14/08/07


NORMAS SOBRE TRASPLANTE COLOCAN A URUGUAY EN EL PRIMER MUNDO
Uruguay se posiciona como país del primer mundo, en la reglamentación sobre trasplantes de órganos e investigaciones con células y tejidos humanos, que otorgan transparencia al trabajo de los laboratorios de biotecnología y seguridad a la población.

La Directora del Instituto Nacional de Donación y Trasplante, Inés Álvarez, señaló que Uruguay siempre marcó una notoria diferencia respecto al resto de América Latina en esta materia.

En el año 1971, nuestro país, creó la primer Ley de Trasplantes de América Latina, que regula sobre el trasplante de órganos y, en 2006, se firmó el Decreto 160/006 que establece normas de control de calidad y seguridad para el trasplante de células y tejidos humanos.

Álvarez, resaltó la importancia de este Decreto, porque otorga un marco de desarrollo programado, tanto para trabajar en conjunto con las distintas opciones terapéuticas que se están llevando a cabo, con tejidos y células humanas y, por otro lado, brinda un marco organizado y de seguridad en cuanto a las investigaciones terapéuticas.

La Directora del INDT, dijo que el Decreto 160 se aplica a la donación (porque en nuestro país no es legal el comercio de órganos y tejidos humanos), a la evaluación de los procesamientos, a la preservación de los órganos, almacenamiento de los órganos y su destino final. Este sistema opera de la misma forma ya sea para un trasplante o una investigación.

Antes de existir este marco regulatorio, el Ministerio de Salud Pública, no tenía los recursos necesarios para encauzar el uso terapéutico de los laboratorios privados que quisieran realizar investigaciones con manejo de células y tejidos humanos; aunque sí existía una reglamentación para los trasplantes.

Del mismo modo, el Decreto 160 prevé que los programas para las diferentes terapias o investigaciones sean evaluados por el Departamento Técnico del INDT y por el Comité de Bioética del Instituto, el cual analiza en profundidad, todos los programas médicos. Una vez que los programas son evaluados, el Ministerio de Salud Pública, habilita a las instituciones correspondientes a llevarlos adelante. De esta manera, se generan mecanismos para la atención más seguros para satisfacer las demandas de la sociedad que requiere este tipo de tratamiento.

En cuanto a los controles y normativas, la titular del INDT destacó que, Uruguay está posicionado como un país del primer mundo en esta materia, debido a que el MSP, desarrolló una actitud proactiva frente a los avances de la biotecnología, colocando al país a la vanguardia del uso responsable y controlado de estos dispositivos médicos, entre los países más destacados y desarrollados del mundo.

La existencia de estas normas y marcos regulatorios, otorgan a las empresas de biotecnología mayor seguridad, porque se encuentran insertas en un esquema legal para la aplicación de mecanismos correcto en el cual se desenvuelve la investigación científica y por ende otorgue a todo el procedimiento mayor confiabilidad.

Estas normativas apuntan a tener la trazabilidad del tejido y de la célula, para que la donación mantenga la misma política y la misma filosofía de transparencia y confianza.

Inés Álvarez, agregó que la intención del MSP, es que el crecimiento en esta área sea organizado y que apunte a la sumatoria de conocimientos y no a su disgresión para que ofrezcan absoluta seguridad a la población usuaria de este sistema.

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