Banco Mundial insta a gobiernos y
al sector privado a facilitar el envío de remesas
El 8 de abril en Washington el
Banco Mundial instó a gobiernos y a proveedores de
servicios de remesas a poner en práctica una serie de
medidas para facilitar el flujo de remesas hacia los
países de América Latina que podrían verse amenazados
por la desaceleración económica de Estados Unidos.
Algunas de las medidas propuestas son: aumentar la
competencia y la transparencia entre los proveedores de
servicios a fin de disminuir los costos de
transferencia e incrementar el acceso a servicios
bancarios entre los emigrantes y sus familias para
mejorar el impacto de las remesas en el desarrollo.
Un nuevo informe del Banco Mundial
titulado "Remesas y desarrollo: lecciones de América
Latina", muestra que el dinero enviado por los
trabajadores emigrantes a sus países de origen ayuda a
disminuir los niveles de pobreza y mejora los
indicadores de educación y salud. Las remesas
contribuyen asimismo a aumentar el crecimiento y la
inversión y están asociadas con menor inestabilidad
económica. Sin embargo, el flujo de remesas podría
verse afectado por la desaceleración de la actividad
económica en Estados Unidos, situación que sólo realza
la importancia de adoptar urgentemente medidas para
facilitar su flujo e incrementar los efectos en el
desarrollo.
"En 2007, las remesas hacia América
Latina sumaron casi US$ 60.000 millones y convirtieron
a la región en la principal receptora del mundo en
desarrollo", señaló Pamela Cox, vicepresidenta del
Banco Mundial para América Latina y el Caribe. "No
debemos pasar por alto el importante rol que desempeñan
las remesas, en vista de que representan cerca de 64%
de los flujos de inversión extranjera directa en la
región. Las remesas ayudan a aumentar los ahorros de
las familias pobres y a mantener a los niños en la
escuela".
Las remesas hacia América Latina
aumentaron sólo 6% en 2007, a diferencia de la tasa
promedio anual de 19% entre los años 2000 y 2006. Los
autores del informe comentan que la desaceleración de
la economía de Estados Unidos está frenando la llegada
de remesas a la región, hecho que podría afectar la
capacidad de los hogares receptores pobres para manejar
crisis económicas negativas, entre ellas el reciente
aumento del precio de los alimentos.
"Si bien las remesas son flujos
privados de dinero entre dos partes, las autoridades y
los proveedores de servicios pueden cumplir un papel
activo en mejorar el marco normativo para facilitar las
transferencias de remesas", declaró Pablo Fajnzylber,
economista senior del Banco Mundial para América Latina
y el Caribe y uno de los editores del libro.
"Hoy más que nunca es importante
reducir el costo de las transferencias dada la
disminución en las tasas de crecimiento a partir de
2007", agregó Humberto López, economista principal del
Banco Mundial para América Central y uno de los
editores de la publicación. "Por otra parte, la
vinculación de las remesas con los servicios
financieros es crucial para mejorar su impacto a largo
plazo en el desarrollo".
Con el objetivo de abordar estos
desafíos, Remesas y desarrollo examina las tres
cuestiones más importantes relativas a las remesas y
entrega las siguientes recomendaciones específicas:
Desarrollo del sector bancario
Las remesas tienen un efecto
positivo en el desarrollo financiero de América Latina
pero el acceso a sucursales bancarias es más
restringido que en otros países y los costos de los
servicios son más elevados. En el caso de América
Latina, la mayor parte de las remesas se envía por
intermedio de operadores de transferencias monetarias,
mientras que los bancos mantienen un porcentaje
relativamente pequeño del mercado.
La vinculación de las remesas a la
prestación de servicios financieros es crucial para
mejorar el impacto a largo plazo de las remesas en el
desarrollo. Para ello, los autores sugieren que los
gobiernos pueden crear incentivos para que las
instituciones financieras reduzcan los costos y adapten
sus productos para satisfacer las necesidades de los
emigrantes y sus familias. Gestiones de este tipo
aumentarán la probabilidad de que los emigrantes envíen
sus remesas a través de cuentas bancarias, lo cual a su
vez incrementará el impacto de las remesas en el
desarrollo financiero local. Los autores recalcan
asimismo que los gobiernos pueden promover la
competencia en el sector bancario a través de la
disminución de los costos regulatorios de apertura de
sucursales y otros puntos de atención para prestar
servicios a estas comunidades.
Facilitación del flujo de remesas
Los servicios de envío de remesas
son todavía muy caros para los emigrantes que mandan
dinero a casa; las tarifas pueden representar hasta el
20% del capital enviado, dependiendo del tipo y volumen
de la remesa y del origen y el destino. Dentro de este
contexto, los cambios normativos deben orientarse a
facilitar los servicios al menor costo y mayor cantidad
de usuarios que sea posible.
El informe recomienda que los
gobiernos y los proveedores de servicios de remesas
faciliten la transparencia mediante la recopilación y
publicación de precios y condiciones comparativos de
servicios entre los diversos proveedores. Los autores
destacan el ejemplo del Gobierno de México, que creó un
portal de Internet a fin de permitir que las personas
comparen costos, niveles de seguridad y ubicación de
los puntos de transferencia de dinero para enviar
remesas de Estados Unidos a México: http://www.condusef.gob.mx.
Este tipo de medidas pueden complementarse enseñando a
los usuarios habilidades financieras básicas.
Además, el Banco sugiere que las
autoridades de los países receptores faciliten la
participación de una mayor cantidad de instituciones
financieras en el mercado de las remesas. Para ello es
necesario velar porque las restricciones a la
participación no sean excesivamente gravosas. En
particular, las instituciones de ahorro y préstamo, las
cooperativas de crédito y las empresas de
microfinanciamiento podrían estar en una posición
ventajosa para actuar de agentes de pago, puesto que
sus redes suelen estar más cerca de los beneficiarios
habituales de las remesas que los grandes bancos
comerciales.
Reducción de los efectos
macroeconómicos
Si bien es cierto que las remesas
tienen numerosos efectos beneficiosos, las mismas
pueden causar la apreciación del tipo de cambio y así,
posiblemente, disminuir la competitividad internacional
de sus respectivas economías.
A este respecto, el informe
recomienda que los gobiernos consideren un menú de
medidas fiscales y macroeconómicas para aumentar la
productividad y la oferta laboral.
Remesas y desarrollo: lecciones
de América Latina
Principales cifras
• Con montos de US$56.500 millones
en 2006 y US$59.900 millones en 2007, América Latina y
el Caribe es la principal región receptora de remesas
en el mundo (página 2).
• En términos de volumen absoluto,
en 2007 ingresaron a México US$25.000 millones en
flujos de remesas. Esto convierte al país en el tercer
mayor receptor mundial de remesas después de India y
China (página 4).
• Dentro de la región, las remesas
son particularmente importantes para los países de
América Central y el Caribe. Por ejemplo, en 2005 las
remesas representaron aproximadamente 25% del PIB en
Haití y Guyana y 22%, 19% y 17% del PIB en Honduras,
Jamaica y El Salvador, respectivamente (página 4).
• En México, 61% de los hogares que
reciben remesas pertenece al 20% de menor ingreso
(excluidas las remesas), mientras que sólo 4% de los
hogares receptores pertenece al 20% de mayor ingreso.
De manera similar, 42% de los hogares receptores
corresponde al 20% inferior de la distribución de
ingresos en Paraguay y sólo 8%, al 20% superior. Otros
países donde al menos 30% de los receptores de remesas
pertenece al segmento de menor ingreso son Ecuador, El
Salvador y Guatemala (página 33).
• La distribución de las remesas
entre los hogares es totalmente diferente en Perú y
Nicaragua. En Perú, por ejemplo, menos de 6% de los
hogares que reciben remesas corresponde al segmento de
menor ingreso, mientras que 40% pertenece al 20% de
mayor ingreso. En el caso de Nicaragua, sólo 12% de los
receptores pertenece al 20% inferior, mientras que 33%
corresponde al 20% superior (página 33).
• Si bien la mayoría de los
emigrantes mexicanos y latinoamericanos se dirige a
Estados Unidos, Europa sigue siendo un destino
importante para muchos países de América de Sur.
Mientras que los emigrantes del Caribe prefieren el
Reino Unido como lugar de destino, los de América del
Sur escogen de preferencia España (página 6).
• La cantidad total de emigrantes
latinoamericanos en Estados Unidos aumentó de 8,6
millones en 1990 a unos 16 millones en 2000 (incremento
de 86%). Entre los países de la región, Honduras
experimentó el mayor aumento, seguido por Brasil y
México (página 55).
• México es también el país que
registra la mayor población residente en Estados Unidos
(cerca de 10 millones en 2000), seguido por Cuba
(870.000), El Salvador (820.000), República Dominicana
(680.000), Jamaica (550.000) y Colombia (510.000)
(páginas 53 a 55).
• Cuando se compara las cifras de
quienes emigraron a Estados Unidos con la población de
los respectivos países de origen, se destacan las
pequeñas islas caribeñas, países donde en promedio 30%
de la fuerza laboral vive en el extranjero. En
comparación, el coeficiente promedio entre emigrantes
de países no caribeños en Estados Unidos y población
nacional es cercano a 10% (6% en el caso de América del
Sur) (página 56).
• Mientras que sólo 4% de los
emigrantes mexicanos tiene educación terciaria, las
cifras aumentan a 7% en el caso de los
centroamericanos, 13% para los caribeños, 24% para los
países andinos y cerca de 30% para otros países
sudamericanos (página 60).
• Más de 80% de los nacidos en
Haití, Jamaica, Granada o Guyana que tienen título
universitario vive en el exterior, principalmente en
Estados Unidos. Por otra parte, ha emigrado menos de
10% de los titulados universitarios de países
sudamericanos y entre 15% o 20% de aquellos
provenientes de México y Guatemala (página 63).
• La fracción de la población que
vive en condiciones de pobreza se reduce en
aproximadamente 0,4% promedio por cada punto porcentual
de aumento en el coeficiente remesas-PIB (página 128).
• Las remesas tienen un efecto
positivo y significativo en los depósitos y créditos
bancarios, pero este efecto es menor en América Latina
que en el resto del mundo. Un aumento de un punto
porcentual en las remesas produce un alza aproximada de
entre 2 y 3 puntos porcentuales en los depósitos y
créditos bancarios (página 185).
• En 2004, sólo 7% de todas las
remesas a América Latina se enviaba a través del
sistema bancario, a diferencia del 78% que se remitía
por intermedio de operadores de transferencia de dinero
y el 11% a través de personas que viajaban a sus países
de origen (página 185). |