Igualdad de género
Avances estimulantes apuntan a
traducir esfuerzo en políticas públicas
La Directora del INAMU, Carmen
Beramendi, participó de una reunión de trabajo con
representantes de género de los organismos públicos. En
la oportunidad, Beramendi se refirió a los avances y
desafíos en la implementación del Primer Plan Nacional
de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIODNA), para
el periodo 2008-2009. Además, se presentó el
diagnóstico sobre "La Institucionalidad de género en el
Estado Uruguayo".
Según indicó la Directora del
Instituto Nacional de las Mujeres, el Plan Nacional de
Igualdad de Oportunidades y Derechos compromete a los
organismos del Estado a llevar adelante acciones,
mediante la aplicación de programas, que permitan
avanzar en torno a la igualdad de género. Los
compromisos asumidos se integran al desarrollo de las
políticas de cada institución, mediante la creación de
espacios de trabajo, referentes y comisiones. De ese
modo, se avanza para lograr la igualdad en materia de
género en las políticas públicas. Según precisó Marisa
Lindner del Instituto, los mecanismos de género,
creados en 2006, son espacios de institucionalidad que
permiten a las instituciones públicas viabilizar
propuestas y habilitan a trabajar, asesorar, acompañar
el proceso y sobre todo definir acciones comunes de
trabajo.
El informe que se presentó, revela
la realidad captada en el año 2006 y es el punto de
partida, agregó, el momento en el cual se elaboró el
Plan, para luego avanzar en la constitución de espacios
de trabajo en las instituciones públicas.
En oportunidad de aprobarse el Plan
Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos, se
tomó contacto con las instituciones públicas
–Intendencias, organismos descentralizados,
ministerios- y ellas comprometieron a tomar acciones
para llevar adelante el Plan.
En la medida que se generaron
espacios de trabajo y compromisos en las instituciones
públicas, en las mismas quedaron referencias de
institucionalidad. Con el diagnóstico obtenido, se
apunta a generar insumos que permitan el
fortalecimiento de la institucionalidad de género.
Es decir, se apuesta a aportar
instrumentos acordes a la realidad, a las dificultades
y a los avances que tiene cada organismo, que permitan
consolidar estos espacios de trabajo, dijo Lindner.
El documento que surge en 2006, en
relación a estos procesos que por primera vez se toman
como política de Estado indica que esos mecanismos
necesitan elementos relacionados con un lugar dentro de
la institucionalidad. Es decir, que necesitan cierto
grado de autonomía, y especialmente, capacitación, la
cual se prevé concretar por parte del Instituto.
En el trabajo que se realiza junto a
las instituciones, se apunta a traducir los esfuerzos
en políticas públicas, ya que las brechas en relación a
la igualdad de género continúan siendo significativas.
Especialmente, en cuanto a aspectos relacionados con el
trabajo no remunerado, el cuidado, la sobrecarga que
soportan las mujeres por ser quienes tienen a su
cuidado niños, ancianos, discapacitados y enfermos. Esa
situación limita su instancia de participación en el
mercado de trabajo y demás. En cuanto a los niveles de
participación política, existen indicadores, relativos
a la violencia domestica, a la brecha salarial, que dan
cuenta de desigualdad.
Es responsabilidad del Estado
instrumentar políticas que atiendan las desigualdades.
En ese sentido, se aprobó la Ley de Igualdad de
Oportunidades y Derechos, en marzo de 2007 y luego, el
Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos.
Ambos constituyen dos instrumentos
muy valiosos que están en una primera etapa de su
implementación, desde mediados de 2007 y son la
expresión del compromiso de llevar adelante políticas
de género por parte del Estado.
La evaluación que se realiza en esta
oportunidad, implica la exposición de la labor
realizada y el enfoque en los avances, considerados
estimulantes. Además, apunta a fortalecer esos logros
para concretar los compromisos asumidos en el Programa
de Gobierno.
En cuanto a la realidad según la
zona del país, Lindner agregó que en Montevideo la
situación de los organismos públicos permitió dar
oportunidades a las mujeres, a través de las
administraciones departamentales que tuvieron el tema
género en su agenda. Además, durante 10 años se
llevaron adelante programas y medidas dirigidos a
fortalecer la situación de las mujeres a nivel del
departamento.
Respecto a la situación en el
interior del país, el INAMU constató que existe un
fuerte compromiso por parte de las mujeres. La
elaboración del Plan reunió a cientos de mujeres en
todo el país que pusieron en la agenda sus necesidades
y problemas.
Finalmente, consultada en cuanto a
los avances en esta materia, Lindner mencionó que el
tema está colocado en la agenda del Estado, de los
gobiernos departamentales y de los ministerios. Por
otra parte, existe un desarrollo de la organización
social de mujeres que nutre, da vida e impulsa el
desarrollo de estas acciones. |