Coordinación y prevención
El 70% de muertes ocurridas en Uruguay se deben a
enfermedades crónicas no transmisibles
Se lanzó el Programa denominado
“Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles”
(ECNTs), que funcionará desde el próximo 1º de enero y
tiene como objetivo fortalecer las capacidades del
sistema de salud uruguayo, enfatizando en la prevención
y en el primer nivel de atención. El costo total
alcanza los U$S 28.8 millones, de los cuales U$S 25.3
son financiados por el Banco Mundial.
El Coordinador Ángel Peñaloza,
comentó que este proyecto, elaborado por los
funcionarios del Ministerio de Salud Pública y ASSE,
está alineado a la Reforma del Sistema de Salud, porque
contiene los objetivos sanitarios de la Reforma,
fomenta la complementación pública-privada y propone el
fortalecimiento del sector público como eje
estratégico. Técnicos del Banco Mundial colaboraron y
aprobaron este trabajo, que se empezará a aplicar a
partir de enero de 2008 y durará cuatro años.
Peñaloza, distinguió tres puntos en
este proyecto: propósito, contenido y resultados
esperados y en este sentido, dijo que el propósito es
fortalecer las capacidades del sistema de salud
uruguayo generando herramientas para atender el perfil
epidemiológico que existe en el país. La estrategia
utilizada será acentuar el primer nivel de atención
aumentando su capacidad resolutiva y enfatizando en la
prevención.
De la primera encuesta nacional
realizada en 2006 sobre los factores de riesgo, se
desprende que existen factores conductuales y
biológicos que inciden en las ECNTs., donde la
principal característica es la existencia de factores
de riesgo durante un largo período antes de aparecer la
enfermedad y de esto se concluye que son prevenibles.
Por otra parte, el 70% de las muertes en Uruguay, se
producen por este tipo de enfermedades y el 60% de los
costos de la atención médica se destina para su
tratamiento.
Recalcó que aunque el país tenga el
mejor sistema de salud eficiente y organizada, es
necesario revertir estas cifras.
En este sentido, se destacan otros
datos: el 95% de los uruguayos tienen una dieta
inadecuada, el 31% de los adultos fuman cotidianamente,
el 34% sufre de hipertensión y el 7% de glicemia
elevada, el 38% tiene actividad física baja y el 60%
tiene sobrepeso. Entre los 45 y los 64 años de edad el
63% de la población cuenta con tres de estos factores.
Otra característica es mejorar la
capacidad de los servicios públicos para detección y
seguimiento de estas enfermedades en base a lo cual se
desarrollará un plan piloto con programas de prevención
y promoción de la salud en tres departamentos del
interior, alcanzando las 140 mil personas. En este plan
se conjugan dos objetivos de la reforma: pasar de la
medicina curativa a la preventiva y complementar los
servicios públicos y privados. En primer lugar se
detectará a la población con factores de riesgo y se la
incorporará a este programa de prevención y
rehabilitación. Una vez cumplido este paso, los
servicios de salud realizarán convenios de gestión con
la DIGESA y serán estimulados con una cápita adicional
por la incorporación de estas personas al programa.
Es fundamental brindarle apoyo
técnico al MSP para gestionar este programa y para
realizar un seguimiento del impacto de la Reforma de
Salud.
En cuanto a los resultados
esperados, se aspira a mejorar la accesibilidad y
calidad de los servicios del primer nivel de atención
priorizando las ECNTs, crear nuevos centros de salud de
primer nivel equipados con personal capacitado, crear
la red de atención con modernos sistemas informáticos,
implementar una unidad de capacitación contínua del
personal de ASSE, un sistema de vigilancia
epidemiológica moderno y con mejores respuestas a los
problemas sanitarios; una estrategia nacional de
promoción de salud con activa participación social y
coordinación interinstitucional y promoción de estilos
de vida saludable.
Finalmente, Peñaloza reiteró que la
coordinación intersectorial es imprescindible.
En la implementación del proyecto
intervienen además del MSP, el MEF, ASSE, MIDES, MEC,
Intendencias y otros organismos del Estado como BPS y
UDELAR.
Por su parte, el representante
regional del Banco Mundial, Luis Orlando Pérez, comentó
sobre la alta carga de enfermedades crónicas no
transmisibles que agreden anticipadamente a la
población uruguaya y sobre el gran porcentaje del PBI
que se destina a la sustentabilidad económica en salud.
En este sentido, uno de los principales desafíos que
tiene Uruguay es analizar el elevado monto de gasto
privado que se destina al tratamiento de este tipo de
enfermedades, porque acentúa las dificultades de
acceso a los menos favorecidos.
La población uruguaya cuenta con los
mismos niveles de los países desarrollados en cuanto a
incidencia de ECNTs, de los cuales el 40% de los
cánceres que prevalecen son los prevenibles con cambios
de hábitos.
Institucionalmente, este gobierno
plantea varias estrategias en este tema, primero la
fragmentación organizacional e institucional en los
cuidados asistenciales y para ello desarrolló el
Sistema Nacional Integrado de Salud, en segundo lugar
atacó uno de los problemas específicos de
financiamiento como son los múltiples subsidios
cruzados, lo cual se resolvió con el FONASA y el tercer
punto fue enfocarse en la prevención y promoción de la
salud.
Uruguay tiene un compromiso
internacional relacionado con las metas del milenio que
aspiran a reducir en un 2% las muertes anuales para
prevenir 36 millones de muertes hacia 2015, a nivel
mundial.
Finalmente, Pérez comentó que este
proyecto uruguayo es el primero donde el Banco Mundial
participa a nivel latinoamericano.
Asistieron al lanzamiento Daniel Olesker,
Director General de Secretaría del Ministerio; Baltasar Aguilar,
Director de la Administración de los Servicios de Salud
del Estado, y Ángel Peñaloza, Coordinador de Proyectos . |