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19 de octubre, 2007

Evitar efectos nocivos

Alimentos de origen animal: Uruguay aplica férreo control a medicamentos veterinarios
Prevenir que el uso de medicamentos veterinarios aplicados en animales destinados a la producción, incidan en los alimentos de origen animal, es una preocupación constante a nivel mundial. Uruguay cuenta desde hace 30 años con un Programa estatal actualizado y eficiente, que controla la incidencia de los residuos de medicamentos veterinarios y los contaminantes ambientales para evitar sus efectos nocivos.

El Director General de los Servicios Ganaderos del MGAP, Francisco Muzio, realizó la presentación y la evolución del programa, donde destacó que su objetivo fundamental es que los alimentos que controla (carnes, productos cárnicos, lácteos y miel) ofrezcan a sus consumidores desde el punto de vista de la inocuidad, las garantías correspondientes.

Uno de los aspectos principales en esta temática está referida a los residuos, que son aquellos compuestos químicos que permanecen en el organismo animal como consecuencia de un tratamiento, incluyendo el principio activo original o los productos de su transformación

En otro orden Muzio, afirmó que para la utilización de un medicamento veterinario con seguridad y confianza, este debe contar con el correspondiente registro otorgado por el departamento de controles específicos veterinarios del Laboratorio de DILAVE.

Cabe destacar, que Uruguay en el año 1977, siendo país exportador de alimentos, crea un programa de control de residuos de medicamentos veterinarios y contaminantes ambientales, entendiendo como contaminantes ambientales a los plaguicidas y a los metales pesados. En sus inicios, este programa, trabajó por muchos años básicamente para carnes y productos cárnicos y en la medida que crecía la importancia en los controles para las exportaciones, se incorporaron los lácteos y la miel. Fue diseñado de forma tal que reunía los requisitos necesarios para lograr la equivalencia con los programas de los mercados compradores de nuestros alimentos.

Finalmente, Muzio señaló que mediante un convenio con servicios ganaderos de Paraguay, el laboratorio DILAVE actuó como laboratorio de referencia para el Programa de Residuos Biológicos de ese país.

A continuación, la ingeniera Renata Antonáz, Jefa del Laboratorio de Residuos Químicos, DILAVE, realizó un homenaje al fundador del mismo, Juan Carlos Decia, que fue pionero en Uruguay en los análisis de plaguicidas, durante años realizó trabajos en conjunto con otras dependencias del Ministerio de Ganadería y capacitó a mucha gente en esta especialidad.

Por su parte, la coordinadora del programa, Dora Martha González, realizó algunas consideraciones sobre la evolución, el presente y el futuro del mismo.

Este programa viene creciendo en forma sostenida desde sus inicios y sorteó con éxito los escollos que se le presentaron a lo largo de sus 30 años de vida y en este sentido, logró cumplir con sus objetivos de brindarle el respaldo necesario a la inocuidad de los alimentos que maneja.

Desde sus inicios estuvo en franco desarrollo, aceptando todos los desafíos que se le presentaron y se destaca entre sus aspectos más relevantes la integración ya sea la institucional como la humana.

La implantación del sistema de certificación de carne natural, aporta al programa el soporte para el estudio de residuos evitándose así la duplicación de actividades.

Es un programa que apunta a la excelencia y a la permanencia de su personal, lo que es una particularidad que le brinda estabilidad y genera un rico patrimonio de experiencias de gran valor a la hora de sortear con éxito las auditorias de los mercados extranjeros.

González señaló que en los 30 años de funcionamiento, el programa sufrió cambios en los controles de la inocuidad de los alimentos, porque se evolucionó desde el antiguo concepto retrospectivo de controlar el alimento una vez producido, hasta lo que se utiliza hoy, donde los sistemas de control de inocuidad son prospectivos. Aplicar los controles desde la más temprana etapa de la producción primaria sumados a los monitoreos de los procesos permite detectar tempranamente los errores y corregirlos a tiempo, evitando pérdidas económicas significativas.

El programa acompaña esta evolución, asegurando que la exposición a los medicamentos veterinarios en los animales destinados a la producción de alimentos, no represente un riesgo significativo para la salud humana.

Los programas de controles son particulares y específicos para cada país, región, alimento y especie animal, por lo que no pueden ser copiados de un país a otro, sino que son fruto de la creatividad de sus autores. Pero, sin ser iguales, deben ser equivalentes para proporcionar las bases necesarias de que los países productores y exportadores estén en condiciones de certificar sus alimentos.

En la actualidad, existe la tendencia de diseñar programas dirigidos a la prevención, basados en el riesgo, centrados en la estimación de la probabilidad y gravedad del efecto perjudicial a los consumidores. Este modelo requiere la intervención de todos los participantes de la cadena alimentaria, y que todos los responsables aseguren que su intervención en la misma se realizó con buenas prácticas agrícolas y ganaderas. Esto es fundamental para que las autoridades concentren los recursos en aquellas áreas de mayor riesgo, aumentando las probabilidades de influir en la protección de la salud del consumidor.

En cuanto al futuro, se prevé que debido a que la evolución científica es permanente y que este programa avanza en esa línea, se debe estar atento a las reglamentaciones de los mercados compradores de nuestros alimentos e internalizarlas adecuadamente a nuestra realidad. Asimismo, la coordinadora destacó la necesidad de no excluirse de participar conjuntamente con los demás países, en los organismos internacionales que deciden los diseños de los programas y establecen los límites de tolerancia de los compuestos; es por esto, que el gobierno tiene la tarea intransferible de cumplir con las normas reglamentarias.

A partir de 2009 los países productores de alimentos continuarán recibiendo crecientes exigencias de los consumidores ecologistas y en este sentido, Uruguay tiene un gran desafío por delante, porque los mercados internacionales tienden a un decrecimiento en los valores de los límites de tolerancias de residuos de medicamentos veterinarios y contaminantes, en los alimentos.

Se aspira también a que en un futuro no muy lejano, se pueda tener todo el sistema de muestreo e informes de resultados uruguayo, informatizado.

El Presidente de INAC, Alfredo Fratti, saludó los 30 años del programa y rescató la importancia de que trascienda los gobiernos sin importar sus orientaciones políticas.

Resaltó el hecho de garantizar la inocuidad química de la carne para todos los mercados. A nivel internacional se remarcan las buenas condiciones de crianza de los animales uruguayos y su alimentación, pero lo que se destaca fuertemente, es la ausencia de hormonas de crecimiento, de antibióticos para animales y el respaldo que ofrece este programa, por que es permanentemente auditado y brinda todas las garantías exigidas a nivel internacional.

En este sentido, Fratti reafirmó su apoyo al programa y destacó la necesidad de trabajar conjuntamente con los representantes nacionales, en las organizaciones internacionales que intervienen en la elaboración de las normas que puedan afectar la comercialización de la carne. Esto es fundamental para que Uruguay no pierda posición ante los países más poderosos, en el momento en que las barreras sanitarias para los países exportadores son cada vez más exigentes.

Finalmente hizo uso de la palabra el Ministro José Mujica y enfatizó en la importancia de que la población esté al tanto de la existencia de este tipo de programas y actividades, porque es vital para la vida del país y sus ciudadanos.

Agregó que en el marco de la reforma del Estado que se procesa actualmente donde se aspira a disminuir el número de funcionarios públicos y a su vez, tecnificarlos y especializarlos, los programas como éste no deben sufrir recortes de sus recursos, ni económicos ni humanos, sino que tienen que ser apoyados y dotados de personal joven y capacitado. En cuanto a seguridad y controles, el Estado deberá ofrecer siempre a su población, las garantías necesarias al respecto.

Mujica felicitó a los fundadores de este programa y a todos los que lo integran por el trabajo que realizan y los buenos resultados que alcanzan.

   
 
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