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10 de junio, 2008
Ministro Eduardo Bonomi en Reunión Anual de OIT
Discurso pronunciado por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi, en oportunidad de celebrarse la Reunión Anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza, el 9 de junio de 2008.

En oportunidad de participar por cuarto año consecutivo de la Reunión Anual de la OIT, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi, realizó un balance de lo actuado, destacando la reducción del desempleo, que bajó de un 13% a un 7,6%.

Asimismo, el Ministro se refirió a la aprobación del proyecto sobre las 8 horas de trabajo en el sector rural.

En esta oportunidad, además, en  su calidad de Ministro de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay, Bonomi destacó su adhesión a los principios y derechos relativos a la libertad sindical contenidos en el Convenio Nº 87 de la OIT, sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicación, el cual cumple 60 años de existencia. 

Este es el cuarto año consecutivo en el que damos cuenta de lo que el gobierno uruguayo ha venido haciendo, desde que asumimos, respecto al trabajo, el empleo y las relaciones laborales en nuestro país.

Hemos dado cuenta de la reducción del desempleo, desde 2005 a la fecha, cuando estaba en 12,5 ó 13%. Año a año lo hemos venido reduciendo y, en este momento, está en 7,6 por ciento. Estamos seguros que lo vamos a seguir bajando y que el año que viene, el año del nonagésimo aniversario de la OIT, cuando volvamos a dar cuenta de la reducción del desempleo, vamos a tener nuevas sorpresas. El objetivo del gobierno era bajarlo a menos de 10 por ciento en cinco años: lo logramos en un año y medio, y desde entonces ha seguido bajando ininterrumpidamente.

A fines del año pasado, luego de un diálogo sostenido en todos los aspectos con trabajadores y empresarios, tuvimos un debilitamiento del mismo, pues el sector empresarial se retiró de todo lo que tuviera que ver con la discusión de normas, leyes y decretos sobre relaciones laborales. No se retiró de la negociación en los Consejos de Salarios, ni se retiró de la discusión y elaboración sobre el desarrollo del empleo y la producción en el Compromiso Nacional sobre el Empleo, los Ingresos y las Responsabilidades; tampoco se retiró del intercambio y elaboración para lograr el fortalecimiento de la Salud y la Seguridad en el Trabajo.

Pero se retiró, sí, de la discusión sobre normas, debido a su discrepancia con la aprobación en el Parlamento Nacional de una Ley sobre Tercerizaciones.

Desde el retiro del sector empresarial, el Poder Ejecutivo envió al Poder Legislativo tres proyectos de Leyes; uno sobre las 8 horas de trabajo en el sector rural; otro sobre Negociación Colectiva de los Públicos, y otro sobre Negociación Colectiva de los Privados.

El proyecto sobre las 8 horas de trabajo en el sector rural, se aprobó luego de más de dos años de intercambio en el Consejo de Salarios Rural. Alcanzó el consenso en la inmensa mayoría de los artículos; pero no lo alcanzó en un tema muy importante: cómo se pagan las horas que superen la octava hora de trabajo, y tuvo que votarse para tomar una decisión. La mayoría se alcanzó con el voto conforme del Gobierno y los trabajadores, y el voto en contra del sector empresarial.

Los otros dos proyectos sobre Negociación Colectiva fueron enviados al Parlamento sin discusión tripartita, pues el sector empresarial se había retirado de la misma.

El proyecto sobre Negociación de los Privados trataba de articular tres niveles distintos: la fijación del Salario Mínimo Nacional, por decreto, previa consulta a las partes; la negociación por rama de trabajo, tripartita, con el esquema de nuestros Consejos de Salarios, para determinar fundamentalmente salarios y categorías laborales, y finalmente la negociación por empresa, bipartita, para discutir lo que no se puede tratar en los Consejos de Salarios.

Por último el proyecto tenía un capítulo sobre prevención de conflictos, donde establecía los caminos de la desocupación de una empresa ocupada por sus trabajadores: este capítulo, obviamente por distintas razones, fue cuestionado por trabajadores y empresarios a la vez.

A partir del cuestionamiento del sector empresarial, se llegó, incluso, a una reunión en la Cámara de Industrias, con el Ministro de Trabajo y el Viceministro de Industrias, con participación del señor Daniel Funes de Rioja, como presidente de la OIE. El señor Funes de Rioja, en líneas generales, manifestó que el gobierno tiene el derecho a presentar los proyectos que considere conveniente, y que en este caso la OIE no tenía nada que decir respecto a la inmensa mayoría de los artículos, salvo, eso sí, con los artículos 22, 23 y 24 del capítulo de prevención de conflictos. En ese sentido manifestó su gran preocupación sobre lo afirmado respecto a las ocupaciones de los lugares de trabajo. Reiteró que, en la OIT, todos tenemos que tratar, como cuestión de hecho, las ocupaciones. Sin embargo, afirmó que, en el proyecto en cuestión, al establecer los caminos para la desocupación de los lugares de trabajo, de hecho, se reconocían las ocupaciones como cuestión de derecho, y que eso la OIE no lo podía admitir.

Mientras estábamos en esta Conferencia, representantes de 24 Cámaras empresariales uruguayas se reunieron con el Presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez, para plantearle su diferencia sobre el capítulo de prevención de conflictos, agregando además, su diferencia respecto a la extensión de los acuerdos en la Negociación Colectiva y la preocupación respecto a que el proyecto no estableciera un tratamiento diferencial para las Pymes.

Ya lo habíamos adelantado; el capítulo sobre prevención de conflictos se va a retirar, íntegro, del proyecto de Ley, y por otra parte, se va a incorporar un capítulo que permita establecer un trato diferencial, en los Consejos de Salarios, para las empresas en crisis, las empresas recuperadas por sus trabajadores y para las PYMES que den la información que acredite que tienen que ser contempladas de forma diferencial.

Antes de culminar mi intervención, quisiera recordar con ustedes, que hace 60 años la Conferencia General del Trabajo aprobaba uno de los Convenios más importantes de la OIT, el Convenio N° 87, sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.

Un Convenio emblemático, no sólo por la cantidad de ratificaciones que ha obtenido, 148 países lo han ratificado, entre ellos Uruguay, sino porque constituye un verdadero estatuto de la libertad sindical.

Nos parece relevante recordar en este ámbito, la aprobación de un convenio que, recogiendo las ideas jurídicas más avanzadas, luego de un siglo de lucha por el reconocimiento de los derechos de coalición o sindicación, consagra una de las libertades fundamentales de nuestro tiempo. Una libertad que es presupuesto y requisito de la Democracia; libertad sin la cual no es posible concebir un desarrollo social y económico justo y equitativo.

Por ello me congratulo, en mi calidad de Ministro de Trabajo y Seguridad Social de la República Oriental del Uruguay, celebrar no solamente el 60 aniversario de dicho instrumento normativo, sino que también, adherir con profunda convicción a los principios y derechos relativos a la libertad sindical allí contenidos.