La Escuela Educacional Dr. Roberto Berro está atravesando una nueva etapa en su existencia. Tras varios meses de tareas preparatorias y trabajo en áreas pedagógicas, se retomó una iniciativa que se remonta a los años 90 y que fue suspendida años después: el acceso de los internos a la Educación Secundaria.  

En el predio de la Escuela, se trabaja con adolescentes, principalmente de los hogares Ariel, Puente y Cerrito, que concurren al aula en forma conjunta. Las clases se llevan adelante de lunes a viernes, en dos turnos –mañana (09:00 a 12:00 hs.) y tarde (14:00 a 17:00)-  Los grupos han sido organizados de modo que no sean demasiado numerosos por lo que, en general,  no pasan de cinco personas. La Directora del Programa de la Colonia, Isabel Bissio  explicó que los chicos que optan por integrarse al proceso educativo, van “acreditando” materias. En un período de tres meses,  tienen posibilidad de rendir un examen e ir salvando las nueve materias básicas de cada año. De todas maneras, si así lo desean, puede cursar las nueve asignaturas a la vez. Empero, la apuesta procura dar pasos firmes, descartando apresuramientos  y valorando el tiempo que se dedique al estudio. El proceso educacional comprende desde el primero al cuarto año de liceo.

En aquellos centros que presentan mayores requerimientos de   seguridad –Piedras, Ser e Ituzaingó- la experiencia se realiza dentro de los hogares, también en régimen de dos turnos.

En caso de que la permanencia de los jóvenes en el internado no sea demasiado larga, se apunta a entablar este primer contacto con los docentes, en la Colonia, y luego, continuar su educación en áreas pedagógicas en Montevideo,  según informó la Directora de Programa .

En cuanto a los docentes, aún se están llevando a cabo nombramientos, puesto que  es responsabilidad del Consejo de Educación Secundaria. . La idea, dijo Bissio,  es contar con 18 docentes, a razón de  dos por cada materia que se incluye.  

Paralelamente se trabaja en el área de Primaria, ya que muchos de los chicos no finalizaron aún la enseñanza  escolar, y a tales efectos,  cada  uno de los hogares tiene su propio maestro.

Se procura agilitar la acreditación de Primaria, para que luego puedan comenzar a trabajar en Secundaria.

El ingreso a la propuesta educativa,  si bien no es de carácter obligatorio, procura buscar los medios para que el joven se integre e inicie las clases. Generalmente lo hacen porque tienen ganas, sostuvo la Directora.  Todo lo nuevo que implica este aprendizaje, les provoca una fuerte atracción.

En cuanto a la deserción, explicó que casi no existe, dado que cuando comienzan a trabajar con los docentes, estos adolescentes resultan muy  estimulados.

La profesora de Historia, Nancy Torres, quien cuenta con  18 años de labor docente, sostuvo que se trata de una experiencia que apunta a creer en la educación y que la  considera en  importancia, como un elemento más de cambio. Este centro tiene que convertirse en una escuela y la educación es fundamental, afirmó la docente.

Asimismo, destacó la adhesión de los alumnos que según dijo,  concurren en forma creciente, pese que algunos se muestran  aún con reticencias, aguardando a ver qué ocurre. De todas maneras, lo importante es que  vienen, se quedan y defienden su salón y hora de clase, dijo Torres, quien agregó su impresión de que  “nos están dando una lección a nosotros también”.

Tras nueve años de ausencia de esta propuesta, se vuele a apostar a ella, pero esta vez vino para quedarse, auguró la profesora.

Por otra parte, la Directora de la Colonia, Isabel Bissio, reconoció que existe superpoblación en el establecimiento, pero precisó que  no se trata de hacinamiento.

De todas maneras, señaló que luego de la aprobación del nuevo Código, se bajó el número de chicos que ingresan  cada centro, pero admitió que se está por encima de la capacidad de los hogares.