Institucionalidad en construcción
Gobierno acciona labor intersectorial para combatir
maltrato infantil
El INAU ya cuenta con un Protocolo
de Intervenciones para actuar ante situaciones de
violencia infantil, que continúa la tarea mancomunada
de los distintos actores gubernamentales y sociales.
Con modelos de intervención, como éste, los
procedimientos no se dejan librados a la
discrecionalidad. Según Giorgi, es la primera vez que
el Estado uruguayo genera un espacio de articulación
para racionalizar y potencializar recursos.
En el marco del Día Mundial de Lucha
contra el Maltrato Infantil y a un año de su creación,
el Sistema Integral de Protección a la Infancia y la
Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) presentó su
informe de gestión 2007 y un Protocolo de Intervención
ante estas situaciones.
Del acto participaron: las Ministras
de Desarrollo Social y del Interior, Marina Arismendi y
Daisy Tourné, respectivamente; el Subsecretario de
Salud Pública, Miguel Fernández Galeano; el Presidente
del INAU, Víctor Giorgi; la Consejera de Primaria,
María Inés Gil y representantes de Infamilia, así como
de organizaciones sociales vinculadas a la temática.
El presidente del INAU explicó que
la violencia infantil es producto del abuso del poder
adulto y que el silencio es cómplice, tanto el del niño
como el del resto de la sociedad.
Por eso, la importancia de formar a
los actores del entorno y de articular una labor
interinstitucional.
Giorgi se refirió al nuevo protocolo
o mapa de ruta, como un instrumento vital para avanzar
en la materia, para que se conozca cómo proceder.
En la jornada se presentó el del
INAU, pero Primaria ya cuenta con el suyo y tanto Salud
Pública como Interior trabajan en el diseño del propio.
Con todas las iniciativas que se
vienen llevando adelante -como son la instalación de
siete nuevos servicios de atención en Montevideo y
Canelones o la aprobación de la Ley que prohíbe
utilizar el apremio físico para reprender a un niño- se
avanzó sensiblemente a abrir el debate y a hacer
público el problema.
Actualmente se está a un año de "una
institucionalidad en construcción", indicó. Según
sostuvo Giorgi, es la primera vez que el Estado
uruguayo genera un espacio de articulación que permite
racionalizar recursos y potencializar lo que se tiene
para responder a este problema.
Giorgi explicó que las cifras que se
manejan son de situaciones que trascienden y se
denuncian, pero no de las situaciones reales.
La Línea Azul está recibiendo
aproximadamente cuatro llamadas por día, de las cuales
tres tienden a confirmarse, con distintos grados de
gravedad.
En hospitales como el Pereira
Rossell están entre las tres primeras causas de
internación.
En hogares de INAU, la internación
por maltrato se encuentra entre los primeros motivos,
ya no la situación de pobreza crítica como hace cinco
años atrás, teniendo en cuenta que eso se está
resolviendo con otro tipo de apoyos y manteniendo a los
chicos en su familia. La sociedad uruguaya ha dado
pasos importantes en ese sentido, aseguró el jerarca.
En cuanto al protocolo, Giorgi
explicó que tiende a que, quienes tienen contacto con
niños, cuenten con indicadores para detectar las
situaciones de maltrato y así dar los primeros pasos en
torno a ella y generar las conexiones
interinstitucionales eficientes y responsables como
para que la situación sea trabajada.
Estos protocolos son parte de un
trabajo en equipo, donde se sintetiza experiencia de
años de los operadores.
La Ministra Arismendi se refirió a
esta tarea como un trabajo a varias puntas, pero
"principalmente el que se batalla contra los valores y
la conducta que se va instalando en la sociedad."
Muchas veces el tema es visto como
de "las puertas del hogar hacia adentro" y así se
desperdician los recursos del Estado, dijo.
Arismendi se mostró conforme con
esta modalidad de "construir juntos", transformando al
Estado que estaba estructurado para que cada uno
defendiera su chacra.
Se procura entre todos, construir
una nueva red de protección social y para ello, cada
paso que se da es estratégico.
El Subsecretario de Salud, Miguel
Fernández Galeano, destacó la importancia de la
evaluación, de que exista una rendición de cuentas a la
ciudadanía. Felicitó que esta modalidad se haya vuelto
una práctica naturalizada de este Gobierno, porque es
su obligación democrática.
Asimismo, sostuvo que se debe
resolver la articulación de políticas públicas
sociales, con un abordaje de temática integral,
potenciando lo sectorial.
Fernández Galeano dijo que se
apuesta a ir construyendo progresivamente una red
intergubernamental.
Tomar partido en este tema, es una
obligación de los gobiernos como garantes de derechos.
Muchas veces en los centros de
atención de primer nivel, como el Hospital Pereira
Rossell, es donde se detectan estos problemas, indicó.
En cuanto a cifras, el Subsecretario
aseguró que no es que aumenten los casos, sino que como
existe un sistema de protección social, se conocen más
casos, lo que demuestra que se está actuando sobre el
tema, se está diagnosticando e interviniendo.
En otro orden, Fernández Galeano
explicó que los médicos cuentan con un marco legal para
hacer la denuncia en caso que detecte situaciones de
violencia en alguno de sus pacientes. Este marco, parte
de la Convención de los Derechos del Niño y el
Adolescente y de Leyes en el Código Civil y sobre todo
en la Justicia Penal.
La Ministra Tourné, por su parte,
calificó como positiva la nueva cultura existente para
abordar los temas con integralidad, evitando que el
Estado sea ineficaz, ineficiente y por sobre todas las
cosas omiso.
Aún resta mucho por hacer, pero
romper esa cultura es contradecir con esa fuerza que se
embandera con el concepto de que "cada maestro con su
librito" o "hacé la tuya", aseguró.
Un gobierno con defensa irrestricta
de los DDHH no puede mirar para un costado en este
tema, sería imperdonable, agregó.
Tourné sostuvo que no es poco haber
desnaturalizado el tema de la violencia en general. En
este sentido, se logró mucho en materia de violencia
doméstica, explicó.
Se trata de una tarea titánica sobre
la sociedad y las instituciones que muchas veces
solucionan los problemas de forma violenta. De ahí la
importancia de contar con modelos de intervención o
protocolos, que no dejen librado a la discrecionalidad
las definiciones en el tema.
"Queremos cambios sin retrocesos",
dijo la Ministra, quien se mostró conforme con la
gestión de su Cartera en este tema.
Por otra parte, la Consejera de
Primaria ratificó la importancia del trabajo
interinstitucional. Desde el área de la educación, es
trascendente este año de trabajo conjunto, para que
docentes e instituciones puedan dar pasos firmes ante
estos hechos, porque no hay que olvidar que "un niño
maltratado es un niño que no está en condiciones de
aprender", enfatizó Gil.
La Coordinadora del SIPIAV, María
Elena Mizrahi, realizó un balance del primer año de
gestión, que se basó en tres lineamientos: el modelo de
atención, la capacitación y la revisión legislativa.
Se logró la articulación de los
organismos gubernamentales y no gubernamentales y
modificar los modelos de atención, pasando de un
abordaje individual a uno comunitario y familiar para
comenzar a detectar los casos desde el lugar de la
prevención, en la comunidad y no cuando el daño está
instalado a partir de la denuncia.
Se procura que la denuncia se
empiece a accionar: en un club de niños, en una
escuela, en un centro de salud o donde se sospeche una
situación de maltrato o violencia y así poner en
práctica los mecanismos de articulación existentes,
para poder aplicar los mencionados mapas de ruta.
Hasta ahora se tomaron como muestreo
267 casos con la forma de abordaje individual. Existe
mayores niveles de deserción en los tratamientos o en
los abordajes terapéuticos y por eso se plantea que si
bien puede haber deserción, se requiere articular redes
de sostenes en la comunidad, con todos los órganos
sociales, centros de referencia, CAIF, club de niños,
etcétera, donde los chicos queden insertos en
instituciones para así lograr la protección que se
merecen.
Como vía para denunciar posibles
casos, la SIPIAV promueve la Línea Azul 0800 5050 o
mediante un centro educativo o Casa Amiga de INAU, un
SOCAP del MIDES, cualquier lugar que cuente con
servicios técnicos de las instituciones y de las ONGs.
A partir de esa sospecha, los equipos comienzan a
trabajar y convalidan o no la situación de violencia.
Si no se convalida, lo bueno es que estos equipos ya
registraron la situación, entonces van a articular la
forma para brindarle un sostén a ese niño o adolescente
en algún lugar donde puedan estar referenciados, para
que si en otro momento se ven envueltos en una
situación, se comience a operar inmediatamente sobre el
acto de violencia.
Una vez detectado y confirmado un
caso, se procede de dos maneras: en el caso de las
situaciones de urgencia, que es cuando hay abuso sexual
o violencia física, se debe dar parte a la Justicia.
Los equipos tienen 24 horas para plantear esa situación
a la Justicia, quien resuelve qué es lo mejor. A veces
se obliga a la familia a estar en tratamiento o si el
daño es importante, se plantea a INAU la protección del
niño, que supone que por un plazo determinado son
retirados de su domicilio.
Si son situaciones de violencia que
no ameritan la judicialización, lo que se hace es que
los equipos comiencen a trabajar con la evaluación,
luego son derivados a ONGs, equipos de INAU o MSP que
realizan los abordajes específicos y se empieza a
trabajar con esa familia, que es lo ideal para que se
generen mejores vínculos.
La idea es que la familia pueda ser
el sostén de ese niño y si en alguna medida hay algo
disfuncional, trabajar con ella para que pase a ser
funcional, sostuvo Mizrahi.
El SIPIAV -presidido por el INAU y
cuenta con la participación de los Ministerios de
Desarrollo Social, Interior y Salud Pública, la ANEP y
las organizaciones de la sociedad civil que abordan la
temática. Además cuenta con el apoyo de Naciones Unidas
y UNICEF- contempla las recomendaciones que se enmarcan
en la Convención Internacional de los Derechos del
Niño, específicamente en lo referente al maltrato
físico y el abuso sexual. Por otra parte, toma en
cuenta la normativa internacional y nacional que
establece que los Estados deben proteger a los niños,
niñas y adolescentes contra toda forma de perjuicio o
abuso físico o mental, descuido o trato negligente,
malos tratos o explotación sexual.
En Uruguay, el Código de la Niñez y
la Adolescencia y la Ley de Violencia Doméstica,
definen las situaciones en las cuales son maltratados o
abusados sexualmente, estableciendo además que los
receptores de denuncias de estas situaciones deberán
comunicárselo de inmediato al Juez competente. |