Análisis de economía uruguaya
Especialista propone reingeniería del Estado
uruguayo y reducción de gastos
Las decisiones económicas que
Uruguay tomó en el correr de su historia, marcan
claramente el crecimiento y estancamiento por el que
transcurrió en las diferentes etapas de su vida.
Actualmente, atraviesa por una etapa de bonanza
económica que deberá aprovechar para incrementar el
ahorro y el empleo. Así lo indicó la economista Dolores
Benavente, quien resaltó y comparó el Estado uruguayo
con otros de la región y el mundo.
En el marco de la reciente visita
del Presidente Vázquez a Nueva Zelanda, el presidente
de ACDE, Eduardo Campiglia realizó una introducción al
tema, refiriéndose a algunas características del
mencionado país, en particular, al funcionamiento de su
Estado. Allí, según dijo, el Estado es acotado pero
extremadamente eficiente. Si bien su carga tributaria
es superior al 30% del PBI, los ciudadanos lo aceptan
porque están orgullosos de él.
Esto se debe a que el ciudadano
recibe el servicio por lo que paga, de lo que se
desprende que el 97% de los neozelandeses envía a sus
hijos a la educación pública. Además, casi toda la
salud la cubre el Estado de forma gratuita para el
usuario.
Acto seguido, la economista María
Dolores Benavente, de la Cámara de Comercio y
Servicios, realizó una evaluación que intentó ponderar
si el Estado uruguayo podría acercarse o no, a ser muy
eficiente como el de Nueva Zelanda.
La Economista comenzó su exposición
con una reseña de los 140 años de creación de la
Cámara, desde donde se defiende al sector privado de la
economía. Se refirió a la historia económica del
Uruguay, pasando por la crisis del año 1930; por el
creciente intervencionismo estatal de los años 50 y 60
y su posterior fracaso; por las reformas del año 74, el
PEC, el MERCOSUR, las crisis del 82 y 2002, hasta
llegar a la actualidad.
Señaló que el Estado, en relación al
sector privado, puede ser de dos tipos: subsidiario,
que haga solamente lo que el particular no pueda hacer
o intervencionista, donde decide por la gente,
generando un sector privado pasivo.
Como consecuencia de las decisiones
tomadas en política económica, observó que en 1896 el
PBI pér cápita en Uruguay era un 30% más bajo que el de
Estados Unidos y esto se mantuvo hasta el año 1930
fecha en que se estancó, mientras que EEUU siguió
creciendo. Actualmente, el índice marca que el PBI pér
cápita en Uruguay está 8.3% más bajo que el de Estados
Unidos. Estos datos marcarían a juicio de la
especialista, que la decisión tomada en el año 30, de
cerrar la economía y aplicar un modelo de sustitución
de importaciones, llevó a una pérdida de bienestar muy
importante para el país.
En relación a comercio exterior,
Uruguay firmó en el año 1991 el Tratado de Asunción
que, analizado aisladamente le significó la duplicación
de sus exportaciones. Pero si se compara con Argentina
y Brasil que superaron estas cifras, según Benavente,
se concluye que Uruguay no se apropió del dinamismo del
MERCOSUR. Y en otro orden, Chile que no es miembro
pleno del bloque, multiplicó por más de 6 sus
exportaciones. De estas cifras se desprende que Uruguay
debe buscar otras vías de comercio porque así como está
el MERCOSUR no le sirve a Uruguay, según propuso
Benavente.
Analizando la situación del Estado
uruguayo actual, observó que no es ni intervencionista
ni liberal, sino que está entre ambos. Con esta
realidad, Benavente se refirió al sector privado
específicamente y dijo que sufre la elevada presión
fiscal, las regulaciones, la burocracia y los servicios
públicos que no están siempre en calidad y en precios
internacionales.
La presión fiscal que tiene el
Estado uruguayo con relación a Nueva Zelanda o con los
países del norte de Europa es similar, pero no se puede
comparar en calidad, a los servicios que recibe la
población en estas regiones, con relación a la que
reciben los uruguayos. Esto ocurre por la diferencia
que existe en el poder adquisitivo, en la seguridad
ciudadana y en salud, entre otras características que
en Uruguay, son de país subdesarrollado.
Para revertir esta situación, la
economista sostuvo que es necesario reducir los gastos
del Estado, a través de una reingeniería del mismo.
Asimismo, planteó la necesidad de rever la existencia
de los ministerios sectoriales o el número de empleados
públicos actual.
También analizó el tema de los
monopolios estatales, y al respecto dijo que no es
recomendable es un tema de cambio de concepción por
parte de todos, los empresarios los trabajadores
públicos y los privados que están acostumbrados a que
un Estado intervencionista todo lo resuelva.
Y al respecto, dijo que no son
recomendables porque esto lleva a la implantación de
diversos "vicios", lo que hace necesario analizar la
moralidad y el gasto que produce el funcionamiento de
estos entes.
En cuanto al sistema tributario
actual, Benavente enfatizó en que es necesario ser
coherente con el mismo, porque a pesar del cambio en la
reforma tributaria que se acaba de implementar, el
grueso de las recaudaciones continúan proviniendo del
IVA, lo que obliga a actuar con una actitud anticíclica
en el gasto. Esto es fundamental para que el gobierno
pueda ahorrar cuando crece la economía y la
recaudación.
Por otra parte, la presión fiscal
alta que existe en Uruguay, lleva a que la informalidad
sea rentable por lo cual para combatirla, además de la
represión, se debe alcanzar una presión fiscal adecuada
que no haga atractiva la informalidad.
Con respecto a las regulaciones, la
expositora sostuvo que Uruguay tiene regulaciones
inflexibles, estrictas pero de aplicación laxa y esto
induce también a la informalidad.
En su opinión, el Estado
intervencionista trajo varias consecuencias, entre
ellas, que a pesar del gran crecimiento económico por
el que atraviesa Uruguay, el empleo continúa estático,
previsiblemente porque el empresario está temeroso de
realizar nuevos contratos ya sea por las crecientes
regulaciones de cogestión entre trabajadores y
empresarios y la ley de fuero sindical, entre otras
cosas.
Con respecto a la burocracia,
expresó que en Uruguay el funcionario estatal hace al
trámite y en relación a otros países regionales nuestro
país tiene el doble de funcionarios públicos que la
media americana y la relación de la cantidad de
funcionarios respecto a la cantidad de habitantes es
mayor que en Argentina o Brasil. Benavente señaló,
según datos estadísticos, que los entes públicos
uruguayos, ANTEL, UTE y ANCAP, en relación a su
producción, tienen demasiados empleados.
En comparación con otros países en
cuanto a competitividad global, respecto a tres los
indicadores principales, básicos, eficiencia e
innovación, Uruguay está en la mitad de de la tabla
junto a sus socios del MERCOSUR, muy por debajo de
Suiza que ocupa el primer lugar. |