Imprimir 

7 de noviembre, 2007

Coordinación y prevención

El 70% de muertes ocurridas en Uruguay se deben a enfermedades crónicas no transmisibles
Se lanzó el Programa denominado “Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles” (ECNTs), que funcionará desde el próximo 1º de enero y tiene como objetivo fortalecer las capacidades del sistema de salud uruguayo, enfatizando en la prevención y en el primer nivel de atención. El costo total alcanza los U$S 28.8 millones, de los cuales U$S 25.3 son financiados por el Banco Mundial.

El Coordinador Ángel Peñaloza, comentó que este proyecto, elaborado por los funcionarios del Ministerio de Salud Pública y ASSE, está alineado a la Reforma del Sistema de Salud, porque contiene los objetivos sanitarios de la Reforma, fomenta la complementación pública-privada y propone el fortalecimiento del sector público como eje estratégico. Técnicos del Banco Mundial colaboraron y aprobaron este trabajo, que se empezará a aplicar a partir de enero de 2008 y durará cuatro años.

Peñaloza, distinguió tres puntos en este proyecto: propósito, contenido y resultados esperados y en este sentido, dijo que el propósito es fortalecer las capacidades del sistema de salud uruguayo generando herramientas para atender el perfil epidemiológico que existe en el país. La estrategia utilizada será acentuar el primer nivel de atención aumentando su capacidad resolutiva y enfatizando en la prevención.

De la primera encuesta nacional realizada en 2006 sobre los factores de riesgo, se desprende que existen factores conductuales y biológicos que inciden en las ECNTs., donde la principal característica es la existencia de factores de riesgo durante un largo período antes de aparecer la enfermedad y de esto se concluye que son prevenibles. Por otra parte, el 70% de las muertes en Uruguay, se producen por este tipo de enfermedades y el 60% de los costos de la atención médica se destina para su tratamiento.

Recalcó que aunque el país tenga el mejor sistema de salud eficiente y organizada, es necesario revertir estas cifras.

En este sentido, se destacan otros datos: el 95% de los uruguayos tienen una dieta inadecuada, el 31% de los adultos fuman cotidianamente, el 34% sufre de hipertensión y el 7% de glicemia elevada, el 38% tiene actividad física baja y el 60% tiene sobrepeso. Entre los 45 y los 64 años de edad el 63% de la población cuenta con tres de estos factores. 

Otra característica es mejorar la capacidad de los servicios públicos para detección y seguimiento de estas enfermedades en base a lo cual se desarrollará un plan piloto con programas de prevención y promoción de la salud en tres departamentos del interior, alcanzando las 140 mil personas. En este plan se conjugan dos objetivos de la reforma: pasar de la medicina curativa a la preventiva y complementar los servicios públicos y privados. En primer lugar se  detectará a la población con factores de riesgo y se la incorporará a este programa de prevención y rehabilitación. Una vez cumplido este paso, los servicios de salud  realizarán convenios de gestión con la DIGESA y serán estimulados con una  cápita adicional por la incorporación de estas personas al programa.

Es fundamental brindarle apoyo técnico al MSP para gestionar este programa y para realizar un seguimiento del impacto de la Reforma de Salud.

En cuanto a los resultados esperados, se aspira a mejorar la accesibilidad y calidad de los servicios del primer nivel de atención priorizando las ECNTs, crear nuevos centros de salud de primer nivel equipados con personal capacitado, crear la red de atención con modernos sistemas informáticos, implementar una unidad de capacitación contínua del personal de ASSE, un sistema de vigilancia epidemiológica moderno y con mejores respuestas a los problemas sanitarios; una estrategia nacional de promoción de salud con activa participación social y coordinación interinstitucional y promoción de estilos de vida saludable.

Finalmente, Peñaloza reiteró que la coordinación intersectorial es imprescindible.

En la implementación del proyecto intervienen además del MSP, el MEF, ASSE, MIDES, MEC, Intendencias y otros organismos del Estado como BPS y UDELAR.

Por su parte, el representante regional del Banco Mundial, Luis Orlando Pérez, comentó sobre la alta carga de enfermedades crónicas no transmisibles que agreden anticipadamente a la población uruguaya y sobre el gran porcentaje del PBI que se destina a la sustentabilidad económica en salud. En este sentido, uno de los principales desafíos que tiene Uruguay es analizar el elevado monto de gasto privado que se destina al tratamiento de este tipo de enfermedades, porque  acentúa las dificultades de acceso a los menos favorecidos.

La población uruguaya cuenta con los mismos niveles de los países desarrollados en cuanto a incidencia de ECNTs, de los cuales el 40% de los cánceres que prevalecen son los prevenibles con cambios de hábitos.

Institucionalmente, este gobierno plantea varias estrategias en este tema, primero la fragmentación organizacional e institucional en los cuidados asistenciales y para ello desarrolló el Sistema Nacional Integrado de Salud, en segundo lugar atacó uno de los problemas específicos de financiamiento como son los múltiples subsidios cruzados, lo cual se resolvió con el FONASA y el tercer punto fue  enfocarse en la prevención y promoción de la salud.

Uruguay tiene un compromiso internacional relacionado con las metas del milenio que aspiran a reducir en un 2% las muertes anuales para prevenir 36 millones de muertes hacia 2015, a nivel mundial.

Finalmente, Pérez comentó que este proyecto uruguayo es el primero donde el Banco Mundial participa a nivel latinoamericano.

Asistieron al lanzamiento Daniel Olesker, Director General de Secretaría del Ministerio; Baltasar Aguilar, Director de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, y Ángel Peñaloza, Coordinador de Proyectos .

   
 
  Ver fotografías
 
  Ángel Peñaloza