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01 de febrero, 2008

Nuevas tecnologías

Política de gestión ambiental exhorta a empresas a aplicar sistemas de producción más limpios
Uruguay cuenta desde hace seis años, con un Proyecto de Competitividad y Medio Ambiente que se instrumenta en la órbita del MERCOSUR. Mediante el esfuerzo conjunto de los países del bloque, se procura mejorar la gestión ambiental y avanzar en la introducción de las mejores tecnologías de producción en los diferentes sectores productivos.

Esa iniciativa contó con el apoyo de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica, que está finalizando su etapa de colaboración. Es por ello que se trabaja en la continuación de esta tarea, a través de otras cooperaciones técnicas, informó la Directora Nacional de Medio Ambiente, Alicia Torres. 

Puntualmente, Uruguay realiza una fuerte apuesta en la mejora de los sistemas de control y en los instrumentos de autorizaciones ambientales que permiten y obligan a las empresas a buscar el uso de las tecnologías que tienen el mejor desempeño ambiental.

Para implementar este proyecto –que se hizo efectivo en 2002 pero en el que se comenzó a trabajar en 1999- se conformó un grupo de trabajo y se definieron algunos sectores prioritarios con los cuales comenzar a desarrollar metodología. Otro resultado muy importante de ese trabajo conjunto, ha sido la instalación de Mesas de Producción Más Limpia con diferentes actores locales a nivel de cada uno de los países.

Uruguay tiene una Mesa de Producción Más Limpia que integra a los sectores industrial, agropecuario, a los centros académicos y a los Ministerios que tienen que ver con estos temas.

En lo que es la región, cada país definió sus prioridades. Uruguay apuntó a las pequeñas y medianas empresas, que muchas veces son las que tienen más dificultad en hacer los cambios tecnológicos hacia producciones que son muchas veces más amigables con el ambiente.

Uno de los sectores prioritarios trabajados fue el maderero, donde se trabajó con las plantas impregnadoras de madera, que utilizan sustancias químicas que pueden tener riesgos si no se las maneja adecuadamente. 

Para que las pequeñas y medianas empresas conocieran la iniciativa, se publicaron una serie de manuales de mejoras prácticas y se procuraron acuerdos voluntarios de las empresas para que introduzcan mejoras a sus sistemas productivos.

Otro sector importante por el número de empresas que involucra, fue el de la imprenta, en donde también se manipulan sustancias químicas, como son las tintas, que requieren un manejo ambiental adecuado de los residuos.

En cuanto a los logros obtenidos en estos seis años de funcionamiento del proyecto, Alicia Torres destacó el acuerdo interinstitucional para impulsar la producción más limpia en el país, lo cual es muy importante dado que muchos grupos trabajan en el tema, lo que brinda herramientas para la mejora.

En segundo lugar, a nivel de Uruguay, contar con instrumentos como la Autorización Ambiental Especial, aplicable a los emprendimientos productivos del Uruguay anteriores a la legislación ambiental. Se debe recordar que toda la legislación ambiental en estos países comienza en los años 90. Sin embargo, existían desarrollos productivos anteriores, que muchas veces, aún hoy, utilizan  tecnologías que no contemplaban los temas ambientales.

Se trabaja con el Ministerio de Economía y Finanzas en la búsqueda de incentivos económicos para impulsar esos procesos.

En lo que refiere a la financiación, Torres explicó que la Agencia Alemana otorgó cooperación y donaciones que permitieron el trabajo en talleres, involucrando a los diferentes sectores y consultorías que se contrataron para producir los manuales que se entregaron a los núcleos empresariales. De esta manera, se procura que empresarios y trabajadores se involucren, porque las mejores prácticas ayudan al entorno laboral de los trabajadores. 

Asimismo, esta Agencia colaboró en la capacitación, pues el tema de la gestión ambiental es relativamente nuevo para nuestro país. La idea es continuarla, con esfuerzos de cooperación de otros países o del gobierno nacional. Esto permitió el intercambio de experiencias entre las distintas naciones.

Esta iniciativa tiene metas de futuro. A nivel nacional, existe un proyecto de cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo que apunta a la difusión de las mejores tecnologías disponibles en el sector industrial y agropecuario.

En el  rubro agropecuario, se trabaja con el MGAP en lo referente al manejo de tambos y de algunos residuos de la producción agropecuaria que puede generar problemas ambientales como la cáscara de arroz o los residuos de aserrín de la industria maderera.

En los temas industriales, se trabaja con el sector lácteo, curtiembres y frigoríficos, porque es importante apuntar a las partes en su conjunto, para no provocar desequilibrios, ni la competencia entre empresas de un mismo rubro.

   
 
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