Áreas protegidas y sitios ramsar
Recursos Naturales: firme política de Estado en la
construcción de un sistema
El Ministro Mariano Arana, dijo que
es necesario trabajar en la construcción del Sistema
Nacional de Áreas Protegidas, para cuidar el equilibrio
ecológico, la biodiversidad y la preservación de estas
riquezas naturales y autóctonas. Arana llamó a actuar
con responsabilidad, tanto las autoridades como la
población, quien es la beneficiaria de estas
maravillas, ya que muchos de estos lugares son sitios
turísticos.
En este sentido, el Ministerio de
Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente,
tiene en cuenta una multiplicidad de factores a la hora
de definir un área protegida, no importan solo los
parámetros nacionales sino tomar además como referencia
los estándares internacionalmente en esta materia.
Los tópicos a tomar en cuenta para
designar una protegida incluye aspectos tales como, las
características geográficas en el entorno de un río, la
tierra firme, el sistema de islas y todo lo que
constituya ese hábitat para que las especies vegetales
y animales puedan convivir razonablemente dentro de un
sistema, sostenible, que debe tener un sutil equilibrio
que no conviene perturbar, porque se corre el peligro
de la extinción flora y fauna autóctona, teniendo en
cuenta que los animales y la flora también forman parte
de las áreas protegidas.
Pero esta labor no involucra
solamente al MVOTMA a través de la DINAMA, sino también
a su par de Ganadería, Agricultura y Pesca, porque se
actúa de manera transversal, en forma continuada y
coordinada con técnicos especializados.
En esta línea, se realizaron
reuniones muy frecuentes, donde se discutió sobre
biodiversidad, evaluando si es conveniente y si se
deben aceptar los transgénicos, si son o no peligrosos,
para su presencia dentro de un eco sistema. En este
tema existen posiciones encontradas a nivel nacional e
internacional, porque juegan intereses económicos.
El Ministro Arana, aseguró que es
necesario generar un cambio de mentalidad en la gente,
teniendo en cuenta que muchos de los lugares declarados
áreas protegidas son destinos turísticos de gran
convocatoria.
A veces el turismo puede ser un
complemento razonable para todo lo que puede ser la
preservación y poder brindarle a los compatriotas o a
los visitantes extranjeros, oportunidades de un
conocimiento más profundo de la riqueza y la diversidad
zoológica y botánica, más allá de los maravillosos
espectáculos que se vislumbran, dijo.
Este tipo de actuaciones deben ser
tomado de un modo particular, porque se puede presentar
un tipo de turismo depredador, donde la gente va a
pescar o a cazar, sin tener en cuenta que se puede
pescar pero no se puede matar a las pequeñas crías que
son las que reproducen y hacen sostenible una especie,
o simplemente como deporte, porque este tipo de acción
humana puede generar alternativas de estímulo para
quienes gustan de la pesca como deporte, que son
aquellos que saben apreciar este tipo de deporte
preservando una fuente de vida.
Este tipo de actividad se controla
mediante las acciones conjuntas de ambos Ministerios y
sumado además a sus pares de Interior y Defensa, a
quienes se acude en muchas oportunidades para obtener
su valiosa colaboración.
Pero el mejor control es crear
conciencia generada no solo en los pobladores locales,
sino también a través de la educación poniendo el
énfasis que el mundo, la atmósfera y los océanos no son
infinitos, sostuvo Arana.
Es importante además, actuar en
coordinaciones departamentales y locales. Difícilmente
se puede ser exitoso si no está involucrada la
población y el gobierno departamental –Intendencia,
Junta Departamental y Juntas Locales- porque la
sociedad civil es clave. Involucrar a docentes, porque
la herramienta educativa de maestros y profesores es
vital para este tema.
El Subdirector del Departamento de
Gestión de SNAP, Mario Batallés, brindó algunos
conceptos que permiten comprender mejor el tema y las
acciones que lleva adelante el gobierno en la materia.
Batallés explicó que
biodiversidad no solo implica la diversidad de
especies sino también de ecosistemas y la diversidad
genética de cada uno de los organismos vivos. Pero
fundamentalmente cuando uno habla de conservar la
biodiversidad se refiere a conservar las especies y los
procesos que permiten que esas especies hoy existan.
No tiene sentido conservar un animal
acuático cuando no se conserva el ecosistema donde se
cría, se alimenta y se reproduce una especie mariana.
El concepto es global y por lo tanto
implica no sólo las especies sino cómo funciona la
interrelación entre ellas.
Un ecosistema, es un conjunto
de factores abióticos que pueden ser: minerales, agua,
luz solar, el suelo, aunque el suelo tiene
microorganismos, así como los organismos vivos tanto
vegetales como animales, propios microorganismos, que
funcionan para darnos lo que hoy se conoce como
servicios ambientales, como calidad de aire y agua
y productividad.
Bioseguridad es el concepto
actual respecto a las seguridades biológicas.
Bioseguridad respecto del manejo de bacterias, virus o
cualquier tipo de enfermedad. Se deben tomar medidas de
prevención y protección.
Bioseguridad también implica el
manejo de aquellos organismos que se pueden llegar a
modificar. Hoy por hoy son los transgénicos,
organismos modificados genéticamente que de alguna
forma se deben controlar o por lo menos regular porque
muchas veces son organismos que si bien son naturales,
son modificados y pueden generar cambios a nivel de los
ecosistemas.
La biodiversidad se conserva de
diferente forma, pero una de las que se toma como punto
principal es a través de las áreas protegidas y
fundamentalmente a través del Sistema Nacional de Áreas
Protegidas.
Los países generalmente tienen sus
propios sistemas y Uruguay a nivel de América Latina,
fue uno de los últimos que generó su sistema, enfatizó
Batallés.
Cuando se habla de un área
protegida se trata de un área, tanto terrestre como
acuática acotada, donde se conserva algunos elementos o
ecosistemas que se consideran de relevancia a nivel del
país. Uno de los ecosistemas más importantes que tiene
el país son las praderas.
En este sentido se conserva una
porción de ese territorio que permite que esos procesos
se cumplan con la menor interferencia posible. Lo que
no quiere decir que no se puedan utilizar.
Cuando se habla de un sistema,
se refiere a un grupo de ecosistemas representativos
del país que son manejados en su conjunto. No quiere
decir que el Estado deba manejar cada una de las áreas
o administrar esas áreas, pero sí debe administrar el
sistema con el fin de conservarlos, para las
generaciones futuras pero también para las presentes,
dijo Batallés.
El país tiene unas 26 áreas
protegidas que fueron creadas con diferentes
herramientas legales: leyes nacionales, decretos
nacionales y departamentales y ordenanzas que crean y
establecen los contenidos a observar en cada área
protegida.
En la actualidad se trabaja en la
recategorización de cada una de ellas, redelimitándolas,
para incorporarlas al nuevo sistema.
Hoy por hoy están en proceso de
incorporación al sistema, ocho áreas protegidas: la
Laguna de Rocha, Cerro Verde en La Coronilla, Cabo
Polonio, el Valle del Lunarejo en Rivera, Esteros de
Farrapos en Río Negro, los Humedales de Santa Lucía,
entre otros. A nivel del Área Metropolitana la Isla de
Flores y se evalúan otras áreas que están en proceso de
recategorización y reelaboración. Las mencionadas
cumplen con los procedimientos para ser incorporadas.
"Muchas veces se plantea por qué no
todo el país. De hecho uno debería conservar a todo el
país, incluso hasta los sistemas productivos que de
alguna manera cumplen funciones", explicó Batallés.
Una de las grandes discusiones que
se tienen refiere al ganado. "Tenemos un ganado hace
500 años que es más que parte de la vida cotidiana, por
lo tanto el proceso puede cumplirse dentro de un área
protegida que pueda existir ganado", indicó.
En cuanto a las características que
debe tener un lugar para ser declarado área protegida
son: singularidad y representatividad. Básicamente
aquellos ecosistemas representativos en condiciones
naturales suficientemente naturales que permitan
mediante procesos de conservación volver a etapas
ulteriores de la intervención.
Podría ser también la presencia en
algunas áreas de especies emblemáticas, por ejemplo, la
Isla de Lobos. La sola presencia de lobos amerita que
se conserve esa área protegida para mantener esa
población, que está mucho más relacionada con una serie
de ecosistemas acuáticos bastante importantes.
Los Humedales de Santa Lucía también
es un ecosistema representativo, pero tiene una
particularidad: es de los pocos ecosistemas salinos que
tiene el país. En el siglo pasado había muchos
ecosistemas salinos en las costas de Canelones y de San
José, pero se fueron perdiendo por el propio
crecimiento.
En cuanto a las competencias en la
materia, Batallés explicó que por Ley se designa al
MVOTMA y dentro de él a la DINAMA, a través de la
División Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Son ellos quienes evalúan los planes
de manejo y quienes elaboran con actores de otros
Ministerios, los plantes estratégicos de conservación.
Consultado por el significado de
sitio ramsar, Batallés dijo que en 1971 se crea una
Comisión Internacional en Irán, en una ciudad Ramsar,
por eso se llama Convención Ramsar, y era para
preservar sitios internacionales de importancia para la
conservación de aves y posteriormente humedales,
que es un ecosistema de agua que puede estar inundado
un tiempo del año. El país cuenta con muchos, dispersos
en todo el territorio. Es como si fuera un área
protegida pero con muchísimas más actividades que las
propias áreas protegidas.
El hecho de que las áreas protegidas
sean "protegidas" no implica que no admitan producción,
explicó, pero un sitio ramsar está mucho más integrado
a los procesos naturales, por lo general vive la gente
ahí.
El sistema de monitoreo de estos
lugares se realiza a nivel nacional. El país postula un
sitio ramsar a la Convención y una vez que lo aprueba,
y así se incorpora al sitio ramsar internacional.
Esto supone que el país se
comprometa a cuidar, proteger y evitar aquellas
acciones que lo degraden.
En este marco, días atrás se
presentaron los Estudios de Ecosistemas, Conservación
de Especies y Desarrollo Territorial de Villa Soriano,
así como del Plan de Desarrollo y Ordenamiento
Territorial de la Micro Región Dolores.
Del acto participaron: el Ministro
de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente,
Mariano Arana; el Intendente de Soriano, Guillermo
Bezzosi; el Director del Departamento de Gestión de
SNAP, Víctor Cantón y su Subdirector, Mario Batallés;
el Director del Departamento de Parques y Áreas
Protegidas del MGAP, Gabriel Caldevilla; el Director de
Arquitectura y Ordenamiento Territorial de la
Intendencia de Soriano, Fernando Cabezudo y el Director
Nacional de Aguas y Saneamiento, José Luis Genta, junto
a autoridades de los Ministerios de Vivienda y
Ganadería, de la Intendencia y la Junta Local.
Arana calificó como "soberbio" el
panorama estético y paisajístico del lugar.
En cuanto a los estudios realizados,
dijo que se trabajó en los análisis correspondientes a
cargo de los técnicos que evidencian las
características morfológicas, la caracterización
ecosistémica de Villa Soriano y la cuenca baja del Río
Negro, atendiendo a las peculiaridades del curso
hídrico y las especies botánicas, así como de aves y
mamíferos, presencia que se debe preservar.
Asimismo, destacó la importancia de
la riqueza ictícola, que es particular preocupación del
Presidente de la República, para que no haya
depredación, que tanto daño ha causado en nuestro país.
"Hay quien quiere depredar todo para
sacar un rápido rédito a costa de caer en el peligro de
la no renovación natural de las especies", dijo el
Ministro.
El Intendente Bezzosi, por su parte,
aseguró que la conservación del lugar es preocupación
de la Intendencia, de los técnicos y del gobierno
nacional. En este sentido agradeció la preocupación del
MVOTMA y el fuerte compromiso de las autoridades.
Mientras tanto, el Subdirector del
Departamento de Gestión de SNAP, Mario Batallés,
explicó que lo que se procuró con este estudio es
realizar una evaluación del estado de situación de los
ecosistemas y propusieron crear un área ramsar,
cumpliendo con los requisitos formales de elevarla a la
Comisión Internacional y posteriormente, si es
necesario, ver algunas áreas protegidas.
"Creemos que es la figura que mejor
permite integrar al sistema y a la propia población de
Villa Soriano", dijo Batallés.
El Director del Departamento de
Parques y Áreas Protegidas del MGAP, Gabriel Caldevilla,
sostuvo que su Ministerio tiene a cargo algunas áreas
protegidas. En el caso concreto de Villa Soriano, esta
Cartera gestiona un área protegida que se denomina
Bosque Nacional y Refugio de Flora y Fauna del Río
Negro. Es un área protegida que tiene la primer
declaración en el año 1969 y su territorio son las
islas fiscales que están entre la represa de Palmar y
la desembocadura del Río Negro en el Río Uruguay. Son
más de 30 islas que totalizan una superficie de 1860
hectáreas.
Esta área tuvo un desarrollo muy
limitado. Seguramente se trató de conservar lo más
posible a través de tareas de fiscalización, pero nunca
se logró el desarrollo del área como tal, un área
protegida que supone uso público y demás.
Se llevaron adelante emprendimientos
aislados con creación de infraestructuras mínimas, como
senderos interpretativos y cartelería en alguna de las
islas.
La propia Ley de Áreas Protegidas es
un hito que permite visualizar nuevos horizontes, dijo
Caldevilla.
Las características del área, Villa
Soriano y su población se merecen contar con una
alternativa de desarrollo local, porque más allá del
criterio generalizado, tal vez antiguo, de que las
áreas protegidas eran un lugar donde se podía hacer
poco porque había que conservarlas, por el contrario el
mundo ha evolucionado en ese sentido, entonces lo que
hay que hacer es conservar, y conservar lleva implícito
el uso, pero un uso especial: un uso sustentable.
"Yo uso, pero tengo que permitir que
las generaciones inmediatas tengan derecho a ese uso
que requiere controles", dijo. Los mismos deberían
comenzar con el cumplimiento de las normas vigentes a
nivel nacional, de fauna y flora, agregó Caldevilla.
Los organismos no cuentan con el
personal necesario, pero se está en una política de la
Dirección de Recursos Naturales y el MGAP en si mismo
de descentralización, con la creación de Directores
Departamentales. A nivel de flora y fauna la RENAR
intenta -con el apoyo de muchos departamentos- recrear
las Comisiones respectivas, es decir llevar a una
instancia departamental parte de esa gestión que
implica velar por la conservación de esos recursos
naturales a través de los múltiples canales que existen
para ello. Se comienza por la educación, la divulgación
y la razón. Es necesario culturizar el tema, aunque a
veces cuando no se logra captar la idea es necesario
aplicar la Ley.
Es bueno ir generando en cada
localidad un grupo de gente que se sensibilice y que
sean ellos mismos quienes hablen con sus vecinos y ante
situaciones que no son las más adecuadas, las cosas se
pueden encausar.
Por su parte, el Director de
Arquitectura y Ordenamiento Territorial de la
Intendencia de Soriano, Fernando Cabezudo, sostuvo que
el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la
Micro Región Dolores es uno de los tres productos
esperados del Convenio entre la Intendencia de Soriano
y el MVOTMA a través de la Dirección de Ordenamiento
Territorial a los efectos de avanzar en el ordenamiento
del territorio en el departamento.
Existe una firma voluntad política
por parte de la Administración, manifestada en la
propia campaña electoral del Intendente Bezzosi, por la
cual se concibe el ordenamiento territorial como una
herramienta para el desarrollo.
En este sentido se debe lograr una
clave de sustentabilidad y contar con reglas de juego
claras para que los distintos actores sobre el
territorio, conozcan a cabalidad cuál es la percepción
del departamento en relación al uso y manejo del mismo.
Por parte de la Administración,
existe la convicción, de que reglas de juego claras
atraen inversiones interesantes con vocación de
permanencia en el territorio y en ese sentido son las
que permiten generar las políticas de desarrollo en el
largo plazo.
A su vez, la dimensión ambiental es
la que le otorga la sustentabilidad a este desarrollo.
No se puede prescindir de la dimensión ambiental que es
quien lo torna sustentable en el largo plazo. |