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04 de diciembre, 2007

4.000 casos por año

MSP operará en un plazo máximo de seis meses a los uruguayos que padezcan cataratas
El Hospital Saint Bois cuenta con oftalmólogos para asistir a los 2.000 casos de cataratas que debe atender Salud Pública, señaló la Ministra María Julia Muñoz, al tiempo que recordó que los médicos cubanos, permanecerán en Uruguay hasta poner en funcionamiento el equipamiento que permitirá realizar las intervenciones.

La Ministra Muñoz, dijo que al Ministerio de Salud Pública no le preocupa que un grupo de oftalmólogos uruguayos se niegue a trabajar en el Hospital Saint Bois, mientras se encuentren allí seis médicos cubanos ya que el Centro cuenta con médicos que trabajarán conjuntamente con sus pares cubanos.

Muñoz, señaló que en nuestro país existen 4.000 nuevos casos de cataratas por año, lo que significa que el sector público debe operar por año aproximadamente 2.000 personas.

El acuerdo con la República de Cuba, determina que el Hospital Saint Bois será un centro de enseñanza, aprendizaje, asistencia e investigación, dirigido por uruguayos. Allí se operarán todas las personas de Salud Pública que lo necesiten, satisfaciendo así la alta demanda existente.

La Secretaria de Estado adelantó que de los 22 médicos que respondieron al llamado para el Hospital de Ojos, hasta el día de ayer, cuatro habían firmado el contrato. Además, el Hospital Saint Bois ya contaba con oftalmólogos titulares y profesionales de otros hospitales, serán trasladados para intervenir en este Centro.

El Ministerio controlará que ningún paciente, una vez diagnosticada la catarata, espere más de seis meses para ser operado, ya sea en el Saint Bois como en el sector privado.

Los médicos cubanos permanecerán en el país el tiempo que lleve poner en funcionamiento la tecnología que permitirá realizar las intervenciones. Además, se encuentran ingenieros y arquitectos que vinieron a asesorar en la instalación y manejo de los equipos.

Finalmente, Muñoz recordó que se debió enviar a operar a Cuba 1.963 personas, las cuales no habían sido intervenidas en nuestro país, porque el ámbito privado -a excepción de los doctores De Santiago y Echagüe- no contaba con profesionales con voluntad de operar en forma gratuita, a la población pobre uruguaya en clínicas privadas

   
 
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