Luego de casi veinte años del cierre del ingenio El Espinillar, en Constitución, una intensa actividad desarrolla la Intendencia de Salto en el semillero de caña de azúcar en Belén, previa a la primera zafra que tendrá el departamento.

Asimismo, se culminó con las mejoras en caminería exterior al predio y actualmente se construye más de tres kilómetros de caminería interna de la chacra, imprescindibles para la circulación de camiones de gran porte que transportarán la caña hacia Bella Unión.

El semillero de Belén cuenta con 90 hectáreas de cultivo, que se incrementarán en la próxima primavera con otras 11 hectáreas en el predio de ALUR, lindero a la toma de agua del riego.

A eso, se suma el nuevo semillero de caña de azúcar de 30 hectáreas que se está iniciando en Villa Constitución, con el objetivo de reactivar dicho cultivo en la zona norte del país.

Las obras son coordinadas por Manuel Fructos, del Departamento de Desarrollo Productivo de la comuna salteña, responsable de la articulación entre las Juntas Locales de Belén y Constitución, la Intendencia y la empresa ALUR sobre los semilleros de caña de azúcar de Salto.

Respecto a los trabajos realizados en la zona se destaca el importante movimiento de personal, camiones y maquinaria vial municipal.

La Intendencia de Salto, las Juntas de Belén y Constitución, organizaciones locales y ALUR apuntan a consolidar y expandir el emprendimiento del semillero. También a mejorar el sistema de riego, que deberá ser un importante aporte para el desarrollo de otros sistemas productivos de la zona.

Por otra parte, la Junta de Belén trabaja en forma sostenida con propuestas relacionadas al turismo, en coordinación con Termas de Arapey y el Departamento de Turismo de la Intendencia de Salto.

Actualmente, se realiza una evaluación de los daños de las heladas al cultivo, estimándose en principio que un 30 % del área total se deberá destinar a industria, lo que representa, aproximadamente, 25 hectáreas.

Estas heladas causaron importantes daños, los que afectaron las yemas de los cultivos en las partes bajas de la chacra, obligando a su corte y posterior derivación a distintas actividades industriales, tarea que debe hacerse lo antes posible para que los rendimientos de azúcar no sigan disminuyendo.