El Gobierno nacional, a través de la Ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, distinguió a seis científicos uruguayos que integran el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) junto al ex Vicepresidente de EE.UU., Al Gore, y que fueron galardonados con el Premio Nóbel de la Paz 2007. Según los profesionales premiados, Uruguay está en el camino para enfrentar a uno de los principales problemas del nuevo milenio.

En el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud y del 60º Aniversario de la Organización Mundial de la Salud, el Gobierno efectuó un reconocimiento a los profesionales uruguayos galardonados con el Premio Nobel de la Paz en 2007. En la oportunidad se hicieron presentes cuatro de los profesionales, ya que el resto reside en el exterior.

Los científicos, que integran el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, fueron felicitados por la Ministra María Julia Muñoz y acto seguido por numerosos participantes del evento.

Muñoz destacó el perfil de cada uno de los galardonados, todos ellos con vasta experiencia y reconocimiento internacional. Por su parte, los profesionales

uruguayos se mostraron agradecidos por la distinción y felicitaron a las autoridades por dar pasos concretos y prácticos para que Uruguay esté mejor preparado para enfrentar los impactos que el cambio climático le representará en el futuro.

Con actitudes proactivas, políticas, información, capacitación y cambiando "la cabeza de la gente" es posible adaptarse a este desafío, aseguraron.

Los homenajeados fueron los doctores Walter E. Baethgen y Gustavo Juan Nagy Breitenstein; la ingeniera agrónoma Cecilia Ramos Mañé; el ingeniero Daniel Martino; el ingeniero agrónomo Walter Oyhantçabal y la ingeniera química Virginia Sena.

Cecilia Ramos Mañé –quien es Master Especialista en Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología y Salud de la Embajada de EE.UU., también miembro del Informe, integrante del grupo de redacción y edición de la publicación "Buenas prácticas y la gestión de la incertidumbre de los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero", resaltó lo interesante de la experiencia vivida, teniendo en cuenta que ha venido trabajando en el tema del cambio climático, desde hace varios años.

Ramos Mañé integra la comisión desde 1998, como invitada, en carácter honorario, como el resto de los miembros.

Explicó que para la elaboración del Informe se trabajó durante algún tiempo en forma conjunta y posteriormente se prosiguió, vía correo electrónico, a lo largo de varios meses.

El Informe giró en torno a la determinación de cuáles eran las mejores medidas de práctica, de manejo y utilización al momento de medir las emisiones de gases de efecto invernadero. Fueron propuestas allí, nuevas medidas para mejor utilización de los sistemas, puntualmente para cada tipo de gas.

Se trata de una evaluación global, teniendo en cuenta que el IPCC es un organismo técnico que no realiza evaluaciones de país a país. Lo hace, según expresó la científica, a nivel regional o mundial y analiza temas científicos y técnicos en particular Se refiere tanto la mitigación de los gases, como la adaptación de los gases ya emitidos, procurando que el daño sea el menor posible. Asimismo, puede tratarse de un tomar partido en caso de un posible beneficio que pudiera existir si es que lo hubiera.

Ramos Mañé dijo que formar parte de este Panel y recibir el Premio Nobel de la Paz es la culminación de su carrera, consideró que es la distinción máxima y aseguró sentirse muy orgullosa de la labor realizada.

Agradeció a esta Administración por haber tenido en cuenta el interés de esta tarea, tanto para la población, por las conclusiones obtenidas, como para los científicos que trabajan en el tema.

Ramos Mañé anunció que la labor en el panel continúa, ya que son llamados cuando es necesario trabajar en un tema en particular, en el que cada científico tiene especialidad. Explicó que se puede actuar en diferentes grados: como autor, escritor, revisor, contribuyente o participante del Panel.