señor presidente.

Es un saludable impulso humano, nosotros nos sentimos simplemente como enanos subidos a los hombros de aquellos gigantes que tanto hicieron por este país e inexorable pensar también que en cierta forma y con los cambios propios de esa magnitud objetiva de lo real, que llamamos tiempos vividos, o quizás podemos vivir en la realidad y los sueños de nuestros antepasados.

De nosotros depende que así sea y yo tengo confianza en que así será, con esa confianza, reitero mis saludos a la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay y en su presidente, en usted, señor Embajador Julio Lacarte Buró, saludo a todos ustedes y muchas felicidades.

Muchas gracias.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE COMERCIO Y SERVICIOS, EMBAJADOR JULIO LACARTE MURÓ

Buenas noches a todos. Agradecemos en primer lugar al señor Presidente de la República su presencia esta noche, que nos distingue en un momento muy particular de este gremio empresarial, gracias señor Presidente.

Le damos la bienvenida también a los amigos de las Cámaras de Comercio de Chile y de Argentina que nos acompañan en este momento y también a la delegación empresarial chilena con la que ayer y hoy nos hemos reunido en torno a distintos mecanismos de futuras y ojalá pronta colaboración entre Uruguay y Chile, siguiendo así la ruta de los acuerdos firmados cuando la visita del señor Presidente a Chile hace pocos meses.

También tenemos que agradecer la presencia de muchas autoridades y jerarquías nacionales, tantas que no podríamos mencionarlas todas, pero que les agradecemos su presencia y también a todos los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios que hoy nos acompañan y no puedo menos que dejar una pequeña referencia al personal de la Cámara que con lealtad y entusiasmo trabaja día a día para el bien de nuestra Organización.

La fundación de nuestra institución el 17 de enero de 1867 que hoy recordamos, fue la cristalización de un proceso que se venía gestando en la Banda Oriental mucho antes de la independencia, sentado inicialmente en Montevideo, el comercio se abría penosamente –hay que decirlo- y paso a paso. A pesar de las limitaciones que imponía la Corona Española a sus súbditos americanos, surgían los empresarios que arriesgaban su peculio en aras de emprendimientos productivos. Pueden que hayan caído en el olvido popular, pero esta noche bien podemos recordar a Don Francisco Medina, impulsor en 1786 del primer saladero de carnes en gran escala que conoció nuestro territorio o la compañía marítima que tres años después encararía la pesca de la ballena. Estos emprendimientos quedan como ejemplo de la capacidad e iniciativa que se despertó en estas latitudes desde tempranas épocas. Para 1796, se crea la Junta de Comerciantes, seguida por las Salas de Comercio y para 1802 el esfuerzo privado ya había fabricado el primer muelle en el puerto de Montevideo. En forma discontinua y a veces caótica –hay que reconocerlo- pero siempre avanzando la actividad comercial acompañaba el progreso de los Orientales. Hoy en esta sala, en el fondo todos somos herederos de esa tradición de más de dos siglos y la Cámara de Comercio y Servicios se une a esta tradición.

Quiero recordar que los principios y objetivos de la Cámara no han cambiado en nada en 140 años, en nada. Son sencillos y claros y de valor permanente y por eso es que han seguido incambiados y es bueno que uno recuerde cuáles son: el respeto a la Constitución, la defensa al Estado de Derecho y de la democracia, la libertad de comercio, el velar por la economía nacional en su conjunto y no el sacrificar los principios a los intereses menores. Era inevitable que en su calidad de gremio apolítico, ajustado a invariables normas en conducta en su larga vida, la Cámara estuviera de acuerdo y también en desacuerdo con los gobiernos nacionales defendiendo sus principios con vigor y lealtad hacia sí misma y con los demás. No es distinto con el actual gobierno ni seguramente con los futuros.

Hemos aplaudido los propósitos gubernamentales de lograr una mayor apertura mundial a las exportaciones nacionales; apoyamos calurosamente en su momento la iniciativa de firmar un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, pues se ha demostrado una vez y mil veces más que el comercio exterior es la clave del desarrollo económico. Lamentamos que algunos de nuestros socios del MERCOSUR no respondan a nuestros justos reclamos de poder aplicar una política comercial más libre que tanto nos facilitaría el acceso a los mercados mundiales. Fue precisamente, nuestro prócer José Artigas -cuyo retrato vemos en la pantalla- quien firma el primer tratado de libre comercio con los ingleses, reafirmando esta libertad de comercio que tanto reclamamos y que queda inscripta en nuestra agenda de trabajo para todo el tiempo que venga.

Existen dos elementos en los que queda mucho por hacer a los sectores oficiales y privados en acción conjunta. Uno, es que es urgente armonizar los recursos que dedicamos a la promoción comercial aprovechando al máximo nuestras capacidades, es un requisito fundamental para la inserción exterior del país. El segundo, es la competitividad del país que es baja, pues estamos en el número 73 en el índice mundial. Esta situación no es acorde con nuestro propósito de salir al mundo exitosamente con nuestra producción nacional y en uno u otro tema, comprometemos nuestra más franca cooperación.

Hemos seguido con aprobación la forma en que se ha racionalizado nuestra pesada deuda externa, una de las mayores per cápita del mundo, ajustando picos de intereses y amortizaciones en el tiempo, así como apoyamos las medidas tendientes a dar creciente cohesión a nuestras políticas económicas e industriales. Hemos significado y lo ratifico, nuestra preocupación con el aumento del gasto público y la carga tributaria. Compartimos en cuanto contribuya a atender situaciones sociales precarias, porque eso es parte de integrar nuestra democracia solidaria, pero sabemos que hay límites que no se pueden superar sin arriesgar contratiempos financieros y económicos que repercutirían llegado el caso, sobre la sociedad entera.

Reconocimos, complacidos en este momento, con mucho gusto, que la Reforma Tributaria, recoge planteos de la institución relacionados con la eliminación de determinadas inequidades, en efecto, han sido eliminadas. Sin embargo, no podemos olvidar que las reformas tributarias exitosas en el mundo, se han dado en forma concomitante con una reforma del Estado que permite reducir la presión fiscal y lograr el crecimiento del empleo. Precisamente por este motivo, esperamos acciones más positivas que las que hasta ahora hemos escuchado en torno a la reforma del Estado. Nuestra burocracia es excesiva y no siempre tan eficiente y organizada como desearíamos, pero es parte del nivel de competitividad del país, es un resorte fundamental del país competitivo, no se puede prescindir y por ello hemos acogido con beneplácito los recientes anuncios de algunas empresas públicas sobre la racionalización de sus recursos humanos y esto entendemos se orienta en la buena dirección y ojalá se registren nuevos anuncios de este tipo en los tiempos venideros.

Últimamente la coyuntura económica mundial nos ha sido extraordinariamente favorable, nadie nos puede asegurar que seguirá así, es otra razón poderosa para precavernos de erogaciones que el día de mañana excederían nuestros créditos.

Es notorio que la Cámara, junto con las demás agrupaciones empresariales del país, no se considera contemplada plenamente por la forma en que se viene legislando en materia laboral. Esta tendencia desanima contra el sector privado y conspira contra la inversión productiva y la generación de empleo. Las cifras sobre inversión que nos brinda el Ministerio de Economía, son alentadoras pero no ha habido un crecimiento importante de los puestos de trabajo como desearíamos y uno de los motivos a nuestro juicio es que la legislación vigente no ayuda lo bastante en ese sentido. La tasa de desempleo continúa estancada en torno al 10% a pesar del importante crecimiento de la actividad en los últimos tres años que me complazco en destacar. Pero tener un buen desempeño económico en términos de productos y de cuentas externas, tiene que ser acompañado por un crecimiento del empleo, es un tema nacional que tenemos que acometer y resolver.

Seguimos en el diálogo con el Ministerio de Trabajo y queremos llegar a fórmulas recíprocamente aceptables, pues en un tema tan delicado e importante como las relaciones laborales, sólo el consenso alcanzado por las partes sociales involucradas le sirve al país, le dedicamos todos nuestros esfuerzos al logro de este objetivo.

¿Es correcto afirmar que como la actividad empresarial genera empleo y riqueza no se le debe pedir más? No lo vemos así. Hay un fuerte movimiento en el mundo, y aquí también en nuestro país hacia el desarrollo de lo que se denomina la responsabilidad social del empresario. No somos ajenos a esta sana tendencia, así lo atestigua el convenio recientemente suscripto con UNICEF y las obligaciones asumidas por la Cámara al respecto. Desde luego, los empresarios ya habían asumido esta responsabilidad desde siempre, colaborando con la comunidad en general, en silencio. Innumerables son los ejemplos de empresarios participando hoy en día honorariamente en diversas áreas así como apoyando económicamente en toda clase de obras sociales, y esto es parte del Uruguay solidario, ese Uruguay solidario que es un orgullo que todos los uruguayos compartimos.

Señor Presidente, la gran mayoría de nuestros afiliados son pequeñas y medianas empresas, en general las dirigen o las dirigieron quienes empezaron su vida laboral como empleados que un día decidieron lanzarse a la búsqueda de un mejor destino para ellos y su familia, asumiendo los riesgos, los sinsabores y también las responsabilidades empresariales. O sea que la Cámara reúne fundamentalmente a empleados que se convirtieron en empleadores, ya sea en esta generación o en generaciones pasadas. Apoyemos pues a los nuevos empresarios de todos los sectores que con su inventiva, capacidad de riesgo y creatividad se convierten en nuevos generadores de puestos legítimos de trabajo. Tengamos presente que cuando el horizonte de posibilidades de mejorar se les cierra, a quienes arriesga el afán legítimo de progreso personal, a veces se opta por buscar el destino en otro lares. Así, los más dinámicos emigran y no podemos permitir que siga esta sangría de gente emprendedora. Demasiados uruguayos viven lejos de su tierra.

Como siempre, amigos, el país se hace entre todo, seamos gobierno, empleados o empleadores y nadie puede sustraerse a este destino común, porque es la ley de la vida, si se quiere. Cada uno tiene su papel, el del empresario es innovar, arriesgar y brindar empleo y producción, es ser el motor del desarrollo económico y del entramado social aliando a la multitud de compatriotas que trabajan y luchan a diario por un destino mejor.

Proclamamos hoy 2 de agosto, homenajeando a nuestro prócer en este día emblemático, el día del comercio y de los servicios que conmemoraremos anualmente como medio de inspirar nuevos esfuerzo y de rendir tributo a la legión de hombres y mujeres, ellas tanto en el hogar como en la empresa, que tanto hicieron por forjar el Uruguay de hoy y que harán también para que el Uruguay de mañana sea mejor.

Entonces, ¿qué decir, señor Presidente?; juntos todos sin distinción alguna, empujando con fuerza para un país más feliz y próspero.

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