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27 de mayo, 2008
Ante el precio del petróleo, países de la región deberán explorar energías alternativas
El Director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe del Banco Interamericano del Desarrollo, Juan José Taccone explicó que, debido al precio actual del petróleo, los países de América Latina, deberán experimentar con energías alternativas. También afirmó que el problema del incremento en el precio de los alimentos, se puede subsanar a través de mecanismos impositivos o subvenciones.

En cuanto al precio al que trepó el petróleo y su incidencia en los países de la región, que deben importar en mayor o menor medida esta materia prima, Taccone, señaló que implica un riesgo para la solidez económica de la región, con la sola excepción de Venezuela que se autoabastece. Añadió que para estos países importadores de petróleo, representa un gran desafío que debe llevarlos a explorar energías alternativas. Para el representante del BID, en algunos casos se deberá experimentar con energía eólica, en otros, con una combinación de energía alternativa y energía solar o el uso de algunos elementos de rezago de la producción agropecuaria como es el caso de la celulosa. Dijo que esta situación obliga a los gobiernos a diversificarse en materia energética ya que depender exclusivamente del petróleo, pone en riesgo la estabilidad macroeconómica de estas naciones.

En cuanto a la influencia del precio del petróleo en las metas inflacionarias del Uruguay, Taccone explicó que influye, pero que también tallan en este tema, una variedad de hechos que se están suscitando en el mercado internacional. Resaltó que el incremento en el precio de los alimentos y cómo éste afecta, por un lado, a los países que no son productores de alimentos y por otro, a los países productores ya que aquellos alimentos de exportación, también tienden a aumentar en el mercado local, es un tema de discusión global. Por esto, se analizan eventuales formas, no sólo a nivel particular sino a nivel global, de cómo atenuar el nivel de precios en el mercado local a través de mecanismos impositivos o de subsidios.

Para Taccone, el problema del precio del petróleo no tiene respuesta inmediata, en tanto que el problema del precio de los alimentos, cuenta con diferentes mecanismos que le pueden hacer frente. Citó el caso de Uruguay, donde, en algunos casos se procedió a la rebaja de impuestos y en otros, se implementaron acuerdos con productores e industrializadores, hasta el momento, de arroz y aceite de soja. Añadió que en estos casos, no es recomendable aplicar mecanismos coercitivos que fuercen un control o una fijación de precios obligados, ya que eso genera, en el corto o el largo plazo, una distorsión en el mercado, dijo.

 

   
 
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