INFACALLE invirtió U$S 1.3:
De 654 menores en situación de calle, el 40%
completó su proceso de reinserción social
Las actividades realizadas por el
Programa Infacalle desde hace 14 meses permitieron
atender a 654 niños pertenecientes a 297 familias en
Montevideo y Canelones, para las cuales se creó el
"Fondo Familia" que implicó el desarrollo de
estrategias de capacitación laboral y mejoramiento del
hábitat. También, 233 niños y adolescentes redujeron su
presencia en las calles, concurren a la Escuela y/o se
insertaron al mundo laboral.
El Director del Programa Infamilla,
Julio Bango destacó que el programa Infacalle es una
iniciativa conjunta del Instituto del Niño y del
Adolescente (INAU) y del Ministerio de Desarrollo
Social (MIDES) que se desarrolla en los departamentos
de Montevideo y en la zona metropolitana de Canelones,
en particular la Ruta 5 de Las Piedras y La Paz, Barros
Blancos, Pando, Paso Carrasco y Colonia Nicolich.
Las actividades realizadas por el
Programa Infacalle desde hace 14 meses permitieron
atender a 654 niños pertenecientes a 297 familias en
los departamentos de Montevideo y Canelones.
En ese contexto, Infacalle realizó
acciones previas que permitieron identificar a los
niños que trabajaban en calles de diferentes zonas de
las ciudades, además de verificar los lugares donde
vivían con sus familias.
En ese marco, la segunda fase del
trabajo desarrollado durante todo el año 2006 y parte
del 2007 se realizó con las familias en sus casas a
partir de convenios firmados con organizaciones no
gubernamentales y sus técnicos que trabajaron en forma
cotidiana en los diferentes domicilios con el objetivo
de cambiar situaciones de vulnerabilidad.
Las familias, guiadas por los
técnicos crearon proyectos para los cuales se
destinaron recursos materiales, lo cual se denominó
"Fondo Familia", base económica que permitió mitigar y
vencer la excusa de que estos niños en la calle estaban
buscando ingresos que a las familias les faltaban.
Con los fondos transferidos por
parte del Programa, las familias se comprometieron a
que los niños salieran de las calles, asistieran
regularmente a la Escuela Primaria, tuvieran completo
su carné de vacunas, acciones que se cumplieron y que
permitieron cambios notorios.
De esta forma, los integrantes
adultos de las familias se integraron a un Plan de
calificación para el empleo, nómina que permitió
mejores ingresos económicos, así como la mejora de las
condiciones de habitabilidad de las viviendas donde
conviven.
Después de 14 meses de trabajo, las
diferentes acciones estratégicas del Programa probaban
que 221 niños de 654 ya no están trabajando en las
calles porque están asistiendo regularmente a la
Escuela y durante más tiempo residen en sus casas con
sus familias.
También, 233 niños que constituyen
el 40% de la cifra inicial redujeron a la mitad su
presencia en las calles y comenzaron a concurrir a la
Escuela, actualmente Infamilia trabaja para que
definitivamente abandonen el trabajo en las calles.
En ese marco, de la cifra de 654
niños solamente un 20% sigue en situación de calle
porque aún no se han logrado los resultados esperados,
en los cuales se trabajará intensamente hasta marzo del
año 2008.
Los niños son parte de familias que
coexisten en viviendas modestas o precarias y que están
ubicadas en su mayoría en asentamientos irregulares.
En ese marco, las familias
produjeron emprendimientos productivos, realizaron
cursos de capacitación, ampliaron o mejoraron sus
viviendas porque un 75% vive en hogares en situaciones
de hacinamiento.
Bango, expresó que las 300 familias
donde están los 654 niños detectados en forma inicial
viven graves problemas y muchas de ellas perciben el
Ingreso Ciudadano o el Plan de Emergencia.
De este modo, el 90% de las familias
que recibían el Plan de Emergencia decidieron optar y
trabajar con el "Fondo Familia" y ejecutar proyectos de
trabajo, situación que demuestra que cuando se
presentan alternativas y condiciones para mejorar su
habitad no dudan en participar.
En 14 meses, Infamilia, invirtió un
millón de dólares y hasta marzo del 2008 financiará
300.000 mil dólares más para intentar que el 20% de los
niños que todavía está en la calle mejore sus
condiciones de vida.
El Jerarca, explicó que el Programa
permite trabajar con las familias en sus domicilios y
situar a los niños en conexión con toda una red
comunitaria, con la Escuela y el Centro de Salud en
primera instancia. Además, brinda alternativas de
utilización del tiempo libre a través de la
participación de actividades en clubes sociales o
deportivos, situación que genera diferentes opciones
que permiten romper con el circuito de calle en el que
se encontraban.
El Director, aseguró que muchos de
esos niños realizan calle en sus propios barrios, pero
algunos se desplazan en ómnibus hacia otras zonas de
Montevideo o Canelones donde existe más movimiento.
En ese marco, el abordaje es
integral porque es necesario trabajar básicamente sobre
dos aspectos que abarcan la dimensión material y
cultural.
La dimensión material genera
alternativas, dijo pero el Estado no puede disponer de
dinero en forma permanente para esas situaciones, sino
que es necesario brindar condiciones a las familias
para que logren emplearse.
Por otra parte, la dimensión
cultural es la más compleja y es la que requiere más
tiempo de trabajo porque es necesario internalizar todo
un proceso educativo donde la familia visualiza
distintas situaciones y lentamente se va concientizando
de que sus niños no pueden estar en la calle porque
están hipotecando su futuro, a pesar de que aporten
dinero a sus hogares.
Bango, manifestó que asumir,
entender y cambiar la aptitud de las familias no es un
proceso sencillo y por ese motivo se trabaja en forma
ininterrumpida con niños y adolescentes de dos a 17
años, donde un 54% se encuentra concentrado en la
franja de 6 a 11 años.
El 40% de los niños que pasaron por
Infacalle ya no están en las calles, situación que es
producto del trabajo realizado por parte del MIDES con
técnicos de organizaciones sociales que salieron a las
mismas a detectar y verificar las distintas
problemáticas.
MIDES tiene asignado por Ley
coordinar las políticas sociales y en este caso en
particular, INFAMILIA financia este programa que supone
una inversión de 1.300.000 dólares.
Un comité de trabajo integrado por
técnicos de INAU e Infamilia crearon distintos
programas con indicadores de seguimiento, monitoreo y
de evaluación de los procesos, así como la construcción
y utilización de un software especial para efectuar la
exploración de los casos y también procesar las
evaluaciones que permiten dar cuenta de los resultados
manejados en la actualidad.
Asimismo, Bango, dijo que en
diferentes oportunidades los programas de calle se
creaban pero no contaban con objetivos definidos, y en
ese sentido, se intentó reducir a un porcentaje
determinado las situaciones de calle, situación que no
permitía conocer y saber si las acciones que se estaban
realizando eran exitosas o no, y si en ese contexto se
tenían que corregir lineamientos. Infamilla aportó un
sistema de monitoreo y de evaluación que permite
visualizar resultados tanto en Montevideo como en
Canelones, donde se concentra de manera mayoritaria la
problemática de niños en situación de calle.
INAU también está desarrollando
programas en los departamentos de Maldonado, Artigas,
Rivera, Salto y Paysandú.
El Director, aseguró que los niños
en situación de calle representan una especie de
cachetada a la sociedad uruguaya, a la cual le cuesta
visualizar sus problemáticas porque son facetas de
injusticia donde más de 90.000 niños sufren situaciones
carenciadas para las cuales se siguen implementando
diferentes programas. |