Cumbre de Tucumán
Tabaré Vázquez instó a poner en
agenda puntos que hacen a las asimetrías del MERCOSUR
Con franqueza y convicción reclamó
Vázquez la puesta en agenda, de puntos que hacen a las
asimetrías del bloque. Se refirió a políticas que cada
uno de los países del MERCOSUR llevan adelante y que a
veces pueden lastimar las economías de otros, también
integrantes. Solicitó comprensión, sostuvo la necesidad
de la complementariedad y llamó a pensar en el
desarrollo de cadenas productivas como región y no como
país.
En su intervención en la XXXV Cumbre
del MERCOSUR, el Presidente Tabaré Vázquez llamó a los
países miembros del bloque a profundizar los fondos
estructurales y reconoció el avance en ese sentido.
Llamó a poner en agenda temas que hacen a las
asimetrías y trabajar aún más sobre ellas, con el fin
de brindar mayor calidad de vida a todos los
integrantes de estas naciones.
Vázquez reclamó: "deberíamos poner
en la agenda –lo digo con mucha franqueza, pero con
mucha convicción- algunos otros puntos que hacen a las
asimetrías, como es alguna de las políticas que, con
todo derecho y en uso de su soberanía, cada uno de los
países integrantes del MERCOSUR llevan adelante, pero
que a veces pueden lastimar las economías de otros
países, también integrantes del MERCOSUR. Medidas que
quizás, si las tomáramos en conjunto, fortalecerían
nuestra posición dentro de cada país y no nos
perjudicaría a ninguno de los países integrantes del
MERCOSUR".
Vázquez señaló que la herramienta de
las detracciones significaría un importante avance, si
este tipo de medidas se tomaran en conjunto, ya que se
fortalecería cada posición y ninguno de los países
miembros, saldría perjudicado.
Al mencionar el acuerdo rubricado
entre Uruguay y Argentina para la regasificación del
gas licuado, afirmó que se trata de un hecho
trascendente. Asimismo indicó que el impacto que causa
a Uruguay la detracción a la exportación de gas, genera
severos problemas a diversas industrias nacionales.
Aclaró que no se trata de una crítica, sino de
visualizar la posibilidad de tomar medidas en comunión,
que redundarían en un mayor interrelacionamiento y a
favor de reducir las asimetrías.
El Primer Mandatario uruguayo
reconoció que el camino del diálogo y el entendimiento,
es el único para la resolución de los temas comunes.
Vázquez señaló que el avance en el
proceso de integración, está dado por el logro de una
complementariedad productiva y no en un plano de
competencia.
"La complementariedad es
fundamental", dijo el Presidente en relación con el
desarrollo de la cadena agroindustrial exportadora.
Agregó que quizás ha llegado el tiempo para pensar en
el desarrollo de estas cadenas como región y no como
país.
En este sentido, dijo que, en la
industria automotriz, para un país pequeño como
Uruguay, competir con Argentina o Brasil es
prácticamente imposible. Sugirió que si esos países
compartieran la producción y permitieran a Uruguay o
Paraguay, producir por ejemplo, accesorios
automotrices, ello implicaría un avance para estas
naciones.
Vázquez resumió su postura,
afirmando que si bien resta mucho por hacer, ya se
avanzó mucho y se continúa por el buen camino. Sostuvo
que ningún país, por más poderoso que sea, tiene su
futuro asegurado en solitario. Dijo que este
convencimiento, llevará en el corto plazo, al encuentro
de una mayor integración que posibilite una mejor
calidad de vida para todos los ciudadanos del bloque.
En otro tramo de su exposición,
Vázquez hizo referencia a la situación internacional ,
sostuvo que el mundo se globalizó para compartir los
problemas pero se particularizó para señalar a los
responsables. Indicó que, paradójicamente, países como
los de la región, que tienen posibilidades de
generación de alimentos, son los señalados como los
responsables de los males que la sociedad mundial
afronta. Dijo que las causas de esos problemas, están
en las políticas llevadas adelante por los países del
mundo desarrollado. Para Vázquez, la especulación, las
compras a futuro de petróleo y de alimentos, mantendrán
la realidad actual por mucho tiempo, para lo que habrá
que prepararse, dijo. Afirmó que los procesos de
integración regional representan una herramienta
fundamental para enfrentar estas situaciones en un
mundo globalizado.
Reafirmó que es parte de la
necesidad y oportunidad de llevar adelante procesos de
integración, pero también como respuesta a un mandato
histórico, ya que los próceres latinoamericanos,
lucharon por una real integración y complementación de
naciones. El Presidente Tabaré Vázquez dijo que se
trata de un tema de supervivencia. Subrayó la enorme
riqueza con que Latinoamérica cuenta en recursos
naturales y humanos. Recordó que América Latina puede
producir, prácticamente, todos los alimentos para su
autoabastecimiento, pero también para la provisión de
buena parte de la humanidad y que además, cuenta con
recursos humanos para realizarlo. Luego, explicó que,
muchas veces, se desprecia al latinoamericano común y
corriente, pero se nutren de los jóvenes y de los
individuos capacitados por lo que resulta fundamental
retener estos recursos humanos y defender a aquellos,
que no habiendo encontrado condiciones de vida
adecuadas en nuestros países, deben emigrar. Hizo
referencia también, a lo que consideró brotes
xenofóbicos o discriminación hacia ciudadanos
latinoamericanos y recordó que otrora, nuestras
naciones recibieron a emigrantes que llegaron en busca
de un lugar en donde poder desarrollar su vida.
Uruguay reclama la eliminación del
cobro del doble arancel común dentro de la región, como
así también la definición del código aduanero.
Palabras del señor Presidente de la
República , Tabaré Vázquez en la XXXV Cumbre del
MERCOSUR y Países Asociados realizada en San Miguel de
Tucumán, Argentina , el 1 de julio de 2008.
PRESIDENTE VAZQUEZ: En primer lugar,
decir que constituye para nosotros, - para quien habla
y para la delegación que me acompaña – un altísimo
honor estar en esta tierra hermana, de nuestros
queridos hermanos argentinos. Y agradecemos enormemente
a las autoridades locales y al gobierno de la República
Argentina, el afecto con que nos han recibido lo
valoramos enormemente.
Parto de la base de coincidir con
muchos de los aspectos que planteaba el señor Canciller
de Paraguay, como países que compartimos economías
menores en este proceso de integración regional. Yo
creo que amerita en estos momentos históricos, realizar
una reflexión profunda, no sólo sobre el diagnóstico de
la situación que se vive a nivel internacional,
regional y en cada uno de nuestros países, que fue
hecho brillantemente por parte de la señora Presidenta
de Argentina, sino también intentar ver o encontrar en
la patología que está viviendo la humanidad – y pido
perdón por utilizar estos términos, pero son con los
que me puedo sentir más cómodo – sufre patologías
severas que también fueron expresadas por la señora
Presidenta, entre otras las confrontaciones, la
violencia, el terrorismo, el autoritarismo, el hambre,
que vive la humanidad.
Y en este mundo con esas
características, con esas patologías, buscar las causas
es importante, pero también es importante buscar las
eventuales terapéuticas que podamos aplicar. Este mundo
se ha globalizado para compartir los problemas, pero se
ha particularizado para señalar los responsables. Y
paradójicamente, los países que tenemos alguna
posibilidad de generar alimentos, cuando hace tanta
falta que los alimentos se produzcan para el mundo que
tiene hambre, somos o intentan hacernos aparecer como
responsables de los males o de las patologías que la
sociedad en el mundo vive.
Unas de las causas evidentes de
estos problemas, sin duda, no reside en lo que los
países del mundo subdesarrollados generamos, sino las
políticas que han sido llevadas adelante por los países
del mundo desarrollado precisamente, que nos han
pedido, en más de una oportunidad, que abramos nuestras
economías, abramos las puertas, las ventanas, que
subsidiemos, el subsidio era mala palabra, para ser
utilizado como elemento económico en nuestros países.
Sin embargo, vemos que los países del mundo
desarrollado subsidian, fijan cuotas y cierran muchas
veces sus economías.
Otras de las causas sin duda de los
problemas que vive la humanidad es la especulación que
existe, las compra a futuro de petróleo en este momento
y las compras a futuro de alimentos, lo que va hacer
mantener –me parece a mí, de mi muy modesto punto de
vista – las condiciones actuales por mucho tiempo y
para eso nos vamos a tener que preparar.
Bien, si esta es la situación que
aparentemente podría ser la causa que genera los males
o las patologías que vivimos, cuál es la respuesta que
podemos dar, la respuesta terapéutica que podemos
intentar dar para esta situación. Y yo creo que –y no
es ningún descubrimiento, ya está dicho hasta el
cansancio – los procesos de integración regional son
una herramienta fundamental para enfrentar esta
situación en este mundo globalizado.
Y como decía muy bien la señora
Presidenta –yo tomé nota porque me pareció muy oportuno
su planteo – la necesidad y la oportunidad de llevar
adelante los procesos de integración son absolutamente
claros, y es un compromiso que debemos tomar, no sólo
por necesidad y oportunidad, señora Presidenta, sino
también por mandato histórico. Nuestros prohombres,
nuestros próceres lucharon con una visión
extraordinaria, por llevar adelante esos procesos de
integración, la "Patria Grande" Latinoamericana,
Sudamericana, cada día cobra más fuerza su necesidad de
implementación, porque creo que ahí nos va y –no
pretendo dramatizar con el término que voy a utilizar –
ahí nos va la vida, es un problema de sobrevivencia. Se
podrá decir, que el término es demasiado fuerte, pero
países más grandes que los nuestros han desaparecido
del mapa, por no haber quizás, tomado a tiempo las
medidas necesarias para sobrevivir en un mundo tan
competitivo y tan complejo.
América Latina en su conjunto, tiene
una riqueza enorme de recursos naturales
y de recursos humanos. América
Latina puede, prácticamente producir todos los
alimentos necesarios como para autoabastecerse, pero
también para abastecer a buena parte de la humanidad. Y
tiene recursos humanos para hacerlo, claro, que en este
juego tan despiadado de especulaciones, de intereses
menores o de pequeños grupos o corporativos, se
desprecia muchas veces al Latinoamericano común y
corriente, pero se nos llevan los cerebros y se nos
llevan a los jóvenes y a la gente capacitada como para
poder impulsar cambios profundos, reales, sostenibles
en el tiempo en nuestros países. Por tanto creo que más
que nunca tenemos el mandato imperativo de unirnos
fuertemente, para defender esos recursos naturales y
para tratar de defender y retener los recursos humanos
y también tratar de defender a aquellos que, no
encontrando condiciones de vida adecuadas en nuestros
países, tienen que emigrar. Porque emigrar no implica
irse de turismo, yo creo que nadie emigra por placer
sino que lo hace por necesidad, y al mismo tiempo que
tenemos que defender nuestra riqueza humana, en la
capacidad intelectual de muchos jóvenes profesionales,
también tenemos que defender en este mundo globalizado,
las necesidades de nuestros emigrantes, que se han ido
de nuestros países porque no encontraron en ellos, en
el pasado, las condiciones necesarias para llevar una
vida digna adelante.
A mí me choca profundamente, señora
Presidenta y quiero plantear en este momento este tema
porque es una de las patologías que está viviendo la
humanidad, como usted lo dijo muy bien, brotes
xenofóbicos o discriminaciones hacia ciudadanos
latinoamericanos, nos golpean muy fuertemente,
sobretodo cuando esta Latinoamérica multi-étnica, multi-cultural,
es un enorme laboratorio de investigación genética que
se da automáticamente por los cruces de razas, sin duda
el mestizaje, va a ser el futuro de la raza de la
humanidad. Esta Latinoamérica, tan rica y tan hermosa,
en su tiempo recibió oleadas de emigrantes europeos, yo
lo puedo hablar con propiedad, porque mis abuelos
paternos eran gallegos y mi abuela materna era francesa
y mi abuelo materno era italiano, así que yo soy un
poco las Naciones Unidas aquí en Latinoamérica o la
Unión Europea, mejor dicho. Y en Uruguay, cuando nos
preguntan de los uruguayos, nosotros decimos,
descendemos de los barcos, porque fueron los emigrantes
que llegaron en oleadas a nuestro país y se quedaron en
él o en nuestros países porque en aquella época la
gente nuestra, nuestros habitantes de aquel momento
decían, "en nuestros países, naides es más que naídes
así que ustedes sean bienvenidos porque los vamos a
recibir" y los recibieron con los brazos abiertos.
Pudieron instalar sus familias, pudieron desarrollar su
trabajo, estudios y un nieto de emigrantes muy pobres
europeos, llegó a ser presidente de una república, en
este país latinoamericano. Entonces nos duele
particularmente, que se intente discriminar y no se
respeten los derechos y los derechos humanos de los
latinoamericanos que hoy tuvieron que ir a buscar a
otras tierras lo que no encuentran en la suya, como
hicieron nuestros abuelos en su momento. Todas estas
condiciones, señora Presidenta, señores Presidentes,
señoras y señores, me parece que nos obligan a encarar
en profundidad y con un compromiso total, el proceso de
integración, en este caso, MERCOSUR ampliado, pero
trabajar fuertemente para lograr un proceso de
integración sudamericano firme, vigoroso, comprometido
y para ello, entonces creo, modestamente, que tenemos
que enfrentar algunos de los problemas internos que
tenemos en el proceso de integración, a efectos de
poder solidificar, fortificar, impulsar, agrandar, ese
proceso de integración regional.
El Señor Canciller de Paraguay
planteaba algunos temas y entonces tomo el inicio de mi
intervención nuevamente, que compartimos totalmente.
Hemos avanzado, sin duda que hemos avanzado. Yo quiero
felicitar el trabajo que usted ha hecho, señora
Presidenta y el señor Canciller en este semestre y creo
que también hemos avanzado en semestres anteriores, por
ejemplo en el tema de las asimetrías, los fondos
estructurales constituyen sin duda un avance. Nosotros
creemos que hay que profundizar esa línea de trabajo,
creemos que por solidaridad - principio tan grato a
muchos de nuestros gobiernos latinoamericanos - hay que
profundizar el tema de los fondos estructurales, a
efectos de contemplar problemas severos que tiene
nuestra población, que tienen muchos de los integrantes
de nuestra sociedad.
Pero también deberíamos poner en la
agenda –lo digo con mucha franqueza, pero con mucha
convicción- algunos otros puntos que hacen a las
asimetrías, como es alguna de las políticas que, con
todo derecho y en uso de su soberanía, cada uno de los
países integrantes del MERCOSUR llevan adelante, pero
que a veces pueden lastimar las economías de otros
países, también integrantes del MERCOSUR. Medidas que
quizás, si las tomáramos en conjunto, fortalecerían
nuestra posición dentro de cada país y no nos
perjudicaría a ninguno de los países integrantes del
MERCOSUR.
Exactamente, estoy tratando de
hablar sobre el tema, por ejemplo, de la herramienta de
las detracciones, sin duda.
Con Argentina tenemos un excelente
trato en el tema energético. Hemos firmado un Acuerdo
para la regasificación de gas licuado. Me parece que es
un hecho realmente trascendente. Pero el impacto que
causa por ejemplo al Uruguay la detracción a la
exportación de gas genera un problema severo para
muchas de las industrias uruguayas. No lo digo a título
de crítica, lo digo simplemente como un comentario de
medidas que podríamos tomar en conjunto, quizás
llevaría a un mejor interrelacionamiento en el tema de
las asimetrías. O incluso también en el plano de las
asimetrías, el tratamiento que se da para atraer
inversiones extranjeras, tan necesarias que son para el
crecimiento económico de nuestros países.
Pero creo que vamos por el buen
camino. Creo que el camino del diálogo y de plantear
esta problemática es realmente importante.
Otro de los aspectos que me parece
que debemos encarar en profundidad para avanzar en el
proceso de integración -y está muy bien planteado en el
documento, dicho por el Canciller Taiana al inicio de
esta reunión- es pasar de un plano de competencia entre
nuestros países a un plano de complementariedad
productiva.
El tema de la complementariedad
productiva me parece que es de capital importancia para
ser analizado. Lo decíamos en la conversación anoche en
la cena, un país pequeño como Uruguay competir con la
industria automotriz argentina o brasileña, es
prácticamente imposible. Pero si pudiéramos
complementarnos en esa producción, permitiendo que
Uruguay hiciera los espejitos retrovisores, o los
cueros que cubren los volantes, para nosotros sería
-como para Paraguay también- un hecho de enorme
trascendencia, aunque parezca de menor significación.
La complementariedad es fundamental.
Nosotros pensamos por ejemplo en el terreno del
desarrollo de la agroindustria maderera o forestal, que
quizás ha llegado el tiempo para que comencemos a
pensar en el desarrollo de estas cadenas como región y
no como país. Que países que intentamos desarrollar
esta cadena agroindustrial exportadora, podamos encarar
la misma con un criterio regional, más que con un
criterio particular de cada país.
En fin, a mí me parece que es mucho
lo que tenemos para hacer. Es mucho lo que se ha hecho.
Creo que vamos por el buen camino. Creo que hemos
comprendido que ningún país tiene destino en soledad,
por más poderoso que sea ese país. Que es necesario
agruparse, que es necesario integrarse, que es
necesario complementarse.
Y creo que esta comprensión de esta
situación, nos va a llevar, sin duda en el corto plazo,
señora Presidenta, a que sigamos encontrando -como lo
hemos hecho hasta ahora- pasos positivos para mejorar
el motivo de estos procesos de integración, que es
mejorar la calidad de vida de nuestra gente, que es lo
que nuestra gente nos está reclamando.
Yo sé que hay comprensión por parte
de los grandes países constitutivos del MERCOSUR y
tengo enormes esperanzas que podamos avanzar en esa
dirección como reconozco públicamente los importantes
avances que hemos tenido en estos temas.
Es cuanto tenía para decir, señora
Presidenta.
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