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10 de abril, 2008

Diálogo sobre Seguridad Social

Vázquez llamó a trabajar “con el corazón en la utopía, pero con los pies en la tierra”
El Presidente de la República subrayó la importancia de que los uruguayos se encuentren para dialogar y afianzar consensos que trasciendan intereses particulares, aún partiendo de distintos puntos de vista. Según Vázquez, el trabajo realizado en el Diálogo Nacional sobre Seguridad Social, abrió caminos de participación, profundización y ahondamiento de la democracia, no sólo como sistema político sino como modo de vida.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez recibió las conclusiones finales sobre el Diálogo Nacional sobre Seguridad Social. En su exposición,  desarrolló cuatro conceptos: “punto de partida”, “enseñanza de lo actuado”, “disenso” y “desafíos”. En el punto de partida,  se remontó al inicio de este Diálogo Social donde hizo hincapié en la importancia de trabajar con perspectiva estratégica, más allá del período de gobierno. Indicó  que no se debe caer en la trampa del falso dilema de crecer o repartir,  porque no hay desarrollo sin crecimiento económico, pero tampoco hay crecimiento sin Estado. En consecuencia, dijo que luego del trabajo realizado durante estos meses, se puede concluir que estuvo bien diseccionado, porque sus frutos son la prueba de ello.

Con relación  al segundo punto, el Presidente subrayó que es posible dialogar y encontrar consensos, aunque se parta de distintos puntos de vista. A su entender,  no es verdad que los uruguayos vivamos exclusivamente en la discrepancia o en la oposición, o en jerarquizar los obstáculos. Se congratuló de  que los uruguayos también nos podemos encontrar, dialogar, buscar y afianzar consensos que trasciendan a los intereses particulares,  por el bien general.

En cuando al tercer punto, el Mandatario no consideró que esta sea la clausura del Diálogo, sino que para él esto es el cierre de una primera etapa,  que abre otras posibilidades,  para seguir avanzando por este mismo camino.

Finalmente, Vázquez enunció el cuarto punto y dijo que ahora el desafío es trabajar y avanzar sobre los acuerdos logrados para concretarlos en leyes, decretos o normas.  

Palabras del señor Presidente de la República, Tabaré Vázquez en el acto de cierre del Diálogo Nacional sobre Seguridad Social, realizado en el Edificio Libertad el 10 de abril de 2008 

PRESIDENTE VÁZQUEZ: Señoras y señores, amigas y amigos, muy buenos días para todos ustedes. Luego de las tan claras y brillantes participaciones de quienes me han precedido en el uso de la palabra, yo no me voy a ocupar en este momento del presente de la realidad actual del “Dialogo Social” que fue tan bien explicitado por todos ellos. Si no que voy a tratar de desarrollar cuatro conceptos que me parecen interesante de rescatar.

El concepto del punto de partida; concepto de la enseñanza que podemos recoger de esto que se ha actuado hasta este momento. Voy a plantear un disenso y finalmente el cuarto concepto que quiero tocar es el del desafío.

El punto de partida cuando se hizo el acto inaugural de este “Diálogo Social”, tuvimos el altísimo honor de participar en el mismo. En aquel momento dijimos, y lo he traído para recordarlo, porque me parece oportuno, lo siguiente. Gracias por participar en este encuentro y bienvenidos -lo dijimos allá- al Edificio Libertad, una de la sedes de Gobierno de la República Oriental del Uruguay. Pero los gobiernos no solamente han de tener sedes, también y principalmente han de tener valores y principios así como propuestas y compromisos programáticos; han de tener además lo que podríamos denominar ciertas claves de gestión, hicimos referencia a las mismas. Entre esas claves de gestión dijimos “hay dos a las cuales considero oportuno referir en esta oportunidad, es decir en aquel momento”.

 Uno, trabajar con perspectiva estratégica, es decir aunque los gobiernos afortunadamente no tienen la reelección asegurada es bueno que se fijen objetivos que trasciendan el periodo de sus respectivos mandatos, o en otras palabras no hay que encerrarse en el área propia, hay que jugar en toda la cancha, hay que convertir los logros en patrimonio, hay que pasar de la ganancia pequeña y efímera a la conquista con sentido histórico. Porque el futuro no es un horizonte inalcanzable, el futuro llega, siempre llega, pero hay que construirlo.

Dos, dije también, no caer en la trampa del falso dilema de crecer o repartir, crecer sin repartir o repartir sin crecer, conduce inexorablemente a quebrantos económicos, conflicto sociales y crisis políticas que erosionan a la democracia y a la libertad. En ese contexto hay que tener claro que no hay desarrollo sin crecimiento económico, pero también que no hay crecimiento sin Estado y que este es insustituible en la tarea de distribuir los beneficios del crecimiento a toda la población, mediante políticas públicas fuertes, eficaces y eficientes. Mencioné esas dos clave de gestión, porque estimo que la temática que motiva la instalación de este “Diálogo” es una muy buena oportunidad para demostrarlas. Es una buena oportunidad para el Gobierno dijimos, por supuesto, por sus responsabilidades, por sus competencias y por los rasgos que lo identifican, pero no solamente el Gobierno, pues al fin y al cabo crecer con desarrollo y actuar con sentido estratégico no son atribuciones exclusivas de los gobiernos, también son una responsabilidad de todos los sectores de la sociedad y por cierto de todos quienes aquí estamos. Así hablamos en aquella oportunidad, lo hacíamos con la intuición que no nos equivocábamos. Hoy después del trabajo realizado estamos seguros que no nos equivocamos, los frutos ustedes lo han visto, lo han vivido, lo han escuchado de los expositores que me han antecedido.

Pero, quiero en segundo lugar, desarrollar el concepto de la enseñanza que ha tenido este “Diálogo Social”, de lo que hemos aprendido, y lo digo como integrante del Gobierno Nacional, con la responsabilidad de presidirlo. Se puede uruguayas y uruguayos, se puede dialogar y se puede lograr consensos. Aún en el seno de los integrantes del Gobierno Nacional en los distintos puntos que se trataron, analizaron, se buscaron propuestas y soluciones en este “Diálogo Social”, aún en el seno de los integrantes del Gobierno Nacional, partimos de puntos de vista diferentes, y a veces encontrados y hasta opuestos, parecía quimérico pensar que se iba a lograr un consenso entonces no ya con las organizaciones sociales, con la academia, sino aún dentro del propio Gobierno Nacional. Y sin embargo, a través del “Diálogo” pudimos, obtuvimos los consensos necesarios para que el Gobierno también planteara una posición acorde, consensuada, convenida entre todos sus integrantes. Se puede, no es cierto que los uruguayos vivimos exclusivamente en la discrepancia o en la oposición, o en jerarquizar los obstáculos. Los uruguayos también nos podemos encontrar, dialogar, buscar y afianzar consensos que trasciendan a los intereses particulares por el bien general.

En tercer lugar, voy a plantear –sí, a pesar de lo que acabo de decir – un disenso.

Este acto puede ser el acto de clausura de la actividad que se desarrolló en el “Diálogo Social” en estas semanas, en estos meses, pero me resisto aceptar que sea el cierre del “Diálogo Social”. Esto es simplemente un mojón que marca el punto de partida del camino que debemos seguir y llevar adelante los uruguayos, Gobierno, la sociedad en su conjunto, en los temas realmente trascendente y que importa a todos los uruguayos. Este es el camino. Modestamente lo decimos porque estamos absolutamente convencidos. El diálogo, el encontrar consensos, el abrir caminos de participación, en profundizar, ensanchar, ahondar, alargar la democracia no solo como un sistema político sino como un modo de vida. No es el cierre del “Diálogo Social” es la clausura de una etapa que abre posibilidades para seguir avanzando por este camino, por este mismo camino.

Y en cuarto lugar, un desafío muy sencillo. Como  para todas las cosas de la vida, cuando se quiere avanzar y tener éxito hay que conjugar un verbo, que es el verbo trabajar, ahora hay que trabajar. Sobre los acuerdos logrados para concretarlos en leyes, decretos, normas, que los afiancen, que los aseguren, que le den institucionalidad, y trabajar todos juntos los uruguayos para encontrar ese camino que seguramente es el que va a mejorar la calidad de vida de todos los uruguayos.

Y con una fórmula –reitero de mí muy modesto punto de vista – muy simple y que hemos empleado y empleamos cotidianamente, con el corazón en la utopía pero con los pies en la tierra.    

Muchas gracias.

   
 
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