CUIDADO AMBIENTAL: UNA SOCIEDAD INFORMADA PROYECTA
SU CRECIMIENTO
El crecimiento económico sostenido de Uruguay, se
sustenta, contemplando los aspectos sociales y ambientales que contiene,
aseguró el Subsecretario de Vivienda Jaime Igorra, para quien el
desarrollo sería poco eficaz si no es acompañado con el incremento de la
conciencia ambiental de la población e industriales en particular.
Este desarrollo económico y productivo no se puede
concebir sino como sustentable con el ambiente y en el tiempo, y el
Uruguay cuenta con los elementos jurídicos para enfrentar el desafío
señaló el jerarca.
Hoy el mundo exige cada vez más invertir en
investigación, en ciencias y desarrollar tecnologías que permitan
coexistir las actividades industriales y humanas, haciendo sustentable
al planeta, como forma de garantizar nuestra calidad de vida y la de los
que nos sucederán en el futuro.
"Asumir de manera clara y directa la actividad humana
e industrial en el país con el compromiso por la conservación ambiental
nos acerca y nos lleva a transitar un mismo camino", dijo Igorra.
Un claro ejemplo es la concreción en el país de: la
Maestría de la Universidad de la República en Manejo Costero Integrado
del Cono Sur o la de Ingeniería de Celulosa y Papel, también en La
Universidad de Montevideo, en cooperación con BID-FOMIN (Banco
Interamericano de Desarrollo-Fondo Multilateral de Inversiones), a
través del programa "Promoción de la Producción Eco - Eficiente en PyMEs",
asumió el fuerte compromiso de mejorar la eficiencia y competitividad de
las PyMEs o La Universidad Católica con su curso de Postgrado en
Ingeniería Biomédica.
Asimismo, la DINAMA, tiene como misión – expresamente
establecida en la legislación nacional - la formulación, ejecución,
supervisión y evaluación de los planes que regulen, prevengan y
controlen todas las actividades humanas que puedan afectar el ambiente.
En este sentido, hablar en estos tiempos de
prevención y control ambiental está ligado a investigación, innovación y
desarrollo científico y tecnológico que brinden las herramientas e
insumos necesarios para el cumplimiento de las obligaciones del Gobierno
y a los inversores y empresarios la posibilidad de producir más y mejor
de acuerdo con las mejores tecnologías que existan, para cada rubro, de
forma amigable con el medio ambiente.
Actualmente los emprendimientos de la actividad
industrial, agrícola, ganadera, forestal, prospección minera, etcétera
llevaron la cuestión ambiental a los primeros planos de la atención
nacional, regional e internacional.
Pero más allá de las estridencias públicas, para la
DINAMA esto implicó acelerar procesos internos, asumir desafíos inéditos
y encarar una etapa nueva, llena de desafíos y exigencias.
Mejorar las capacidades humanas con que cuenta –tanto
en términos cuantitativos como cualitativos—, mejorar la infraestructura
para el mejor desarrollo de sus tareas y contar con los recursos
económicos necesarios, son objetivos estratégicos de su gestión.
Igorra destacó además, la creación de la Red de
Laboratorios Ambientales, realizado el año pasado, iniciativa concebida
y desarrollada específicamente para el fortalecimiento de las
capacidades a nivel nacional de los laboratorios para el control
ambiental.
Esta red se concibió para armonizar los
procedimientos analíticos, para la capacitación de los recursos humanos
y para facilitar y acelerar la acreditación de los laboratorios, medidas
todas que apuntan a consolidar la confiabilidad de los resultados y, al
mismo tiempo, a fortalecer el sistema de controles: se incrementa la
capacidad de trabajo y se posibilita el seguimiento de procesos, a
través de indicadores medidos de manera confiable y estandarizada.
Más información, mejor recabada y procesada, más
seguridad en los resultados.
La Red de laboratorios que coordina la DINAMA abarca
35 entidades privadas y públicas de, por ejemplo, Ministerios,
Intendencias, Entes, Universidades, entre otros. Las instituciones
emblemáticas del país y del sector como el LATU y UNIT integran también
la RED.
Pero además de la RED, la DINAMA encaró el
mejoramiento de su propio laboratorio, un referente en el sector que,
sin las mejoras imprescindibles, podría verse desbordado. 600 mil
dólares es el monto de la inversión en equipamiento licitada en 2006,
cuyo resultado redundará en una mejora y modernización que, a esta
altura, resultaba imprescindible.
También la instalación de un nuevo laboratorio en la
ciudad de Fray Bentos co-gestionado con OSE, es una muestra de la
seriedad con que el Ministerio y la DINAMA están asumiendo los nuevos
desafíos que se le plantean.
Pero todo esto resultaría poco eficaz si no fuera
acompasado con el incremento de la conciencia ambiental, de la población
del país en general y de los emprendedores industriales en particular.
Una sociedad informada y preparada se convierte en un
aliado a la hora de producirse estos cambios, interactuando de manera
responsable con el ambiente.
El mundo y en particular nuestro país toman cada vez
más conciencia de un fenómeno mundial llamado cambio climático.
En nuestro país de base productiva esencialmente
agrícola, con un sector turismo cada vez más creciente y con una
dependencia muy fuerte desde el punto de vista energético de las
represas hidroeléctricas este tema pasa a ser esencial.
En el Ministerio la Unidad de Cambio Climático
desarrolla investigación y tareas de divulgación de información para que
las imprevisiones del pasado y el desencadenamiento de las acciones de
emergencia puedan preverse de otro modo y con otro resultado.
Se procura tener las evaluaciones, los instrumentos y
las mediciones para sectores tan sensibles como el agrícola, el turismo
o la energía tener un panorama de anticipación. De poco vale el
seguimiento, el control y eventualmente la aplicación de sanciones por
parte del Estado si los protagonistas de las acciones económicas no
asumen que esto no es una obligación, un fastidio impuesto por el
gobierno sino, muy por el contrario, una obligación, un compromiso de
respeto hacia la gente y hacia el país, agregó Igorra.
El Subsecretario aclaró que Desarrollo y Ambiente no
son términos antagónicos y que tomando las precauciones y medidas
necesarias, el desarrollo industrial puede coexistir con un ambiente
sustentable. |