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01 de julio, 2008

Cumbre de Tucumán

Tabaré Vázquez instó a poner en agenda puntos que hacen a las asimetrías del MERCOSUR
Con franqueza y convicción reclamó Vázquez la puesta en agenda, de puntos que hacen a las asimetrías del bloque. Se refirió a políticas que cada uno de los países del MERCOSUR llevan adelante y que a veces pueden lastimar las economías de otros, también integrantes. Solicitó comprensión, sostuvo la necesidad de la complementariedad y llamó a pensar en el desarrollo de cadenas productivas como región y no como país.

En su intervención en la XXXV Cumbre del MERCOSUR, el Presidente Tabaré Vázquez llamó a los países miembros del bloque a profundizar los fondos estructurales y reconoció el avance en ese sentido. Llamó a poner en agenda temas que hacen a las asimetrías y trabajar aún más sobre ellas, con el fin de brindar mayor calidad de vida a todos los integrantes de estas naciones.

Vázquez reclamó: "deberíamos poner en la agenda –lo digo con mucha franqueza, pero con mucha convicción- algunos otros puntos que hacen a las asimetrías, como es alguna de las políticas que, con todo derecho y en uso de su soberanía, cada uno de los países integrantes del MERCOSUR llevan adelante, pero que a veces pueden lastimar las economías de otros países, también integrantes del MERCOSUR. Medidas que quizás, si las tomáramos en conjunto, fortalecerían nuestra posición dentro de cada país y no nos perjudicaría a ninguno de los países integrantes del MERCOSUR".

Vázquez señaló que la herramienta de las detracciones significaría un importante avance, si este tipo de medidas se tomaran en conjunto, ya que se fortalecería cada posición y ninguno de los países miembros, saldría perjudicado.

Al mencionar el acuerdo rubricado entre Uruguay y Argentina para la regasificación del gas licuado, afirmó que se trata de un hecho trascendente. Asimismo indicó que el impacto que causa a Uruguay la detracción a la exportación de gas, genera severos problemas a diversas industrias nacionales. Aclaró que no se trata de una crítica, sino de visualizar la posibilidad de tomar medidas en comunión, que redundarían en un mayor interrelacionamiento y a favor de reducir las asimetrías.

El Primer Mandatario uruguayo reconoció que el camino del diálogo y el entendimiento, es el único para la resolución de los temas comunes.

Vázquez señaló que el avance en el proceso de integración, está dado por el logro de una complementariedad productiva y no en un plano de competencia.

"La complementariedad es fundamental", dijo el Presidente en relación con el desarrollo de la cadena agroindustrial exportadora. Agregó que quizás ha llegado el tiempo para pensar en el desarrollo de estas cadenas como región y no como país.

En este sentido, dijo que, en la industria automotriz, para un país pequeño como Uruguay, competir con Argentina o Brasil es prácticamente imposible. Sugirió que si esos países compartieran la producción y permitieran a Uruguay o Paraguay, producir por ejemplo, accesorios automotrices, ello implicaría un avance para estas naciones.

Vázquez resumió su postura, afirmando que si bien resta mucho por hacer, ya se avanzó mucho y se continúa por el buen camino. Sostuvo que ningún país, por más poderoso que sea, tiene su futuro asegurado en solitario. Dijo que este convencimiento, llevará en el corto plazo, al encuentro de una mayor integración que posibilite una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos del bloque.

En otro tramo de su exposición, Vázquez hizo referencia a la situación internacional , sostuvo que el mundo se globalizó para compartir los problemas pero se particularizó para señalar a los responsables. Indicó que, paradójicamente, países como los de la región, que tienen posibilidades de generación de alimentos, son los señalados como los responsables de los males que la sociedad mundial afronta. Dijo que las causas de esos problemas, están en las políticas llevadas adelante por los países del mundo desarrollado. Para Vázquez, la especulación, las compras a futuro de petróleo y de alimentos, mantendrán la realidad actual por mucho tiempo, para lo que habrá que prepararse, dijo. Afirmó que los procesos de integración regional representan una herramienta fundamental para enfrentar estas situaciones en un mundo globalizado.

Reafirmó que es parte de la necesidad y oportunidad de llevar adelante procesos de integración, pero también como respuesta a un mandato histórico, ya que los próceres latinoamericanos, lucharon por una real integración y complementación de naciones. El Presidente Tabaré Vázquez dijo que se trata de un tema de supervivencia. Subrayó la enorme riqueza con que Latinoamérica cuenta en recursos naturales y humanos. Recordó que América Latina puede producir, prácticamente, todos los alimentos para su autoabastecimiento, pero también para la provisión de buena parte de la humanidad y que además, cuenta con recursos humanos para realizarlo. Luego, explicó que, muchas veces, se desprecia al latinoamericano común y corriente, pero se nutren de los jóvenes y de los individuos capacitados por lo que resulta fundamental retener estos recursos humanos y defender a aquellos, que no habiendo encontrado condiciones de vida adecuadas en nuestros países, deben emigrar. Hizo referencia también, a lo que consideró brotes xenofóbicos o discriminación hacia ciudadanos latinoamericanos y recordó que otrora, nuestras naciones recibieron a emigrantes que llegaron en busca de un lugar en donde poder desarrollar su vida.

Uruguay reclama la eliminación del cobro del doble arancel común dentro de la región, como así también la definición del código aduanero.

Palabras del señor Presidente de la República , Tabaré Vázquez en la XXXV Cumbre del MERCOSUR y Países Asociados realizada en San Miguel de Tucumán, Argentina , el 1 de julio de 2008.

PRESIDENTE VAZQUEZ: En primer lugar, decir que constituye para nosotros, - para quien habla y para la delegación que me acompaña – un altísimo honor estar en esta tierra hermana, de nuestros queridos hermanos argentinos. Y agradecemos enormemente a las autoridades locales y al gobierno de la República Argentina, el afecto con que nos han recibido lo valoramos enormemente.

Parto de la base de coincidir con muchos de los aspectos que planteaba el señor Canciller de Paraguay, como países que compartimos economías menores en este proceso de integración regional. Yo creo que amerita en estos momentos históricos, realizar una reflexión profunda, no sólo sobre el diagnóstico de la situación que se vive a nivel internacional, regional y en cada uno de nuestros países, que fue hecho brillantemente por parte de la señora Presidenta de Argentina, sino también intentar ver o encontrar en la patología que está viviendo la humanidad – y pido perdón por utilizar estos términos, pero son con los que me puedo sentir más cómodo – sufre patologías severas que también fueron expresadas por la señora Presidenta, entre otras las confrontaciones, la violencia, el terrorismo, el autoritarismo, el hambre, que vive la humanidad.

Y en este mundo con esas características, con esas patologías, buscar las causas es importante, pero también es importante buscar las eventuales terapéuticas que podamos aplicar. Este mundo se ha globalizado para compartir los problemas, pero se ha particularizado para señalar los responsables. Y paradójicamente, los países que tenemos alguna posibilidad de generar alimentos, cuando hace tanta falta que los alimentos se produzcan para el mundo que tiene hambre, somos o intentan hacernos aparecer como responsables de los males o de las patologías que la sociedad en el mundo vive.

Unas de las causas evidentes de estos problemas, sin duda, no reside en lo que los países del mundo subdesarrollados generamos, sino las políticas que han sido llevadas adelante por los países del mundo desarrollado precisamente, que nos han pedido, en más de una oportunidad, que abramos nuestras economías, abramos las puertas, las ventanas, que subsidiemos, el subsidio era mala palabra, para ser utilizado como elemento económico en nuestros países. Sin embargo, vemos que los países del mundo desarrollado subsidian, fijan cuotas y cierran muchas veces sus economías.

Otras de las causas sin duda de los problemas que vive la humanidad es la especulación que existe, las compra a futuro de petróleo en este momento y las compras a futuro de alimentos, lo que va hacer mantener –me parece a mí, de mi muy modesto punto de vista – las condiciones actuales por mucho tiempo y para eso nos vamos a tener que preparar.

Bien, si esta es la situación que aparentemente podría ser la causa que genera los males o las patologías que vivimos, cuál es la respuesta que podemos dar, la respuesta terapéutica que podemos intentar dar para esta situación. Y yo creo que –y no es ningún descubrimiento, ya está dicho hasta el cansancio – los procesos de integración regional son una herramienta fundamental para enfrentar esta situación en este mundo globalizado.

Y como decía muy bien la señora Presidenta –yo tomé nota porque me pareció muy oportuno su planteo – la necesidad y la oportunidad de llevar adelante los procesos de integración son absolutamente claros, y es un compromiso que debemos tomar, no sólo por necesidad y oportunidad, señora Presidenta, sino también por mandato histórico. Nuestros prohombres, nuestros próceres lucharon con una visión extraordinaria, por llevar adelante esos procesos de integración, la "Patria Grande" Latinoamericana, Sudamericana, cada día cobra más fuerza su necesidad de implementación, porque creo que ahí nos va y –no pretendo dramatizar con el término que voy a utilizar – ahí nos va la vida, es un problema de sobrevivencia. Se podrá decir, que el término es demasiado fuerte, pero países más grandes que los nuestros han desaparecido del mapa, por no haber quizás, tomado a tiempo las medidas necesarias para sobrevivir en un mundo tan competitivo y tan complejo.

América Latina en su conjunto, tiene una riqueza enorme de recursos naturales

y de recursos humanos. América Latina puede, prácticamente producir todos los alimentos necesarios como para autoabastecerse, pero también para abastecer a buena parte de la humanidad. Y tiene recursos humanos para hacerlo, claro, que en este juego tan despiadado de especulaciones, de intereses menores o de pequeños grupos o corporativos, se desprecia muchas veces al Latinoamericano común y corriente, pero se nos llevan los cerebros y se nos llevan a los jóvenes y a la gente capacitada como para poder impulsar cambios profundos, reales, sostenibles en el tiempo en nuestros países. Por tanto creo que más que nunca tenemos el mandato imperativo de unirnos fuertemente, para defender esos recursos naturales y para tratar de defender y retener los recursos humanos y también tratar de defender a aquellos que, no encontrando condiciones de vida adecuadas en nuestros países, tienen que emigrar. Porque emigrar no implica irse de turismo, yo creo que nadie emigra por placer sino que lo hace por necesidad, y al mismo tiempo que tenemos que defender nuestra riqueza humana, en la capacidad intelectual de muchos jóvenes profesionales, también tenemos que defender en este mundo globalizado, las necesidades de nuestros emigrantes, que se han ido de nuestros países porque no encontraron en ellos, en el pasado, las condiciones necesarias para llevar una vida digna adelante.

A mí me choca profundamente, señora Presidenta y quiero plantear en este momento este tema porque es una de las patologías que está viviendo la humanidad, como usted lo dijo muy bien, brotes xenofóbicos o discriminaciones hacia ciudadanos latinoamericanos, nos golpean muy fuertemente, sobretodo cuando esta Latinoamérica multi-étnica, multi-cultural, es un enorme laboratorio de investigación genética que se da automáticamente por los cruces de razas, sin duda el mestizaje, va a ser el futuro de la raza de la humanidad. Esta Latinoamérica, tan rica y tan hermosa, en su tiempo recibió oleadas de emigrantes europeos, yo lo puedo hablar con propiedad, porque mis abuelos paternos eran gallegos y mi abuela materna era francesa y mi abuelo materno era italiano, así que yo soy un poco las Naciones Unidas aquí en Latinoamérica o la Unión Europea, mejor dicho. Y en Uruguay, cuando nos preguntan de los uruguayos, nosotros decimos, descendemos de los barcos, porque fueron los emigrantes que llegaron en oleadas a nuestro país y se quedaron en él o en nuestros países porque en aquella época la gente nuestra, nuestros habitantes de aquel momento decían, "en nuestros países, naides es más que naídes así que ustedes sean bienvenidos porque los vamos a recibir" y los recibieron con los brazos abiertos. Pudieron instalar sus familias, pudieron desarrollar su trabajo, estudios y un nieto de emigrantes muy pobres europeos, llegó a ser presidente de una república, en este país latinoamericano. Entonces nos duele particularmente, que se intente discriminar y no se respeten los derechos y los derechos humanos de los latinoamericanos que hoy tuvieron que ir a buscar a otras tierras lo que no encuentran en la suya, como hicieron nuestros abuelos en su momento. Todas estas condiciones, señora Presidenta, señores Presidentes, señoras y señores, me parece que nos obligan a encarar en profundidad y con un compromiso total, el proceso de integración, en este caso, MERCOSUR ampliado, pero trabajar fuertemente para lograr un proceso de integración sudamericano firme, vigoroso, comprometido y para ello, entonces creo, modestamente, que tenemos que enfrentar algunos de los problemas internos que tenemos en el proceso de integración, a efectos de poder solidificar, fortificar, impulsar, agrandar, ese proceso de integración regional.

El Señor Canciller de Paraguay planteaba algunos temas y entonces tomo el inicio de mi intervención nuevamente, que compartimos totalmente. Hemos avanzado, sin duda que hemos avanzado. Yo quiero felicitar el trabajo que usted ha hecho, señora Presidenta y el señor Canciller en este semestre y creo que también hemos avanzado en semestres anteriores, por ejemplo en el tema de las asimetrías, los fondos estructurales constituyen sin duda un avance. Nosotros creemos que hay que profundizar esa línea de trabajo, creemos que por solidaridad - principio tan grato a muchos de nuestros gobiernos latinoamericanos - hay que profundizar el tema de los fondos estructurales, a efectos de contemplar problemas severos que tiene nuestra población, que tienen muchos de los integrantes de nuestra sociedad.

Pero también deberíamos poner en la agenda –lo digo con mucha franqueza, pero con mucha convicción- algunos otros puntos que hacen a las asimetrías, como es alguna de las políticas que, con todo derecho y en uso de su soberanía, cada uno de los países integrantes del MERCOSUR llevan adelante, pero que a veces pueden lastimar las economías de otros países, también integrantes del MERCOSUR. Medidas que quizás, si las tomáramos en conjunto, fortalecerían nuestra posición dentro de cada país y no nos perjudicaría a ninguno de los países integrantes del MERCOSUR.

Exactamente, estoy tratando de hablar sobre el tema, por ejemplo, de la herramienta de las detracciones, sin duda.

Con Argentina tenemos un excelente trato en el tema energético. Hemos firmado un Acuerdo para la regasificación de gas licuado. Me parece que es un hecho realmente trascendente. Pero el impacto que causa por ejemplo al Uruguay la detracción a la exportación de gas genera un problema severo para muchas de las industrias uruguayas. No lo digo a título de crítica, lo digo simplemente como un comentario de medidas que podríamos tomar en conjunto, quizás llevaría a un mejor interrelacionamiento en el tema de las asimetrías. O incluso también en el plano de las asimetrías, el tratamiento que se da para atraer inversiones extranjeras, tan necesarias que son para el crecimiento económico de nuestros países.

Pero creo que vamos por el buen camino. Creo que el camino del diálogo y de plantear esta problemática es realmente importante.

Otro de los aspectos que me parece que debemos encarar en profundidad para avanzar en el proceso de integración -y está muy bien planteado en el documento, dicho por el Canciller Taiana al inicio de esta reunión- es pasar de un plano de competencia entre nuestros países a un plano de complementariedad productiva.

El tema de la complementariedad productiva me parece que es de capital importancia para ser analizado. Lo decíamos en la conversación anoche en la cena, un país pequeño como Uruguay competir con la industria automotriz argentina o brasileña, es prácticamente imposible. Pero si pudiéramos complementarnos en esa producción, permitiendo que Uruguay hiciera los espejitos retrovisores, o los cueros que cubren los volantes, para nosotros sería -como para Paraguay también- un hecho de enorme trascendencia, aunque parezca de menor significación.

La complementariedad es fundamental. Nosotros pensamos por ejemplo en el terreno del desarrollo de la agroindustria maderera o forestal, que quizás ha llegado el tiempo para que comencemos a pensar en el desarrollo de estas cadenas como región y no como país. Que países que intentamos desarrollar esta cadena agroindustrial exportadora, podamos encarar la misma con un criterio regional, más que con un criterio particular de cada país.

En fin, a mí me parece que es mucho lo que tenemos para hacer. Es mucho lo que se ha hecho. Creo que vamos por el buen camino. Creo que hemos comprendido que ningún país tiene destino en soledad, por más poderoso que sea ese país. Que es necesario agruparse, que es necesario integrarse, que es necesario complementarse.

Y creo que esta comprensión de esta situación, nos va a llevar, sin duda en el corto plazo, señora Presidenta, a que sigamos encontrando -como lo hemos hecho hasta ahora- pasos positivos para mejorar el motivo de estos procesos de integración, que es mejorar la calidad de vida de nuestra gente, que es lo que nuestra gente nos está reclamando.

Yo sé que hay comprensión por parte de los grandes países constitutivos del MERCOSUR y tengo enormes esperanzas que podamos avanzar en esa dirección como reconozco públicamente los importantes avances que hemos tenido en estos temas.

Es cuanto tenía para decir, señora Presidenta.

 

 

   
 
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