Ética y economía
Caminos alternativos que significan
mejoras en la vida de las personas excluidas
socialmente
Una mirada desde la ética del
desarrollo de los principales problemas del mundo
globalizado, es objetivo de "Primero la gente",
publicación que examina algunas de las principales
soluciones que rearticulan el desarrollo ético. Se
apuesta a la esperanza y a derribar los paradigmas de
inclusión, en un mundo donde cotidianamente 27.000
niños perecen por pobreza y medio millón de madres
mueren anualmente por vivir en indigencia.
En la presentación, la Ministra del
Interior, Daysy Tourné, indicó que la pobreza es un
drama cotidiano que es parte del continente
latinoamericano que posee diferentes capacidades, pero
que también está lleno de desigualdades y paradojas. En
ese marco, citó como ejemplos a Brasil y México,
potencias con profundas brechas sociales,
analfabetismo, baja esperanza de vida y mortalidad
infantil.
En ese sentido, dijo que es
necesario no perder la capacitar de indignarse ante las
causas de la pobreza, la desigualdad y la exclusión.
Ante ello, la única salida, es la ética y la
responsabilidad social, así como la inversión en salud
y en educación, marcas fuertes en el desarrollo de un
país que hacen la diferencia entre las Naciones pobres
y ricas.
Tourné, explicó que las inequidades
solo se pueden solucionar cuando se hacen visibles,
situación impostergable ante la cual es necesario
ofrecer alternativas posibles.
La exclusión social a los mercados
de trabajo, trae consigo la delincuencia, la
desarticulación de las familias y la falta de acceso a
servicios básicos, incrementan la criminalidad y la
inseguridad en la ciudadanía, afirmó.
La Ministra precisó que el 70% de la
población reclusa del COMCAR tiene menos de 30 años,
son varones y cuentan con bajo nivel educativo.
Indicó que en la sociedad se debe
debatir sobre la lógica punitiva y el incremento de las
penas del encarcelamiento y también sobre la visión
integral de la criminalidad que supera con creces la
capacidad de la Policía.
En ese marco, agregó que cuanto más
posibilidades de inclusión, de trabajo, o de cultura y
de familias que contengan, las personas serán más
eficaces en el combate de situaciones violentas que a
todos afectan y preocupan.
Afirmó, que la economía le borró la
cara a la humanidad y generó un modelo de cultura con
falta de solidaridad y confianza, situación que produjo
la lejanía entre las personas y que llevó a que los
seres humanos no se visualizarán como cooperantes.
De esta forma, dijo que "la manera
de vivir juntos moldea nuestros pensamientos, nuestras
imágenes y nuestros valores" y que es necesario apostar
a la cultura como forma de asociación. Es necesario
rescatar los valores y apuntar hacia el voluntarismo
solidario de los ciudadanos que junto a un Estado
comprometido abran puentes de comunicación.
Por su parte, el representante
residente de las Naciones Unidas en Uruguay, Pablo
Mandeville, expresó que es necesario superar la
escisión entre ética y economía porque todos
pertenecemos a varios mundos, para lo cual es necesario
armonía y pluralidad, con derechos, en un sistema
democrático.
Los progresos tecnológicos del
planeta son excepcionales y vertiginosos, pero en el
planeta tierra existen 845 millones de personas que
sufren porque no tienen agua, 1200 millones de personas
no tienen acceso al agua limpia, no obstante, el
presupuesto militar de cinco días que no se invierta
para fines bélicos, ayudaría a reducir esa cifra a la
mitad.
Mandeville, afirmó que se requiere
forjar un pacto nacional en torno a la juventud y a la
generación de oportunidades, con participación
ciudadana en una sociedad articulada.
La desigualdad en la concentración
de la tierra, así como los logros educativos con
inequidad producen más brecha tecnológica. En ese
marco, el voluntariado es un generador de capital
social y de ciudadanía, así como una oportunidad para
que los individuos construyan su propia vida.
En el evento, el Rector de la
Universidad de la República, Rodrigo Arocena, precisó
que "Primero la gente" permite coordinar ideas y tareas
e inspira en el trabajo por disminuir la desigualdad
social.
El Jerarca, expresó que la
desigualdad es fuente de carencias en todos los
aspectos en un mundo globalizado y desafiante. Los
factores que marcan los diferenciales centrales en el
desempeño nacional son los factores educación y salud.
La enseñanza combinada con el
trabajo a lo largo de vida es fundamental como
expansión de capacidades y libertades, principales
herramientas para el desarrollo, situación que es útil
y altamente positiva.
La capacidad nacional de
organizarse, la confianza en las relaciones
interpersonales, la interacción, la autonomía para ir
al encuentro de la sociedad, así como la capacidad de
asociación y de civismo, son fundamentales en un
régimen democrático.
El Rector, indicó que "la ciencia
sin conciencia es la muerte del alma", y en ese proceso
es necesario enfrentar la desigualdad y conectar la
innovación y la investigación con atención a la
inclusión social.
"Primero la gente" es una
publicación del Premio Nobel de Economía en 1998,
Amartya Sen y del Premio 2005 de la Fundación
Empresarial por el Desarrollo Sostenible, Bernardo
Kliksberg, quién expresó que el libro consta de 11
capítulos y es positivamente desintoxicante.
En ese marco, dijo que trata sobre
el voluntariado en América Latina, los mitos sobre la
juventud latinoamericana, la importancia de la cultura
sobre la economía y el desarrollo, así como la
seguridad social.
Las líneas de trabajo centrales son
el escándalo ético con proporciones dantescas, "que no
decrece sino que crece", por el cual está transitando
el mundo. Producto de ello son las cifras que dan
cuenta que 27.000 niños perecen actualmente diariamente
por pobreza, es decir que cada tres segundos muere un
niño por esa causa.
También, precisó que medio millón de
madres mueren por año durante el embarazo o en el parto
por pobreza; situación que significa la muerte de una
madre por minuto.
De esta forma, el sarampión mató el
año pasado a 240.000 niños, cuando la vacuna está
inventada hace décadas y se aplica sin ninguna
dificultad en cualquier contexto.
El año pasado, murieron 3 millones
de niños por neumonía por no contar con los
antibióticos que cuestan centavos de dólar, situación
que demuestra en que planeta vivimos.
El paquete de inmunización que se
brinda a los niños al nacer tiene un costo total de 20
dólares, según ejemplo expresado por el Primer Ministro
de Noruega, sostuvo Kliksberg.
También, el desequilibrio ecológico
causó que 250 millones de pobres padecieran los
fenómenos y en ese contexto, 800.000 vidas se
perdieron.
El especialista, destacó que los
modelos de organización social con educación y salud
para todos, son alternativas que aumentan la esperanza
de vida, junto a una economía como opción de libertad
para el ser humano.
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