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23 de noviembre, 2007

Análisis de economía uruguaya

Especialista propone reingeniería del Estado uruguayo y reducción de gastos
Las decisiones económicas que Uruguay tomó en el correr de su historia, marcan claramente el crecimiento y estancamiento por el que transcurrió en las diferentes etapas de su vida. Actualmente, atraviesa por una etapa de bonanza económica que deberá aprovechar para incrementar el ahorro y el empleo. Así lo indicó la economista Dolores Benavente, quien resaltó y comparó el Estado uruguayo con otros de la región y el mundo.

En el marco de la reciente visita del Presidente Vázquez a Nueva Zelanda, el presidente de ACDE, Eduardo Campiglia realizó una introducción al tema, refiriéndose a algunas características del mencionado país, en particular, al funcionamiento de su Estado. Allí, según dijo, el Estado es acotado pero extremadamente eficiente. Si bien su carga tributaria es superior al 30% del PBI, los ciudadanos lo aceptan porque están orgullosos de él.

Esto se debe a que el ciudadano recibe el servicio por lo que paga, de lo que se desprende que el 97% de los neozelandeses envía a sus hijos a la educación pública. Además, casi toda la salud la cubre el Estado de forma gratuita para el usuario.

Acto seguido, la economista María Dolores Benavente, de la Cámara de Comercio y Servicios, realizó una evaluación que intentó ponderar si el Estado uruguayo podría acercarse o no, a ser muy eficiente como el de Nueva Zelanda.

La Economista comenzó su exposición con una reseña de los 140 años de creación de la Cámara, desde donde se defiende al sector privado de la economía. Se refirió a la historia económica del Uruguay, pasando por la crisis del año 1930; por el creciente intervencionismo estatal de los años 50 y 60 y su posterior fracaso; por las reformas del año 74, el PEC, el MERCOSUR, las crisis del 82 y 2002, hasta llegar a la actualidad.

Señaló que el Estado, en relación al sector privado, puede ser de dos tipos: subsidiario, que haga solamente lo que el particular no pueda hacer o intervencionista, donde decide por la gente, generando un sector privado pasivo.

Como consecuencia de las decisiones tomadas en política económica, observó que en 1896 el PBI pér cápita en Uruguay era un 30% más bajo que el de Estados Unidos y esto se mantuvo hasta el año 1930 fecha en que se estancó, mientras que EEUU siguió creciendo. Actualmente, el índice marca que el PBI pér cápita en Uruguay está 8.3% más bajo que el de Estados Unidos. Estos datos marcarían a juicio de la especialista, que la decisión tomada en el año 30, de cerrar la economía y aplicar un modelo de sustitución de importaciones, llevó a una pérdida de bienestar muy importante para el país.

En relación a comercio exterior, Uruguay firmó en el año 1991 el Tratado de Asunción que, analizado aisladamente le significó la duplicación de sus exportaciones. Pero si se compara con Argentina y Brasil que superaron estas cifras, según Benavente, se concluye que Uruguay no se apropió del dinamismo del MERCOSUR. Y en otro orden, Chile que no es miembro pleno del bloque, multiplicó por más de 6 sus exportaciones. De estas cifras se desprende que Uruguay debe buscar otras vías de comercio porque así como está el MERCOSUR no le sirve a Uruguay, según propuso Benavente.

Analizando la situación del Estado uruguayo actual, observó que no es ni intervencionista ni liberal, sino que está entre ambos. Con esta realidad, Benavente se refirió al sector privado específicamente y dijo que sufre la elevada presión fiscal, las regulaciones, la burocracia y los servicios públicos que no están siempre en calidad y en precios internacionales.

La presión fiscal que tiene el Estado uruguayo con relación a Nueva Zelanda o con los países del norte de Europa es similar, pero no se puede comparar en calidad, a los servicios que recibe la población en estas regiones, con relación a la que reciben los uruguayos. Esto ocurre por la diferencia que existe en el poder adquisitivo, en la seguridad ciudadana y en salud, entre otras características que en Uruguay, son de país subdesarrollado.

Para revertir esta situación, la economista sostuvo que es necesario reducir los gastos del Estado, a través de una reingeniería del mismo. Asimismo, planteó la necesidad de rever la existencia de los ministerios sectoriales o el número de empleados públicos actual.

También analizó el tema de los monopolios estatales, y al respecto dijo que no es recomendable es un tema de cambio de concepción por parte de todos, los empresarios los trabajadores públicos y los privados que están acostumbrados a que un Estado intervencionista todo lo resuelva.

Y al respecto, dijo que no son recomendables porque esto lleva a la implantación de diversos "vicios", lo que hace necesario analizar la moralidad y el gasto que produce el funcionamiento de estos entes.

En cuanto al sistema tributario actual, Benavente enfatizó en que es necesario ser coherente con el mismo, porque a pesar del cambio en la reforma tributaria que se acaba de implementar, el grueso de las recaudaciones continúan proviniendo del IVA, lo que obliga a actuar con una actitud anticíclica en el gasto. Esto es fundamental para que el gobierno pueda ahorrar cuando crece la economía y la recaudación.

Por otra parte, la presión fiscal alta que existe en Uruguay, lleva a que la informalidad sea rentable por lo cual para combatirla, además de la represión, se debe alcanzar una presión fiscal adecuada que no haga atractiva la informalidad.

Con respecto a las regulaciones, la expositora sostuvo que Uruguay tiene regulaciones inflexibles, estrictas pero de aplicación laxa y esto induce también a la informalidad.

En su opinión, el Estado intervencionista trajo varias consecuencias, entre ellas, que a pesar del gran crecimiento económico por el que atraviesa Uruguay, el empleo continúa estático, previsiblemente porque el empresario está temeroso de realizar nuevos contratos ya sea por las crecientes regulaciones de cogestión entre trabajadores y empresarios y la ley de fuero sindical, entre otras cosas.

Con respecto a la burocracia, expresó que en Uruguay el funcionario estatal hace al trámite y en relación a otros países regionales nuestro país tiene el doble de funcionarios públicos que la media americana y la relación de la cantidad de funcionarios respecto a la cantidad de habitantes es mayor que en Argentina o Brasil. Benavente señaló, según datos estadísticos, que los entes públicos uruguayos, ANTEL, UTE y ANCAP, en relación a su producción, tienen demasiados empleados.

En comparación con otros países en cuanto a competitividad global, respecto a tres los indicadores principales, básicos, eficiencia e innovación, Uruguay está en la mitad de de la tabla junto a sus socios del MERCOSUR, muy por debajo de Suiza que ocupa el primer lugar.

   
 
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  Dolores Benavente