ECONOMÍA URUGUAYA TIENE COMO OBJETIVO EVITAR
VULNERABILIDAD
El Presidente del Banco Central, Walter Cancela,
participó de las XXII Jornadas Anuales de Economía, donde enfatizó en
que la economía uruguaya atraviesa un proceso de transición post crisis
y por ser pequeña, vulnerable y dolarizada se avanza hacia una
estrategia donde se maneje algún indicador de precios, como por ejemplo,
una tasa de interés.
El Presidente del Banco Central del Uruguay Walter
Cancela, se refirió a la economía uruguaya como una economía pequeña que
no determina en los mercados internacionales pero sí recibe los impactos
externos. Es abierta sobre todo en términos financieros, presenta un
alto nivel de endeudamiento lo que impone restricciones a las políticas
fiscales. Agregó que aun es altamente dolarizada, lo cual impone
restricciones al manejo de políticas monetarias; presenta mercados
financieros poco profundos. Estas restricciones impuestas a la política
monetaria en Uruguay, determinan la necesidad de una fuerte consistencia
en el manejo macroeconómico para evitar inconsistencias dinámicas entre
políticas fiscales monetarias y cambiarias. En estas condiciones las
estrategias que puede tomar el Banco Central para contribuir al objetivo
constitucional, que es velar por el mantenimiento del valor de la moneda
nacional, pueden ser de dos órdenes: o se maneja por parte de la
política monetaria algún precio o alguna cantidad.
En la primera opción está el manejo de tipo de cambio
como instrumento para establecer anclas nominales en la economía, como
se hizo en Uruguay durante los 50 años anteriores a 2002. En el caso en
que la economía se vea afectada por inconsistencias macroeconómicas, el
efecto del manejo del tipo de cambio modifica la evolución de los
precios relativos, lo cual puede producir fenómenos desestabilizadores
como la llamada "tablita" del año 1982 o el "atraso cambiario" ocurrido
entre los años 90 y 2001. De lo contrario también se pueden producir
otros fenómenos como los ocurridos entre el año 1985 y 1990 que
determinaron una inflación superior al 120%.
En este sentido, Cancela sostuvo que el manejo del
tipo de cambio alienta procesos de dolarización y aumenta la
vulnerabilidad a los posibles shocks del exterior vinculados a precios.
Otra opción dentro de este orden es el manejo de la
tasa de interés lo cual impone varios requisitos a la política
monetaria, que no son fáciles de determinar y hacen de esta opción a
corto plazo poco eficiente para lidiar con shocks provenientes de la
oferta o de los costos.
Considerando estas opciones, Cancela dijo que el
Banco Central uruguayo viene realizando el manejo de agregados como
política post crisis pero como esta se hace difícil de operar cuando se
están en niveles bajos de inflación y resulta poco transparente, ya que
los agentes no tienen en tiempo real el conocimiento directo de la
posición adoptada por la política monetaria, se está avanzando en un
proceso de transición hacia una estrategia de manejo de un indicador de
precios que será alguna tasa de interés. Esto implica dejar de lado la
opción del tipo de cambio, que no dio buenos resultados en años
anteriores y trajo grandes dificultades al momento de hacerle frente a
los distintos tipos de shock recibidos.
Por su parte, el Director del Banco Central de la
República Argentina, Arnaldo Bocco, inició su oratoria comentando sobre
la crisis que sufre su país desde hace dos semanas, que puso a prueba la
política monetaria financiera que lleva adelante el Banco Central
argentino. La caída del mercado inmobiliario norteamericano que sigue
intensificándose, le provocó a los países desarrollados y a los
emergentes, como Argentina, pérdidas significativas en cuanto a consumo
e inversión. Gracias a la capacidad de reacción mostrada por la política
monetaria argentina, se logró mantener un horizonte de estabilidad
resultando en una conducta innovadora, si se compara con las respuestas
que caracterizaban a dicho país. Las medidas y acciones tomadas
comprenden una serie de regulaciones financieras bancarias e
intervenciones directas en los mercados de dinero, crediticios y de
activos financieros, respondiendo a una estrategia preventiva y
consistente construida en los últimos años para garantizar en caso de
turbulencias financieras, el poder de prevenir a cualquier sobresalto.
La acumulación prudencial de reservas del Banco
Central –U$S 44 mil millones- es el punto de partida de esta estrategia,
que a pesar de ser un beneficio abstracto mientras no se utiliza, es
concreto en situaciones de stress financiero y desalienta movimientos
especulativos externos. El régimen de flotación del tipo de cambio
vigente, el no favorecer un seguro de cambio que favorezca la llegada de
capitales especulativos, así como evitar una reacción de la autoridad
monetaria durante las primeras 42 horas de turbulencia fueron claves
para comprobar la conveniencia del actual régimen cambiario. Agregó que
el Banco Central intervino en el mercado dejando en claro que no
permitirán subas abruptas en el dólar que pudieran tener impacto
inflacionario o generar incertidumbre en la población.
La colocación de reservas dio un rendimiento cercano
al 6% anual; se transita por una economía que incentiva a transferir los
depósitos a la vista a plazo, con lo cual se logró el crecimiento del
ahorro y generó una mejora en las condiciones de los préstamos para el
sector privado, en un 41%, en un año.
La recomposición de la liquidez y la solvencia
bancaria permiten que Argentina cuente con un sistema sólido que actúa
como amortiguador de cualquier turbulencia externa fortaleciendo la
solvencia del sistema financiero. En esta línea, Bocco destacó que es el
tercer año en que se registran beneficios para el sistema lo cual, les
permitió acceder a estándares internacionales. Asimismo, la salida de
los bancos nacionales al mercado de capitales invirtiendo bonos en
dólares, se logró gracias a la implementación de un instrumento creado
por el Banco Central Argentino que consiste en un bono a 30 años.
En otro orden, la economía argentina real creció
alrededor del 8% y la industria un 6%, destacando el despegue de la
industria automotriz que arrastra a todo un conjunto de otras
actividades productivas. Esto se enmarca en las medidas que se vienen
tomando desde hace algún tiempo, para incentivar al sector privado y a
la independendización de éste del sector público.
En cuanto al tema inflacionario, dijo que la tasa de
inflación atraviesa por una tendencia desagregada y los principales
indicadores están en un proceso a la baja; en consecuencia, no cabe la
posibilidad de subir las tasas de intereses
–como muchas veces se sugiere- porque bajaría la tasa
de crecimiento.
Por su parte, el presidente del Banco Central de
Perú, Julio Velarde, dijo que su país fue el único en adoptar un esquema
de metas de inflación cuando la inflación era negativa en todos los
países de la región, con el objetivo de lograr una política económica
expansiva y reactivar la economía. Una economía básicamente dolarizada.
La economía peruana está básicamente dolarizada. La política monetaria
peruana busca en primer lugar autonomía, libre de cualquier presión
directa o indirecta del gobierno; transparencia y comunicación; define
la meta inflacionaria del país; publica tres veces al año los reportes
de inflación; la meta es indefinida y contínua y la proyección de
inflación que se publica con 8 meses de anticipación.
Velarde enumeró las características del esquema de
metas explícitas del Banco Central peruano: tiene como objetivo la
estabilidad de precios; partiendo de una meta explícita de inflación;
instrumenta políticas monetarias; se realizan reportes actualizados
sobre la inflación tres veces al año y notas de informes del programa
monetario mensual y se realizan reuniones con los tesoreros y los
medios.
Desde enero del 2007 se estableció una perspectiva de
inflación de 2% +/-1 punto porcentual para favorecer la desdolarización
de la economía y aumentar el poder adquisitivo y monetario a largo plazo
y en este sentido, el jerarca dijo que la inflación con respecto a las
expectativas se ha mantenido.
Finalmente, se refirió a la preocupación que provoca
la dolarización ya quee conlleva riesgo de liquidez bancaria,
insolvencia bancaria y limita el accionar de la política monetaria y en
este sentido, se tomaron algunas medidas para promocionar la
desdolarización a través de la interiorización de los riesgos de
intermediar en dólares, se aumentaron los bonos privados y del tesoro
público en la moneda peruana.
En el marco de las XXII Jornadas Anuales de Economía
que se llevan adelante en Montevideo, el profesor Carl E. Walsh de la
Universidad de California, Santa Cruz, inició la conferencia del día de
hoy, con una exposición sobre "Monetary policy and the role of real
objectives". |