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22 de noviembre, 2007

INFACALLE invirtió U$S 1.3:

De 654 menores en situación de calle, el 40% completó su proceso de reinserción social
Las actividades realizadas por el Programa Infacalle desde hace 14 meses permitieron atender a 654 niños pertenecientes a 297 familias en Montevideo y Canelones, para las cuales se creó el "Fondo Familia" que implicó el desarrollo de estrategias de capacitación laboral y mejoramiento del hábitat. También, 233 niños y adolescentes redujeron su presencia en las calles, concurren a la Escuela y/o se insertaron al mundo laboral.

El Director del Programa Infamilla, Julio Bango destacó que el programa Infacalle es una iniciativa conjunta del Instituto del Niño y del Adolescente (INAU) y del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) que se desarrolla en los departamentos de Montevideo y en la zona metropolitana de Canelones, en particular la Ruta 5 de Las Piedras y La Paz, Barros Blancos, Pando, Paso Carrasco y Colonia Nicolich.

Las actividades realizadas por el Programa Infacalle desde hace 14 meses permitieron atender a 654 niños pertenecientes a 297 familias en los departamentos de Montevideo y Canelones.

En ese contexto, Infacalle realizó acciones previas que permitieron identificar a los niños que trabajaban en calles de diferentes zonas de las ciudades, además de verificar los lugares donde vivían con sus familias.

En ese marco, la segunda fase del trabajo desarrollado durante todo el año 2006 y parte del 2007 se realizó con las familias en sus casas a partir de convenios firmados con organizaciones no gubernamentales y sus técnicos que trabajaron en forma cotidiana en los diferentes domicilios con el objetivo de cambiar situaciones de vulnerabilidad.

Las familias, guiadas por los técnicos crearon proyectos para los cuales se destinaron recursos materiales, lo cual se denominó "Fondo Familia", base económica que permitió mitigar y vencer la excusa de que estos niños en la calle estaban buscando ingresos que a las familias les faltaban.

Con los fondos transferidos por parte del Programa, las familias se comprometieron a que los niños salieran de las calles, asistieran regularmente a la Escuela Primaria, tuvieran completo su carné de vacunas, acciones que se cumplieron y que permitieron cambios notorios.

De esta forma, los integrantes adultos de las familias se integraron a un Plan de calificación para el empleo, nómina que permitió mejores ingresos económicos, así como la mejora de las condiciones de habitabilidad de las viviendas donde conviven.

Después de 14 meses de trabajo, las diferentes acciones estratégicas del Programa probaban que 221 niños de 654 ya no están trabajando en las calles porque están asistiendo regularmente a la Escuela y durante más tiempo residen en sus casas con sus familias.

También, 233 niños que constituyen el 40% de la cifra inicial redujeron a la mitad su presencia en las calles y comenzaron a concurrir a la Escuela, actualmente Infamilia trabaja para que definitivamente abandonen el trabajo en las calles.

En ese marco, de la cifra de 654 niños solamente un 20% sigue en situación de calle porque aún no se han logrado los resultados esperados, en los cuales se trabajará intensamente hasta marzo del año 2008.

Los niños son parte de familias que coexisten en viviendas modestas o precarias y que están ubicadas en su mayoría en asentamientos irregulares.

En ese marco, las familias produjeron emprendimientos productivos, realizaron cursos de capacitación, ampliaron o mejoraron sus viviendas porque un 75% vive en hogares en situaciones de hacinamiento.

Bango, expresó que las 300 familias donde están los 654 niños detectados en forma inicial viven graves problemas y muchas de ellas perciben el Ingreso Ciudadano o el Plan de Emergencia.

De este modo, el 90% de las familias que recibían el Plan de Emergencia decidieron optar y trabajar con el "Fondo Familia" y ejecutar proyectos de trabajo, situación que demuestra que cuando se presentan alternativas y condiciones para mejorar su habitad no dudan en participar.

En 14 meses, Infamilia, invirtió un millón de dólares y hasta marzo del 2008 financiará 300.000 mil dólares más para intentar que el 20% de los niños que todavía está en la calle mejore sus condiciones de vida.

El Jerarca, explicó que el Programa permite trabajar con las familias en sus domicilios y situar a los niños en conexión con toda una red comunitaria, con la Escuela y el Centro de Salud en primera instancia. Además, brinda alternativas de utilización del tiempo libre a través de la participación de actividades en clubes sociales o deportivos, situación que genera diferentes opciones que permiten romper con el circuito de calle en el que se encontraban.

El Director, aseguró que muchos de esos niños realizan calle en sus propios barrios, pero algunos se desplazan en ómnibus hacia otras zonas de Montevideo o Canelones donde existe más movimiento.

En ese marco, el abordaje es integral porque es necesario trabajar básicamente sobre dos aspectos que abarcan la dimensión material y cultural.

La dimensión material genera alternativas, dijo pero el Estado no puede disponer de dinero en forma permanente para esas situaciones, sino que es necesario brindar condiciones a las familias para que logren emplearse.

Por otra parte, la dimensión cultural es la más compleja y es la que requiere más tiempo de trabajo porque es necesario internalizar todo un proceso educativo donde la familia visualiza distintas situaciones y lentamente se va concientizando de que sus niños no pueden estar en la calle porque están hipotecando su futuro, a pesar de que aporten dinero a sus hogares.

Bango, manifestó que asumir, entender y cambiar la aptitud de las familias no es un proceso sencillo y por ese motivo se trabaja en forma ininterrumpida con niños y adolescentes de dos a 17 años, donde un 54% se encuentra concentrado en la franja de 6 a 11 años.

El 40% de los niños que pasaron por Infacalle ya no están en las calles, situación que es producto del trabajo realizado por parte del MIDES con técnicos de organizaciones sociales que salieron a las mismas a detectar y verificar las distintas problemáticas.

MIDES tiene asignado por Ley coordinar las políticas sociales y en este caso en particular, INFAMILIA financia este programa que supone una inversión de 1.300.000 dólares.

Un comité de trabajo integrado por técnicos de INAU e Infamilia crearon distintos programas con indicadores de seguimiento, monitoreo y de evaluación de los procesos, así como la construcción y utilización de un software especial para efectuar la exploración de los casos y también procesar las evaluaciones que permiten dar cuenta de los resultados manejados en la actualidad.

Asimismo, Bango, dijo que en diferentes oportunidades los programas de calle se creaban pero no contaban con objetivos definidos, y en ese sentido, se intentó reducir a un porcentaje determinado las situaciones de calle, situación que no permitía conocer y saber si las acciones que se estaban realizando eran exitosas o no, y si en ese contexto se tenían que corregir lineamientos. Infamilla aportó un sistema de monitoreo y de evaluación que permite visualizar resultados tanto en Montevideo como en Canelones, donde se concentra de manera mayoritaria la problemática de niños en situación de calle.

INAU también está desarrollando programas en los departamentos de Maldonado, Artigas, Rivera, Salto y Paysandú.

El Director, aseguró que los niños en situación de calle representan una especie de cachetada a la sociedad uruguaya, a la cual le cuesta visualizar sus problemáticas porque son facetas de injusticia donde más de 90.000 niños sufren situaciones carenciadas para las cuales se siguen implementando diferentes programas.

   
 
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