Adolescentes privados de libertad
UNICEF y Movimiento Gustavo Volpe: presentaron
informe que hace visible la problemática
“Privados de libertad. La voz de
los adolescentes” es un documento que recoge la voz de
más de un centenar de adolescentes. El titular de INAU
dijo que este informe es un producto de un estudio
serio, sistemático, revelador de la situación en todo
el sistema. Sostuvo que produce conocimiento y da
visibilidad a la problemática de la privación de
libertad, que está lejos de ser una situación de
realización de derecho.
El
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el
Movimiento Nacional Gustavo Volpe, presentaron el
informe “Privados de Libertad. La voz de los
adolescentes”. Este documento recoge la voz de 143
adolescentes, de un total de 173 que estaban privados
de libertad al momento de la confección de la
investigación.
Este
informe fue realizado entre noviembre y diciembre del
año pasado y se enmarca en el trabajo que el
Observatorio del Sistema Judicial (OSJ) viene
desarrollado desde el año 2005.
El OSJ
constituye una herramienta compleja de estudio e
intervención sobre la administración de justicia. Se
desarrolla mediante un seguimiento de expedientes y un
seguimiento de casos relevantes. Ambos componentes,
permiten realizar un estudio completo de las prácticas
judiciales, relativas a los procesos por infracciones a
la ley penal y de protección en referencia a niños,
niñas y adolescentes. Mientras que el seguimiento de
expedientes, hace posible un acercamiento objetivo y
estadísticamente confiable a las prácticas judiciales
relativa a los procesos, el seguimiento de casos,
permite tomar contacto con situaciones relevantes en
el plano teórico y /o estratégico.
El
trabajo presentado, indica que un alto porcentaje de de
los adolescentes privados de libertad que se encuentran
en los establecimientos del Instituto del Niño y el
adolescentes del Uruguay (INAU) no sabe quien es su
defensor, no lo conoce o no está al tanto de la forma
para contactarse con él.
Asimismo, aseguran que se les suministran diferentes
tipos de medicamentos, además de pasar muchas horas
encerrados, sin poder realizar ninguna actividad
recreativa.
El
informe indica que el 95% de los adolescentes
encuestados eran varones, el mayor porcentaje tenía 17
años y un 73% eran de Montevideo.
El 51
% de estos jóvenes consultados, no sabía quien era su
defensor y el 68% declaró que su defensor nunca lo
había visitado y el 84% de ellos no sabía contactarse
con el profesional.
El
75.79% de los adolescentes que contaban con sentencia,
nunca habían sido visitados por el juez. Además, el
72.93% de los adolescentes varones declararon no
realizar actividades educativas en la privación de
libertad.
El
63.9% de los jóvenes encuestados aseguraron recibir
medicación.
Ante
estas cifras, UNICEF recordó que la Convención sobre
los Derechos del Niño establece que el proceso judicial
debe ser de carácter educativo, de forma tal que la
sanción cumpla la función de asumir la responsabilidad
del adolescente y de respeto por los derechos humanos.
El
representante de UNICEF en Uruguay, Tom Bergamann
Harris afirmó que el papel del Fondo es el de articular
la cooperación entre la sociedad civil y las
instituciones del Estado, para mejorar las
condiciones de vida de la infancia y la adolescencia en
situación de vulnerabilidad. Asimismo, destacó la gran
importancia de este documento que se presenta, no solo
porque simboliza la opinión de los jóvenes que viven
una situación muy difícil, sino porque puede funcionar
como alimento para la reflexión en lo referente al
cumplimiento de los derechos de estos jóvenes privados
libertad.
El Dr.
Javier Palummo quien integra el equipo de investigación
del informe “Privados de libertad. La Voz de los
adolescentes”, sostuvo que este estudio consistió en
una serie de entrevistas y un grupo de discusión,
realizado a adolescentes privados de libertad. La
participación de los jóvenes estuvo siempre
condicionada a que accedieran a ser encuestados.
Asimismo, en la realización del trabajo, se evitó
entorpecer la dinámica de actividades cotidianas.
El
estudio se centró básicamente en áreas tales como: la
lejanía que tiene el adolescente respecto al sistema de
administración de la justicia, el conocimiento y la
información sobre sus roles procesales, su propia
situación procesal; el cotidiano de la privación de
libertad, actividades que desarrollan y la resolución
de conflictos y el contacto con el “afuera”. |